Reseña: Helen de Wyndhorn, de Tom King y Bilquis Evely

Para un cómic tan curioso como este, se ha reunido el mismo equipo ideal que lanzara Supergirl: Woman of Tomorrow, en su día. Es decir, el gran Tom King y Bilquis Evely. Y es que además de sus trabajos dentro del mundo del pijameo en DC, King ha colaborado con otras editoriales, creando historias que analizan aspectos de la literatura clásica, desde la deconstrucción de las antiguas novelas románticas con Love Everlasting (Image), hasta la propia actualización de Rebelión en la Granja, de George Orwell, con Animal Pound para BOOM! Studios. Por eso no es de extrañar verlo en un titulo como Helen de Wyndhorn donde se combina fantasía gótica y pulp para contar la historia de una familia que se debate entre dos mundos.

La historia se centra en Helen Cole, quien regresa a la enorme e ilustre herencia de su abuelo tras la trágica muerte de su difunto padre, C.K. Cole, estimado escritor pulp y creador del popular personaje guerrero Othan. Durante su estancia en la Casa Wyndhorn, donde se encuentra constantemente en estado de ebriedad, para disgusto de la institutriz Lilith Appleton, quien intenta educarla, Helen descubre que las historias de fantasía que contaba su padre tienen un mayor componente de verdad. Pero a pesar de que el cómic lleva el nombre de Helen, la historia presenta a Lilith como la protagonista, quien es presentada al comienzo del primer número mientras es entrevistada por un joven que está escribiendo un libro sobre C.K. Cole.

Puede parecer inusual que King use a Lilith como narradora del libro, dada su falta de participación a medida que la historia se adentra en el Otro Mundo. Sin embargo, ella sirve como ancla emocional para Helen en la Casa Wyndhorn. Y si bien King juega con una narrativa no lineal que incluye al joven autor Thomas Rogers, quien intenta asimilar la historia que se le cuenta, el cómic alcanza su máximo esplendor cuando se centra verdaderamente en la propia Helen de Wyndhorn; presentada como una adolescente rebelde que no logra integrarse en la sociedad normal, Helen está claramente de luto por la pérdida de su padre y preferiría ahogar sus penas. Pero a medida que pasa más tiempo en la casa, donde tiene un encuentro monstruoso, que es resuelto por su abuelo Barnabas, Helen encuentra una nueva vida al unirse a él en sus aventuras en el Otro Mundo.

Y a partir de aquí, el cómic lo tendréis que disfrutar ustedes. Porque las historias de espada y brujería suelen atraer, sobre todo, al público masculino, por lo que es agradable ver una perspectiva femenina sobre el subgénero, con Helen queriendo ser más que las damiselas en apuros de las historias de su padre. Esta perspectiva también se refleja en el arte de Bilquis Evely, quien le da su toque personal a un subgénero que ha sido definido visualmente por autores como Frank Frazetta. Ya sea en el entorno gótico de la Casa Wyndhorn o en los extravagantes parajes del Otro Mundo, siempre da la sensación de que Evely ofrece algo nuevo en cada página.

Lo dicho, buen cómic, a disfrutar por ustedes.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.