Reseña: Las Salamandras
Las Salamandras es un cómic de ciencia ficción en un mundo distópico retrofuturista donde los Consejeros priorizan tu bienestar y, para ello, prohíben cualquier abuso, castigándote si consumes carne o alcohol, o si perturbas el orden público. Retrofuturista pero muy cercano, ¿no creéis? Porque el mundo actual y de este cómic sobrevive gracias a la Sociedad. Una corporación en expansión que gestiona todos los aspectos de la vida cotidiana, incluyendo la higiene física y mental… casi sin que te des cuenta. Y como resultado, a los ciudadanos les resulta imposible plantear objeciones. Una parte de la sociedad vive al margen, ya que estas mujeres y hombres han sufrido una mutación genética irreversible que les ha dado la apariencia de lagartos humanoides. ¿Qué? Si, si… por ejemplo en el sector catorce, Graham Gomez intenta convertirse en conductor de Speed-V, un cambio de carrera necesario, ya que ya no puede ejercer su profesión de carnicero, considerada perjudicial. Sin embargo, no todo saldrá según lo planeado como podéis imaginar…
Ya os adelanto que los fans de la buena ciencia ficción de toda la vida quedarán encantados con este nuevo cómic de Julien Frey que Nuevo Nueve Ediciones publica en nuestro país. Retoma temas e ideas comunes de este género literario y los combina en una narrativa única y bien construida. Una atmósfera vintage donde el guionista opta por un entorno urbano casi idéntico al nuestro, acompañado de un contexto social vibrante. Los lectores tienen suficientes pistas e insinuaciones para hacerse una idea de cómo es vivir (o sobrevivir) en un mundo gobernado por la sociedad. Y los lazos familiares son otro tema explorado: la sociedad también controla el derecho a la paternidad en función de la calificación crediticia social de los candidatos. Inspirándose en nuestra época contemporánea y llevada al extremo, la idea de la gestión de la población y la procreación también fue un tema muy presente en la literatura de ciencia ficción de la década de 1970. Y Julien Frey multiplica discretamente las referencias, para no caer en la tendencia de los huevos de Pascua.
Y las mutaciones genéticas constituyen otro tema predilecto, basado en humanos transformados en lagartos bípedos condenados al ostracismo. La atmósfera retro que buscaba el guionista está muy bien representada por las elecciones estéticas y el colorido de Adrian Huelva. El estilo del artista combina líneas y curvas claras, que modifica para los paneles explicativos, cuyo diseño se asemeja al de los dibujos animados de los años 50.
Un cómic muy disfrutable, Las Salamandras es una lectura chula, bien dibujada y bastante entretenida.