Reseña: Cuna de Gato, de Kurt Vonnegut

En tiempos apocalípticos a uno/a le pide el cuerpo lecturas apocalípticas. Eso es así. No hay otra. Así que permítanme comenzar diciendo que sí, realmente estoy escribiendo una reseña Cuna de Gato, una genial obra que llevábamos bastante tiempo esperando su reedición. Y realmente no me importa cuántos ojos se hayan posado en este libro, cuántos estudiantes de secundaria o graduados lo hayan leído, criticado o lo que sea. Solo quiero dar mi opinión al respecto. Creo que esa es una de las cosas hermosas de leer tanto. Las voces ingenuas del futuro (como yo) siempre tendrán la oportunidad de dar su opinión sobre cómo son realmente las cosas, qué significa este libro para mí en el mundo de hoy y tal y tal, como diría aquel. A veces estas frases se repiten tanto que me canso de escucharlas e incluso este sentimiento es agotador. Y comentarlo es agotador y escribir reseñas diariamente es agotador, y eso es toda la vida. Pero también es algo que he llegado a amar y… bueno, me siento bien haciendo lo que hago y también siento que estas divagaciones resuenan con el estilo y la visión del mundo de Vonnegut. Algo se me ha debido pegar del maestro en cuyos escritos estoy empezando a ahondar gracias a Blackie Books, una editorial que me tiene enamorado tanto por el rescate de la bibliografía del ya desaparecido autor de Indianápolis; como de sus ediciones ligeras, llevaderas pero en tapa dura y muchas ilustradas con lo que se convierten en únicas. Y es que raro es el título que no me atrae de su catálogo.

Pero Kurt Vonnegut…, no es que lo diga yo, es que es raro el reseñador que no te súper recomienda casi cualquiera de sus libros. Pero ahora entonces… ¿Ves el gato? ¿Ves la cuna? Si aún no está claro, soy bastante cínico con este libro. Me gusta la premisa y estoy de acuerdo con el mensaje. De alguna manera todos sabemos que la guerra es mala, que no necesitamos bombas atómicas y que cuestionar el valor de las instituciones en nuestras vidas es algo que se hace. Puede ser que haya gente por ahí que todavía no se sienta así, pero no me he encontrado con ellos desde que el mundo era joven. Todos son cínicos e irónicos en estos días y Twitter es su ventana al mundo… ¿Qué? No, no va de eso. O sí, como algo premonitorio. Diría que Cuna de Gato debe haber tenido mucho peso en el año en que se escribió (1963) pero es un fiel reflejo de lo que este mundo ahora.

En aquellos años, el esfuerzo por la guerra y la atmósfera cultural, en general, hicieron que muchas personas sintieran una adhesión intensa e incondicional por el americanismo. Era la única salvación. Sé cómo se sienten los protagonistas de esta novela porque yo estuve allí como ser pequeñito que miraba a un lado y a otro por el miedo nuclear impostado al que nos sometieron también en los 80. Y ahora, en 2022, otra vez lo mismo. El humano haciendo el gilipollas. Crecí en la era del relativismo y las sensibilidades urbanas que, para bien o para mal, informan a mi visión del mundo de: No hay nada a lo que aferrarse. Pero ya está bien, que parece que estoy haciendo una reseña de mi persona. Aunque os aseguro que, en realidad, estoy hablando bastante de lo que en Cuna de Gato se cuenta. En fin. Comenzamos con el narrador John, describiendo un libro que planea escribir sobre el inventor de la bomba atómica, un personaje llamado Felix Hoenikker. Entonces John decide hablar con personas que conocieron personalmente al Dr. Hoenikker para tener una idea de cómo era. Esto lo lleva a una serie de interacciones con los hijos de Hoenikker y otros, lo que a su vez lo aleja de su libro y lo lleva a un verdadero apocalípsis no solo personal sino a miedo genérico porque su mundo, el mundo nuestro, se va a ir en breve a la mierda…

No contar mucho más de esta novela, es bien. En este libro, Vonnegut parece estar usando una trama muy básica solo como gancho en el que colgar una serie de temas. Habla de la estupidez de las personas, la falsedad de la religión (y todo lo demás), la inevitabilidad de la autodestrucción y la falta de libre albedrío. La Guerra Fría todavía estaba en marcha cuando se publicó Cuna de Gato y los temores de la destrucción nuclear mundial se vislumbraban en el horizonte. Cómo estamos ahora con el Putin y el norcoreano de los cojones, ¿no?

La estupidez humana.

El título del libro proviene de una historia que cuenta un personaje sobre su padre, quien le mostraba un juego infantil llamado “cuna de gato”, y cuyo personaje encontraba ridículo porque el patrón de cuerdas ni se parecía a un gato y mucho menos se asemejaba a una cuna. Ni maldito gato, ni maldita cuna. Un símbolo de la falsedad de todo.

Y ahora ahí va una contradicción: Vonnegut no es para todo el mundo. Sospecho que muchos lo encontrarían demasiado cínico para disfrutarlo de verdad. Su visión del mundo siempre me ha parecido sin ilusión, aunque a veces carente de alegría o esperanza. Dicho esto, sus libros son tan interesantes y estimulantes que ponen el vello de punta. Gran parte del comentario de Vonnegut sobre la insensatez humana proviene de los personajes que inventa. Pero estoy de acuerdo con él en lo que importa: el problema de este mundo es, demasiadas personas en puestos altos que están muertas por dentro. No ni na.

Reseña: Matadero Cinco (La Cruzada de los Niños), de Kurt Vonnegut

Una de las novelas que mejor trata el concepto de la guerra es Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut. Autor maestro de maestros que encima es uno de los consagrados de nuestra amada Ciencia Ficción. Blackie Books es una editorial a la que debéis poner desde ya una alarma porque me constan su extenso catálogo de cositas interesantes además de que van a editar bastantes cositas del maestro. Y ya han empezado. Diría que por su mejor novela, su puntal de lanza como es Matadero Cinco, cumbre del género, novela analizada, reseñada, criticada, alabada y recomendada por los siglos de los siglos, amén. Una de las novelas más importantes del siglo XX que Kurt Vonnegut basa en sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial. Una novela que explora los efectos de la guerra y lo imposible que es detenerla. Una frase que con poco, dice mucho.

Matadero Cinco (Slaughterhouse-Five) es una historia convincente que vio la luz en 1969. Y en sus inicios recibió enormes críticas positivas, tanto de críticos, como de lectores. Al principio, se publicó con el subtítulo La Cruzada de los Niños (The Children’s Crusade: A Duty-Dance with Death). Un añadido del autor quizás asegurando a los lectores que no estaba idealizando la guerra. Pero como os digo, al principio, los propios críticos de The New York Times reconocieron la brillantez y el hecho de que no a todos los lectores les iba a gustar. Fue la primera vez que una de las novelas de Vonnegut aparecía en la lista de bestsellers de tan magna publicación, lo que la convirtió en centro de atención literaria. De hecho, Matadero Cinco solidificó la carrera del escritor como símbolo del pacifismo a lo largo de los años 70. Incluso hoy en día, la novela a menudo figura en las listas de Los 100 Mejores Libros (in english) jamás escritos. A pesar de ello, el libro se ha enfrentado a posibles censuras en ciertos países debido a las blasfemias que otorga, representaciones o mejor dicho, re-interpretaciones constantes sobre el tema del sexo y la religión.

Y ahora vais a flipar.

Desde 2011, la novela está prohibida en USA.

¡En 2011!

Cuando lees Matadero Cinco por primera vez no puedes evitar sorprenderte con la prosa de Kurt Vonnegut. Utiliza un lenguaje y sintaxis sencillos y frecuentemente utiliza el humor negro. Vonnegut describe vívidamente la guerra, pero no mantiene una actitud del todo seria a lo largo del libro. Esto se ejemplifica con algunas palabras de apertura que comienzan el primer capítulo, frases que te dejan el culo torcido como: «Todo esto ocurrió, más o menos». Vonnegut también le dice al lector exactamente cómo va a comenzar la novela y cómo va a terminar. Esto me encantó. Una desviación impactante de cómo tenéis que enfrentaros a la trama, una cosa que pocas veces se ven en un libro. Algunos lectores también podrían sorprenderse por la narrativa personal que Vonnegut utiliza para encajar las primeras páginas. Gran parte de lo que describe en la novela sucedió en su vida, con asuntos «más o menos» alterados para ser trasladados a la novela. Un estilo de escritura increíblemente convincente y entretenido, a pesar del tema tan oscuro que hay detrás.

Pero lo maravilloso es que al releer Matadero Cinco, aprovechando esta nueva edición en librerías de Blackie Books, es que la historia divierte tanto como aterroriza. Sentí lo mismo que aquella vez, hace más de veinte años, cuando la leí por primera vez. Impacta ver como Billy va entendiendo los horrores de la guerra a su forma y como se explica lo del bombardeo de Dresde de un modo extraño… Y tampoco uno espera ser arrojado de un año a otro (de una década a otra), como lo hace la novela con diversos viajes en el tiempo. Pero mola aprender todo sobre la vida de Billy. Se hace difícil dejar de leer. Es súper interesante como Vonnegut equilibra varias partes diferentes de la trama a la vez. En una página aprendes sobre un bombardeo y en la siguiente estás en la oficina con Billy o en su casa con su familia. Sus propios recuerdos fracturados y la naturaleza compleja y caótica de la guerra juegan un papel muy importante en la estructura.

Es probable que algunos de vosotros queráis comparar Matadero Cinco con otras novelas “de guerra» que hayáis leído. Considerando la narrativa personal, los elementos de CF y el énfasis en el libre albedrío y el tiempo, a veces, es difícil sentirse como si estuviérais leyendo una trama bélica real. Cierto. Pero además, hay una importante inclinación existencialista en la historia con la que tendréis que lidiar. ¿Por qué Billy terminó en Tralfamadore en el zoológico? Tendréis que interpretarlo como mejor veáis. Así como ver a extraterrestres enseñándole a Billy a no preocuparse por cuándo y cómo va a morir.

¿Intrigados? Novela amada por cantidad de lectores de CF en el planeta. Eso es lo que me importa. Y es que el inusual estilo de escritura de Vonnegut enamora para toda la vida.