Reseña: Juego Limpio, de Tove Jansson

En Juego limpio sabía que me iba a encontrar con un librito encantador, sabio y divertido porque Tove Jansson nunca decepciona.

Tove Marika Jansson (1914-2001) fue una autora, novelista, pintora, ilustradora y autora de historietas finlandesa que se hizo mundialmente famosa (y de ahí viene mi amor por ella) por crear a los Moomins. Sí, Tove Jansson escribió la serie de novelas de los Moomins para niños comenzando con The Moomins and the Great Flood de 1945; libros que si no conocéis os advierto que pueden ser leídos a cualquier edad porque hay mucho trasfondo intelectual en ellos. Unos seres que como decía le dieron fama internacional tras obtener por su trabajo la Medalla Hans Christian Andersen en 1966 además del Premio Selma Lagerlöf en 1992. Los Moomins han sido adaptados a teatro, cine y ópera. Y cuando un autor o autora es tan bueno, que menos que ir a por todo lo que se pueda leer en nuestro idioma. Editorial Minúscula anunció Juego limpio entre sus novedades y yo tenía que estar ahí. Y me encontré una lectura agradable, donde Tove se expresa tan cautivadora como siempre. Moló encontrar en la historia cierta descripción algo ficticia y algo arraigada en la realidad de la vida compartida de Tove y Tuulikki Pietilå después de su novela en conjunto Notes from an island. Muchos guiños paralelos entre estas dos obras que parecen complementarse entre sí.

En Juego limpio tenemos una novela corta, una bonita historia sobre el trabajo y el amor. Y es curioso porque sus capítulos pueden leerse casi como una colección de cuentos o novela en su conjunto. Algo muy difícil de hacer y pocas veces visto. Cada capítulo puede leerse como una historia corta, aunque estamos ante una forma de escritura en la que Tove ha demostrado una y otra vez ser maestra. Y dos señoras de más de setenta años representando un infantilismo obstinado que tiene una función humorística importante que a muchos gustará. Lectura íntima de tal manera que puedes seguir la relación de las mujeres y la vida cotidiana, tramas cotidianas sobre una relación donde el amor es tan obvio que no se necesitan florituras. Aunque el libro deja con la sensación de haber sido partícipe en una interacción que sólo puede existir entre personas que se conocen desde hace mucho tiempo.

Una pareja de artistas llamadas Mari y Jonna que ven películas, van a su isla, viajan por el mundo y discuten sobre esto y aquello de forma discreta e informal. Instantáneas de dos vidas entrelazadas, la vida real y el espacio entre ellas. Mujeres compañeras desde hace mucho tiempo y ambas artistas con múltiples talentos. Entre ellas hay relatos, obras de teatro; pintan, fotografían, esculpen y realizan grabados en madera. Mientras leía, un libro que constantemente se me venía a la mente era Una habitación propia, de Virginia Woolf. Una relación encantadora y de apoyo. ¿Y qué ocurre cuando dos almas tan arraigadas una a la otra tienen que separarse?

Es curioso que apenas se mencione que hay autoras finlandesas como Tove Jansson que nunca decepcionan.

Reseña: El Reloj de Sol, de Shirley Jackson

Uno de los pocos libros de la gran Shirley Jackson que me quedaban por leer. Fue en 1958 cuando una Shirley Jackson de cuarenta y pocos años, publicó esta novela, y eso que fue escrita antes que sus dos libros más populares como son La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo. Y tengo que decir que haber leído este libro ha sido una especie de placer doloroso. Solo lo dejaría bajo un leve escalón de sus otras dos potentes obras que son realmente la cúspide del arte de Shirley Jackson. Pero todos los elementos que enganchan de la autora están en El reloj de sol: la vieja casa, la sensación de decadencia y fatalidad, cuchicheos familiares, personajes extraños, la confusión de la realidad y la magia, una comedia de costumbres tan negra y mordaz que te hace estremecer.

Placer doloroso.

La novela comienza con una familia que regresa a su finca después del funeral de Lionel Halloran, el heredero de la fortuna, que fue empujado escaleras abajo por su propia madre. ¿Las primeras palabras pronunciadas por la madre? ¡Se acabó!, dijo la señora Halloran. Y luego, a su marido, el padre del joven le dice: Se ha ido, Richard. Todo salió maravillosamente... (Uff) Pero pronto, uno de los miembros de la familia tiene una visión del fin del mundo, y el resto de la novela nos lleva a prepararnos afanosamente para este suceso apocalíptico. Y todo el tema gobernado por la señora Halloran, quien se convierte desde ya, en la líder de este pequeño grupo de supervivientes.

La única palabra que puedo usar para describir a esta autora es: GENIO. Como todos esos grandes autores, no puedes leer rápidamente su trabajo porque si eres un lector constante, percibes pronto que estás ante obras que tienes que leer detenidamente, para disfrutar a tope, absorber y admirar. ¿Sabíais que la escritura de Shirley Jackson puede ser tremendamente divertida? ¿DIVERTIDA? Para un verdadero amante del Terror, por supuesto, que sí. Por otro lado, la descripción que Shirley hace de la vida en 1958 es tan vívida, que para alguien que no la ha vivido de cuerpo presente… traslada de todas-todas.

Es todo muy ingenioso y oscuro en El reloj de sol. Y luego el final (que no revelaré) y que sirve para profundizar todo el trabajo, como si en cierto modo regresara a su triste comienzo. Entonces, si bien todos los elementos no se combinaron tan perfectamente como en Siempre hemos vivido en el castillo o La maldición de Hill House, ¿por qué esta novela apenas es conocida? ¿Por qué es una historia que se me ha resistido tanto hasta ahora? ¿Por qué este libro es una de las maravillas que he podido leer este año gracias a la nueva edición que nos ha brindado Editorial Minúscula? MADRE DE DIOS. Lo digo muy en serio, obra magnífica que dejaré reposar un tiempecito y que, sin duda, volveré a leer.

Con placer.

Lo juro.

Shirley Jackson, era bruja, como mínimo.