Reseña: Lobezno 1, de Chris Claremont, John Buscema, Gene Colan y Peter David

Un primer Marvel Gold que recoge la gloriosa época de Lobezno. Esto a quién no le va gustaaaarrr… La época en la que se le va la pinza un poco al personaje y decide salir de La Patrulla X lo que repercute en que a nivel de gustoso lector se crea una serie, una cabecera, para este icono marvelita que pronto se hace indispensable de leer. Incluso para los que nunca fuimos muy afines a esta mole enana que es todo músculo, ira y garras. Otro tomo joyita que comienza una colección que probablemente ninguno de los que andáis leyendo esta reseña os queráis perder. O por lo menos ver si os interesa tenerlo en este formato, los que ya disponéis de la serie antigua en grapa. ¡Aquellos viejóvenes! Bien, pues os diría ya, que os interesa más este tomo porque ya en este primer volumen se recopilan los diez primeros números donde se gestó la cabecera para después comenzar con los diez primeros números de la misma. Avisándoos que los Marvel Comics Presents fueron unos cómics que todo el mundo catalogó de sobresalientes, que se dice pronto, eso si, los de finales de los 80, ojo. Que en 2019 salieron otros que son buenos, aunque en mi opinión, no tanto.

Noche en Madripur. Lobezno mira la ciudad desde una azotea. Realmente le gusta esta ciudad. Pero él está aquí en una misión. Tiene que encontrar a Tyger Tiger, una señora del crimen local…, y se dirige a un bar y lo encuentra asaltado por matones. Entra y ya os podéis imaginar lo sangriento que se vuelve todo. Donde salva a un hombre llamado O’Donell, a una bella dama llamada Sapphire Styx, que está buena que te cagas. Comienza así una trama donde la misión inculcada por el tal Dave Chapel inmediatamente se va al garete cuando le cuentan que dicho sujeto ya está criando malvas…

Elementos de terror incluso se pueden encontrar en estas historias. Porque si no iba a disfrutar viendo al garras buscando y deambulando por ese lugar tan improbable donde se topa con una poderosa criatura del pantano. Y todo en medio de un escándalo político. Pero también un buen arco argumental en el que se cruza con el maestro del kung-fu Shang Chi que regresa al mundo para encontrarlo peor que cuando se fue. Y esta vez incluso sus viejos amigos Reston, Tarr y Wu pueden no marcar la diferencia. Pero también una aventura con Silver Surfer. Y otra, una buena tangana junto a Hulk. El Hulk gris que tanto dio que hablar. Siendo sincero, no todos los números incluidos aquí son joyita. Pero estamos ante lo que nos enganchó a muchos al mundo del pijameo: cómics cortos, rápidos de leer y divertidos. ¡Palomiteros!, como se dice ahora. Y eso, insisto, a quién no le va a gustaaaarr… Incluso leídos ahora, a través de los años, con bastante bagaje lector, se disfrutan. Pero también te das cuenta de que a veces tienen un ritmo demasiado rápido. El símil más fácil sería lo que siente al leer un relato o en su defecto un microrrelato. Y no a todo el mundo le gustan los microrrelatos. Probablemente, muchas historias cortas y de diferentes temas, leídas una tras otra, lleguen a cansar. Cuando tienes algo más de criterio o experiencia lectora, pides más profundidad en las historias. Pero ojo, ¿quién no te aconseja espaciar estas lecturas en el tiempo?

Encontraréis semillas de historias aquí, algunas muy ricas para ser desarrolladas con alta probabilidad de conseguir algo bueno. Pero no se hizo. Y esa quizás es la única pega. Dejan poco tiempo para cualquier tipo de desarrollo real de la narrativa. Cosa que le ocurría a bastantes pelis de los 80 que en hora y veinte o y media como mucho, teníamos toda una serie de escenas de acción más que sorprendentes donde Schwarzenegger se las valía por sí solo.

Pero amigos, tenemos aquí a Chris Claremont, John Buscema, Gene Colan y Peter David en todo su esplendor creativo. Y de esta reunión no podía salir nada malo. Sería una anomalía. Lobezno se enfrenta a un grupo de piratas en la isla de Telambang. Comienzo perfecto que establece muy bien el tono de la serie. Solo hay que mirar a todas y cada una de las portadas y ya estaréis dentro. Esto fue realmente la edad de oro del personaje. Tras lo comentado, tenemos la primera serie en solitario creada para el personaje, el mismo que consiguió superar en ventas a casi cualquier colección. Solo le hicieron frente Spiderman y Batman, los forever podium. Pero para muchos la colección de Wolverine es una obra maestra. Una de las mejores cabeceras Marvel creadas. Y con este tochal en vuestras manos, podréis opinar.

Reseña: Excalibur, de Chris Claremont, Alan Davis y VVAA

Otro Marvel Gold rápido, eléctrico, muy esperado en cuanto a lo que recopila y la sensación de que probablemente en lo que nos queda de vida algunos, por fin, vamos a ver, encontrar y poder comprar todas esas joyitas del cómic que tanto disfrutamos en nuestra niñez. Excalibur, madre mía, lo que disfruté yo con esta serie, una de las que pude coleccionar mes a mes sin tener que luchar mucho por ello porque ya existían buenas librerías especializadas en la ciudad en la que vivía. Lo podía reservar y llegaban grapas sin problema. Pero también una de esas colecciones de cómics que se perdieron en el limbo cuando llegaron las novias, los estudios, trabajos y con “limbo” me refiero a ese agujero negro hacia la basura creado por muchas madres que buscaban espacio en su casa. Pero… ¡El nacimiento de una leyenda!, tal como se anuncia, es un buen modo de anunciar la publicación de este Marvel Gold. Aunque estoy más de acuerdo con que por fin tenemos de nuevo a mano la obra maestra de Chris Claremont y Alan Davis.

En 1987, Marvel ya estaba experimentando con novelas gráficas dentro y fuera de la continuidad, por lo que un one-shot de cartón duro y de gran tamaño con una historia alternativa, o mejor dicho, que no se esperaba dentro de ciertas cabeceras, tampoco era algo tan raro. Por lo que el Excalibur Special Edition nació ese año y fue un exitazo. Y la gente quiso más. Fue similar a la genial serie limitada de Dark Knight de D.C. y también Ronin es de la época. No se esperaban y rompieron la pana. No obstante, era casi obvio pues Marvel dedicó para ello a sus mejores talentos y prometió una importante historia de mutantes después.

Y así abre este tomo con joyita de Especial, obra que da paso a la cabecera de once números iniciales asi como unos cuantos arcos argumentales que también fueron recogidos en volúmenes alternos. El objetivo principal de Excalibur era plegar el «universo» del Capitán Britania en el Mundo X (y poner en marcha otro título X). Por eso, el título que tenemos entre manos lo coloca de inmediato y con firmeza en la continuidad de los mutantes de la época, con Kitty Pryde teniendo un sueño febril diseñado para que las personas que no estaban en el circuito de X-Men supieran que estos «murieron» durante La Caída de los Mutantes (a los efectos de esta pesadilla, Kitty cree que están realmente muertos); y que Rachel Summers también se ha ido, y Kitty y Rondador Nocturno sobrevivieron solo porque estaban convalecientes en Muir Island, lejos de la acción… Pero ella y Rondador Nocturno consultan y descubren que ambos han tenido el mismo sueño. Entonces sabemos que eso no es normal. Vemos que Meggan y su novio, el Capitán Britania, cuya hermana Psylocke murió con los X-Men. Está hablando sobre eso (para muchos lectores, incluido yo mismo, Britania era prácticamente un desconocido aquí, en aquellos años que leímos esto por primera vez), y Meggan era alguien a quien nunca había visto antes.

En este punto la historia toma velocidad. O el tomo, mejor dicho. Despega la colección que ya no te suelta. Tremendo poder de enganche que tiene Excalibur como serie, friends. Y es que si os soy sincero, no recordaba mucho sobre Excalibur y por eso decidí que este Marvel Gold tenía que catarlo sí o sí. Por supuesto, también hypeado por RRSS y con todo lo que se ha hablado por esta vuelta a librerías de una serie que todo el mundo disfrutó en los 90. Pues, justo ahora que empezaba a creer que el pijameo cada vez me gustaba menos, vuelvo a estar ansiado con estas colecciones que llenaron y llenan de buenas sensaciones nuestro cuerpos lectores. Además de una historia de superhéroes mutantes que tiene lugar en Europa. tenía que funcionar para mí. ¿Por qué toda la acción debe estar siempre en mi amada Nueva York?

Hay más mundo. Y, el mundo cree que los X-Men han caído, ¡pero esto es solo el comienzo! Kitty Pryde, Rachel Summers y Rondador Nocturno forman Excalibur. El primer equipo de superhéroes del Reino Unido. Y el Capitán Britania liderando la manada con Meggan, amante de los cambios de forma, días de terror con Lobos de Guerra aparecidos por todo Londres y Excalibur respondiendo a la llamada. Y Kitty y Rachel enfrentándose a criaturas metálicas que roban la piel a las personas. Horror corporal. Pero antes de que puedan celebrar cualquier victoria… ¡El Juggernaut ataca! Cain Marko ha escapado de prisión y está causando estragos por toda Europa. Un mochileo un poco raro, ¿no? Y más. La ex del Capitán Britania, Courtney Ross, secuestrada por Arcade. Pero Courtney demuestra que no es la damisela en apuros que Excalibur cree que es. Y todo el súper grupo atrapado en Murderworld, por las extrañas maquinaciones de la mente de Arcade; y el equipo recibiendo una grosera bienvenida en la ciudad de Nueva York, concretamente en mi Empire State Building de mi alma… qué… ¿parece estar creciendo?

Los Vengadores de la Costa Oeste, Mojo, todos los mencionados, el Doctor Doom… Cremita, cremita, cremita. La obra maestra de Chris Claremont Alan Davis ya está aquí.

Reseña: Factor-X. La Caída de los Mutantes, de Louise Simonson, Jo Duffy, Walter Simonson, Tom DeFalco y VVAA

Reconozco libremente que, en general, desconfiaba del Factor-X, de Louise Simonson, antes de ponerme con la colección. Sus contribuciones a Mutant Massacre fueron la parte más débil del crossover, y no hizo exactamente de Inferno un evento excepcionalmente legible, al menos, para mí. Anticipo y vuelvo a recordar que nunca fui muy de mutantes, no entré en esa amalgama de gente que alucinó en su día con todo lo que llevaba la palabra “mutante”. Pero con los años uno se redime y accede a probar el puchero, ese que tu mamá incesantemente quería que comieras y tú pataleabas y te intentabas escapar como gato frente al agua. Lo cierto es que puedo entender por qué a algunos fans les gusta la escritura de esta guionista, pero centrándome en eso, Factor-X emula demasiado bien los guiones de Chris Claremont y ese mérito no se lo puede quitar nadie. Y reconozco estar impresionado con cómo avanza esta colección ahora que Panini Cómics la está recuperando en sus geniales Marvel Gold. Pues el Factor-X, de Simonson, se siente como una oferta mucho más fuerte a todo lo anterior que haya leído de ella. Realmente, contiene un guión este evento, que funciona a toda máquina.

La Caída de los Mutantes le permitió a Simonson llevar todo tipo de tramas a un punto crítico, uniendo años de acumulación en un final fascinante, emocionante y convincente. No tengo reparos en decir que Factor-X, y en especial, este segundo volumen que recoge La Caída de los Mutantes de forma completa, puede ser uno de los mejores Marvel Gold de toda la colección.

Y eso es decir bastante.

Había algo genial en la idea del X-Factor original, al menos, para un friki de los cómics Marvel. Cuando Chris Claremont se hizo cargo de Uncanny X-Men, después de la introducción del Giant-Sized X-Men, de Len Wein, obtuvimos una serie completamente diferente al X-Men, de Stan Lee y Jack Kirby. Con la excepción del profesor Xavier, Scott Summers y Jean Grey, se trataba de una nueva alineación, repleta de personajes nuevos (y rescatados) étnicamente diversos que posiblemente eclipsaron a la mayoría de sus predecesores en popularidad y fama. Aún así, parece interesante volver a visitar a esos cinco estudiantes originales, especialmente en una franquicia como Marvel, donde los nuevos personajes parecen archivarse por montones y el elenco clave parece cambiar casi todos los años durante la carrera de Claremont. Recurrir a los inicios. A los buenos. Siempre es una idea atractiva. Aunque más fascinante es la premisa básica que en realidad parece años adelantada a su tiempo. De hecho, es divertido mirar hacia atrás en un cómic publicado por primera vez a mediados de los 80 y leerlo como una deconstrucción de la tendencia que hubo hacia argumentos cada vez más oscuros y atrevidos que solo se estaban afianzando en ese momento. Ver como antihéroes como Lobezno o El Castigador se estaban volviendo cada vez más populares y lectores que se morían por leer cómics sobre héroes moralmente ambiguos. Y así, a nivel superficial, os puedo decir que Factor-X tiene ese rollito, ya que seguimos a una organización que caza y captura mutantes peligrosos, nuevas víctimas del Universo Marvel. Una premisa que podría parecer guion para Thunderbolts o Dark Avengers…

Por supuesto, la organización es solo una fachada para que los X-Men originales rescaten y salven a los mutantes de la persecución, parte de una iniciativa publicitaria para garantizar que cualquier humano los contacte antes de formar una horda con antorchas para capturar a un pobre mutante desaliñado. Pero insisto, bajo la tapadera de una organización de caza de mutantes, los miembros de Factor-X son «pequeños hombres buenos», tan buenos como parecen, son como una versión inversa de los Thunderbolts. Y la mayoría de la gente, en su corazoncito, y aunque parezca algo retrogrado, siempre quiere ver que normalmente ganan los buenos. Así que lo dicho: La Caída de los Mutantes es notable se mire por donde se mire. El mejor trabajo de Simonson, leído. Recomendadísimo Marvel Gold.

Reseña: Factor-X, de Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema y VVAA

Hay quien dice que los mutantes de Chris Claremont y tal, pero yo los primeros cómics que leí y disfruté de mutantes fue Factor-X. Recuerdo además haber pillado esporádicamente una grapa (la número 1) que curiosamente tenía la misma portada que este maravilloso primer integral de Factor-X del que os vengo a hablar. Os puedo decir que unos de los Marvel Gold más esperados por mis amigos y por mí, ahora que todos aquellos grandes cómics que nos hicieron felices entre los 80 y principios de los 90, se van recopilando poco a poco en tapa dura en nuestro país. Y encima Panini Cómics haciéndonos un guiño al aficionado sacando la misma cover que da pie al primer tochal de la cabecera del grupo más clásico de mutantes, y diría que el más querido y compenetrado de todos. De nuevo, juntos y revueltos. Un regreso que a muchos nos ponía la piel de de gallina pues Factor-X no es otra cosa que La Patrulla-X original volviendo a unirse después de que Jean Grey regrese de entre los muertos. Anunciado como un nuevo grupo mutante entonces, pero en definitiva era como volver a ver a Los Beattles juntos de nuevo.

Empezando con las previas -algo que hace muy bien Panini en estos tomos-, tenemos cómics como ¿Quién acecha ahí abajo? (The Avengers #263), que hace de inicio y vínculo, además de ser la primera misión de Namor con Los Vengadores. Ellos descubren el misterio, o hablando en plata, lo que pasó realmente y donde está Jean Grey después de aquel doloroso estallido final. Le sigue el Fantasic Four #286 que de algún modo continúa lo anteriormente contado: el Capitán América en su investigación, encontrando a una mujer misteriosa en una cápsula bajo la bahía jamaicana…

Pasamos entonces a la leña. A la mandanga de la buena. A Tercera Génesis. El primer número que os decía antes y que da paso a la serie original llamada Factor-X de la que este volumen contiene nada más y nada menos que los primeros dieciséis números. Con los geniales creadores Bob Layton, Roger Stern, John Byrne, Louise y Walter Simonson, John y Sal Buscema, y otros muchos otros dándolo todo. Donde Cíclope, La Chica Maravillosa, La Bestia, El Ángel y El Hombre de Hielo ya no son estudiantes de la Escuela para Jóvenes Talentos de Charles Xavier. Ahora estos cinco amigos, continuarán el sueño del Profesor-X de que los humanos y los mutantes vivan juntos como especie. O eso intentan. Entonces, hagámonos pasar por cazadores de mutantes y traigamos mutantes en secreto para comenzar a entrenarlos sobre cómo usar sus poderes. Un comienzo algo suave pero al menos, la serie comenzaba con intenciones sinceras. Y así van encontrando mutantes incapaces de controlar sus poderes, desarrollándose un elenco de personajes alrededor del equipo que mola bastante. Por supuesto, aprovechando ese mismo gusanillo de inicio que tanto gustó a los fans en La Imposible Patrulla-X, de Chris Claremont.

Pero una vez que has sido un hombre X, eres un X-Man de por vida. Lo que significa que serás absorbido por cualquier historia en curso que esté ocurriendo alrededor de todo mutante. ¿Qué quiero decir con esto? En este caso, los Factor-X se encuentran justo en medio de la Masacre de Mutantes, mientras los Merodeadores hacen estragos en los túneles Morlocks. Ángel es inmovilizado en una pared por Arpón (Harpoon), mientras trataba de defender a Artie (X-Factor #10), y debido a las extensas lesiones e infecciones, los médicos se ven obligados a amputar las alas a Warren… (X-Factor #14), cosa que te lleva a un final que te deja «catacroker» casi paralizado el corazón. Y los anti-spoilers (estamos hablando de una serie de finales de los 80, oiga), ahora me diréis: «Tú que casi nunca sueltas prenda, ¿a qué viene contarnos todo esto?». Muy simple, my friends, para que veáis el nivel de poderío, la potencia emocinal que aquí tenía casi cada numerito de la serie. Una que ningún amante -no de mutantes sino de Marvel-, jamás debería perderse.

Factor-X: ¡Bautismo de Fuego! es en esencia números atractivos, fuerte carga emocional en sus guiones y dibujazo grande dentro del mundo del pijameo. Me hace gracia que en la propia portada Panini Cómics nos contesta en forma de tweet: ¡Porque lo habéis pedido, el dramático regreso de La Patrulla-X original!.

Insisto: ¿Qué hace que este primer volumen sea esencial para tu cómicteca? Muy fácil otra vez. Hablamos de los X-Men originales reunidos de nuevo, esos que ocupan un lugar especial en el corazón de muchos. Fueron los primeros y verlos reunidos y entre las novedades de cualquier librería especializada, es un momento emocionante para cualquier lector de cómics que se precie. Sobre todo, para todo aquel que no disponía de esta colección. Grandes autores, consagrados ya el 90% de los que aparecen, trabajando en conjunto para que los mutantes más poderosos volvieran a funcionar. ¿Os imagináis una serie de TV con los mejores actores, guionistas y directores del momento? Este Marvel Gold es eso en formato cómic.

La historia de En Sabah Nur comienza aquí. Y en nada llegará Apocalipsis para ponerlos a todos mirando pa´Cuenca…