Reseña: El Ickabog, de J.K. Rowling

Después de un enorme éxito literario, quién no quiere volver a tener esas sensaciones de compra ilusionante, lectura magnifica y viajar en sueños mentales a lugares imposibles. Quién -decidme quién-, no le va a dar oportunidad tras oportunidad a ese autor/a que te lo ha hecho pasar tan bien. Ese con el don de la telepatía (como decía el Tito King), que ha conseguido de forma genial, trasladar todo lo que había en su cabeza, a la tuya, telepáticamente. Pues os lo digo yo: en este tema, muy pocos son los ilusos que no dan otra oportunidad. Y aunque “te fallen”, si es un gran autor renombre, creador de libros muy importantes para ti, le darás otra oportunidad. Y otra. Y otra. Y lo veo bien. Por que más pronto que tarde, volverá a conseguir darte, algunas de esas muchas sensaciones que te aportó su obra cumbre. Al fin, y al cabo, partieron de su mente, ¿no?

Lo último que sabía sobre El Ickabog, es que apareció por primera vez como una serie diaria online, gratuita para lectores de todo el mundo. Una gran iniciativa que algunos lectores agradecen pero que los amantes del papel y la sensación de tener un libro entre manos, no mucho. Conocida por miles de millones de personas por la serie de Harry Potter, J.K. Rowling tiene una gran base de fans. Fuimos muchos los que abrazamos esas historias, no sólo porque los niños las disfrutaban y creó en ellos el ansia de leer, también porque para un lector adulto, molaban. Después del éxito -y de no haber pecado como pecó Arthur Conan Doyle-, muchos esperamos poder leer una buena historia fantástica de J.K. Rowling otra vez. No una saga (al menos, por mi parte) pero sí es un despliegue de imaginación como hizo en el mundo de Hogwarts. Por eso, y fuera de secuelas y precuelas del coleguita del rayito en la frente, se agradece que El Ickabog haya visto la luz como se merece, en formato libro y en la genial editorial que lleva los éxitos de la autora en nuestro país. La siempre interesante Salamandra.

J.K. Rowling originalmente concibió este cuento de hadas hace más de una década y se lo leía a sus hijos pequeños antes de dormir. Ahí ya empezamos bien. ¿Cuántas obras de arte del fantástico se crearon así? A medida que el impacto devastador de la pandemia mundial se extendía por el mundo, sintió que tal vez podría ofrecer algo para entretener a los niños, padres y cuidadores. Así que recuperó la polvorienta caja de archivos del ático y discutió con sus hijos la posibilidad de compartir El Ickabog con el resto del mundo. Ya adolescentes, sus hijos le dieron una respuesta positiva y por eso revitalizó el manuscrito y, en el proceso, satisfizo a muchos, muchos fans, que han estado clamando por este “manuscrito perdido” desde que se conoció su existencia. (A ver, es que la meta-historia mola…) J.K. Rowling ha estado dando pistas durante años de que tal cosa existía. Alerta friki: ¿Algunos de vosotros recordáis ese día que J.K. Rowling lució un hermoso vestido de noche con un misterioso manuscrito bordado en la tela? ¡Era El Ickabog!

Ahora vamos a ser claros: esto no es Harry Potter, ni se le parece. El mundo es una invención completamente nueva con nuevos personajes y un misterioso mito sobre un temible monstruo llamado como el relato. Está ambientado en Cornucopia, el reino más feliz del mundo, donde todo es perfecto. Los adultos cuentan cuentos sobre el mítico Ickabog para asustar a los niños y que se porten bien. Sin embargo, este mito comienza a cobrar vida propia, y cuando el rey en mandato comienza a confiar en las personas equivocadas, comienzan a desarrollarse toda una serie de eventos y calamidades. Pronto el reino estará en peligro y la gente vive con miedo. Pero, ¿el Ickabog existe o es un mito? ¿Podrían el mal juicio y la codicia poner de rodillas a un reino? Todo parece fuera de control. Es así como dos jovenzuelos emergen como líderes, y aunque su camino no será fácil y necesitarán la ayuda de unos buenos aliados, quizás la confianza y la bondad triunfen sobre el interés propio y el miedo de todos.

El Ickabog está escrito en la lengua vernácula de un cuento de hadas tradicional, utilizando las normas del género pero con algunos giros modernos. El narrador realmente «cuenta» la historia, por lo que es perfecto para leer en voz alta y con audiencia. Cuando abrí y disfruté esta genial novedad que ya está en librerías, me encantó ver la hermosa presentación de esta edición: libro en tapa dura, con cubierta mate, relieve dorado y dibujitos referentes a la historia. Hay guardas en color, un prólogo de a autora, una página de contenido, títulos de capítulos en color y lo más glorioso de todo, treinta y cuatro páginas a todo color con ilustraciones de niños de todo el mundo, incluido nuestro país. J.K. Rowling invitó a los niños a enviar sus interpretaciones ilustradas, respondiendo a la historia a medida que se desarrollaba la historia online.

El Ickabog será un regalo encantador para aquel o aquella en el que estáis pensando. Un imprescindible para lectores amantes del fantástico y todos aquellos hogares donde se aprecie la Fantasía por encima de todo.