Reseña: Momo, de Michael Ende. Edición Ilustrada por Ayesha L. Rubio

Cómo llego yo a mi primera lectura de Momo: yo llego a mi primera lectura de esta genial historia muy tarde. Yo que he leído tanto y desde muy temprana edad, no me encuentro con Momo hasta los dieciocho años aproximadamente cuando estando en casa de mi novia de entonces, la madre me dice que va a tirar unos libros, que si los quiero (algo que me han dicho bastantes veces en mi vida porque verme con un libro o cómic por la calle siempre fue algo normal). Les echo un ojo y me quedo unos cuantos. Entre ellos una edición de Alfaguara clásica que es en color naranja y que siempre recordaré por contener la chulada de serie de El Pequeño Vampiro. Pero espera, espera, que veo que Momo está escrita por Michael Ende y… ¿No puede ser el mismo, no? ¿El mismo Michael Ende de mi amada La Historia Interminable? ¿Cómo demonios no sabía yo entonces de este libro? Fustigarme pude. Y en menos de una semana, lo devoré. Momo es una de la mejores alegorías sobre el paso del tiempo que se pueden leer. Y se ha convertido en un libro que aunque no vuelvo a él como a muchos otros, si surge una oportunidad, voy de cabeza. Y la oportunidad ha surgido porque Alfaguara en su Colección Alfaguara Clásicos la rescata nuevamente para una maravillosa Edición Ilustrada 50 Aniversario.

Momo es una historia de fantasía alemana. Tened en cuenta eso para saber que ya entráis en una historia diferente. Momo trata sobre una joven que como todos los héroes de las grandes historias, es huérfana y se encuentra viviendo en las ruinas de un antiguo anfiteatro. Todos los habitantes del pueblo se ocupan de ella, hasta que un día llegan «los señores grises» (u otras traducciones podrían incluir «los grises», «los hombres de gris», etc.) Los hombre de gris son ladrones de tiempo, se aprovechan de las inseguridades de las personas sobre el futuro para robarles el tiempo, volviendo a sus víctimas irritables y antipáticas (¿Os suena algo a los adultos que andáis por aquí?). En circunstancias normales, alguien puede encontrarse con un hombre gris pero olvida por completo que lo ha hecho. Sin embargo, Momo, habiendo descubierto lo que son a través de sus propios encuentros, viaja al borde del tiempo donde conoce al Maestro Hora en un esfuerzo por salvar a sus amigos de las mentiras y las garras de los señores grises.

Engancha ver como hay diferentes encuentros de gente normal con un hombre gris. El primer caso le sucede a un barbero de mediana edad, el señor Fusi. El señor Fusi se siente inseguro de su vida y de lo que realmente quiere hacer, y justo en el momento exacto en que tiene estas dudas, aparece un hombre gris y lo engaña para que ahorre tiempo no ayudando a los demás. El señor Fusi cae en esta tentación y se vuelve egoísta en un esfuerzo por ahorrar tiempo…

Leí una vez una teoría que decía que Ende, lo que había hecho en Momo, era trasladar directamente el Evangelio a un libro de Fantasía. Los hombres grises no eran otra cosa que el Diablo sembrando dudas en mentes atormentadas, utilizándolo todo para controlarnos. La tan famosa “tentación” tan nombrada en el catolicismo. Y como no tiene poder contra los niños porque los niños son «inocentes». Momo es una niña y, como tal, los hombres grises no pueden influir en ella. Un día, uno se le aparece, sabiendo que toda la gente del pueblo pasa tiempo con ella y cree que si puede lograr que Momo no desee que sus amigos la visiten, será más fácil engañar a la gente del pueblo. Sin embargo, Momo no puede dejarse tentar por el señor gris (Ostras, ahora que caigo: ¿King tomó de aquí su idea para Dreamcatcher?) y con todos los juguetes que trajo, descubre cuáles son. A diferencia de los demás, ella no puede olvidar su experiencia. Más tarde, en una reunión de los señores grises, uno exclama que los niños son su enemigo natural porque no tienen control sobre los niños. En fin. Teorías varias… Momo es una niña muy especial que posee la maravillosa cualidad de hacer sentir bien a todo aquel que la escucha. Ella será la única en no dejarse engañar por ellos y, con la ayuda de la tortuga Casiopea y del Maestro Hora, emprenderá una aventura fantástica contra estos ladrones de tiempo.

Tenemos una joya de libro que para la ocasión ha sido ilustrada por Ayesha López Rubio. Casi de mi quinta, esta madrileña declara que, como muchos otros niños de los 80, comienza a dibujar desde muy temprana edad con un abuelo que le enseña a dibujar caballos. Años después, se especializa en Ilustración en Barcelona y comienza a trabajar como ilustradora colaborando con distintas editoriales españolas e internacionales. Tiene un toque muy especial.

¿Sensaciones? Siempre tuve la sensación con Momo de haber llegado en el momento justo. Nunca estuve seguro de si esta historia de niño me hubiera gustado. Lo que sí sé es que su lectura es infinitamente mejor si la lees de adulto porque ves fácilmente las metáforas que Ende, conscientemente o no, introdujo en el texto. Por otro lado, nunca es tarde para leer Momo. Indispensable lectura, indispensable regalo.

P.D: Leed opiniones de gente sobre este libro. Es curioso como la mayoría de ellos cuentan un modo extraño de cómo llegaron a él. Pocos lo compraron. Siempre hubo alguien al que se lo prestaron, regalaron o lo encontró de un modo extraño en algún lugar. Llegar a la lectura de Momo es como una leyenda urbana.

Reseña: Las Supervivientes (Final Girls), de Riley Sager

Los lectores constantes siempre tenemos una novela que se transforma en “la novela del verano”. Aquella que leí en el verano del año tal o Aquella que recuerdo muy chula y que leí estando de vacaciones en tal… Siempre hay una novela del verano para el lector constante, y si la disfrutaste, se te quedan marcadas de por vida porque uno de los poderes misteriosos de la lectura es que tu mente marca o ancla en tu memoria donde y cuando estabas cuando leíste un buen libro. Incluso algunas escenas. Y ya puedo decir que mi novela de este verano 2023 ha sido Las Supervivientes, de Riley Sager. Un título que quería reivindicar (sabía de sobra que me iba a gustar) y sacar a la palestra porque no he visto que su publicación tuviera la repercusión que merece. Este título que publicó Alfaguara en 2018 y que aún se puede conseguir con relativa facilidad, debería estar en vuestras opciones si estáis buscando un buen libro de terror psicológico, un tremendo homenaje a los slashers de toda la vida. ¿Y por qué sabía que me iba a gustar? Porque tiene todos los ingredientes para ello.

No hace mucho decidí hacerme hacerme una maratón de los buenos slashers de la historia (Saga Viernes 13, Saga Halloween, Saga Scream, La Matanza de Texas, Pesadilla en Elm Street, La Casa de Cera…), pero no creáis que llegué a este libro hypeado por tanta peli de este subgénero. Os confesaré que fue por otra de mi pasiones como son los nuevos juegos de mesa donde recién había encontrado una joyita de juego en solitario llamado Final Girl. Y quería más.

Si no lo habéis deducido ya, una aclaración de términos antes de seguir con Las Supervivientes (muy rápidamente, que me enrollo bastante); el slasher es un subgénero de terror que se caracteriza por un asesino en serie que va matando a los personajes principales de uno en uno. El termino de final girl se le atribuye a la escritora Carol J. Clover cuando en su libro Men, Women, and Chainsaws: Gender in the Modern Horror Film hacía bastante hincapié en llamar “chica final” a la persona que suele quedar viva en este tipo de pelis y normalmente derrota al malo en la última parte de la trama o escapa de Él. Aunque también os digo que no es un término exclusivo del slasher porque, por ejemplo, Ripley en Alien, también se consideraría una final girl.

En Las Supervivientes, Quincy Carpenter, fue la única superviviente de la masacre que tuvo lugar en Pine Cottage donde pasaba el fin de semana con cinco amigos. La prensa la bautizó como una de «Las Últimas Chicas». Es la protagonista. Perdió a nueve compañeras y cuando huía por el bosque y creía que iba a morir, Coop, un policía de la zona, la rescató. Diez años después, Quincy se sigue viendo con Coop, se ha convertido en alguien que hace muchos kilómetros hasta su casa cuando tiene algún problema. Aunque Quincy tiene un novio que la cuida, un blog de cocina y un bonito apartamento. Pero cuando Lisa aparece muerta en extrañas circunstancias, otra final girl, que quiso mantener contacto con ella en el pasado; parece que algo oscuro ha empezado a cernirse sobre las que quedan. Entonces, están estas tres mujeres. Porque hay una más, Sam, que ha aparecido al otro lado de la calle para hablar con ella tras el suicidio de Lisa. Cada una de ellas pasó por una terrible experiencia con un asesino enloquecido y ya solo quedan dos para contarlo. Las final girls hasta ahora nunca se han conocido. Pero ahora hay algo que las une. La muerte en extrañas circunstancias de una de ellas. Todo tipo de cosas extrañas comienzan a suceder a su alrededor. Las que quedan vivas, se temen lo peor.

Riley Sager logra mantener alerta al lector hasta el giro final. ¿Juega con los tópicos? Por supuesto. Pero Las Supervivientes mola por estar llena de giros argumentales y tener cantidad de guiños al cine de terror. Y ahora dices: «Lo típico, ¿no?». Sí, pero bien hecho. Las Supervivientes fue un libro que fue un pelotazo en USA. Súper recomendado al otro lado del charco por cantidad de blogs y autores incluido Stephen King…, así que, que duda cabe que este que os escribe tenía que sacarlo a flote en Desde New York… No quería que pasarais por alto  -como casi me ocurre a mí-, esta joyita de libro que te mantiene en tensión como pocos libros de terror actual. Más que una peli, tienes la sensación de estar viendo una buena serie TV que transcurre lentamente aliñada de terror psicológico cuyos capítulos están muy llevados. La información con cuentagotas. Algo que hizo muy bien David Fincher en Mindhunter, por ejemplo.

Por otro lado, creo que el primer problema para que este titulo no tuviera la repercusión que se merece entre los fans de Terror de este país fue la traducción de su título. Aunque no es incorrecto del todo, Final Girls no solo es su título original sino también un término muy de moda en medio mundo que completa y comprende al libro. No hubiese pasado si no se hubiese traducido y seguramente le hubiese venido mejor como publicidad. Pero esta sería mi única pega porque por lo demás, súper agradecido que Alfaguara la trajera a nuestro país, esto, sin duda, es lo más importante. La cuestión es que joyitas así crucen el Gran Azul. Eso es lo principal.

Reseña: El Secreto de sus Ojos, de Eduardo Sacheri

Hilando con el momento, hoy os reseño la que es para mí, la mejor historia argentina jamás escrita. El popular escritor argentino a día de hoy Eduardo Sacheri se marcó un novelón con El secreto de sus ojos. Un autor que además una vez le escuché una de la mejores frases que he oído sobre el oficio de escribir: “Escribir es una forma especial de leer». Una novela que como muchos sabréis tuvo una adaptación fílmica también de gran éxito que alcanzó el mayor premio de todos gracias al maestro director Juan José Campanella y a grandes de la actuación argentina como Ricardo Darín, Soledad Villamil y mi amado Guillermo Francella. Y aunque hablamos de una película coproducida y realizada en su mayor parte en nuestro país, hablamos de la película argentina de mayor éxito de 2009 y una de las más taquilleras de la historia del cine argentino, con más de dos millones y medio de espectadores. Además de conseguir ser en 2010 la segunda película argentina en ganar el Óscar a la Mejor Película Extranjera. Pero lo que nos atañe aquí es el novelón del escritor argentino Eduardo Sacheri que para colmo, tras publicar unas cuantas colecciones de cuentos, obtuvo la cima con esta su primera novela. Y eso que los puntos fuertes de la novela de Sacheri difieren de los de la película… bastante.

El protagonista de la novela, Benjamín Chaparro, es esencialmente un burócrata del poder judicial argentino: secretario adjunto y administrador principal de su tribunal de instrucción en Buenos Aires. La novela se abre en algún momento a principios de los 90 cuando Chaparro está a punto de jubilarse y comenzar a escribir un manuscrito propio. Ostensiblemente se trata de un hombre llamado Ricardo Morales, cuya joven esposa fue víctima de una horrible violación y asesinato veinticinco años antes. La escritura que se nos ofrece a través de Chaparro constituye una lectura cercana —aunque mezclada con el sentimiento que manipula— de las vivencias que implican a un grupo de personajes. Incluidos en su cuenta están su alcohólico pero astuto asistente y mejor amigo Pablo Sandoval; Irene Hornos, jueza de un tribunal y la mujer a la que Chaparro ha amado en secreto durante casi treinta años; la víctima del crimen, Liliana Colotto, y su viudo, Ricardo Morales; e Isidoro Gómez, el atacante de Liliana convertido en secuaz del gobierno argentino. El tono de Chaparro es a veces irónico, autocrítico, cuestionador y sincero; y esto my friends, es lo que brilla por encima de todo en la novela.

Tanto por casualidad como por disposición, el crimen convierte a Chaparro en una especie de detective involuntario; cosa que también mola: las que llegan como inesperadas. La trama de El secreto de sus ojos emplea los patrones familiares de una novela de misterio o detectives donde Sacheri se hace fuerte con una fuerza (valga la redundancia) casi insuflada por una fuerza divina. La trama detectivesca sirve bien a la posición de Sacheri. La novela del argentino experimenta de esta manera con el tono más que con la forma. Algunas escenas tienen una calidad alocada y sensiblera, como cuando Chaparro y Sandoval colaboran para engañar a un juez engreído para que firme algunos documentos judiciales, momento que recuerda a las grandes comedias televisivas de los 80. Estos momentos son entretenidos de leer y también sirven para representar completamente al personaje e iluminar las debilidades del sistema judicial a través del humor. De esta manera, la novela juega con la forma de manera diferente tanto a las novelas policíacas tradicionales como a su adaptación cinematográfica.

Momento puntero cuando Chaparro recoge una pista fotográfica que ayuda a identificar a Isidoro Gómez como sospechoso, y su comentario de “…siempre me ha gustado mirar las cosas un poco de lado, enfocando el fondo en lugar del primer plano”; cosa que nos señala como debemos mirar la novela como un todo; su trasfondo histórico es igualmente significativo. Su incertidumbre permite a los lectores ser testigos de su escritura.

Novelón de lectura indispensable. Otro argentino que hizo historia.

Reseña: Las Brujas, de Pénélope Bagieu y Roald Dahl

La guionista francesa Pénélope Bagieu lleva en el mundo ilustrado bastantes años, pero fue con los dos volúmenes de Culottées (retratos cortos de mujeres que sabían cómo desafiar las prohibiciones sociales, 2016-2017), que se convirtió en una verdadera estrella del noveno arte. Entonces, ¿qué mejor manera de mantenerse en forma, seguir en el candelero que abordar un gran clásico de la literatura infantil como nuevo proyecto? ¿Una apuesta arriesgada? Todo depende, siempre depende, como cantaba el gran Pau Donés…

Pénélope Bagieu decidió adaptar a formato cómic su libro infantil favorito, Las Brujas (Sacred Witches) del eterno y siempre interesante para niños y mayores, Roald Dahl. Un proyecto arduo y arriesgado, para el cual las negociaciones por los derechos comenzaron después de que Bagieu tuviera éxito con sus anteriores obras. Sin embargo, se dice que fueron los descendientes de Dahl quienes se acercaron a Pénélope Bagieu durante el festival de Angoulême… Pero ha sido un proceso largo, que ha llevado tres años en completarse, lo que le ha permitido a la autora pensar detenidamente sobre la forma en que abordar esta genial obra que como siempre en Dahl, goza de escenas muy oscuras pese a ser obras magnas dentro de la literatura infantil.

No obstante, el resultado es excelente en mi opinión. Una magnífica adaptación, tanto para una primera lectura entre los más jóvenes así como para retorno nostálgico entre amantes que seguimos la obra de Roald Dahl desde siempre. ¿Y qué cuenta? Las Brujas trata la historia de un niño de ocho años que está muy triste porque sus padres acaban de morir en un accidente de coche. Afortunadamente, el peque cuenta con su abuela para animarlo. Una abuela bastante rockera, de cabello morado, grandes anteojos, llamativas joyas y cigarros que fuma en cadena. Y, sobre todo, ella no cuenta historias como las demás. No es la típica abuela cuenta-cuentos de ositos, conejitos y animalitos con moraleja. Cuando su nieto le pide historias antes de irse a dormir, ella le dice que ya tiene edad suficiente para saber la verdad sobre las brujas. ¿Cómo? ¿Qué-qué? Entonces, ¿existen de verdad? ¡Sí, por supuesto, más que nunca!, le susurra. Incluso a día de hoy, cien brujas anda desenfrenadas por toda Inglaterra. Sin olvidar a la Gran Bruja, la más poderosa y la más aterradora de todas ellas. Criaturas que tienen en común un enorme odio visceral hacia los niños. Los niños les repugnan, les dan ganas de vomitar, alega. Una bruja piensa en una sola cosa: hacerlos desaparecer, uno por uno. Destruirlos. Pasarlos por el molino… El problema es que estas brujas pasan desapercibidas porque se disfrazan de mujeres normales. Pero la abuela, afortunadamente, revela a su nieto que existen pequeños detalles con los que desenmascararlas. Algunos ejemplos: usan guantes tanto en invierno como en verano para esconder sus garras y dedos arrugados, tienen las fosas nasales retorcidas y rizadas para oler mejor a los niños y usan pelucas para ocultar su calvicie. Lo que hace que tengan una picazón terrible todo el tiempo… Pistas muy útiles para permitir que el joven y su extravagante abuela frustren los planes demoníacos de la Gran Bruja.

Me encantó, y también a mi familia. Pues todos y cada uno lo hemos devorado. Pénélope Bagieu logra separarse gráficamente del trabajo original pero lo adapta a nuestros tiempos de forma genial. Y todo sin traicionar el impulso de la historia de Roald Dahl, autor inolvidable de Charlie y la fábrica de chocolate, James y el Melocotón Gigante o Matilda, por nombrar solo tres libros del prolífico escritor británico. Cantidad de obras llevadas a la gran pantalla. Y Las Brujas no se escapa, pues se está preparando una adaptación en breve en cuyo reparto suena Anne Hathaway y será llevado por los grandes del séptimo arte como por Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón.

Súper recomendable, ¿no?