Reseña: Question. Zen y Violencia, de Dennis O´Neil y Denys Cowan

Serán cuatro volúmenes y serán cuatro tomos donde se recogerá lo que son, sin duda, los mejores números y arcos de Question. Tan fácil como decir que fue la época en la que coge el personaje un Dennis O´Neil súper en forma, súper inspirado, donde junto al dibujante Denys Cowan presentan una serie de aventuras del personaje donde se mezclan maravillosamente varios géneros literarios como son la tragicomedia, la superación, el género negro o detectivesco; friends, este es el primero de cuatro volúmenes que pienso disfrutar como nada. Como uno de los mejores cómics ochenteros que se pueden disfrutar entre los que tenemos actualmente en novedades. Un primer volumen que recopila los trece primeros números de la colección mítica que se marcaron estos autores.

Question fue un superhéroe creado inicialmente por el gran Steve Ditko que vio la luz por primera vez en la editorial Charlton Comics en junio de 1967. Pero fue adquirido por DC Comics a principios de los años 80 y rápidamente incorporado al Universo DC. La identidad secreta de Question era originalmente Vic Sage, aunque más tarde fue reconfigurado como Charles Victor Szasz. Sin embargo, después de los eventos de 52 (2006-2007), la protegida de Sage, Renee Montoya, tomó su relevo y se convirtió en su sucesora. Después del relanzamiento de The New 52, Sage fue reintroducido como una entidad mística, luego como agente del gobierno, antes de ser restaurada su personalidad y nombre de detective tradicional tras los eventos de Rebirth. Pero tal como lo concibió Ditko y posteriormente con el toque que le da O´Neil en su serie en solitario (este colección) el personaje desarrolló una filosofía zen y comienza a molar que te cagas. A partir e aquí, comienza a fluctuar una identidad o postura filosófica…, de la que en futuros tomos opinaré más sobre esto. Quiero tener una visión más global del tema. Pero lo que sí que es cierto es que mantiene una mentalidad de conspiración y desconfianza en la autoridades que no es sino un reflejo de alto porcentaje de personas de a pie que tenemos hoy en día.

No sólo Question, todos los personajes de Charlton Cómics fueron adquiridos por DC Comics tras el declive de esta compañía en 1983. Question apareció brevemente en Crisis en Tierras Infinitas (1985) y en un arco de tres números de la cabecera de Blue Beetle antes de ser ofrecido a Dennis O´Neil. Con el tandem comentado, la serie alcanzó treinta y seis números, dos anuales y cinco especiales trimestrales, que espero que ECC Ediciones integre en estos volúmenes. Ya en el primer número nos topamos con que Question es derrotado en combate personal, primero por la mercenaria de artes marciales Lady Shiva y luego por unos matones contratados por el villano de turno que lo golpean casi hasta la muerte; le disparan en la cabeza y lo mandan a dormir con los peces del río. Pero algo no cuadra y Lady Shiva lo rescata por unos motivos que conoceremos más adelante y le da instrucciones para que se reúna con Richard Dragon tan pronto como se recupere. Una vez allí, nuestro héroe en decadencia, aprende tanto artes marciales como filosofía oriental. Después regresa a la ciudad para retomar su carrera de periodista y superhéroe con aventuras que van a tratar de ilustrar como trasfondo varios puntos filosóficos (Dennis O’Neil añade una recomendación de lectura zen al comienzo de cada número).

En esta serie, de la que no soy el único que dice que es lo mejor que se puede leer del personaje; Vic Sage es un reportero-investigador del noticiario KBEL en Hub City. Utiliza la identidad de Question para obtener respuestas que su identidad civil no puede. A diferencia de otros superhéroes y vigilantes, este Question se centra principalmente en la política de su ciudad y en lugar de perseguir a los perpetradores de pequeños robos, tiende a luchar contra el gobierno corrupto de la ciudad. Va a por los peces gordos, como se debería hacer. Aquí vais a ver que la Hub City supera en corrupción y violencia a la tan conocida Gotham City. Y la parte zen la tenemos clara pero la «violencia» del título hace referencia a sobre qué tan lejos se puede llegar para hacer cumplir la justicia sin que estés a un pelo de ser un criminal. Matar, ¿cuándo es legítimo?

La relación del personaje con su mentor, Aristóteles Rodor, es maravillosa, y es una de las muchas cosas por las que merece la pena la lectura de esta serie. Me encantó.

Reseña: Ciudad Rota y Otras Historias, de Brian Azzarello y Eduardo Risso

Como se puede leer en otras muchas reseñas, también opino que como amante del cómic de superhéroes e incluso del tema detectivesco, Ciudad Rota y otras historias debería ser una compra obligada. Muy en especial porque Broken City marcó una de las primeras incursiones de Brian Azzarello en el mundo más convencional de DC Comics. Y es cierto que su nombre sonó y resonó gracias a la maravillosa 100 Balas que elaboró con el artista Eduardo Risso. Así que era obvio que Ciudad Rota fuera destinada a petarlo en ventas. Tiene una premisa realmente atractiva y el poder de sumergir al lector en la trama de forma atrapante, para mí, la hace indispensable de leer.

Ciudad Rota presenta al Caballero Oscuro en busca de un asesino. Uno bastante común en principio incluso en su modus-operandi. Naturalmente, existe un giro, y en este caso, es un niño que fue testigo del asesinato de sus padres. ¡Oh Dios mío! ¡Lo mismo que le pasó a Bruce Wayne! Exacto. De todos modos, con el paso de las páginas nada es lo que parece y el orejas picudas se sumergirá en el inframundo de Gotham, en lo peor de lo peor, de una ciudad que ya se estimaba horrenda en sus anales. Y todo para toparse con un villano, uno de los que más odio le tiene a Batman y el que es para mí uno de los “mejores tratados” por los guionistas. Mola además lo que Azzarello es capaz de hacer con él.

Lo parece que se va a presentar como un problema en este guion, resulta ser lo que se convierte en su mayor virtud. Es el hecho de que el modo de actuar de Batman es confuso. Azzarello intenta retratar tanto a Batman como a Bruce Wayne de una manera muy parecida a los personajes del cine negro. Ese de los años 50, de personalidades notables e implacables en sus quehaceres. Llenos en ocasiones de monólogos internos y exceso de cavilaciones. En ciertos momentos pensé que estaba leyendo Sin City. Risso incluso hace todo lo posible por canalizar esas ilustraciones que todos tenemos en mente del trabajo de Miller. No obstante, referencia o no, homenaje o no, la historia fluye y mola verla como un Batman que tiene un “trabajito” dentro del mundo de Sin City; sumando que es otro cómic donde aparte del villano final a derrotar (sí, no voy a decir quien es), hacen aparición toda la patulea de villanos de siempre.

¿Merecía Ciudad Rota estar entre las Ediciones Deluxe con sobrecubierta tan chulas que se está marcando ECC? Para mí, sí. Si no indispensable, es una historia que como amante del Caballero Oscuro debes disfrutar y en el mejor formato siempre. Aunque después de recorrer sus ciento cuarenta y cuatro páginas, me quedé con la sensación de que esta trama casi que le valdría a cualquier superhéroe. Y no sé si eso es bueno o malo. Podría valer para otro señor en pijama o con algunas modificaciones podría haber sido otra historia de 100 Balas. Un buen cómic-noir a degustar. El “…otras historias” se refiere a dos relatos breves que le siguen, donde se reflexiona sobre las motivaciones de un asesino en serie y sobre las maquinaciones de una mujer fatal, tal y como dice la sinopsis.

Batman investiga el asesinato de Elizabeth Lupo, que se cree fue asesinada por Killer Croc. Batman deduce que el hermano de Lupo, Ángel, contrató a Croc para asesinar a su hermana. Mientras persigue a Ángel por un callejón, parece que el sospechoso huye porque sí que ha asesinado a un padre y a una madre, dejando a su hijo huérfano. Eso al orejas picudas le saca de sus casillas. Todo este tiempo el Joker va monitoreando los movimientos de Batman… A esta historia le seguirían los eventos de Mientras vuela el cuervo.

Un cómic donde Azzarello demostró que tenía mucho que decir en el mundo del pijameo.

Reseña: Strange Adventures, de Tom King y Mitch Gerads

Tom King y Mitch Gerads, el genial tándem que nos trajera la sublime serie de Mister Miracle (https://www.cronicasliterarias.es/?p=326) están de vuelta con un personaje más en su agenda. Strange Adventures es la última epopeya de cómics de DC, un volumen que publica ECC Ediciones en nuestro país y que en este caso se publica en un maravilloso volumen que comprende los doce numeritos de esta emocionante e impactante trama que nos lleva a ver hasta donde es capaz de llegar el denominado Adam Strange. ¿Y quién se encarga de imaginar estas “extrañas aventuras”? King y Gerads son un equipo bien engrasado; King tiene un largo pedigrí de estudios de personajes de superhéroes de gran éxito, y en las dos grandes casas del cómic de pijameo. Y ambos dos, se han asociado en numerosas ocasiones antes, con Gerads prestando sus colores inventivos, visuales y realistas a los números que King hizo con Batman, por ejemplo. O en la gloriosa Sheriff of Babylon. Pero para Strange Adventures, el dúo se convierte en trío con la ayuda de Evan “Doc” Shaner. Shaner es conocido por implementar su estilo retro en proyectos de estilo retro, valga la redundancia, series como Convergence: Shazam, The Terrifics y Future Quest… y ahora en Strange Adventures dibuja la parte del cómic que tiene lugar en el pasado, mientras que Gerads dibuja las viñetas que nos trasladan al presente. Una idea de proyecto maravillosa. Porque la historia de Adam Strange como suponéis ya se divide en dos espacios temporales distintos.

¿Qué quién es Adam Strange? Fue un personaje creado en 1958 por Julius Schwartz y Murphy Anderson, que lucía un jet pack, una pistola de rayos y un casco con aletas dorsales que todavía usa a día de hoy. Adam Strange es uno de los personajes retro más claros por apariencia y empleo que hace referencia-homenaje a los iconos clásicos de la ciencia ficción al estilo de John Carter o Flash Gordon. De hecho, se tiene la sensación cuando se lee que es una perfecta mezcla de estos dos. Y ya cuando poco después te encuentras con que Adam Strange y Alanna consultan con el Gran Consejo de Rann sobre qué hacer con algunos hombres-pájaro que han aprendido el poder del control mental… Pues que más decir. Pero aquí Adam divide su vida entre la Tierra y el planeta Rann, viajando entre los dos mediante el uso de la teletransportación. Zeta-Beam es una forma de viaje bastante peculiar que aparece periódicamente en un punto aleatorio de la Tierra y en un instante concreto. Y claro, Adam ha aprendido la ciencia de predecir donde caerá el Zeta-Beams. Pero Adam siempre se apresura a regresar a Rann tan pronto como puede: es el superhéroe amado de ese planeta y también ha encontrado un profundo romance allí. Una bella señorita ranniana que le tiene loco. Alanna se llama.

¿Extrañas Aventuras? Un título que al igual que el personaje es un claro homenaje a las revistas de la época donde se podía encontrar este tipo de héroes. DC Comics con ello, se remonta a los días en que los estantes de cómics podían albergar una gran cantidad de títulos de ciencia ficción y de revistas que no eran otra cosa que antologías de relatos.

Aquí, Adam y su esposa Alanna se han retirado a la Tierra para disfrutar de su fama y paz. no obstante, vamos a ver como el personaje tendrá que ayudar a Rann en una guerra interplanetaria y como el pasado de Adam regresa para atormentarlo. En especial, con otro oscuro superhéroe de DC que viene a limpiar su nombre. Mister Terrific, el tercer hombre más inteligente del mundo. Y curioso es verlo en la tesitura de salvar a Adam Strange o salvar el mundo. ¿Lo bueno? No necesitas saber nada, ni haber leído antes otro tipo de historias para disfrutar de esta serie. La fama, el trauma, la familia y las grandes aventuras en un entorno irónicamente mundano donde Tom King demuestra su don para con héroes clásicos.

Reseña: Mundo de Krypton, de Robert Venditti y Michael Avon Oeming

De todos los fans de DC es conocido que el mejor tomo, historia o miniserie para profundizar en las raíces de Superman es, sin duda, Mundo de Krypton. Un cómic (de los pocos) a los que vuelvo cada poco y de los que tengo como objetivo conseguir todas las ediciones posibles. Cosas de frikis, sí, pero es que amo su contenido, ese mismo que se utilizara para los inicios del film de El Hombre de Acero. Aunque ahora estamos ante una nueva revisitación de la historia. Lo que vengo a decir es, que este Mundo de Krypton NO ES EL MISMO que en su día publicara John Byrne con el dibujo de un jovencito Mike Mignola. Ahora un volumen escrito por Robert Venditti y dibujado por Michael Avon Oeming que para el que no lo sepa aún, relata los últimos momentos del famoso planeta, tierra natal del superhéroe más famoso de todos los tiempos. Pero también de muchos de sus habitantes. Un regalo de historia para ojos acostumbrados a dibujos clásicos, una delicia totalmente inesperada.

Soy un hombre de mediana edad que lleva unos cuarenta años leyendo cómics. He leído muchas versiones de la historia de Krypton, incluso leí una miniserie anterior que se hizo hace millones de años que ni recuerdo el nombre. ¿Estaba listo para una nueva versión? Si os soy sincero, se pueden contar con los dedos de un dedo (sí, de uno sólo) las revisitaciones de historias clásicas que me llegan a gustar. Recordad que el propio Brian Michael Bendis incluso reescribió algo de esto hace no mucho, llevando con él hacia al abismo al propio Rogol Zaar. Pero el caso es que no debería sorprenderme que el escritor Robert Venditti haya logrado crear algo tan chulo. Me ha gustado todo lo que leí de él, lo último Superman 1978 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10112). Una gozada. Y es que su versión de la historia de Krypton se siente clásica y fresca al mismo tiempo.

Maravilloso ver a Jor y Zor amigables nuevamente. Y tras la lectura tuve la sensación de que en este cómic se puede encontrar la mejor interpretación de Kara de todas las existentes. Y todo porque Michael Avon Oeming está en los dibujos. Un toque, un estilo que funciona de maravillas en base a la cantidad de ángulos rectos que promete por viñeta. Me gusta cómo su Krypton se parece a la estética de Byrne, aunque con un poco más de estilo renovado para que se vea «moderno» a ojos de los chavales de hoy en día. Su visión del paisaje kryptoniano es ingeniosa. Y la acción se desarrolla muy bien. Y me alegro que aquí se retome el tema de la anatomía clásica de la Bestia del Pensamiento con el loco triceratops como un escudo para la cabeza que muestra lo que están pensando. Muy interesante que de alguna manera estos animales están tan en contacto con el mundo y lo que está sucediendo cuando predicen la destrucción.

Pero tranquilos, no es una miniserie que sólo nos muestre los últimos momentos del planeta. Comienza la historia a unos quince años de la destrucción…, aunque avanza rápido. Y así gozamos de momentos muy chulos como la ceremonia de bautizo de Supergirl, por ejemplo. La interacción entre los miembros de la familia de La Casa de El me encantó.

Seis numeritos reunidos en un tomito de tapa dura, una miniserie súper disfrutable.

Reseña: Ciudad Arkham. El Orden del Mundo, de Watters, Dani y Stewart

Nada como una buena historia autoconclusiva del orejas picudas que meterse entre pecho y espalda y quedarse tan a gusto. Pero Ciudad Arkham: El Orden del Mundo, publicada en nuestro país por ECC Ediciones, no es exactamente eso. ¿Sabéis qué os digo? Que a veces no hace falta que aparezca el mejor detective del mundo para que un guion centrado en Gotham se disfrute. El ejemplo claro lo tendríamos en la genial Gotham Central, pero claro, es una serie más o menos larga al igual que disfrutable (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2260). En cambio, Ciudad Arkham: El Orden del Mundo es un TPB, un bocadillito que te comes en un santiamén con una cervecita y que disfrutas incluso casi sin tener hambre. Una historia donde acompañamos a la Dra. Joy a las tinieblas de Gotham City, un guion muy disfrutable de la mano de Dan Watters con los conseguidos dibujos de Dani en un volumen que recopila íntegramente la miniserie de seis numeritos original Arkham City: The Order of the World.

Arkham Asylum ha sido durante mucho tiempo una de las piedras angulares más espeluznantes del universo de Batman e incluso en una ciudad contaminada por el horror como es Gotham. Un asilo que en los últimos meses ha estado vacío después de que el Joker matara a muchos de sus reclusos y permitiera que los demás quedaran libres. Y en Ciudad Arkham: El Orden del Mundo, esos mismos horrores andan sueltos por las calles de la ciudad más oscura que se conoce. Y parece que solo la psicóloga de Arkham, la Dra. Jocasta Joy, siente simpatía por ellos. ¿Hay gente así, no? Como muchos antes que ella, solo puede ver a personas como el Sombrerero Loco, el Profesor Pyg y El Ratonero como pacientes que necesitan atención. Algo difícil de superar para los lectores cuando el propio número uno de esta serie está lleno de una letanía de actos espantosos y macabros, unos tras otros.

Watters ha demostrado durante mucho tiempo que es un experto en las narrativas más góticas y este volumen-serie-debut gotea con una sensibilidad gótica escalofriante de principio a fin. ¿Qué pasa cuando las puertas del Asilo Arkham se abren de par en par? Pues lo mismo que pasaría en una ciudad con un potente manicomio (uy perdón, que ahora se dice Centro de Salud Mental); done todos a la calle, gente que no está centrada y que puede cometer asesinatos, simplemente es un caos que poco se puede controlar. Y ahora imaginaos que esos pobres seres que han escapado además tienen poderes…

Un lío de cojones. Hace meses, la toxina del Joker recorrió los pasillos del psiquiátrico más famoso del mundo y el resultado fue una masacre de las gordas. Todos los psicólogos del centro murieron excepto la Dra. Jocasta Joy, que tenía el día libre. Ahora, en El Orden del Mundo, vamos a ver como intentará ayudar a la policía de Gotham en una misión difícil, por no decir imposible. Localizar y capturar a los reclusos que consiguieron fugarse. Y tratándose de elementos impredecibles como el Profesor Pyg, el Ratonero o el Sombrerero Loco, es evidente que la tarea será tan complicada como terrorífica. Una pasada de historia, un largo viaje que se hace corto por ser puro entretenimiento, un viaje al que suma los dibujazos de Dani, arte obviamente inspirado en Frank Miller/Sin City donde se acentúa el tono oscuro de la historia con líneas negras audaces que juegan contra espacios negativos que funcionarían excepcionalmente bien incluso sin el color agregado del maestro Dave Stewart.

Los monólogos internos de la Dra. Joy, que se presentan como notas de un bloc de notas, son sublimes.

Reseña: Batman. Reptil, de Garth Ennis y Liam Sharp

A quien no le gusta o le entra un repeluquillo por el cuerpo al ver que puede leer una nueva miniserie de Batman con un toque diferente. Este que os escribe, por lo menos, es de esos que ve algo diferente o con titulo atractivo, que encima se encabeza con el nombre del Caballero Oscuro…, y sabe ya que tiene asegurado un buen rato de lectura en el sofá. Y a veces no hace falta ser demasiado original con una historia, un nuevo enemigo a batir o una nueva visión del personaje. La cuestión es, que con un mínimo de nivel en el dibujo y en el objetivo del guion, ellos los autores deberían saber (y saben) que a muchos ya nos tienen en el bote. Como decía esa señora que se hizo viral: ¡A quién no le va a gustaaaaarr…!

Eso ocurre con Batman: Reptil. Este nuevo tomito que sacó hace nada ECC Ediciones y que recopila la miniserie Batman: Reptilian de seis numeritos y que con apenas tres frases se resume bastante bien su sinopsis: «¿Qué es este monstruo reptiliano que acecha en las sombras de Gotham? Para responder a esta pregunta, Batman da caza a esta terrible criatura… Y cuando su investigación le lleva hasta Killer Croc, el mejor detective del mundo se ve envuelto en el caso más raro del mundo…».

Creado por Bill Finger y Bob Kane, Batman ha sido objeto de muchos cambios, muchas interpretaciones (y también, reinterpretaciones), una necesidad dada su larga vida, aparentemente interminable. Hay una fascinación que sentimos por Batman, tanto por lo que representa (la cúspide de la humanidad, un símbolo estoico del progreso, tanto biológico como tecnológico) como por el lugar en el que se ambientan sus aventuras (Gotham como la peor ciudad en la que te gustaría vivir, una en decadencia a veces, de lujo, otras veces pero siempre caótica y corrupta). Pero también el orejas picudas es el favorito del friki solitario, del que se aleja de los superhéroes que por la gracia de Dios o del destino se le ha otorgado un poder que se sale de la lógica. El favorito de los que quieren por encima de todo un héroe REAL.

El sustito viene cuando te das cuenta que Batman: Reptil está escrita por el maestro irlandés Garth Ennis. La visión del personaje de este descontrolado señor que vuelve a Bruce Wayne con un personaje más cáustico y sardónico. El Batman del señor Ennis tiene un oscuro sentido del humor y sabe muy bien lo que representa: el miedo que transmite a la gente, el terror que mueve las bocas parlanchinas al completo silencio y la imponente figura que emana una terrible sensación de siempre estar por debajo. El miedo del maluto de saber que va a enfrentarse a un juez imparcial. A lo largo de esta miniserie, entonces, lo que se nos está dando es un Batman que no solo reconoce el pavor que infunde, sino que también se deleita en su condición de hombre que ha alcanzado la cima de lo que el cuerpo humano y la mente humana pueden alcanzar. Ese übermensch, el suprahombre de la filosofía de Friedrich Nietzsche. Una figura grotesca que conecta con el lector que se da cuenta que andar por una ciudad disfrazado de murciélago es algo muy alejado de la cordura.

Batman: Reptil es una historia tan absurda como lógica. Moviéndose hábilmente del horror psicológico al salpicado, mezcla el elemento básico de cualquier narrativa de Batman (es decir, la idea de resolver un misterio, la marca de la historia de detectives) agregando un elemento de ciencia ficción y guerra biológica. El resultado final es tal que nosotros, los lectores, nos encontramos en una posición en la que se hace bastante difícil saber qué va a pasar a continuación. Una arquitectura inteligente, la forma en que se desarrolla la miniserie logra sorprendernos sin jugar la carta de subvertir las expectativas por el simple hecho de hacerlo. ¿Y recordáis lo que decía de un mínimo de nivel en el dibujo? Es que friends, si una historia así metes a Liam Sharp que te lo hace en formato lienzo… Es que ya se convierte en un tomito recomendable, de sobresaliente.

Me encantó.

De mis favoritas desde ya.

Reseña: El Reloj del Juicio Final (Edición Deluxe), de Geoff Johns, Gary Frank y VVAA

Una de las cosas que más puedo recomendar a ese friki-cómic que decide pasar algún momento de un día como hoy leyendo un cómic de superhéroes, la historia que elijo, sin duda, es todo lo que rodea a esta obra magna moderna que es El Reloj del Juicio Final. Y poder leerlo de un tirón (que tampoco lo recomiendo porque no se disfruta del todo) es una oportunidad con esta Edición Deluxe que se marca ECC Ediciones.  Porque hay historias que ganan en demasía con esta opción. Y sí apenas tenemos tiempo para leer todo lo que quisiéramos y menos como el último día del año, la oportunidad, al menos, de empezarlo está. Y os aseguro que os mantendrá enganchados bastantes páginas, mientras otros miembros de vuestra familia no paran de llamaros para que ayudéis a preparar el festejo nocturno que se avecina.

El Reloj del Juicio Final es una trama larga que cala y ha sido disfrutada por mí, mínimo ya dos veces. Una historia que cuando entras, tiene apenas tres sentadas de lo magníficamente bien llevada que está. ¿Ventajas? La historia principal es atractiva, muchos elementos establecen conexiones valiosas con la Watchmen clásica. Los nostálgicos e incluso los más gafapastas de la obra prima, vais a encontrar una meta narrativa que es una hermosa trama sobre la historia de los superhéroes de DC Comics. Con más ventajas como es la obra de arte gráfica que se pone en nuestras manos, llena de detalles, llena de significado. El Reloj del Juicio Final es el ejemplo claro de que las buenas historias, bien llevadas, pueden evolucionar favorablemente. ¿Contras? Tiene elementos un poco rarunos en la historia central de los que quieres saber más y te deja con ganas. Y tiene algunos puntos que ves un poco difícil que usen la razón para que queden bien. También la reflexión sobre la época en la que sucede podría haber sido más impresionante, en mi opinión. Aun así, estamos ante un recopilatorio que variará de bueno a excelente dependiendo de cuánto fan seáis de DC.

Las mejores cualidades de lo que se cuenta en El Reloj del Juicio Final provienen de la forma en que se revisa la historia DC y los mensajes que en sus diálogos aportan sus personajes. Para los fans de DC de toda la vida, diría que saber de esta trama es casi indispensable. El Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock) sigue una historia emocionante; tiene a los habitantes de un mundo familiar y moribundo que viajan al Universo DC para solucionar los problemas de su mundo. Luego, revela el conflicto en el Universo DC, presenta dos nuevos personajes fantásticos y explica cómo la realidad ha sido fuertemente manipulada por el Doctor Manhattan. Un mensaje sólido. Hay solo algunas piezas pequeñas que socavan esta narrativa y que de otro modo sería más “agradable” a personas que entran de nuevas en este tipo de cómics. El principal conflicto es creado por un entorno donde falta la esperanza y donde prospera la desinformación. También incorpora un mundo donde la hiperconectividad y las redes sociales están creando un entorno de división. Y esto hace que te sientas muy cerca socialmente de lo que estás leyendo…

El Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock), de Geoff Johns y Gary Frank, es bueno en algunos aspectos, y fantástico en otros. Como narrativa aislada y secuela de Watchmen, muy buena. La narrativa principal reúne personajes maravillosos, una narrativa atractiva y proporciona un reflejo valioso de la sociedad moderna. Para los fans de DC Comics, una carta de amor.

Reseña: Superman. La Caída de Camelot, de Kurt Busiek y Carlos Pacheco

Aunque imagino que vendrán algunas más, está muy bien que se haya rescatado esta obra que se marcaron mi amado guionista Kurt Busiek y el recientemente fallecido maestro de la ilustración patrio Carlos Pacheco. La Caída de Camelot fue, es y será siempre una obra que muchos recordarán por lo que supuso. Kurt Busiek ha escrito un par de grandes arcos de Superman y aunque para muchos fans no es una aventura de las mejor consideradas, para mí sí que es destacable lo que en este arco argumental se hizo. Busiek escribe una de las mejores Lois Lane jamás escritas, y su Clark y demás personajes dan en el clavo desde el capítulo inicial. Son simpáticos, encantadores y reales. Y el arte de Carlos Pacheco, aunque no era distintivo, empieza, en mi opinión a volverse elegante aquí. Al menos, para lo que yo entiendo que una historia de Superman debe aportar.

Kurt Busiek continúa haciendo un trabajo de terrateniente en este Superman. Su héroe se parece muy poco a la encarnación de Jeph Loeb de principios de los 2000. Lo que le da a Clark una personalidad más común, y por tanto, diferente. Soy fan de la era anterior de Superman, esa de la que muchos no fueron y creo que es vital eso para encontrar interesante este tomo que se marca ECC Ediciones este mes que recopila los Superman #654-#658, #662-#664, #667, Superman Annual #13 USA; en definitiva, todo lo que comprendería esta aventura a la que se llamó La Caída de Camelot, que además recopila una potente sección de material adicional. Busiek ofrece algunos fragmentos geniales en esta historia de Superman. Me encantó el regreso de Bruno Mannheim y la «súper-lectura» de Clark en el avión fue muy ingeniosa. Busiek representa tremendamente bien la súper-inteligencia de Superman cuando es El Hombre de Acero. E insisto nuevamente en que Busiek sube de categoría por escribir una Lois Lane que es a la vez solidaria e independiente sin parecer una arpía (incluso si es el único personaje que Pacheco dibujó de una forma muy diferente a como la teníamos algunos en mente).

¿De qué va? Un día cualquiera, Superman, protege Metropolis de diversos villanos, incluida la organización conocida como Intergang, pero está a punto de surgir un peligro inconcebible en la remota Kazajistán. Se trata de un nuevo adversario al que el Hombre de Acero solo hará frente si lo permite Arión, un hechicero venido del pasado remoto de Atlantis, que le avisa de que el mundo está a punto de transformarse en una distopía horrible. Y será por su culpa… Esto dice la sinopsis pero yo añado que hablamos de un mago venido desde el siglo XVII que viaja en el tiempo al presente para advertir a Superman que el futuro es sombrío y que un héroe como él debería hacer algo. En una subtrama totalmente aparte, se nos cuenta que Kal-El tiene que enfrentarse contra lo que parece ser un ser muy similar a Doomsday antes de tener que luchar contra un malote, más malo aún y unidimensional, llamado Khyber. Una colección de historias que forman un todo y empujan a La Caída de Camelot como lectura a recomendar. Por lo diferente. Y eso que nunca fui muy fan de los arcos que mezclan superhéroes con fantasía clásica. El salto de Superman luchando contra el bizarro Subjekt-13 a la interrupción de Arion, me pareció un momentazo. Hay bastante acción aquí. Aunque la conclusión…, no sé yo… Pero el camino, todo lo que se vive, es lo que me impulsa a recomendar este tomo.

El problema de La Caída de Camelot es que la gente que la disfrutó como una historia mensual, veía que la trama se repetía con la misma premisa una y otra vez. Siempre diré que hay historias que se tienen que publicar de forma íntegra aunque la editorial pierda dinero. Lo importante es la historia. Este tema puede hacer que los fans critiquen una historia sin razón. Y eso precisamente es de lo que puede ser ejemplo La Caída de Camelot. Busiek y Pacheco hacen un buen trabajo mostrando el horror de Superman, ya que debe vencer a un Subjekt-17, un tipo que aporta un mal tan tremendo que casi no tiene sentido. Y cuando lo lees de forma seguida, lo flipas.

Reseña: Demon. El Infierno es la Tierra, de Andrew Constant y Brad Walker

Para los que somos de seguir a personajes villanos, anti-héroes o malutos que consiguen tener su propia cabecera, la miniserie Demon: El Infierno es la Tierra no era otra cosa que un caramelito para degustar cuando se preciara. Y se preció no hace mucho en nuestro país gracias a ECC Ediciones que la publica en nuestro país en un genial tomito que recopila la miniserie propiamente dicha (Hell is Earth).

Obviamente, esta historia de DC Comics se enfoca en el personaje del demonio Etrigan que si bien es y siempre fue, un personaje de segundo nivel relativamente popular, para algunos de nosotros que siempre le hemos seguido, cada vez que lo vemos lo alentamos a intentar postularse para presidente… jajaj. No os rayéis con mi locura, este tipo de humor negro ya fue tratado en el guion de un cómic de 1992 donde incluso Etrigan presentaba una campaña, escrita por Dwayne McDuffie, con asombrosas similitudes con las payasadas del presidente Donald Trump durante las elecciones presidenciales USA de 2016. Fue una de esas historias que me hicieron amar aún más al personaje y todo lo que le rodea, y no precisamente por ser afín al tontolabas de Trump. No obstante, debo hablar sobre The Demon también, para el que no lo conozca y se haya sentido atraído a la hora de leer esta reseña.

Demon trata sobre una criatura del infierno llamada Etrigan, que ocupa el cuerpo de un humano llamado Jason Blood en lo que sería una posible variante de la idea del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. El personaje fue creado por el maestro-dios-del noveno arte estadounidense Jack Kirby en 1972, siguiendo una directiva editorial para crear un título que fuera «algo un poco demoníaco». Etrigan es amarillo, respira fuego y normalmente habla en verso. Me parto el culo. Y con un carácter no siempre altruista, como señalaron cierto críticos. Me parto aún más. El Infierno es la Tierra es un arco que sumerge a los lectores en medio de un sueño, o mejor dicho, una pesadilla experimentada por Jason Blood, quien ahora vive solo en la región del Valle de la Muerte (Nevada, USA). La pesadilla planteada está en perspectiva y en primera persona. Blood se encuentra con una niña que pide ayuda, antes de que la quemen viva… Al despertar, Etrigan riñe a Jason, quien dice estar decepcionado debido a que el sueño terminó antes de que pudiera comerse a la niña…

… y a través de la conversación interna de Etrigan y Jason, se revela que Jason se ha convertido en un recluso que ha evitado el contacto humano y a la población, en general, mientras usa el mecanismo del alcohol para evitar que el Demonio Etrigan se manifieste. Luego, el cómic cambia momentáneamente a otro personaje: la hechicera Madame Xanadu. Otro personaje que fue creado por los grandes místicos guionistas DC, una señorita-señora que se la identifica como Nimue, una hechicera de la mitología artúrica popularizada por Sir Thomas Malory en su novela La muerte de Arturo (Le Morte d’Arthur). Pero otro personaje de la década de los 70 en los cómics de superhéroes, residente de la Gran Manzana y que se le puede encontrar en una tiendecita del Greenwich Village. Pero aquí la vemos montando en moto y con ropa de motera mientras todavía usa su tiara de marca registrada. Aparentemente está buscando algo que la historia revelará más adelante y que nos os pienso contar porque ya sabéis…, de lo chulo, spoilers cero.

Desde la introducción de Xanadu en la historia, la trama cambia. Y empieza a molar un huevo. Un trampolín para la trama. Los lectores no deben esperar demasiada innovación cuando se trata de estas historias que no son otra cosa que puro divertimento. Villanos riéndose de los cuerpos que usurpan, que además se ríen del lector cuando pueden. Este es el modus operandi típico del personaje de Etrigan y que el guionista Andrew Constant ha sabido mantener fiel con el clásico personaje, que todos sabemos como se las gasta.

Tomito muy molón.

Reseña: Black Adam. Auge y Caída de un Imperio, de Geoff Johns y Joe Bennett

Black Adam: Auge y Caída de un Imperio es un volumen escrito por Geoff Johns y dibujado por Joe Bennett que recopila la parte de la mítica serie 52 que protagonizó Teth-Adam. Después de los eventos de Crisis Infinita, hubo un (largo) año sin Superman, Wonder Woman y Batman… Entonces, ¿quién ascendió al poder del Universo DC? Tejiendo varias historias de un mundo tras esa crisis, Black Adam: Auge y Caída de un Imperio lo cuenta. El protagonista ya lo he dicho, Teth-Adam, más conocido como (sobre todo, ahora con la potente película en vigor) Black Adam. Me dijo un amigo no hace mucho: «Me meto muy poco en el reino de los superhéroes, pero me gustaría que me prestaras algo diferente, que no utilice los personajes famosos de siempre y que cuente una historia fresca sin quebraderos de cabeza». Tras leerlo, le preste este tomo que publicó hace poco ECC Ediciones. Y ahora quiere más. Más de Black Adam. Más de historias que se evaden de un universo conocido, sin alejarse mucho a su vez.

Sé quién tiene la culpa de que tengamos un nuevo adicto al mundo del pijameo DC. Se llama Geoff Johns. Y es el dios maestro guionista y mucho más, con el que cuenta DC casi para todo. Geoff Johns originalmente es oriundo de Detroit, Michigan. Y ahora como no sé si alguna vez en alguna reseña me paré a hablar de él (¿en algúna de Flash quizás?), quisiera comentaros cositas del maestro. Tras hacer sus pinitos en el cine comenzó su carrera de cómics escribiendo Stars y la JSA (coescrita con David S. Goyer) para DC Comics. Trabajó con el genial director Richard Donner durante cuatro años y lo dejó para dedicarse a los guiones de cómics por completo. Acortando…, con una imaginación asombrosa ha creado contenido para Green Lantern, Action Comics (coescrito con Richard Donner), Teen Titans, Justice Society of America, Infinite Crisis y la exitosa serie experimental 52 para DC con Grant Morrison, Greg Rucka y Mark Waid. Una de estas aventuras es la que os reseño hoy.

Black Adam, nombre real Teth-Adam, es un ex-campeón de la saga Shazam. Después de su caída en desgracia, se convirtió en el archienemigo del próximo campeón, el Capitán Marvel (o el Shazam de toda la vida, como lo conocemos todos), el mismo que también tuvo peli no hace mucho, una muy chula, por cierto, para disfrutar con la familia. Desde entonces, Black Adam ha trabajado para redimirse con la JSA, pero su camino es largo y problemático. Y esto también es algo que se refleja en el film de Dwayne Johnson, un antihéroe de Kahndaq que fue encarcelado durante cinco mil años hasta que…

Antiguo Egipto. Alrededor del año 1200 a.C., Shazam se convirtió en sumo sacerdote del faraón Ramsés II de Egipto. A medida que el mago crecía, buscó un campeón digno de heredar sus poderes. El joven príncipe Teth-Adam de Kahndaq (hijo de Ramsés) impresionó al mago con su justicia y decencia. Pero antes de que Shazam pudiera otorgar sus poderes, su hija Blaze hizo un trato con el dios Set. Cuando Teth-Adam pronunció el nombre «Shazam», en lugar de obtener los poderes del mago, fue bendecido con el poder de seis dioses egipcios: Shu, Heru, Amon, Zehuti, Aton y Mehen. Pero aunque Adam pronuncia el nombre «Shazam», no extrae poder del mago. Teth-Adam sirvió a Egipto durante muchos años como un héroe pero este deber lo alejó de su esposa, la cual, fue asesinada junto a sus hijos por el malvado sacerdote Ahk-Ton usando el Orbe de Ra. Adam, despreciado, continuó sirviendo en la corte de Ramsés y se alió con el príncipe Khufu (más tarde Hawkman) y no mucho después conoció a tres viajeros del tiempo como Hawkgirl, Mr. Terrific y el mismísimo Capitán Marvel del futuro… Adam regresó a Kahndaq y derrocó por la fuerza al gobierno presente allí, nombrándose gobernante y… hasta aquí puedo leer. Porque no solo puedo spoilearos la gran historia que narra el cómic, si no, también gran parte de un tema también tratado en el nuevo film.

A poco que te haya molado la peli, este es tu cómic.

Aunque el orden de los factores, no altera el disfrute.