Lo que es querer leer un cómic sólo por su portada… Ponent Mon va sacando títulos y títulos a cual más interesante. De los que sabes que caerás en más de uno como buen amante del cómic europeo. La Misión de Alou (Una Maternidad Roja) me atrajo por portada, titulo y argumento. En ese orden. Aunque es cierto que de ese modo lo fui descubriendo. Y una maravilla de disfrute visual con cada página, oye. Christian Lax es un virtuoso. Además de relatar el viaje de los emigrantes desde un ángulo inusual, nos ofrece enriquecer nuestra visión de los dramas experimentados por sus personajes, así como un precioso mensaje de humanidad.
La Misión de Alou (Una Maternidad Roja), cuenta una dura pero bonita historia versada en el amor al arte. Nos trasladamos al Sudán francés (actualmente Mali), septiembre de 1960, cuando el país es desposeído y saqueado de sus obras artísticas. Donde una de sus curiosas obras terminará por llegar al Museo del Louvre, sí, pero la trama principal nos hace viajar a la primavera de 2014 cuando Alou, un joven maliense recolector de miel, se dirige hacia las colmenas silvestres de un baobab en el momento en que unos yihadistas armados hasta los dientes lo amenazan y hacen explotar el árbol sagrado. Entre los restos, Alou descubre una estatuilla de madera casi intacta que representa una mujer embarazada. Desde ese momento, y tras los consejos sabios de su padre, asegurar su seguridad en Francia para que no sea destruida por islamistas fanáticos que no apoyan el arte y las huellas del pasado, será su principal deber. Alou, incitado a salvaguardar el patrimonio y arte Dogon, pondrá su vida en peligro en ese duro camino que le lleva a atravesar dos continentes con islamistas pisándole los talones.
Estamos ante otro magnífico álbum para el deleite de los que amamos por encima de todo, el noveno arte y las historias de superación. Un maravilloso álbum en duotono con magníficas vistas de Mali, pasajes alternos donde el dibujo toma la palabra y hermosos diálogos con los siguientes temas: el arte Dogon, un pueblo perseguido desde el inicio de los tiempos, un lugar venerado y dedicado al arte primario, inmigrantes y un largo viaje lleno de trampas, incluso una vez pisado suelo europeo. Como decía, con esa paleta de colores en duotono que magistralmente trasladan al lector escenas africanas, en ocasiones, se sienten los colores y el calor a través de las viñetas. Christian Lax nos lleva de Mali a París, al Louvre, en una historia que plasma con mucha sensibilidad a personajes, algunos poseedores de una gran humanidad, otros, de una impertinente forma de ver el mundo. Salvar una obra de arte del siglo XIV debería ser prioridad, no sólo para un ser humano que se precie, sino para todos esos gobiernos que proclaman cantidad de mentiras a los cuatro vientos.
Como anécdota, y así lo asegura la editorial, decir que La Misión de Alou (Una Maternidad Roja) es un cómic realizado en el marco de la asociación Futuropolis – Ediciones del Museo del Louvre –, que pretende llevar nuestros pasos hacia el Pavillon des Sessions, dedicado a las artes primitivas. Un álbum que forma parte de la colección de Musée du Louvre Éditions. Un volumen que plantea en sí mismo, una poderosa reflexión.