Reseña: Hulka. Empezar de Cero, de VVAA

Tras un muy buen sabor de boca con la serie de TV de She-Hulk en cuyo capitulo final los guionistas se ríen de si mismos, de nosotros y de todo lo sucedido en la serie; algo muy en la línea de lo que siempre se pretendió en los cómics clásicos de Hulka donde el cachondeo con el tema de romper la cuarta pared era tremendo; uno está claro que quiere leer y saber más de la abogada verde. Y si os lo preguntáis (como hice yo) el cómic actual que está más en la línea de lo que promueve la serie de de TV es, sin duda, Hulka: Empezar de cero. Lo dice la sinopsis: «Tiene una carrera como abogada que reconstruir, amigos a los que recuperar, y tal vez representar ante los juzgados, y enemigos que… bueno, quizás no quiera reconectar con ellos, pero ellos están deseando reconectar con la Amazona Esmeralda. Ha llegado el momento de recorrer un camino nunca transitado por ella… ¡y quizás por todo el Universo Marvel!».

Hulka: Empezar de cero es un cómic palomitero de los de disfrutar sí o sí. En especial, si venís directamente de disfrutar el personaje en pantalla. Así es más fácil que os encante. Y si no, no me cuesta nada hacer una especie de guía del personaje y recomendar algunos cómics suyos que, por cierto, gracias al momentazo de la chica verde, se están reeditando gracias a Panini como es toda la saga de Byrne. ¿Quién es Hulka? Su verdadero nombre es Jennifer Walters y es prima de Hulk. Hace mucho tiempo, Jen recibió un disparo de un mafioso y su primo Bruce Banner le hizo una transfusión de sangre para salvarle la vida. Su sangre irradiada con rayos gamma la convirtió en una gran mole verde que aparecía cuando se irritaba al igual que le pasaba y pasa a su primo. Ya habréis visto que el origen no es como se ha visto en la serie de TV. Pero muy parecido, sí. No obstante, no solo esto hace que Jen sea interesante. A lo largo de los años, Jen ha tenido mayormente control sobre su forma Hulk, nada que ver, con la cantidad de mal tragos que ha pasado su primo. Y muy pronto, lista y más espabilada para todo como son las mujeres respecto a los hombres, ella es capaz de transformarse a demanda. Y lo chulo es que empieza a ver que el modo Hulka es en el que prefiere estar casi todo el tiempo. Jen lo elige. Ser Hulka la hace sentir fuerte, segura, confiada, sexy y casi con un chasquido es capaz de ayudar a las personas que la necesitan… Pero esta señorita tan excitante y potentona encima trabaja de abogada y ayuda al prójimo con su intelecto para evadir la Ley con esos resquicios que un buen letrado siempre encuentra. Y es verde como el equipo de moda…

O sea, que lo tiene todo para triunfar. Además, una cosa que me encanta del personaje es que le gusta ser superheroína. Por lo general, no es necesario convencerla. Es una abogada con un verdadero amor por la ley y la justicia pero convertirse en héroe es una extensión natural de sí misma. Porque Jen es buena, pero también es interesante. Y divertida como pocas, de las que saber pasárselo bien. Fue uno de los primeros personajes de Marvel en romper la cuarta pared y esto da pie a todo tipo de bromas con el lector que como mínimo te sacarán una sonrisa.

Autores nuevos como los que tratan este TPB hacen que el personaje se reinicie y se desarraigue. Algunos personajes, como Spiderman y Hulk, impulsan grandes historias de Marvel. Algunos como Hulka suelen ser secundarios. Pero esto ocurría en otras décadas. Ahora podemos disfrutar de aventuras de chicas interesantes como las que se proponen en este tomo, y os aseguro que no son historias feministas, y eso, en mi opinión, que esté conseguido, lo convierte en una dinámica de personaje interesante.

Hulka lucha continuamente por reconciliar su propia identidad y necesidades por el bien común. Es una gran jugadora de equipo, pero cuando se convierte en el centro de atención, es complicada y fascinante. No se me terminan los halagos ante cómics así tan disfrutables.