Reseña: Los Estratos, de Penélope Bagieu

El enamoramiento comiquero o literato viene dado por haber leído una obra de un autor o autora que no conocías y quedar prendado con el cómo lo hace y a partir de ahí querer leer todo lo posible de esa persona con don. Me pasó con Penélope Bagieu cuando leí su Cadáver Exquisito, cuando leí su adaptación ilustrada de Las Brujas, de Roald Dahl (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1589) y ahora que he disfrutado con Los Estratos. Su dibujo, sobre todo, me retrotrae a unas imágenes vista en la infancia en unos títulos que ahora no consigo poner en pie pero que en cualquier caso me encantaban. Norma Editorial es la responsable de traer nuevamente este título de una guionista/ilustradora francesa súper recomendable de seguir.

Una edición de Los Estratos genial. Me dijo un amigo hace unas semanas: “De todos los cómics de Bagieu que he leído, Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.” Pietro, que es italiano, que vive actualmente en Marseille pero que se crió en Rota (Cádiz), puede que haya heredado ese toque exagerado andaluz que tenemos muchos y que esplendemos hacia los demás cuando algo nos encantó. En definitiva, el ser muy exagerado, el poner por las nubes algo que acabamos de disfrutar, un comentario con el que embrujar al que sea. Bien. Pero es que a mí eso de “…Los Estratos es, sin duda, mi mayor amor.”, me cautivó. Por eso indagué algo más cuando me enteré que Norma Editorial lo publicaba. Y cuál fue mi impresión, la primera en la frente cuando vi que el objeto en sí, ya era un buen hallazgo, una joyita, una asemejada a una agenda moleskine, el formato perfecto para este tipo de diario esbozado a lápiz.

¿Y su contenido? A lo largo de las páginas, Penélope Bagieu cuenta anécdotas de su infancia y adolescencia, más o menos largas, a veces profundas y ligeras. Todas estas historias forman un todo, coherente, y son en todo momento situaciones de su vida que la han marcado de una forma u otra. Estratos de una vida que la han llevado a convertirse en la mujer que es hoy. Y sonreí. A veces, hasta reí durante la lectura. Y no carcajeé por estar en un lugar público mientras leía Los Estratos. Después, cavilando, llegué hasta la emoción de ver cómo un autor tiene que pasar interiormente en algunos momentos de su vida por momentos delicados y entonces se me nublaron los ojos. Una persona creativa goza de un enorme poder dentro, y el contenerlo, el no poder soltarlo en ciertos momentos de plenitud, hasta puede resultar peligroso. Repercute en depresiones, discusiones, incluso suicidios (más de un canta-autor se nos fue por esto) por tener una mente tan poderosa capaz de llegar a planos que no son de este mundo. Pensaréis que deliro, pero sé de lo que hablo. Y Bagieu si algún día lee esto me entenderá. Y tantos otros creativos y creativas que han «rozado» ese poder también.

A lo largo de sus álbumes, Penélope Bagieu ha perfeccionado su sentido de la narración. Cada historia tiene un buen ritmo y sabe encontrar el tono adecuado sea cual sea la emoción que quiere transmitir. Creo que su enorme poder reside en un diseño preciso y expresivo de las situaciones y personajes que muestra. Los temas tratados son variados, trata la niñez y la adolescencia con gran precisión; diría, que la mayoría de los lectores se encontrarán, se identificarán de algún forma, en una u otra de sus viñetas. Los Estratos es un libro, un cómic, un cuadernillo muy bonito tanto en contenido como en forma. No quitéis ojo a cualquier publicación de esta señora que llegue a nuestro país, por favor. Bien por Norma Editorial, una vez más.