Reseña: El Increíble Viaje de Hareton Ironcastle, de J. H. Rosny Aîné

J. H. Rosny Aîné fue uno de los grandes autores belgas de Ciencia Ficción, pero también uno de los grandes fundadores de la CF moderna. Escribió de todo y tiene obras muy buenas de lo que nos gusta a una gran parte de los que amamos el fantástico. Las historias apocalípticas. Sus cataclísmicas historias fueron publicadas antes incluso que las de H.G. Wells. Además, se le atribuye una influencia considerable en autores de la talla de Arthur Conan Doyle aparte de que con sus escritos innovó y dio nombres a ciertas cosas de hoy en día. Exempli gratia: su corta novela Les Navigateurs de l’infini (1925) -loco por leerla ando-, introdujo el término «aeronáutica» tan utilizado hoy en día. Pero innovó más. Su La Jeune Vampire (1913) describía al vampirismo como una modificación genética hereditaria. Un enfoque no fantástico (el vampirismo como una explicación científica) que pese a que no me gustó como la trata, que duda cabe que Richard Matheson se inspiró en ella para su Soy Leyenda (1954). Es por esto y por mucho más que es toda una celebración que vayan llegando por fin obras de este maestro al estante de novedades de nuestras librerías. Ediciones Obelisco, por favor, queremos más, porque que duda cabe que tenéis el gusto con el fantástico donde se debe tener: el punto exacto, el recurrir a lo bueno, a las fuentes, a la esencia.

Y que divertida aventura es El increíble viaje de Hareton Ironcastle. Totalmente recomendada para los amantes de las aventuras pulp y las historias tipo “mundos perdidos”. Sabía que me iba a encantar y casi que me flagelo por no haber leído tal joyita antes. Si te encanta El Mundo Perdido, de Conan Doyle, cualquiera de las historias de Tarzán clásicas, o incluso sagas de cómics de superhéroes algo más recientes como La Tierra Salvaje de Marvel; como que ya tardáis en leeros esta novelette. Aunque a diferencia de todas estas, la pieza transformada de África que presenta El increíble viaje de Hareton Ironcastle, cuyo protagonista explora con su equipo inexperto pero intrépido dicha tierra extraña, la originalidad, amigos míos, cuando es perfume y no colonia, se nota. No hay dinosaurios en gran medida. En cambio, tenemos humanos mutados, grandes simios, animales y plantas en un entorno que se convierte cada vez más peligroso y desconocido cuanto más se adentra en el corazón de ese mundo tan nuevo como extraño. Las descripciones de la flora y la fauna son tan detalladas que el lector no va a poder evitar sentirse en medio de todo ese mundo fresco que quizás en algún sueño visitó.

En cuanto a la caracterización, el libro es pulp clásico a más no poder. Con eso quiero decir que los personajes alcanzan todos los estereotipos esperados; líder intrépido y fuerte con un equipo que incluye un hombre enorme y bruto que parece invencible, un tirador, un tipo inteligente (abogado/científico) y una mujer obstinada y testaruda. El ritmo de la novela va de menos a más como buena película de aventuras. Tenemos así ciento setenta y cinco páginas muy apretadas, y los personajes tienen mucho terreno que cubrir después de que los dos capítulos iniciales preparen el enorme escenario que está por venir. El explorador y aventurero Hareton Ironcastle recibiendo una carta de su gran amigo Samuel Darnley, donde el científico le pide ayuda desde una ignota región africana en la que se encuentra investigando unas extrañas especies de plantas y animales. Hareton organizando rápidamente una expedición con la que se enfrentará con aberraciones de la naturaleza más recóndita, caníbales, hombres prehistóricos y otros seres de los cuales no se tiene ninguna información en el mundo civilizado.

Pocas historias se pueden disfrutar más al precio que tiene.