Es importantísimo que obras como Vencer al Dragón estén siempre disponibles en librerías. Lo mejor de cada género siempre disponible en catálogo, por favor. Esto ayuda a acabar con la especulación que, por ejemplo, sufrió esta joyita de Barbara Hambly en nuestro país. A doscientos euros estaba en el mercado de segunda mano durante aquellos años que yo la busqué en español. Libro de Fantasy que en su idioma original costaba na y menos y que gozaba de una de las portadas más chulas que he visto del género. Atractiva, porque claro, en nuestro país, el tema de las portadas da para otro debate. No se emplea la pasta suficiente en este tipo de promoción de una obra. Pero a lo que importa realmente, estamos ante uno de los libros que más se recomienda leer para empezar con el género de Fantasía. En USA, al menos. Porque es un título apenas conocido aquí (fuera de los lectores más acérrimos).
Dragonsbane fue mi primer libro de Barbara Hambly. Un descubrimiento en su día que tras terminarlo, sabía que volvería a releer. Y más de una vez. Yo que de los tres géneros, la Fantasía es a lo que menos me acerco aunque si lo hago, intento ir a lo mejor de lo mejor. Al jamón de pata negra. Y en Vencer al Dragón se encuentra fantasía épica sin grandes ejércitos enfrentados, sin la amenaza del fin del mundo tal como lo conocemos, sin descripciones infladas de traslación a la época del medievo histórico más fiel. Y en cambio, tiene un par de héroes maduros y reacios, con una relación amorosa convincente, un enfoque de introspección personal y elecciones de vida dolorosas y lo más importante de todo: un dragón bien hecho, cosa nada fácil, un ser de otro mundo en cuerpo y mentalidad bien logrado.
Un libro que funciona bien como independiente, considerado por muchos un clásico, aunque forma parte ya de la denominada saga Winterlands. Cuenta de cuando el Dragón Negro se apoderó de las profundidades de Ylferdun y el joven Gareth se enfrentó a las lejanas Tierras Invernales para encontrar a John Aversin, el Vencedor de Dragones (Dragonsbane), la única persona viva que logró enfrentarse a un dragón y sobrevivir para contarlo. Y ahora, a cambio de la promesa del rey de enviar ayuda a las Winterlands, Aversin accede a intentar de nuevo esa hazaña por la que es famoso, pero de la que confiesa que es hazaña casi imposible de repetir.
Con ellos, para protegerlos en ese viaje quizás solo de ida, irá Jenny Waynest, una hechicera medio educada y madre de los hijos de Aversin. Porque en la Corte las cosas tampoco andan bien. La Rebelión amenaza el reino y Zyerne, una hechicera de poder aparentemente ilimitado, mantiene al rey bajo un hechizo maligno. Mientras tanto, el Dragón sigue alimentándose de los Caballeros que lo desafían y parece estar conectado de una forma extraña con todo lo que está pasando en palacio. Pero ahora, Aversin, Jenny y Gareth se escabullen en la noche para desafiar a Morkeleb, el dragón más grande y sabio jamás visto…
Brandon Sanderson ha declarado en varias ocasiones que Vencer al Dragón es el libro que le convirtió en el prolífico escritor de Fantasía que es hoy. Y estoy de acuerdo que debido a su sencillez y poder de enganche, estamos ante un libro que inspira e incita a escribir. Hambly consigue ese don que Stephen King alcanzaba en sus primeros libros. En el mundo de la Espada y Brujería, a la mayoría de los autores les resulta conveniente seguir la ruta de «cortar y tajar» con la hermosa doncella para hacer que el héroe sea «extra-heroico». Pocos están dispuestos a invertir lo que hizo Tolkien en la creación de un mundo completo que tenga humanos y otras criaturas inteligentes. Hambly demostró con este libro que era más que capaz en este sentido, brindándonos un estudio profundo de las relaciones y una amenaza que viene a cambiar el orden del mundo. Todo con una visión de la magia compleja y matizada, y criaturas multidimensionales, cosa que es lo que realmente amo de esta obra.
Merece ser considerado un clásico.