Reseña: Strange Houses, de Uketsu
Siguiendo en la línea de lecturas originales que estoy teniendo este año, voy y me topo con Strange Houses. Un libro que en ciertos países se ha categorizado como “una evolución del horror”, pero quizás el aspecto más perturbador de este ejemplar no resida en sus elementos sobrenaturales, sino en su análisis implacable de cómo el trauma se perpetúa a lo largo de las generaciones.
La historia de la familia Katabuchi, revelada mediante una cuidadosa investigación y documentos recuperados, presenta un ciclo multigeneracional de abuso, manipulación y asesinato que resulta inquietantemente plausible a pesar de su naturaleza extrema. Estamos ante el fenómeno literario de de misterio que arrasa en Japón y ha ido poco a poco invadiendo todo el mundo. Traducido a más de treinta idiomas y de cuyo autor me acabo de enterar tarde porque… ¡Me he perdido su anterior libro! Pero no os preocupéis que iré a por él en cuanto pueda.
Strange Houses es lo que se ha dado en llamarse terror arquitectónico. Strange Houses se basa en los cimientos establecidos en la obra anterior (que no conozco pero de la que me he informado), presentando a los lectores un rompecabezas aún más complejo que transforma inocentes planos en planos terroríficos. Si Strange Pictures presentaba, por lo visto, la singular combinación de misterio visual y terror psicológico de Uketsu, esta nueva entrega profundiza en la fórmula de la complejidad y desafía a la vez a los lectores dispuestos a escudriñar cada detalle.
El libro comienza con una premisa engañosamente simple: un amigo busca consejo sobre la compra de una casa con un plano inusual. Lo que comienza como una consulta informal se convierte rápidamente en una investigación laberíntica que involucra múltiples propiedades, personas desaparecidas y una maldición familiar que se extiende por generaciones.
El ingenio de Uketsu reside es transformar lo cotidiano —planos arquitectónicos y listados de propiedades— en instrumentos de terror creciente. La evolución del terror… u otro tipo de terror diferente y muy ingenioso, diría yo. Uketsu crea miedo mediante la revelación metódica y la deducción lógica. Percibí un extraño agobio al ller este libro que casi no puedo describir. Una historia que se desarrolla desde múltiples perspectivas, siguiendo principalmente a un escritor independiente anónimo especializado en historias macabras y a su amigo arquitecto Kurihara, cuya mente analítica sirve tanto de guía como de narrador poco fiable. Y el misterio central comienza con una única anomalía (un misterioso espacio muerto entre habitaciones), que gradualmente se expande para abarcar una red de casas con diseños similares en diferentes épocas.
El personaje de Momoya, el niño con discapacidad física obligado a asumir este rol, representa quizás el elemento más trágico de la historia.
Uketsu es, sin duda, un autor a seguir.