Reseña: El Libro de los Dragones, de Roger Lancelyn Green

Siruela Editorial es una de las pocas editoriales de nuestro país donde se pueden encontrar joyitas de género fantástico un poco singulares. De vez en cuando, rescatan títulos casi perdidos en la memoria de unos pocos. Un libro que hace años que no aparece por ningún sitio y que necesitaba una reedición como un camión era El Libro de los Dragones, la antología que llevó a cabo Roger Lancelyn Green, volumen donde se pueden encontrar grandes relatos cortos de autores consagradísimos como Lewis Carroll, G.K. Chesterton, Edith Nesbit, C.S. Lewis e incluso el eterno dios de esto como es el maestro J.R.R. Tolkien. La mayoría de las historias que vais a encontrar en El Libro de los Dragones son relatos anónimos pues lo que hace el señor Green es ofrecernos y rescatar los mejores cuentos de dragones desde los tiempos de la antigua Grecia hasta el pasado siglo XX. Una selección. Siempre historias donde los dragones han evolucionado o no, pero donde siempre serán los protagonistas estos seres enigmáticos y ancestrales que fascinan e inspiran emocionantes y aterradoras tramas incluso a día de hoy.

Tenéis que pensar que reunir historias de dragones y tratar de presentarlas con algo de cohesión es tarea difícil. El mismo acto de definir qué es un dragón es algo endiabladamente complicado (más aún con los dragones europeos) y surgen más dificultades para decidir qué historias debes dejar de lado debido a la cantidad de mitos diferentes que existen. Además, te enfrentas a las odiosas preguntas que se debe hacer un antologista como: ¿Cómo hago “la proposición”? ¿Por ubicación geográfica, por época, por tipo de mito o por elementos temáticos similares? No es trabajo fácil. Sobre todo, no lo es, si quieres que tu composición atraiga tanto o más que una novela inédita.

En El Libro de los Dragones, Lancelyn Green intenta un enfoque de mezcla y combinación. Aparentemente en progresión cronológica, con secciones como Dragones de la Edad Antigua, Dragones del Medievo, Dragones del Folclore Tradicional y Dragones de Tiempos Más Recientes; cuando lees las historias y los cuentos populares, ves que la idea funciona bastante bien. Notas rápidamente que la influencia de las leyendas y los mitos más antiguos a las historias posteriores de éxito, es evidente. Sin embargo, aparte de la primera sección, las historias están fuertemente sesgadas hacia las Islas Británicas (e Irlanda) con alguna otra europea y alguna otra referenciada a los dragones chinos. Su investigación proporciona algunos jugosos fragmentos de «hechos» relacionados con los dragones, como la Historia Natural de Plinio, que declara que los dragones y los elefantes son enemigos mortales. Esto es una jodida chulada que no había oído nunca. Y a pesar de mi queja anterior con respecto a la selección muy británica, hay que rendirse a la evidencia pues en la sección Dragones de Tiempos Más Recientes vais a encontrar las verdaderas maravillas narrativas de este volumen. Pese a los grandes autores del final, mi favorito de la antología es claramente Conrad y el Dragón, de L.P. Hartley, que combina historias de cazadores de dragones con dragones de los más chungos.

Los comentarios de Lancelyn Green son particularmente buenos, la mayoría de los cuales aparecen en las dos primeras secciones. Sospecho que esto es lo que contribuye a la desigualdad del libro: la mitad de las historias están en la voz de Lancelyn Green, mientras que la otra mitad están en muchas otras voces y estilos. Pero-pero-pero con todo el dolor de mi corazón, se echa en falta aquí las preciosas ilustraciones de Krystyna Turska, de las que gozaban antiguas ediciones publicadas y que aquí no me explico porqué se obviaron. Tambiés raruno que el libro termina, extrañamente, con un Epílogo corto, de un extracto del Apocalipsis, de San Juan. Aquel que da pie a discusión sobre el aspecto religioso y draconiano en la cultura occidental.

El resultado es un libro que es en un porcentaje altísimo una joya. Con un tema que a todos atraen, al menos, a todo amante de la literatura fantástica debería atraer. Las historias que presenta Lancelyn Green son dignas de leer en cualquier lugar. Tiene una habilidad deliciosa para volver a contar historias a partir de la información más básica como ocurre en El Muchacho y el Dragón; historia tierna que promueve la amistad. Pero si sois totalmente desconocedores de la literatura draconiana, esta es una oportunidad irrepetible. Roger Lancelyn Green es famoso por sus colecciones similares a esta, tiene sobre mitos griegos, historias del Antiguo Egipto, leyendas de Robin Hood y cuentos artúricos. En Siruela podéis encontrar varios de ellos.

Lectura imprescindible para ávidos lectores de todas las edades. Lo aclara muy bien la editorial.