Reseña: La Ciudad que Nació Grandiosa y otros relatos, de N.K. Jemisin

El titulo original de la La Ciudad que Nació Grandiosa y otros relatos es How Long ‘til Black Future Month?, sin embargo, este titulo en realidad proviene de un ensayo (no incluido aquí), un pensamiento que llama la atención sobre la falta de representación de personas de color en la Ciencia Ficción. Y eso que se autodenominada «literatura del futuro». Además, N. K. Jemisin explica como curiosidad que nunca se vio a sí misma, que jamás pensó en llegar a ser una autora de relatos. No obstante, algo en su interior la persuadió, le propuso el reto de aprender a hacerlo bien, y así nació en su conjunto La Ciudad que Nació Grandiosa y otros relatos. Una antología que obviamente contiene la historia que da titulo al libro y que fue nominada al Premio Hugo.

Tenemos así una colección de historias que desprende pasión por la literatura fantástica en cualquiera de sus aspectos. Un volumen diverso (en todos los sentidos), legible y profundamente evocador. Una extensa colección que recoge las historias cortas que la autora ha ido publicando durante casi veinte años. Sirva como recordatorio que en USA, N. K. Jemisin ya era conocida entre los aficionados al género por sus publicaciones, antes de su famosa trilogía de La Tierra Fragmentada, serie que mezcla Fantasía y CF, cuyas dos primeras novelas ganaron los Premios Hugo a Mejor Novela en 2016 y 2017.

Y es que la experiencia ha sido fabulosa. Encontré en esta tramas, historias que casi encendieron algo que había olvidado. Al principio, me encontré argumentos de CF de esos que evocan recuerdos o sueños que uno tuvo, ideas que deseaba ver escritas y publicadas por pensar que a nadie aún se le había ocurrido. Esa especie de inquietud, esa sensación de extrañeza y desconexión que tuve como lector una vez y creía borradas de mi cabeza. Casi había olvidado esa sensación de regusto… hasta que entre otros leí Los Evaluadores. Un relato súper chulo, contado a través de fragmentos de redes sociales que documenta el primer contacto de la humanidad con un mundo profundamente extraño. Una genialidad. O Cielos de Nubes Draconianas, una historia corta y hermosa que mira a una Tierra futura, supuestamente respetada y no violada por sus habitantes, con problemas provenientes de descendientes de aquellos que partieron hacia un hábitat artificial en los cielos. Ese Mal que nunca nos dejará de lado. Además de otra originalidad como Hambre de Piedra, que gradualmente revela el talento de una joven para manipular la Tierra en sí; donde descubrir la capacidad de N. K. Jemisin para crear una trama fantástica con un concepto central que con el paso de las páginas se va volviendo «muy real».

Hay veintidós historias en esta edición de La Ciudad que Nació Grandiosa y otros relatos que nos trae el siempre recomendable sello NOVA, de Ediciones B. Comparable en su conjunto a verse una buena temporada de Black Mirror. Ideas diferentes, originales, actuales con narradores persuasivos, niños sin nombre y sin hogar que “cantan” a la ciudad de Nueva York convirtiéndose en sus avatares. Eso cuando no te topas con un cuento de hadas de lo más tradicional que transforma los mitos europeos en uno que muestra la realidad más sangrienta del sur de los Estados Unidos. Cocina y magia, realidades alternativas, historias de trascendencia que el lector resolverá en su cabeza, sueños reales e historias algunas con finales esperanzadores. Aún estamos a tiempo…

Se me hace imposible resumiros más esta colección. La Ciudad que Nació Grandiosa y otros relatos está llena de tesoros. Estoy seguro de que encontrarás aquí, como mínimo, un par de historias que te van a encantar. Despertar maravillas o hacerte pensar. Y aseguraría que casi que las tres.

Reseña: Dune. Edición Especial, de Frank Herbert

Raro es el lector que no sienta afinidad por siempre por Dune tras vivirla. Tras sentirla de verdad: introducirte en su mundo, dejarte llevar por su mitología, sus detalles, sus ideas… El Wow! brotará de tus labios en cuanto la devores. O quizás mienta. Quizás te surjan esas exclamaciones en el “durante”. ¿Por qué? Por que esta clásica novela puntera de Ciencia Ficción te lleva al futuro más lejano y para mal del demonio, te trae de vuelta a casa. Es una obra de arte. En mi caso, volver a ella tras los años, y en esta magnifica edición en tapa dura (de coleccionista, diría) que trae Nova CF, ha sido toda una experiencia. La considerada mayor epopeya del género de todos los tiempos (como dice la sinopsis editorial), con doce ilustraciones a color muy afines del artista Sam Weber para esta edición conmemorativa del cincuenta aniversario de Dune, de The Folio Society. En resumen, volver a sentir amor por la CF. Vista con ojos más adultos, me pareció tremendamente maravillosa y llena de cientos detalles. Por supuesto, devorada en cero como dos.

Dune mezcla aventura, misticismo y política. Nos lleva a un universo donde los planetas están controlados por Casas de familias nobles bajo el mandato imperial de un gobernante de una de las Casas. Cuenta principalmente la historia de Paul Atreides, hijo del duque Leto, heredero de la Casa Atreides. La madre de Paul es una especie de bruja con poderes únicos de persuasión que ha conseguido transmitir a Paul. La novela comienza con la familia Atreides preparándose para abandonar su amado planeta verde y tomar el control de otro; el llamado planeta Arrakis, que es básicamente un gran desierto. Pero también es el único lugar en la galaxia donde se extrae una valiosa sustancia llamada melange. Parece insignificante, pero este traslado real, desencadena una cadena de eventos que impulsarán a Paul a un mundo completamente nuevo de batallas por la famosa especia, monstruos de las arenas y como trasfondo los Fremen, raza de las arenas que vive entre las dunas. Todo esto más un joven Paul Atreides enfrentándose por un lado al emperador, y por otro, a sus antiguos enemigos de la Casa de los Harkonnen.

Dune es una obra épica la mires por donde la mires. Lo dicho, podría ser un resumen rápido, sin ir mucho al grano. Lo que podría comentar a un incauto amigo que no la haya leído aún mientras nos tomamos un té en un cafetería. Pero Dune abarca mucho más. De esos mundos que como consigas entrar (no cuesta mucho aún siendo un muggle total en CF), te cautivará. Repito: es mucho más. Dune establece un mundo intrincado y fascinante con la cantidad justa de tecnología. Me encantaron las descripciones de los «trajes de baño» que usan en el desierto para recuperar el agua del cuerpo (por lo que básicamente bebes tu propio sudor) y también las fábricas de cosecha (muy de insectos) para minería que vuelan dentro y fuera del desierto por los gigantescos “dispositivos alados» llamados carryalls, pilotados por una tripulación de mineros. Pero habla también de profecías y habilidades psíquicas (me encantó la madre de Paul, Jessica y sus misteriosos poderes), de disputas políticas (el personaje del barón Harkonnen es brillante, intrigante y despreciable), así como la acción, giros e intrigas que se van sucediendo. Disfruté y he vuelto a disfrutar especialmente de los pequeños extractos de la princesa Irulan al comienzo de cada capítulo, que por cierto, parecen no tener sentido la primera vez que los lees. Aunque a medida que avanza el libro, cobran lógica. Cuando finalmente “entiendes”, el disfrute alcanza cotas muy altas. Asientes y asientes. Y si lo tuyo es escribir, te maravillas y te mueres de envidia por que quieres escribir algún día algo así. Una novela inmortal.

Dune será siempre considerada el gran triunfo de la imaginación que convirtió a Frank Herbert en uno de los grandes visionarios de la literatura universal. Hoy este gran clásico vuelve a estar de actualidad por su aniversario y por que pronto inspirará película y serie de televisión dirigidas por Denis Villeneuve (guionista y director francés de moda en USA tras La Llegada y Blade Runner 2049). Una obra impertérrita, seductora, que ganó el primer Premio Nebula (1965), el Premio Hugo (1966) y cimentó una de las sagas más grandiosas de la Ciencia Ficción.

El no haberla leído aún, entre amantes de la literatura fantástica, es una verdadera blasfemia.