Reseña: Murder Falcon, de Daniel Warren Johnson

Del creador de Extremity y otras obras nominadas a los Eisner llega Murder Falcon… Con esto y su heavy-portada el atractivo lo tiene. También saber que este tomaco que recién publica ECC Ediciones recopila los números del #1 al #8 de la serie más el one-shot Those Days que, en realidad, era el número #3 publicado en Skybound X. Pero vamos a contar que es realmente Murder Falcon porque entiendo que muchos comiqueros o la mayoría de vosotros puede que no conozca nada o casi nada de Daniel Warren Johnson.

Y es que en la apertura de este cómic, un Kaiju ataca una ciudad, una furgoneta se apresura a llegar a la escena y un tío de pelo largo y guitarra salta del volante para salvar el día. ¿Qué más cosas pueden darte un subidón así al comienzo de una lectura? No necesitamos armas militares ni vestimentas metaleras, en Murder Falcon, el héroe (cuyo nombre es Jake) comienza a rockear, creando un rayo azul con su riff de guitarra, del cual emerge un hombre-pollo musculoso y sin camisa y, posteriormente, usa un brazo biónico para luchar contra el Kaiju sin olvidarse de emplear kung-fu para someterlo… Todo esto está en las primeras cinco páginas de la propuesta que hace Daniel Warren Johnson, que se podría sentir como una canción de Tenacious D en formato secuencial gráfico. Al igual que The D, el cómic de Johnson abraza alegremente la cultura del heavy metal, amándola tanto y con tanta seriedad que se convierte en una deliciosa parodia autoconsciente de su material original.

Daniel Warren Johnson, el creador, escritor y artista de este cómic se ve que parió en esta serie todo lo que ama. Y eso esplende. Es como alguien que te habla de sus hobbies con todo el afán del mundo, y aunque son cosas que nunca te llamaron la atención, ahora te sientes contagiado. Murder Falcon tiene todo lo que este hombre ama. Hace referencias constantes al heavy metal, camionetas viejas, cerveza, barrotes para reventar cabezas y… algo que no voy a contar. Murder Falcon, un hombre halcón gigante y rudo con un brazo robótico, llega para derrotar al monstruo, pero está impulsado por la guitarra de Jake, lo que lo obliga a abrazar este talento suyo y casi a depender de él siempre que pueda. Murf es un enviado del Heavy que tiene por objetivo destruir todo Mal, pero no puede hacerlo sin que Jake desencadene esa tormenta que desata al tocar. A fin de impedir la conquista de la Tierra, Jake tendrá que lograr que su grupo, Brooticus, vuelva a unirse. No obstante… ¿bastará eso para dar con un riff capaz de sacudir al planeta entero?

Ahora en serio, esto no lo hemos visto antes. En lugar de ser solo una historia de Metal contra el Mal, esta historia tiene carácter y corazón. Johnson escribe la historia para que realmente descubramos quién es Jake antes de que comience a triturar a casi todo lo que se mueve. Y me pasó. Amaba el personaje antes de que empezara lo gordo. Y eso hizo que el resto del argumento fuera más gustoso de leer. La historia te sumergirá en su mundo emocionante y entretenido y disfrutarás cada minuto. Esta es la historia que necesitamos en el mundo ahora mismo. La apertura ya os he dicho que es épica pero en pocas palabras, en realidad, creo que imita a un tema heavy en la misma forma que comienza ya desde el principio con todos los instrumentos a tope… incluido ese grito rompe-cristales.

Murder Falcon es un cómic de acción y, por supuesto, va vestido de camiseta negra con diseños fantásticos incluidos. Y por si esto fuera poco, los detalles. En la página seis, la historia se convierte en algo mucho más profundo. Nos lleva junto al protagonista a tiempos más tranquilos donde encontramos a Jake apagado y abatido, y pronto tendremos la clara sensación de que está de luto y que la depresión por haber perdido a alguien en un suceso trágico está a un paso. No sabemos exactamente qué o quién de principio (las pistas llegarán), pero vemos que casi todos en su vida se ven obligados a detenerse y preguntar cómo está. Una potente dicotomía: rock de cornball de heavy metal versus drama desgarrador.

A veces necesito evitar que mi cerebro me estrese y reducir la velocidad para disfrutar de algunos medios fáciles y divertidos. Hay muchas cosas que no funcionan para mí en esos momentos, como cómics que son demasiado complicados de seguir, libros-ladrillo, series de TV de comienzo denso (que, en realidad, y por experiencia, sé que si cuentan de muchos capítulos resultarán siendo buenas) o películas de acción que, sin embargo, son poco atractivas para mí en ese momento. Murder Falcon es un soplo de aire fresco, increíblemente divertido y absolutamente delicioso.