Reseña: Mobius, de Jean-Pierre Pécau e Igor Kordey

Prometedor, sumamente prometedor, este integral de Mobius que se ha marcado ECC Ediciones. Está bien, está pero que muy bien, que títulos así se publiquen recopilados porque uno a mi edad ya casi que no está para coleccionar álbumes y mucho menos para esperar la publicación de estos en historias que generan ansias por saber. Tenerlo todo a mano y poder leer todo de un tirón o cuando me plazca poder seguir hasta el final es lo que pide un señor (¿sibarita?) como yo. Es simple la razón y la opinión madura que puedo aportar porque tanto la historia de Jean-Pierre Pécau como el particular dibujo de Igor Kordey realmente te sumergen en esta historia.

No hay nada más desafiante para un guionista que aventurarse en las tierras del espacio y del tiempo. Hay que saber gestionar el ir y venir entre universos manteniendo una cierta linealidad que no haga perderse al lector. Tampoco hay en Mobius un lenguaje pseudocientífico que deje a cualquiera fuera sin tener una maestría en física cuántica. No, aquí todo está bien montado. Cuando mueres te encuentras en una tierra alternativa y todo comienza de nuevo… Y es que todas las religiones del mundo afirman que la muerte no es el fin, sino el comienzo. Casi todas ellas creen en la reencarnación. Y tienen razón. A la inmensa mayoría de los humanos, la conmoción de la muerte nos hace olvidar la vida anterior, pero los llamados viajeros sí la recuerdan. Un inesperado día, Berg, antiguo miembro de los Navy Seals a punto de ser ejecutado en prisión, recibe una oferta irrechazable para embarcarse en una extraña misión. Y es a través del personaje de Berg que exploraremos extraños caminos que conducen a universos paralelos. Este último «olvidó» que pertenecía un servicio especial que viaja por el multiverso… muriendo. Y si bien la mayoría de las personas olvidan sus vidas pasadas cuando mueren, los agentes de Monte recuerdan sus vidas pasadas. Pero no abandonamos. Ahora los agentes de esta organización han venido a buscar a Berg para una nueva misión: encontrar un asesino en serie que “trabaja” a través del multiverso.

Mobius es un álbum, un título, un tomo recopilatorio que reporta una idea súper chula. Ciencia ficción de la buena. Me dejé llevar por esta historia que aunque puede recordar a algunos relatos, libros o incluso pelis clásicas de CF, de algún modo, me pareció también una trama única por como está llevada. Un escenario que como os decía puede parecer un poco complicado, pero cuya narración y paso de las páginas percibes que para nada es así. La narración está bien construida y el ritmo sostenido que nos están dando nos engancha a seguir y a querer saber.

En términos de diseño o dibujo, Mobius no baja del sobresaliente. Es bastante sorprendente también. Nos guste o no, hay que reconocer la maestría de Igor Kordey a los lápices por su toque diferente. Fue con Marshal Bass pero especialmente con Colt & Pepper que descubrí a este señor cuyos dibujos son maravillosos. Rasgos muy realistas y delirios arquitectónicos que le vienen genial al género de CF. Tiene ese sorprendente toque anticuado que mola visualizar.

Mobius es cómic europeo en esencia: buena trama, hermoso, asombroso y sorprendente a los ojos. Diría que es una pequeña joya de ciencia ficción del momento. Así que, por favor, no la paséis por alto.

Reseña: Barcelona al Alba, de Juan Antonio De Blas y Alfonso Font

Barcelona al Alba es el ejemplo de historieta de cómic bien elaborada en todos los sentidos; trama criminal de género negro perfectamente creada que nos transporta a la Barcelona de 1923 en plena época de tumultos y altercados entre los anarquistas del momento y los poderosos señoritos de la patronal. Sin embargo, estamos ante un relato que no es todo género negro porque termina accediendo a los planteamientos clásicos de lo que concierne a una buena historia de misterio, conspiraciones y asesinatos, en la convulsa sociedad catalana de aquellos años. Uno de los momentos más efervescentes de la historia de nuestro país pero también en gran parte del mundo donde los enfrentamientos entre anarquistas, sindicatos y patronal se resolvían a tiro limpio. ¿Con mafiosos de por medio? Ome porfavó, eso siempre…

Y donde el punto fuerte está en que Font y De Blas traen a la vida maravillosamente bien toda una serie de personajes históricos para acompañar al protagonista. Tenemos a Buenaventura Durruti, figura relevante del anarquismo español y líder de la CNT; Wilhem Canaris, almirante alemán y futuro jefe de la Abwehr (servicio secreto nazi); Lluis Companys, histórico líder de Ezquerra Republicana y presidente de la Generalitat de Cataluña durante la República y la Guerra Civil. Y por último un personaje que con poco dice mucho, el capitán de la Guardia Civil, Antonio Escobar, que se convertiría en uno de los defensores del gobierno republicano contra el Alzamiento Nacional. Cada uno de ellos con sus propios intereses para ayudar u obstaculizar la investigación de Pere Marsé sobre unos misteriosos asesinatos ocurridos en el puerto de Barna.

Uno de los grandes maestros del cómic español es Alfonso Font. En este one-shot que en su día se publicó por entregas, encontramos al maestro que con tan solo nombrarlo, el comiquero de pro, sabe de sobra que se va a encontrar unas ilustraciones espectaculares que retrotraen tu cerebro a los mejores años del cómic de este país. Pese a que Barcelona al Alba se publicó en 1994. Pero Font pertenece a aquella gran generación de historietistas que brotaron en la Transición y que representaron el boom del Cómic Adulto Español. Ya sabéis, Bruguera, Selecciones Ilustradas, dibujando historietas para el mercado extranjero y en mis amados 80 alcanzando la cima en las grandes revistas comiqueras de este país como fueron Totem, Cimoc, Creepy o 1984.

El guion de Juan Antonio de Blas nos lleva de-todas-todas a aquella época de desasosiego e incertidumbre en la que se debatía no solo el futuro de este país, también el de gran parte del viejo continente. Aquí, como en otros lugares, se derramó mucha sangre y culminó con una guerra fratricida. La Ley Seca americana no es nada comparado y, de hecho, tuvo mucho inspiración en estos tumultos.

Y en tan solo 50 págs. Por lo que tenemos obrita a reivindicar, joyita a tener y mis aplausos para ECC Ediciones por recuperarla.

Reseña: Tungsteno, de Marcello Quintanilha

Tungsteno es un álbum bastante sorprendente tanto en su contenido como en su narración. Su contenido, en primer lugar, es una trama de eventos que duran medio día en una ciudad costera brasileña. Un puñado de protagonistas que nos llevan a una temática social, policial y amorosa. Está el veterano y algo trastornado, el traficante de drogas que oculta algo, el policía que siempre está listo para tomar medidas de choque y la esposa de este último que planea dejarlo. Y alguna que otra historia de vida más que no hacen otra cosa que ensamblar retazos de seres humanos venidos a menos, en especial, por cierta situación que hará que sus caminos se crucen.

La puesta en escena, entonces, es especial porque los hechos de esta historia suceden simultáneamente. Saltamos regularmente de un personaje a otro para mostrar lo que todos están haciendo al mismo tiempo. La acción anda entrecortada con muchos cambios de ritmo, como si las escenas se contaran unas veces a cámara lenta y otras a cámara rápida. Es todo muy cinematográfico. Recuerda totalmente a esos intentos de innovar en el cine que ciertas pelis propusieron en los 90. Por lo que si eres conscientemente posterior a esta época quizás al principio del cómic te cueste acostumbrarte.

Pero eso no quita que Tungsteno muestre una historia entre dos aguas: anecdótica y aventurera. Sentir que solo estás presenciando unas pocas horas de la vida de los protagonistas, puede ser un poco frustrante o poco inspirador o… quizás, todo lo contrario. Porque para algunos activará ese modo alcahueta que tanto engancha. Y adelanto que además hay escenas de acción real y algo que se construye finalmente e impacta a los personajes. Sí, digo «finalmente», porque, de hecho, es el colofón del cómic.

Tungsteno destaca especialmente por su construcción, su hábil narración poliédrica (originalidad al estilo Memento), pero muy importante es, que nunca se pierde el lector. El cómic está catalogado mundialmente de género crime/thriller; yo lo veo más de lo que se ha dado en llamar “fábula urbana”: Historias de vida, en casi doscientas páginas que lees en un suspiro.

Y ahora diréis: ¡Pero qué #$%#&$! ¡No tenemos ni idea de qué va! ¡Casi parece una reseña para leer después de haberlo leído! Lo siento, sí, a veces, escribo yo también alterando el orden que marcan los canones. Pero está bien. Cuento un poco más: la playa es la de Salvador de Bahía, en la costa brasileña, escenario de una noticia que constituirá la esencia de la historia. Dos pescadores capturan peces cerca de una caja de dinamita. Un anciano, soldado retirado, discute con un pequeño narco y dándose cuenta de en el lío que se pueden meter, lo convence para que llame a las autoridades. Llevándonos hasta Richard, un policía de paisano, quien hereda la historia y se embarca en la aprehensión de los delincuentes. Luego cambiamos a una especie de vídeo musical, un vodevil brasileño con una docena de personajes y ahí empieza a tejerse la red de pescar que es Tungsteno (metáfora del cruce de tanto personaje). Una auténtica sorpresa.

Reseña: Salitre, de José Luis Vidal y Jorge González

Salitre no es un cómic que se le pueda recomendar a todo el mundo. Pero eso no quita que nada más empezar a leer. ya te hayas dentro de un viaje poético, nostálgico y, sobre todo, contemplativo por el pasado y el presente. Porque para el que la conoce, Cádiz es bella como ella sola, y única, con sus rinconcitos en los que raro es el español que no se ha perdido alguna vez. O desea hacerlo. Y por tanto muchos extranjeros también. Gente que vuelve, gente que regresa, porque este viejo y reconocido sitio habitado una vez por fenicios del viejo continente, tiene el don que muy pocas ciudades tienen (mi amada Nueva York, por ejemplo) al que cada poco necesitas volver.

Salitre tiene como protagonista central a la propia ciudad de Cádiz; conocemos la ciudad, y más concretamente el barrio de La Viña, a través de los recuerdos de Mariló (inspirados en la propia madre del guionista), donde también nos uniremos a su marido Chano, a sus dos hijos Carlo y Kiko, pero también a la generación anterior. La historia comienza en 1916 en la playa de La Caleta, cuando un niño nada mar adentro y de pronto se encuentra en apuros… Un suceso que nadie olvidará. Y le seguirán males aún mayores como el hecho traumático que vendrá treinta años después como fue la catastrófica explosión que destrozó el puerto de Cádiz en 1947 que causó quinientos muertos y más de cinco mil heridos. Ese día no sólo se estremecieron los cimientos de la Tacita de Plata, sino también los de toda una familia que quedará para siempre con las cicatrices de aquello.

Como dice la sinopsis, Salitre es carnaval, piedra ostionera, la playa de La Caleta, viento de levante y un recuerdo que trae a la memoria un cielo que se tiñó de rojo… Cádiz es gracia por los cuatro costados. Es gracia y carnaval pero como toda ciudad importante históricamente ha tenido sus más y sus menos. Diferente, alegre y vivacha y de pensamiento y arte creativo a más no poder, eso no se lo quita nadie. Entre tanto piropo al que solo le falta el son o acompañamiento de esos tres acordes de guitarra que tanto he usado para cantar en carnavales, decidme si no iba a disfrutar yo de esta tremenda obra que se marcaron José Luis Vidal y Jorge González que cruzó fronteras como buen cómic original y que ahora vuelve a poner entre las novedades ECC Ediciones.

Con sus amplias vistas, González se toma el tiempo para crear distancia con los dramas y pasiones profundamente humanos, pero al hacerlo también deja una huella más profunda en el lector. Así que tenemos un cómic más que recomendable. De los que si puedes, disfrútalo «in situ». Porque… Gadir huele a sal, y lloro con su marea cuando escucho carnaval, desde el Castillo hasta San Carlos, de la Viña a San Francisco, tengo todos los pasadizos grabados a fuego de Candelaria hasta Extramuros, del Pópulo a La Caleta, de San Juan a la Alameda y sigo abriendo senderos porque tengo tu risa en mi memoria y no quiero más. A cien kilómetros de ti, me siento un náufrago expatriao… Tacita de mis entrañas otra vez me has enganchao.

He cantado con mis hermanos carnavaleros bastantes estrofas así. Como no me iba a enamorar un cómic como Salitre.

Reseña: Ladrón de Ladrones Vol.1, de Robert Kirkman, Nick Spencer, James Asmus y Shawn Martinbrough

A Kirkman escribiendo un guion de thriller (fuera de los zombies) había que leerlo. Es, sobre todo, lo que me atraía de este Ladrón de Ladrones que ahora publica ECC Ediciones en formato integral, un primer volumen que rescata los primeros once números de la serie donde el ya el maestro y empresario se alía con los guionistas Nick Spencer y James Asmus y el dibujante Shawn Martinbrough para sacar adelante la que ya se considera una de las obras fundamentales del sello Skybound.

En estos buenos tiempos del cómic que estamos viviendo, lo mejor es que podemos ir probando con diversos géneros. Ladrón de ladrones es un buen ejemplo si sois amantes del género negro. Exactamente, de aquella rama de tramas principales en las que el robo tenía un papel fundamental en la historia. Donde el fin justificaba los medios. Esos medios que gustan tanto en este país de decir sí al dinero fácil: la cárcel es un paraíso del que sales prontito y, en este caso, rico. Hacerse multimillonario de una atacada. Para ser exactos, el robo de una gran cantidad de pasta (maletín, lujosa mansión de un adinerado señor, así como portentosos furgones blindados que en su itinerario «habían decidido» atravesar una calle poco frecuentada). En definitiva, los mayores obstáculos habidos y por haber, y un tío, que va a por ello. Para los que gustan de estas historias en las que te imaginas como protagonista está hecha Ladrón de ladrones.

La historia cuenta la vida del señor Paulson, al que todos conocen como Redmond. Un tipo con buen porte, galán como pocos, considerado dentro del gremio como el mejor ladrón de todos. Pero por lo que ha conseguido hacer. Planea golpes y los ejecuta sin apenas mancharse las manos. Basa sus “palos” en ser más inteligentes que los demás. Aunque quizá la mayoría de las veces, “los buenos” sólo sea un queda-bien en las noticias. Redmond lo sabe. Sí o sí, está todo podrido y si va a dejar esta dura vida de tejemanejes constantes, es por una buena causa. Quiere volver con su esposa. Lo malo es que tiene un hijo el cual siempre quiso seguir sus pasos, que es un fracasado total. La policía lo acaba de pillar en una redada y como es lógico, Redmond no quiere que su hijo vaya a la cárcel. Quién sabe lo que le podrían hacer allí a la gente que aún no sabe defenderse ante los lobos. Sujetos algunos incluso que están en deuda con el propio Redmond.

Redmond se había apartado de tanta jodienda pero el tema de su hijo ha cambiado las cosas. Todo por un hijo, ¿no? ¿Qué padre no lo haría?

Ladrón de ladrones es una historia con una gran variedad de personajes. Aunque los que importan de verdad, están tan bien retratados que te haces con ellos en nada. Redmond brilla con especial diferencia. Tan sólo su presencia llena la pantalla (viñeta). Aunque no hable. Redmond es grande, potente, un estilo a lo que se siente cuando ves a Marlon Brando en cualquier escena de El Padrino. Mirada triste, rencor contenido, un hombre que está de vuelta de todo. Una serie a disfrutar porque pasan mil cosas, tramas que se van cruzando, lo que Kirkman mejor sabe hacer. Y eso que Kirkman cuenta que fue creador de la serie pero solo aportó la idea. Nick Spencer ha elaborado un guion muy digno con giros de tuerca maravillosos. Y Martinbrough es el encargado de un dibujo que, sin duda, le viene muy bien a la historia (hablamos de un tío diestro en el cómic de género negro que incluso escribió un libro sobre cómo dibujar noir).

Ladrón de ladrones ha gustado tanto y está tan marcada dentro del medio audiovisual (te das cuenta cuando la lees), que es obvio que exista un acuerdo de adaptación en  la cadena AMC, la misma que emitió la grandiosa The Walking Dead.

Reseña: Otoñal, de Daniel Kraus, Chris Shehan y VVAA

No sé vosotros pero casi que aplaudo con las orejas cada mes, cuando veo que ECC Ediciones publica un nuevo título de Terror. Y terror del bueno del que se están publicando en USA cositas muy chulas como Fantasmas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13020) o este título que os traigo hoy. Otoñal (The Autumnal) es la nueva serie de terror del sello/evento Nightfall de Vault Comics, que ECC Ediciones acaba publica en nuestro país. Una miniserie del escritor Daniel Kraus (sí, escritor, porque este hombre, sobre todo, es escritor habitual del New York Times), y el artista Chris Shehan, el colorista Jason Wordie y el rotulista Jim Campbell (difícil de ignorar porque este señor hace tremendas portadas).

En Otoñal seguimos a Kat Somerville y su hija Sybil, las cuales, dejan atrás una vida rota en Chicago y viajan a Comfort Notch, un pequeño pueblo en New Hampshire, sin más planes que asistir al funeral de la madre de Kat. Pero no para llorarla. Más bien para que Kat pueda mirar por última vez a la mujer que odiaba. ¿De salud mental estamos ok, no? Ya ves. Todo parece dirigirse a un pueblo idílico que tiene en su vientre lo inquietante y lo que aman los verdaderos fans de las historias de terror pues, hay algo inherentemente aterrador en los lugares que parecen demasiado perfectos. Y es un tropo que Daniel Kraus (La forma del agua, Trollhunters, The Living Dead) usa a la perfección en este guion. Y esa tensión provocada y emotiva junto a algunos dibujazos inquietantemente abstractos del ilustrador Chris Shehan (House of Slaughter), que llevan a una reflexión sobre el trauma generacional que es tan emocionalmente satisfactorio como aterrador… Si tienes hijos. Pues, una madre y una hija que intentan sobrevivir. En un pueblo donde todos parecen ricos y felices. Pero Kat y Sybil pronto descubren que Comfort Noth esconde una serie de secretos debajo de su alegre y acogedor suelo que…

Los niños desaparecen. Las personas aparecen muertas con hojas metidas en sus cuerpos. Y unido a todos estos sucesos extraños, una leyenda local: la leyenda de Clementine Biddle. Y la gente del pueblo lidia con ese trauma de diferentes maneras. Pero lo tendréis que descubrir por vosotros mismos.

Otoñal, como serie de terror, funciona muy bien. Incluso bien dirigida y adaptada, daría para una muy buena serie de TV. El misterio, tan tradicional y predecible como es, le da a la trama un buen marco a lo que aferrarse. Siempre tendré debilidad por esos pueblos tan perfectos que son espeluznantes, y siempre es un placer ver cómo cada nuevo escritor que aborda este tropo lo modifica. Donde ya sabéis que el rey de este tema es Stephen King. Gente raruna+misterio+pueblo. Y no creo que sea una coincidencia que el trabajo de King se refleje en que podamos ver a Sybill leyendo Los ojos del dragón. Al igual que King, Kraus se enfoca en el carácter y el estado de ánimo ante todo, invitando al lector al viaje. Aun así, es de esas historias que deseas que hubiese sido más larga.

Otoñal es efectiva. Si estás buscando una lectura rápida y espeluznante, es una excelente opción. Una miniserie de ocho números que se recogen en este tomo y que tiene uno de los mejores inicios que he leído en mucho tiempo.

Reseña: Fantasmas, de Joshua Williamson y Goran Sudžuka

Mola ver que este es solo el primer volumen porque, madre de dios, vaya coitus-interruptus, me ha dejado este volumen de Fantasmas publicado por ECC Ediciones. Joshua Williamson y Goran Sudžuka forman equipo creativo en Fantasmas; una sorprendente combinación de género negro y terror que como bien dice su sinopsis, las bases de la trama se asientan en estos primeros números que enganchan lo más grande, que a pesar de todos los que son dejan con ganas de más, a un nivel tan alto como pocas historias leídas últimamente. Y contiene los diez primeros números de la serie. ¡10!

Fantasmas fue toda una sorpresa para mí por dos razones. En primer lugar, Joshua Williamson se ha convertido en uno de mis guionistas favoritos tras leer su Flash y, por supuesto, Nailbiter (Muerdeuñas). Sin embargo, nunca había oído hablar de Fantasmas. La segunda razón por la que me sorprendió esta historia es por la mezcla perfecta que hace de trama de atracos con Terror. El gancho de la intriga principal diría que no abarca ni la mitad de lo que la historia va a ofrecer. Y permitid que os adelante que lo que más me ha gustado de la historia ha sido la introducción de D. B. Cooper; aquel tipo extraño tan buscado, aquel misterio de persona o epíteto mediático de un hombre no identificado que secuestró el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines, pidió pasta y cuatro paracaídas y tras retomar el vuelo, desapareció tras tirarse del avión en el suroeste de Washington. Nunca fue encontrado ni identificado de manera concluyente. Entonces, ¿una historia sobre un maestro del atraco al que le agregan una casa embrujada, algunos fantasmas y un misterio que rodea al susodicho? El hype por las nubes, ¿no? Aquí el personaje principal es un tal Jackson T. Winters, sentenciado a prisión después de un robo fallido de un casino que dejó a toda su tripulación muerta, siendo él mismo la única excepción. Parece contento con pudrirse en su celda, pero la vida y el asesino a sueldo Anderson Lake y el multimillonario Markus Schrecken tienen otros planes para él. Le organizan la fuga y le dicen lo que necesitan que haga: irrumpir en una casa embrujada y robar un fantasma.

Como en todas las buenas historias de atracos, necesitas formar un buen equipo pero, sobre todo, atractivo. Si bien Jackson tiene mucho margen para hacerlo, Markus tiene dos requisitos para los miembros: Anderson debe irse y también debe hacerlo cierto medio de su elección (Edzia Rusnak). El resto del grupo lo completan Oliver King (un escéptico de oficio), Robby Trick (un viejo amigo y estafador profesional) y Joe y Jay Burns (dos cazadores de fantasmas que tienen el equipo necesario para conseguir el trabajo). A diferencia de la mayoría de los cómics como este, uno de los personajes (Jackson) ha visto muchas películas de terror y sabe que hacer y que no hacer e intenta hacer «lo lógico» en el lugar embrujado. Por ejemplo, al grupo no se le permite permanecer en la casa después del anochecer bajo ninguna circunstancia.

A lo largo de la serie, Joshua Williamson da pistas sobre lo que sucedió en el atraco al casino que ayudó a dar forma al hombre en el que se convirtió Jackson. Hecho que mantiene al lector súper enganchado ya que no nos dan toda la información de una sola vez. Y ahí queda. Por lo que necesito TERMINAR esta historia de urgencia.

Creo que no hace falta decir que Fantasmas es un cómic que hay que leer si o si e intentar terminar de una atacada.

¿Robar un fantasma de una casa encantada?

Brillante.

Reseña: Neptuno, de Leo

Neptuno es la secuela de la secuela de la secuela, jajaj sí… Pero, ¿y no lo es cada nueva serie o peli de Star Wars? En la continuidad de Regreso a Aldebarán, Leo libera a Neptuno que, como era de esperar, atraerá a su órbita a la pequeña tropa apoyada por la simpática tribu extraterrestre en un cómic que con el paso de las páginas acomete la acción desde diversos puntos de vista. Y nos volvemos a encontrar a Kim, por supuesto, y a Manon, la joven conocida en la mencionada serie que acaba de terminar su formación como agente especial. Pero Leo nos vuelve a ofrecer una trama donde tenemos los resortes adecuados que nos hacen apreciar esta historia de Ciencia Ficción que está dando más de sí de lo que uno pudiera esperar. Ahora con una misteriosa y gigantesca nave que ha surgido de quién sabe dónde, y que daría cobijo a humanos, una amenaza desconocida y una colisión que como todas en este tipo de historias, va a salir mal. Pero nunca subestiméis a Kim, afortunadamente está aquí, con sus súper habilidades adquiridas con las pequeñas cápsulas, poderes de los que muchas vidas dependen.

Neptuno correspondería al sexto volumen de la saga Los Mundos de Aldebarán. La aventura creada por Leo, una obra alabada por muchos lectores de cómic europeo contemporáneo. Tenemos en nuestro país un nuevo álbum donde retoma el universo argumental de la célebre saga y el maestro brasileño vuelve a poner de manifiesto el talento y la desbordante imaginación con la que está llevando esta historia de aventura, intriga y acción. Una fabulosa epopeya humanista como ha sido llamada en diversos medios. Con dos pequeños giros en su guion que nos llevarán a un lugar inesperado en una trama que para nada me la esperaba tan atractiva como al final resultó ser.

Neptuno sólo duró dos álbumes. Los mismos que ahora se recogen en un solo tomo y que publica por estos lares ECC Ediciones. Pero que duda cabe que hubiera dado para mucho más. Obviamente, se queda en una obra menos desarrollada e investigada que los ciclos anteriores y no sé realmente qué incitó a cerrarla tan pronto. Una trama que promete bastante a la larga si se hubiera querido. Un episodio de CF que va a atrapando cuanto más sabe tanto los protagonistas como el lector. Pero se acaba.

Como recordatorio, la saga Aldebarán comenzó en 1994 y dio nueva vida a las historias clásicas de Anticipación lo que posteriormente se llamó simple y llanamente Ciencia Ficción. Pero cuando surgió, tenía ese toque exótico, semi-pulp, lleno de innovaciones tecnológicas que también apostaba por las aventuras clásicas de viajes en el espacio. Destacando especialmente a los personajes y sus emociones. Todo siempre revestido de una sensibilidad ecológica muy marcada y de un sinfín de criaturas y entornos extraordinarios. Un éxito desde el principio, que ya he recomendado (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6223) y que por las criticas que he ido viendo, con los años nunca ha flaqueado. Pero lo cierto es, que después de cinco volúmenes repletos de aventuras, lágrimas y giros, se debiera sentir cierto cansancio por lectores o autor. Y no lo encontré en Neptuno. Quizás por cuando llegó a nuestro país o por cuanto tiempo espacié su lectura en el tiempo, sentí que nuevamente me encantó leer sobre esta saga. Y aunque me da que Leo se convirtió en seguidor del estrés y se vio obligado a ceñirse a los tiempos para no quedarse atrás en un mundo de mundos que no paraba de crecer, creo que el lector que se tome esta obra como lo que es (aventuras clásicas en el espacio, insisto), disfrutará de todas-todas de lo que supone Los Mundos de Aldebarán. Para algunos decepción, para mí una nueva galaxia de eventos a descubrir.

Reseña: Aquí Hay Avería, de Lorenzo Montatore

Lorenzo Montatore es un ilustrador y autor de cómics que suele pegar fuerte en el Salón del Cómic de Barcelona. Este año lo ha vuelto a hacer. Aquí hay avería y sus Obras Completas han visto la luz en dos geniales tomos publicados por ECC Ediciones. Yo no me los iba a perder. Pese a su nombre y apellidos italianos, Montatore nació en Madrid en 1983 y reside en Barcelona. Lugar ideal para desarrollarse como autor, en mi opinión. Y es ese tipo de autor que empezó desde lo más bajo: autoeditándose, publicando en fanzines y posteriormente dando el salto a la revista Voltio. Con Aquí hay avería nos demuestra el toque de originalidad del que están siempre sazonadas sus obras. Viti es un personaje tan feo como original, abstracto pero cuya apariencia tiene mucho que decir a poco que sepas de él. Y la vida que lleva. Siempre a tope de droga y vestido de brujo culpable, del color del vicio y con el cabello del color del fuego, no tiene boca porque solo necesita un ojo para comulgar en el sagrario del cuarto de baño. La metáfora está servida.

A Viti se le puede ver de noche. Cuando todos los gatos son pardos pero no sus colores que incitan a los que lo observan. Poseído por el delirio amarillo, patético en su patetismo, se detiene un momento a observar las estrellas que inventan líquidos y recuerdos. La droga haciendo efecto… Esa que se inyecta-gotea en ese ojo llorón. Una sola gota que colmó el vaso de su juventud, y ahí sigue esperando a sus amigos, que ya se fueron para siempre sin despedirse.

Montatore crea una alegoría del destino de muchos jóvenes (o viejóvenes) con este interesante cómic que deja muy buenas sensaciones. Pero Montatore no es casualidad del destino. Es un autor que pese a su juventud se le ve «trabajado» para con sus obras. En 2016 el autor fue nominado por La muerte y Román Tesoro como Mejor Autor Revelación en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Después llegaron notables obras como ¡Cuidado, que te asesinas! (La Cúpula, 2018), California Rocket Fuel (Sugoi ediciones, 2019) y Queridos difuntos (Sapristi, 2020). Obras que me han recomendado. No sé…, es ese tipo de autor creador de obras con las que no crees tener feeling hasta que lees o pasan por tu manos algunos de sus títulos. Jamás pensé que me iban a interesar ciertos cuadros y monumentos hasta que estudié Historia del Arte. Creo que es lo mismo.

Tenemos a un autor diferente que propone una jerigonza y un fuero muy personal aunque con diseños que recuerdan a Tono, Vázquez, Bruno Bozzetto o Max. Creo que no te va a gustar un cómic basado en el expresionismo hasta que das con uno bueno. Aquí hay avería fue para mí el ejemplo de esto. Relata doloras e hilarantes aventuras a la vez. Un pintor decadente enganchado a una droga que le aísla, que le lleva a la soledad y allí encuentra la inspiración. Lo único que me sale decir es: ¡Echadle un ojo!

Reseña: Fagocitosis, de Marcos Prior y Danide

Extraño álbum este. O novela gráfica más bien. No tanto por su temática, sino por su tratamiento desarticulado, tanto en el fondo como en la forma. Con Fagocitosis, novela gráfica publicada originalmente en 2011, Marcos Prior y Danide esbozaron un retrato robot tan hilarante y cruel como lúcido y certero de un país en crisis. En Fagocitosis se alternan capítulos más o menos cortos, cada uno utilizando varios estilos gráficos que pueden coexistir en un mismo capítulo, desde el franco-belga con una gran nariz hasta fotos en las que se dibujan personajes, pasando por estilos minimalistas similares a algunos dibujos animados de los años 60. ¿Desarticulado? Porque si el hilo conductor parece ser una denuncia a la sociedad de consumo, y al capitalismo liberal, en realidad, va un poco en todos los sentidos. Parodia de entrevista y cuestionario de trabajo, flash-mob (divertido) en un Mac-Do (lo que se ha dado en conocer como un Marx-Do), ofertas de trabajo a menudo divertidas, pero jugando con la risa socarrona frente al cinismo, poniendo enlace a los diplomas, habilidades y sacrificios esperados, ante la triste y nula realidad de las tareas a realizar… Parodia de historietas en las que los x-pertos son una especie de presentadores al estilo Fox News, los cuales, derraman el ordo liberal y rompen el azúcar endulzado que siempre ha existido Sindicatos y Estado.

Anuncios falsos y páginas web, etc… He aquí toda la panoplia para denunciar, un poco como ciertos collages situacionistas, a una sociedad determinada (Marx y Engels tienen su relato), varias y pequeñas historias que tienen lugar en el mundo de los comerciantes, que a veces se comportan como jugadores feroces y vulgares. Anunciantes en el punto de mira, por los carteles de las marquesinas, pero también por su neolengua y su estrategia comercial. Parodia de revistas, tebeos ancestrales, delirio de Swift (su texto es excelente y dio lugar a una igualmente excelente adaptación de Monthy Python en El sentido de la vida), todo vale para delirar con delicadeza, andarse por las ramas, y luego dar el golpe final.

Mensajes subliminales a los que estamos abocados en el día a día. ¿Made in China? ¿Los chinos vendiendo lo que hacen y empresas del primer mundo vendiéndote lo que se hace en China? ¿No lo pilláis? ¿Estás dispuesto a pagar mucho más por tu ropa o cualquier juguete todo procedente desde la misma mina de oro? Y el otro responde: “Solo si me suben el sueldo”. Y de repente, al final, un personaje nos habla del fraudulento «Premio Nobel de Economía», y ahí el lenguaje se vuelve tanto más claro como más incisivo, para luego arrojar una luz más iracunda y política (en el sentido noble del término) a todas las historias leídas antes.

Un tomo un poco loco, pero cuya lectura se agradece porque no hace más que corroborar todo aquello a lo que te das cuenta cuando te haces “mayorcito”. Mucha corrupción oculta, los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más ahogados para llegar a final de mes. Cuando estalle, estallará. Aunque estemos en un país donde apenas se reclame por mucho que nos machaquen. ¿Hacer huelgas? Uff… se está mejor en casita siendo sometidos y quejándonos a la pared, ¿no? Envidia total a cómo los franceses se echan a la calle cuando toca. En fin, que me caliento. La lectura de Fagocitosis puede irritar a mucho. Te da la razón. Un conjunto de cuentos, algunos de los cuales se articulan entre sí, cada uno con un estilo narrativo ligeramente diferente, una puesta en escena a veces sorprendente y otras veces más clásica. El dibujo de Danide no está nada mal.