Reseña: RIO, de Louise Garcia y Corentin Rouge

RIO me pareció una libre versión de Mon Bel Oranger, aquella novela de José Mauro de Vasconcelos publicada en 1968 y de éxito internacional (título original: Meu Pé de Laranja Lima) que fue traducida a cantidad de idiomas y que se vendieron tres millones de copias sólo en Francia. También es cierto lo que se dice en la sinopsis editorial (Si Ciudad de Dios fuese un cómic… se llamaría RIO) porque tiene todos los componentes e ingredientes que hicieron grande a aquella gran película. De hecho, de ese guión si que pudiera ser una segunda parte si contamos que se hablan de otros personajes o habitantes de la zona…

No sé si sabéis de lo que os hablo. Es el tipo de historia que trata la miseria en las vidas de ciertos adolescentes en zonas marginales, el tipo de libro sobre la miseria que te hacen leer en la universidad para darnos cuenta de lo afortunados que somos de estar donde estamos. Pero eso claro, para el que no haya vivido en un barrio marginal y no sepa lo que es, y así se asuste un poco. Lo que ocurres es, que en este caso, este que os escribe sí que sabe lo que es eso. Y puedo decir que vi, entre otras muchas cosas en niñez, como un barrio, un nuevo barrio obrero que se suele decir, el cómo se convertía de la noche a la mañana en lo peor de lo peor para vivir. Cada día un acontecimiento de los que se graban en la retina. O mínimo uno a la semana par ser sinceros. Un barrio que se convierte en marguinal por una serie de elemental que se vienen a vivir al sitio, grandes pisos que ellos mismos dicen que solo los quieren para dormir o guardar droga. Fin. Y en ocasiones ni siquiera para dormir. Aunque sí animales de granja…

Pero RIO va más allá y trata lo peor del ser humano. Y en RIO seguimos la vida de dos pequeños que pierden a su madre y deambulan por Río con la esperanza de algún día vivir con dignidad. No es del todo nueva esta pesadumbre. También presenta otros elementos como esos estadounidenses ricos que vienen a vivir en edificios de lujo cercanos para trabajar en ONGs y “apiadarse” de lo mal que lo pasan los niños allí en el barrio de al lado. ¡Pobrecitos! Pero bueno, cuando acabe mi trabajo yo me marcho a mi barrio donde se vive con normalidad, ¿no? No obstante, lo que ocurre es, que en RIO,  se va más allá… Mujeres que se dedican a sacrificios satanistas a la luz de las velas, monjas desilusionadas que cuidan niños hambrientos de venganza, policías corruptos… Es un cómic que muestra violencia, la violencia natural de la que es capaz el ser humano. Violencia que juega con las cuerdas habituales del coraje, dilemas entre la lealtad a la cultura y la voluntad de salir de ella. El lazo fraternal que quizás haya que cortar.

Norma Editorial trae esta obra recopilada en un sólo integral. Uno en tapa dura…, de los dignos tomos a los que nos tiene acostumbrados. Y la verdad es que la historia empieza bastante floja. O quizás sea yo que ya he leído bastantes historias que tratan este tema. Pero poco a poco fuí enganchándome pues la trama se desarrolla bien y el total enganche llega con un evento dramático al final del segundo álbum que para nada ves venir. El escenario entonces se abre y empieza a centrarse en las tramas a las que hace mención al principio y ya todo encaja. Corrupción del gobierno, la hipocresía de los organismos internacionales y norteamericanos, y cómo finalmente las pandillas de las favelas son una vía tan estrecha que es raro que los inmiscuidos salgan de ella. Pero el que sale… oh, con el que sale. Cínica solución. Puedes estar más pallá que pacá o ser el mejor, el más-mejor en lo que haces. Y eso lo he visto con mis propios ojos en el barrio que me crié de donde partieron grandes genios en el tema cultural. Y ese toque de originalidad que proviene de esa mezcla de vudú, satanismo y espiritismo que orbita alrededor del pasado del héroe y la muerte de su madre.

La guionista brasileña Louise Garcia y el dibujante francés Corentin Rouge (XIII Mystery) unen sus fuerzas en un drama hipnótico y trepidante dividido en cuatro partes donde los personajes son los verdaderos pilares de una historia difícil de olvidar.