Reseña: Lo Mejor de Pafman, de Cera

Bruguera está haciendo algo tremendo. Y no es otra cosa que traer recopiladas las mejores historias de muchos personajes, que muchos de los viejóvenes tenemos en el corazón. Y ahora en tapa dura, formato grande, muy digno de tener sitio en nuestros extensas cómictecas. Y digo formato grande porque lo normal es que estas historias las leyeras en el pasado en pequeños huecos de periódicos, mini libretos de cómics… etc. Entonces, toda una sorpresa entre estas ediciones ha sido ver/reencontrarme con Pafman. Lo mejor de Pafman, del gran Cera. Un personaje que no se publicaba desde 2013, en las tan recordadas por mí últimamente, Crónicas de Pafman.

Joaquín Cera fue el creador de este divertido personaje, uno de los mejores autores patrios que tenemos en el noveno arte, creador también de otros muchos personajes. Otro catalán de cuidado que tras fichar por Bruguera empieza a elaborar historietas para la revista Mortadelo poco antes de que esta desapareciera junto a la editorial. Pero Cera tuvo la suerte de que Ediciones B lo heredara todo (o viceversa), así que el autor comenzó en 1986 su etapa más prolífica. Pafman, Dr. Pacostein, Los Xunguis… Cera no ha parado desde los 90 en las revistas (TBO, Súper Mortadelo, Súper Zipi y Zape) que Ediciones B creó y donde Cera hizo tándem con otro grande como es Ramis.

Pafman fue creado por Joaquín Cera en 1987. El propio Pafman es el personaje principal como se puede deducir, pero aparte de este superhéroe chapuzas tenemos a un gato antropomorfo e inventor llamado Pafcat. Ambos dos provocando multitud de desastres a la hora de enfrentarse con villanos. Las primeras historietas de Pafman apenas tenían continuidad pero con el tiempo, a pesar de que la serie era un gag constante, hubo algunas cosas que quedaron establecidas y algunos argumentos algo más largos y con enjundia. Varios de los cuales se aportan en este tomo. En un principio, Pafman y Pafcat trabajaban por libre, pero luego pasaron a formar parte de la plantilla policial del comisario Mafrune. Y tras las reactivación que tuvo la serie en 2004 con la llegada de Pafman Redevuelve, se nos dice que los personajes han pasado los siete años en los que no se publicaron aventuras congelados en el polo y es donde conocemos a la sobrina de Pafman. Toda una trama que se termina de desvelar en el Pafdark, el Cabestro Oscuro.

Como puede deducir la gente que no lo conozca, Pafman es un superhéroe torpe y chapucero que se empeña en luchar contra el mal, a pesar de que probablemente la gente estaría mejor sin su ayuda. Tenemos un cómic que se basa en el chiste constante: situaciones surrealistas, juegos de palabras, rotura de la cuarta pared, humor y más humor. El caso de las gafas churrifocales es para mía la historieta más tronchante con diferencia. Un confidente de Pafman siendo asesinado por «cuatrocientos encapuchados con gafas y sombrero mexicano» (que aparecen de la nada) y termina con el héroe frente al villano descubriendo como derrotarlo gracias a una cagada del guionista.

Pafman y Pafcat viven en Logroño City, una megaciudad que solo se parece a la ciudad española en el nombre y que tiene bosques, playa, una estatua con una antorcha y cualquier cosa que requiera el argumento de la historieta en cuestión. El origen de Pafcat siempre me encantó. Es un gato salido de la mutación de un amigo de Pafman y su gato doméstico, los cuales fueron metidos en una lavadora junto con un kilo plutonio. Ahí lo llevas. Y si os lo estáis preguntando, su enemigo más habitual no es una parodia del Joker. Se llama el Enmascarado Negro, y es un bandido vestido todo de negro y con una N en el pecho. Nunca se le ha visto la cara, siempre lleva una capucha debajo de la otra, el Enmascarado Negro es capaz de cometer todo tipo de actos malvados, desde robar el ladrillo de una obra hasta invocar a un demonio para destruir el planeta.

Pafman es un personaje que cuando lo conoces, cala. Este tomo recopila las mejores historietas del personaje, desde sus primeras apariciones hasta sus historietas más reconocidas, recuperando el material con correcciones de color y texto por parte del mismo autor. Y cuenta con un pedazo de prólogo a cargo del guionista, ilustrador y fan del personaje, Manuel Bartual. Como para perdérselo.