Reseña: Marvel Según Richard Corben
Una de las joyitas en formato cómic del verano, una que se ha publicado en este julio de 2024 que se nos va, ha sido Marvel según Richard Corben. Casi que no tengo que deciros que es un tesoro indispensable para los amantes del maestro así como para los fans de unos de los dibujantes más originales y característicos que ha dado el noveno arte norteamericano. Porque Corben ha participado en un puñado de contundentes obras publicadas por Marvel aparte del cómic de Terror que fueron los títulos en los que yo empecé a conocerlo y enamorarme de sus trazos. Luego, ya sabéis, su famoso Den, Mundo Mutante y otras tantas historias de terror.
¿Pero de Marvel? Cuando vi que este Marvel Limited Edition se publicaba me dije: «No se me ocurre ahora… O casi que puedo contar con los dedos de una mano, los títulos de Marvel que he leído de este señor…». Y aquí estamos. Con un tomo donde Marvel Comics se detiene para reflexionar sobre la vida y la carrera del dibujante de cómics estadounidense Richard Corben. Un autor que durante su carrera como artista y escritor, colaboró con Heavy Metal Magazine, DC, Vertigo, Dark Horse y Marvel. Vivió hasta los 80 años… Esto sería un resumen de su vida muy, muy liviano, pero si queréis cuento algo más. Mirad, Corben creció en una granja en la pequeña ciudad de Sunflower, Missouri, leyendo los relatos cortos de terror de la EC Comics. ¡Genial colección! Alentado por sus padres a dedicarse al arte como carrera, se mudó a Kansas City para estudiar cine y animación en el Kansas City Art Institute, donde se graduó en 1965 con una licenciatura en Bellas Artes. Trabajó en Calvin Studios como animador y, solo un par de años después, publicó una portada en la edición de 1967 de The Magazine of Fantasy and Science Fiction. Su primer cómic, Fantagor, se publicó en 1969, lo que supuso un punto de inflexión en su carrera. Durante ese tiempo, envió sus trabajos a las revistas Creepy (1964) y Eerie (1965) de Warren Publications (publicaciones en las que os decía que lo conocí), y finalmente se convirtió en un artista destacado frecuentemente en diversas publicaciones de los años 70. Su primera portada fue la edición de marzo de 1971 de Eerie y también contribuyó con cuentos cortos para revistas, algunos súper chulos que puedo recordar pero que no comentaré aquí.
Después de eso, trabajó en cómics underground como Skull, Slow Death y Fever Dreams, entre otros, lo que le llevó a dedicarse al medio a tiempo completo. En estos primeros días, desarrolló una técnica de coloración, que implicaba superposiciones de color, que simulaba el color completo y producía imágenes casi fotográficas con una calidad luminiscente. Fue precursor en este estilo. En el año 2000, pasó a DC Comics, donde adaptó la escalofriante novela de William Hope Hodgson, The House on the Borderland y luego trabajó junto a Brian Azzarello en Hellblazer. ¿Para Marvel? Trabajó junto a Azzarello una vez más, creando la serie Startling Stories: Banner, en 2001, luego el cómic Max Cage en 2002 y luego llevó su estilo característico a Punisher: The End en 2004. Pero también en Ghost Rider en 2006 y Starr The Slayer en 2009, guionizados por el recientemente comentado por aquí Daniel Way (https://www.cronicasliterarias.es/?p=16757). Bien. Pues todas estas joyitas las tenéis en este tomo.
A lo largo de los años, Corben ha ganado premios en el ámbito del cine y el cómic, incluido el CINE Golden Eagle de 1968, el premio Shazam de 1971 y 1973 y el Spectrum Grand Master Award de 2009. Después de ganar los premios Eisner en 2009 y 2011 por su trabajo emblemático en el Hellboy de Dark Horse, fue incluido en el Salón de la Fama del Premio Will Eisner en 2012. Y en 2018 recibió el Grand Prix de la ville d’Angoulême, un premio a la trayectoria en el Festival Internacional de Cómics de Angoulême.
Reconocido por todos, las obras de Corben nunca pasan desapercibidas.