Reseña: Cyberpunk 2077. Kickdown
Cuatro numeritos en un solo volumen que son un disparo en la cara. Y eso que es una historia que opta por centrarse en la cultura automovilística pero en su ámbito distópico —una propuesta desafiante dada la notoria dificultad de representar persecuciones de coches en los cómics—, consigue un gran éxito en su completo final. Los fans de toda esta serie de cómics basados en los mundos de Cyberpunk están de enhorabuena porque Panini Cómic pone en librería un nuevo tomito indispensable de esta franquicia. Una que estoy disfrutando mogollón en cualquiera de sus formas. Y es que Kickdown es otra historia preparada para continuar esta exitosa racha de buenas historias.
Aquí conocemos a Mint, una hábil ladrona y conductora de coches con fama de delatar a la policía a la que intenta desmentir. Esta motivación impulsa la acción a lo largo de todo el cómic, sobre todo, el de un inicio espectacular con el que abre el tebeo. Pues a medida que Mint se involucra en comportamientos cada vez más peligrosos para demostrar su valía a antiguos aliados del hampa, los resultados, bañados en neón, suelen ser escalofriantes.
Esto es Cyberpunk 2077: Kickdown, una historia trepidante ambientada en el universo de Cyberpunk 2077 de CD Projekt Red. Por eso, las viñetas iniciales de Kickdown se leen como un anuncio de los 80 contra el acoso escolar, como si un pastor de jóvenes de los suburbios pensara que el problema son las pandillas callejeras, y la superficialidad del diálogo termina por resultar desconcertante. Un viñetario donde el diálogo vacío queda eclipsado por la trama en un título que tanto por las persecuciones como por los tensos enfrentamientos entre ambos bandos esplende acción por los cuatro costados.
Un buen cómic con una trama dinámica que consigue un giro perfecto al final. Uno más para una serie súper recomendable.
