Reseña: Harley Quinn. La Premisa de la Risa

Los cómics de Harley Quinn pueden ser de los pocos cómics que más hacen honor la palabra «cómic». Son pura diversión, risas y divertimento asegurado. Por eso, cuando quiero desconectar y pasarlo bien sin darle muchas vueltas a la cabeza leyendo, un cómic de Harley Quinn siempre es una de mis primeras opciones. Así que era un poco obvio querer/tener y disfrutar de este volumen ahora que Panini Cómics pone en librerías este tochal con sus mejores historias que van desde 1993 a 2001, todo dentro de la genial colección que está sacando como son los indispensables DC Finest.

Harley Quinn apareció por primera vez en la legendaria Batman: The Animated Series pero su popularidad permitió el salto a los cómics, lo que cimentó dentro de DC a este tan característico personaje. Sin embargo, yo quise saber más de ella después de alucinar muy mucho con el personaje en el film Escuadrón Suicida 2, y es que… bueno, ya sabéis, uno se flipa con el tipazo de Margot Robbie. Pero lo que quiero decir realmente es que me encanta como está representada mi Harley Quinn en esas pelis y eso esplende en este volumen que recoge las primeras aventuras en el medio de Harley Quinn; desde su debut en las viñetas, pasando por el especial que la introdujo en la continuidad del Universo DC, el multipremiado arco argumental Amor loco y los ocho primeros números de primera serie abierta que son toda una delicia.

Cómics ligeros, que provocan risas, detalles que te harán pasarlo bien como ver al personaje (o a su alto nivel de locura) o vislumbrar las cosas que dice un castor disecado que tiene en casa…, son momentazos que vais a encontrar aquí. Pero no es el único “amigo” que tiene. Un día rescata a un pobre perro maltratado por su dueño y no veáis la que lía. Porque los animales tienen mucha importancia en los cómics de HQ y eso quizás sea lo que la mantiene un poco cuerda a esta loca de los colores. Un antiguo paciente del Arkham Asylum le ha dado un enorme apartamento en Coney Island a nuestra protagonista. Una nueva Harley es ahora la encargada de cobrar los alquileres de las plantas del edificio, una interacción de personajes que traerá cola. Como propietaria, ayudará a manejar a más de uno a “hacerse cargo” de los impuestos. Ya veis lo que puede salir de aquí.

Y más. Encontraréis escenas curiosas como uno que la obliga a maquillarse para encontrar su estilo, un maquillaje grabado a fuego que parece imborrable, pero las cosas se complican, mientras actúa (y sobre-actúa) como Doctora Harleen Quinzel. Por otro lado, como Harley Quinn, descubre que alguien ha puesto precio a su cabeza. La violencia regresa a dichas páginas con la aparición de Hiedra Venenosa. Y es que Paul Dini tenía un objetivo claro: recuperar a las grandes musas de Gotham para los mejores números de HQ, pues mientras que Harley Quinn había aparecido en cómics anteriormente, sobre todo, en la antología Amor Loco y otras historias, finalmente consiguió su propia serie regular. Ocho numeritos que aquí se incluyen como colofón al tomo y que son toda una genialidad.

Harley Quinn: La Premisa de la Risa hace que el día normal del lector se convierta en algo chistoso, provoca sonrisas continuas y eleva nuevamente el gusto lector por el cómic de superhéroes. Kano, Paul Dini, Karl Kesel, Bruce Timm, Pete Woods, Terry Dodson…, son los grandes autores que la trataron. Los dibujos de Bruce Timm siempre tan maravillosos. Pero todos entregan una mejor representación de la Harley Quinn que antes no conocíamos, de ahí que estemos ante uno de los tomos más indispensables de DC a tener en mi opinión. Harleen Quinzel era una ambiciosa psiquiatra del Asilo Arkham que se atrevió a tratar con el Joker… O por lo menos, lo intentó. Terminó enamorándose del villano y cuando lo ayudó a escapar, este la lanza a una cuba de residuos tóxicos que le termina dando su aspecto habitual. Y transformada en Harley Quinn, la loca de remate, la joven empieza a delinquir junto al Payaso del Crimen debido a su eterno enamoramiento…, porque ya sabéis, el amor es ciego, loco y se hacen cosas por alguien sin ser consecuente de nuestros actos. El amor por encima de todo, me sigue pareciendo una idea maravillosa.

(Uy, cuidado con las bromitas hoy)

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.