Reseña: American Ronin. Íncubo, de Peter Milligan, ACO, David Lorenzo y Dean White

El futuro cercano. Las corporaciones ultrapoderosas libran una guerra en la sombra por el control del mundo. Los gobiernos, tal como los conocemos, han sido reducidos a entes lamentables. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley sirven a los operadores privados y el uso de la ciencia como arma ha dado lugar a nuevas formas de mutilar a personas a modo de convertirlas en asesinas. ¿Una mutación popular? ¿Aumentar la mente de alguien hasta el punto de que su empatía se convierta en arma?

El futuro cercano.

Aquellos que han pasado por este procedimiento solo necesitan una muestra del ADN de su objetivo (una gota de sangre, saliva en un tenedor, incluso algo de caspa) para sumergirse en sus mentes y aprender no solo cómo piensan, sino porqué piensan lo que piensan… de esa manera. Y cuando conoces a alguien tan a fondo que bien podrías ser él, matarlo es solo una cuestión de habilidad y voluntad. Y tenemos a un hombre que ha pasado por este procedimiento. Un hombre que puede presumir de ser uno de los mayores asesinos del mundo. Una vez, sirvió al conglomerado llamado Lincoln´s Eye. Ahora no sirve a nadie más que a sí mismo. Es un Ronin. Con todas las letras. Y se vengará de quienes lo convirtieron en lo que es.

¿Premisa peliculera? A tope. ¿Leída con voz-en-off, os pondría más en vereda? De eso estoy seguro. American Ronin es un thriller tecnológico donde el siempre interesante Peter Milligan desarrolla un guión bien elaborado que sorprende por sus detalles. Las ilustraciones y diseños del artista ACO (Midnighter) son fílmicos, puros storyboards coloreados. Sus representaciones del Ronin y el Incubo son una excelente integración de texto narrativo en formato visual. Y es que se representa muy bien el hecho de que ambos hombres fueron algo… pero ahora, vaciados por los procedimientos que les otorgaron sus extraordinarias habilidades, son otras personas. Entonces, llega ACO y los convierte en sombras o en ángulos desprovistos de almas. Rara vez alguno de los hombres son completamente visibles en viñeta y sus presencias más directas llevan a un toque abstracto. Siendo así, el Ronin no es del todo un fantasma y el Incubo no es del todo un demonio. Pero ambos hombres están literalmente separados de la raza humana y aprovechan al máximo esa brecha mientras realizan sus operaciones. Como infiltrados, son mutables y tan memorables como deben ser. Como asesinos, el Ronin es un luchador en potencia y el Incubo un torturador. Son la fuerza personificada.

Tengo que decir que el guión de Peter Milligan dibuja un contorno del Ronin sólido, pero nunca se desarrolla más allá. Y quizás al lector le gustaría saber un poquito más de ese contorno. Pero sabiendo algo como sé de hacer guiones, diría que esto es intencional. El Ronin que encontramos aquí, después de todo, adquiere los rasgos de otros personajes en el transcurso de su trabajo. Y el desarrollo del personaje que hace Milligan se ve que quiere que sea, lo suficientemente superfluo para que aprendamos sobre su metodología y proceso. Poco más. Que te encariñes del personaje, como mucho, al estilo de lo que uno se pudiera enamorar de un Terminator en dicha peli. Del mismo modo, el Incubo es inquietante y aterrador y, bueno, eso es realmente lo que gusta de un malo-malón, ¿no? Hay un poco más de complejidad en él dado que fue moldeado deliberadamente en su estado monstruoso actual, pero ni él ni el Ronin son personajes particularmente indestructibles. Y eso mola. También esa nebulosidad está presente en el resto de lo que vamos encontrando en American Ronin. Me refiero a las corporaciones Lincoln´s Eye y American Dream que no tienen ningún objetivo más allá del poder. Si bien, eso se ajusta a la forma en que funcionan las organizaciones ávidas de poder; corporaciones que no tiene un lenguaje propio, no tienen credo ni historia y simplemente gustan de las guerras silenciosas que libran con su rival.

¿Eres un gran fan de John Frankenheimer o Frank Miller? Si los cómics contundentes sobre la búsqueda de la razón y el saber de como se manejan las corporaciones y cómo nos utilizan para trazar su más despiadados planes, te atraen; debes echarle un ojo a esta serie.

American Ronin, recién publicada por Panini Cómics.