Reseña: El Verdugo, de Mathieu Gabella y Julien Carette

Él es la Mano de Dios en la Tierra.

Si lo decide así, les dará la última hora a sus víctimas…

Mathieu Gabella regresa con una historia fantástica en un Paris oscuro y medieval, algo más que evocador. Esta vez se trata de un verdugo que cultiva su singularidad como un sacerdocio, casi una penitencia, un trabajo. Una vez cerrada la idea, surge un paralelismo con el Roy des Ribauds (una obra maravillosa de Ronan Toulhoat y Vicent Brugeas), por la forma y algunas subtramas por la sustancia. En la forma, el París con ganas de auge y potencia de una ciudad emergente de comercio y desesperación; más que una introducción, tenemos un enorme decorado. Pero mola que, al que todos llaman El Verdugo aparezca como un superhéroe, un todo-lo-puede que también tiene su propia debilidad. Y, por supuesto, mantiene su identidad en secreto para la ocasión. Más cerca de Batman que de Superman, comparte con sus homólogos estadounidenses la imperiosa necesidad de tener una misión digna de su dimensión demiúrgica y luchar contra una némesis que le atosiga. Sin embargo, el guionista de La Licorne quiere marcar la diferencia y hace evolucionar a sus protagonistas en un París medieval y no en medio de una megalópolis moderna. Además, con el paso de la trama, los personajes maduran y redondea el conjunto dotándolo al final de libre albedrío. Es decir, un final donde puede pasar de todo. Y eso mola.

El Verdugo es uno de los integrales más recientes que Norma Editorial edita. Una obra de la siempre genial BD, que recopila los tres álbumes que vieron la luz en Editions Delcourt en 2016, 2017 y 2018. Tan solo dos añitos después nos llega esta chula obra que uno asocia rápidamente a un Jorobado de Notre Dame malévolo que rompe sitio y se lanza a la calle a hacer el Mal. Pero tampoco es eso. Como se advierte en la sinopsis, se trata de un Don que se adquiere si se hace voto de soledad. No nos convertimos en superhéroes, sino en súper verdugos indestructibles para llevar a cabo una justicia despiadada contra los criminales o gente que se ha salido del camino correcto. Darles caña a los notables que han adoptado tolerancia cero incluso con niños. ¿Quién no querría una ocupación así?

El primer álbum, ¿Justicia Divina?, dista mucho de ser perfecto pero sinceramente tenéis que seguir. Por que un poco más adelante tiene unas cualidades innegables que nos hacen querer seguir la lucha de este verdugo contra ese bufón que también es capaz de hacer magia y que salva a una pequeña víctima de su justicia divina e implacable. Así llegamos a Mascaradas que ya sí es un buen álbum que engancha de todas-todas a la serie. Donde un bufón se eleva sobre la ciudad desde lo alto de un campanario, la luna se cierne sobre él, no, esta no es una nueva aventura del Joker contra Batman, pero sí que hay dos seres poderosos enfrentados en lo más alto de una París medieval. Mathieu Gabella aquí saca lo mejor de sí mismo y confecciona un escenario que relanza lo contado en el primer álbum. Como dicen los galos, una historia cosida con hilo blanco. La segunda parte de una obra donde tras una serie de encuentros y desencuentros ya se presagia un desenlace oscuro y sorprendente.

El tríptico llega a su fin con La Fiesta de los Inocentes. Un escenario que sorprende con el dibujo de Carette haciendo mella en nuestros ojos. Cantidad de detalles muy guapos. Pero aquí llegas con la intriga de querer conocer urgentemente el destino final (¿trágico?) de El Verdugo: Su nombre hizo temblar París y resonó en todo el reino… Pero apareció el Bufón y su mundo se derrumbó. Peor aún, descubrió que otros habían desarrollado el Don…. Sin embargo, hay más en el ajo, un grupo creado para matarlos a ambos. Entonces, ¿es el momento de la Sagrada Unión?

La Fiesta de los Inocentes se acerca.

Como os decía antes, El Verdugo es el claro ejemplo de que nunca puedes juzgar una historia por su inicio. Sí, es cierto, un comienzo no tan bueno a día de día en el mundo de las prisas, puede ser letal. Muy pocos dan segundas oportunidades. Pero gracias a Norma Editorial, El Verdugo nos llegó en formato íntegro y así no tienes otra que seguir leyendo, para darte cuenta que la trama se disfruta y ves que quizás, Mathieu Gabella y Julien Carette, podrían ser invitados por DC Cómics a hacer algo con Batman en no mucho tiempo.

Reseña: Merlín (Dos Integrales), de Sfar, Munuera y Morvan

Joann Sfar es ese prolífico dibujante y guionista de cómic francés, ilustrado, que en apenas diez años ha generado una obra sorprendente y atractiva que le ha puesto en el podio más alto de la BD, la comunidad generalmente llamada Cómic Europeo. En boca de todos últimamente en nuestro país por su genial obra La Mazmorra (Integralazo que se ha marcado Norma Editorial hace nada), muy hypeado por lo que hace, me puse a buscar más cómic de él y me topé con Merlín; una visión aún más épica de las novelas de Fantasía clásica que Dolmen Editorial ha dispuesto ya en dos sendos tomos recopilatorios.

Joann Sfar es ese prolífico dibujante y guionista de cómic francés, ilustrado, que en apenas diez años ha generado una obra sorprendentemente extensa y atractiva que le ha puesto en el podio más alto de la BD. La comunidad generalmente Cómic Europeo. En boca de todos últimamente en nuestro país por su genial obra La Mazmorra (Integralazo que ha publicado Norma Editorial hace nada), muy hypeado por lo que hace, me puse a buscar más cómic fantástico de él y me topé con Merlín, una visión aún más épica de las novelas de Fantasía clásica que Dolmen Editorial ha dispuesto ya en dos sendos tomos recopilatorios. Alguien me dijo: ¡Atención, precaución! No te equivoques, Merlín tiene pinta juvenil pero para nada lo es. Bajo una línea llamativa, redonda, divertida y atractiva, bajo colores brillantes y alegres sin llegar a ser rimbombantes, se esconden historias a veces más adultas de lo que parece, para nuestras queridas cabelleras rubias o morenas o pelirrojas o… No veo ninguna denigración en esto, eh. Y es que siempre he dicho que dentro de los tres grandes géneros, el humor bien llevado, puede generar una obra que puede ser puro deleite degustarla. Me gusta cuando los autores toman historias o eventos de la Edad Media y los ridiculizan. La juventud de Merlín, El Encantador, visto por Sfar es pura delicia. Dice que, Merlín antes de convertirse en «hechicero profesional», tuvo dos amigos muy divertidos: Jamón y Tostada. Tres chavalitos puros juntos así, que recorren en cada álbum emocionantes aventuras a través de bosques, castillos y sendas sombrías inexploradas.

Con esta serie, Sfar revisita cuentos, fábulas y novelas populares, pervirtiéndolas con un poco de humor y personajes un poco excéntricos. A priori, dirigida a un público joven, pero como alertaba my friend, cruza bien la barrera de la edad, y algunos rasgos o situaciones de humor están hechas directamente para mayores…, personas ya con una ed… ¡Para nosotros!

El primer integral contiene los tres primeros álbumes de la serie. Empieza con Jamón y Tostada (donde conocemos al joven Merlín y sus golfos amiguetes, además de conocer a una joven princesa y bruja, con mucho lío de por medio); en Merlín contra Papá Noel (casi que el titulo lo dice todo); y Merlín va a la playa es una visión muy particular de la famosa Batalla de Hastings (1066), tergiversada hasta un punto que no podéis ni imaginar.

Todavía me estoy riendo.

El segundo volumen y último lo tenéis como novedad ahora mismo. Y completa una edición y recopilación en dos tomos de una serie editada por primera vez en español. Contiene otros tres álbumes: El Romance de la Madre de Renart (tenía que suceder: Merlín y su colegas viviendo los famosos poemas medievales de Roman de Renard que están ambientados en una sociedad animal y su principal protagonista es Renart, el zorro); Tostada e Isolda (el amor ha venido para jodernos/joderlo todo) y Papá Merlín (donde Pata, es un bebé enorme que llama a Merlín «¡Papá!» y…, ¿de dónde viene este mocoso que lo destruye o se come todo?).

El más que lindo dibujo de nuestro compatriota José Luis Munuera (que cuentan fue rechazado por editores españoles por su estilo «demasiado francés». ¡¡Diosess!!), ahora se le puede ver regularmente publicando junto a Joann Sfar y Jean David Morvan en las poderosas editoriales galas Delcourt, Bayard y Soleil.

En Merlín vais a encontrar historias que parecen destinadas a ser contadas por una libélula a sus libélulas, una abuela a sus ovejas o una vaca a su dulce pasto. Estas aventuras ubicadas en una Edad Media muy chatarrera cuentan de un Merlín impetuoso y jovial, todavía muy lejos del anciano sabio que se convertirá en leyenda. Sus dos compañeros -Jamón, el cerdo (el más reflexivo del trío) y Tostada, una especie de ogro/árbol poco lúcido-, aportan esa gracia que vuelven las tramas más locas aún. Historias divertidas y bastante palomiteras, una serie que aporta buenos ratos de lectura.

Para leer, reseñar, disfrutar, recomendar y, por supuesto, regalar.

Reseña: Dolores, de Bruno Loth

Es entonces cuando encuentras un cómic como me gusta, que combina hábilmente una historia bastante personal e Historia. Sí, con H mayúscula. Un excelente álbum que recién edita Ponent Mon, de esas curiosas tramas que se te quedan en la cabeza durante un tiempo.

Vengo siguiendo a Bruno Loth desde que un amigo profesor de Ética me aconsejara leer en su día Los Fantasmas de Ermo; una colección de tres álbumes que nos trasladaban a la Barcelona de 1936, donde Ermo era un joven huérfano que llegaba desde el sur de España con una compañía circense llamada Bakunin en pleno estallido de la Guerra Civil. Una maravilla. Por eso, cuando me enteré de la publicación de Dolores como novedad fui corriendo a saber más.

El diseño de Bruno Loth es bonito y detallado y rápidamente encuentras en él cierta manía con esta historia: la extraña elección de usar solo marrón/beige para los colores de la trama. Cuanto menos curioso pues no encontré ninguna lógica visual/mental en ello. Pero, sin duda, la habrá, como dice la cancion. Mi torpedad viene con los años y… A lo que iba. En Dolores, Bruno Loth realiza un rico trabajo sobre la memoria y el olvido (¡anda, lo que comentaba!), a través del prisma de la inmigración y la historia de una mujer que ha enterrado por completo su pasado y se viene abajo por la trágica experiencia de sus hijos. Ahora, preocupados por ella y sus problemas de salud, el personal de enfermería que la atiende empujará a una de sus hijas a cuestionarse el pasado de su madre porque, inquietantemente, ha comenzado a hablar en español, descubriendo así, que su nombre real es Dolores. A partir de aquí, su hija irá desenmarañando poco a poco el pasado de su madre. Descubrirá sus orígenes españoles y como tuvo que huir de su país en plena Guerra Civil.

Una historia muy contemplativa que se disfruta, y sinceramente, es fácilmente adaptable a la gran pantalla. Muchos la debieran leer, pues tenemos aquí un buen álbum, inmersivo, de ese eterno tema al que muchos escritores patrios recurren pero del que pocos vemos contado por autores de fuera. Bruno Loth nos ofrece una historia que resulta bien construida mezclando con lo justo y necesario ficción e historia. La aventura de Nathalie comienza cuando su madre, en una casa de retiro y sufriendo depresiones, de repente comienza a hablar en español. Tiene misteriosas pesadillas donde habla de la playa y del abandono. Pronto, Nathalie llega a comprender que su madre, en su infancia, huyó de las fuerzas de Franco en el 39. Una experiencia postraumática a la que de algún modo ha regresado y que la retrotrae al horrible momento de decenas de miles de republicanos rodeados en las playas de Alicante.

Dicen que el éxito de Bruno Loth para sus cómics se debe a su implicación personal. Por lo visto, pasó varios meses en nuestro país para documentarse e incluir testimonios certeros de personas que vivieron el desastroso momento. No obstante, el autor se ha documentado sí, pero parece más una cuestión de aprendizaje pues no sobrecarga demasiado la historia en Dolores, ni abruma al lector en ningún momento, como hacen otras historias con tanto dato. Realmente es el camino de la investigadora lo que nos lleva a diferentes lugares y la que pone ese “suspense” que nos incita a seguir leyendo…

Una lectura instructiva a la vez que bella.

Reseña: La Mennulara (Novela Gráfica), de Simonetta Agnello Hornby y Massimo Fenati

Quizás es bueno que ciertas obras cambien de formato con tal de que lleguen a más gente. Después uno/a buscará más o no si le interesa. Pero al menos será consciente de su procedencia y tendrá esa opción de «expandirse», tal vez de conocer más, o simplemente de verlo resuelto de otro modo. Me ha pasado con La Mennulara que acaba de publicar Planeta Cómic en formato novela gráfica. Una joyita que he degustado en unos cuantos viajes en metro. Esos, en los que me evado de todo y disfruto de mis lecturas.

Simonetta Agnello Hornby siempre ha sido vinculada a la profesión de abogado pero gracias a su pasión por la escritura y el compromiso de apoyar las causas de los menores, víctimas de violencia doméstica y marginados, fue galardonada con la Orden de la Estrella de Italia de rango oficial, mención honorífica que otorga el gobierno italiano. Nacida en Sicilia, vivió muchos años en Londres, y debutó en el mundo literario con la novela de La Mennulara, nada más y nada menos que a los 57 años. Con un best-seller traducido a diecinueve idiomas, un gran éxito internacional que ahora se convierte en novela gráfica gracias a las ilustraciones de Massimo Fenati.

Os puedo aclarar que La Mennulara en este formato es una obra respetuosa con el original, pero también es cierto lo que se aclara en la sinopsis: en cierto modo es autónoma y diferente, y viene enriquecida con algunas escenas inéditas, un «capítulo perdido» que no estaba presente en la novela tal y como se conocía hasta ahora.

La Mennulara nos traslada a los años 60 del siglo pasado. En la Sicilia de El Gatopardo, ahí siguen los señores y los criados, y a su alrededor, la gente que, temerosa, cuchichea sin cesar y cree saber «toda la verdad» sobre los demás. Pero los tiempos han cambiado, y esa gente ya no teme tanto a los poderosos de antaño, ni a esa nueva ley del silencio que se impone cuando asoma la huidiza presencia de la mafia. Llegamos entonces al 23 de septiembre de 1963, cuando en el pueblo siciliano de Roccacolomba, fallece la Mennulara, así llamada por haber sido en su niñez una hermosa recolectora de almendras.

Durante toda su vida, hasta el mismo día de su muerte, se dedicó a servir con una lealtad que rayaba lo enfermizo, a la acaudalada familia Alfallipe. Pero ¿cómo se explica que con el tiempo se convirtiera en administradora de los bienes de sus amos? ¿Y por qué éstos se resisten en un principio a cumplir sus últimas voluntades? En el pueblo no tardan en desatarse los chismorreos: unos la maldicen, otros la veneran, piezas de un rompecabezas y voces que nos van dando forma a la imagen fragmentada de La Mennulara, para componernos así, y poco a poco, el espléndido retrato de una mujer inolvidable.

Y mientras va desvelándose el misterio que la envuelve, su figura emerge, poderosa, en un universo rural y opresivo, donde muchos intentan alejarse de un pasado que se resiste a morir y una modernidad que nunca acaba de llegar.

Los dibujos de Massimo Fenati recuerdan la clara línea de la BD y tienen el encanto del dibujante estadounidense moderno. Durante el último encuentro en el Circolo dei Lettere recordó su gran amor por el Tintín, de Hergè, descubierto en su infancia, del que admiraba el trazo limpio y a la vez detallado y rico. Otro autor importante en su formación fue Quino, el creador de Mafalda, cuyos dibujos animados aprecia especialmente y de los que aprendió a hacer los personajes en el papel, dándoles carácter, algo que no es tan simple e inmediato de expresar solo a través del dibujo.

En La Mennulara se ve claramente dicha inspiración.

Durante el mismo encuentro del Circolo dei Lettere, Simonetta Agnello Hornby afirmó que la historia de La Mennulara le fascinó mientras la escribía y aún hoy le gusta leer la novela gráfica de Massimo Fenati, pues aclara que no es un thriller, pero hay bastante misterio en dicho relato visto así. Mencionó también, que fue un nuevo descubrimiento para ella pasarse al mundo del cómic, y por eso decidió que libro y novela gráfica fueran algo diferentes. En especial, la forma de expresar la historia.

La Mennulara, la premiada novela debut de Simonetta Agnello Hornby, se ha convertido en novela gráfica. No tenéis excusa para pasar un buen rato.

Reseña: Champignac – Enigma, de BeKa y David Etien

OUI, oui, OUI !!! Desde hace unos años, Editions Dupuis ha decidido adaptar el universo de Spirou y abrirlo a autores distintos a los de la serie madre. Una buena cantidad de ideas nuevas y creativas con total libertad para expresarse. Después de disfrutar con el bichejo más bichejo de ese mundo como es el Marsupilami, y después de saber como se las gastaba en su “vida normal” el tal Zorglub -ese siniestro megalómano, científico loco torpe que que pasó de enemigo a amigo de nuestros héroes-, el Conde de Champignac es quien tiene ahora los honores de un one-shot. Uno por el momento, por que no me cabe duda que repetirá. Pues Champignac es un personaje fascinante, rico en posibilidades y con solo ver que su pasado ha sido relativamente poco explotado hasta ahora por “la maquinaria” que genera historias de Spirou; el conde es de esos héroe discretos que molan. Y llevarlo al entorno Segunda Guerra Mundial es simplemente una genial idea. De buenas a primeras, me encontré devorando un excelente álbum, que respeta tanto el universo de referencia (con muchos guiños tan coherentes como creíbles) pero también, en general, diré que ciertos eventos de la historia real están genialmente bien encajados. Lo de la espada de madera es una idea endiabladamente buena…

Lo he dicho en más de una ocasión. Algunos estamos encantados con lo que va trayendo poquito a poco Nuevo Nueve Editores. Una editorial que empieza muy fuerte por que hay detrás gente con bastante experiencia en el mundo de la BD. No pasa ni un mes que este que está aquí no mire sus novedades. Para este mes nos traen Champignac – Enigma, el álbum de BéKa y David Etien que hoy os recomiendo. Donde se nos presenta a un conde de Champignac en sus primeros treinta o cuarenta años, en medio de la Segunda Guerra Mundial, y por el momento lo encontramos sonriente y tranquilo, con su lado caprichoso y su pasión por la ciencia y los hongos. Detrás de su bigote (aquí todavía marrón), encontramos el personaje de las aventuras de Spirou más joven, y a mí eso me encantó. Dejando atrás su castillo, se va a Inglaterra, al sitio de Bletchley Park, donde los intentos ingleses de descifrar las comunicaciones del ejército alemán tienen lugar en secreto. Luego se codeará con una parte de la historia, el famoso Alan Turing en particular. Y allí también conocerá a una guapa escocesa, de mente tan vivaz y curiosa como la suya, de la que pronto se enamorará.

Aquellos que sepan un poco sobre el descifrado del Código Enigma y la vida de Alan Turing no andarán desorientados y saborearán este titulo con gusto. El escenario tiene muchos puntos en común con la reciente película Descifrando Enigma (The Imitation Game), de Benedict Cumberbatch, pero también con la novela de Neal Stephenson, Cryptonomicon. Sin embargo, me complació la explicación mucho más didáctica y clara del funcionamiento del descifrado y de la máquina en Champignac – Enigma. Quizás, por que la magia del cómic y la explicación con dibujos facilita su comprensión. Pero esta parte didáctica, muy presente durante la primera mitad del álbum y que puede sorprender, afortunadamente da paso rápidamente a una historia más ligera, mezclando aventura, humor y una parte de romance. Y el famoso Alan Turing es aquí sólo un personaje secundario.

El diseño es realmente magnífico. Las viñetas están trabajadas, hermosas, elegantes y dinámicas al mismo tiempo. Y el color es lo suficientemente sobrio como para recordarnos que esta es una trama que forma parte de la realidad histórica, pero una historia clara y limpia que aporta alguna que otra sonrisa. El dúo Béka-Etien se mantiene admirablemente de pie en este acto de equilibrio. Solo lamento algunos guiños, en particular, los que hablan de Ian Fleming, pues imagino que son algo rebuscados ya que no todo el mundo puede saber que es el escritor de las novelas de James Bond. Pero en general, me encantó. Champignac – Enigma es toda una experiencia dentro de la experiencia. Y mola el cuadernito de notas que trae

Muchos agradeceríamos que se convirtiera en serie.

Reseña: Las Espadas de Cristal, de Sylviane Corgiat y Laura Zuccheri

Las Espadas de Cristal es clásico. Pura Fantasía Heroica. Hacía tiempo que no encontraba algo tan puro en formato cómic. Con su joven heroína en busca de venganza tras la muerte de sus padres, un «maestro» que la acoge y enseña las técnicas de lucha con espadas, un cruel y lascivo mentiroso mandatario y una leyenda que anuncia una catástrofe que sólo podrá evitarse resolviendo un acertijo… Y, sin embargo, aunque la heroína y los diálogos me trasladan a una peli digna de los 80s, debo admitir que me dejé llevar por esta magnífica aventura.

Yermo Ediciones vuelve a lo grande y recién publica este poderoso tomo que recoge los cuatro álbumes de Las Espadas de Cristal (Les Epées de Verre), nueva obra de la BD, de la siempre interesante Sylviane Corgiat, que esta vez se une a Laura Zuccheri para sacar adelante una original historia que mezcla géneros muy conocidos, como fantasía y ciencia ficción post-apocalíptica.

En Las Espadas de Cristal la historia es interesante, bien contada, rítmica y, sobre todo, bellamente presentada. La técnica utilizada parece estar inspirada en la animación, con escenarios muy elaborados y detallados, y personajes con cierto aire a manga clásico. Una obra muy, pero que muy estética y llena de detalles. Y después de devorarla en apenas dos sentadas, tengo que decir que me gustó mucho el resultado. Lo encontré inteligente, lógico y sobre todo satisfactorio. Una gran serie que cierra en tan solo cuatro volúmenes, súper recomendada para los fans del género. Pero seamos sinceros, lo primero que llama la atención en Las Espadas de Cristal es el virtuosismo gráfico en su conjunto. Los diferentes ambientes creados son simplemente sublimes, llenos de detalles, cuyo cuidado y meticulosidad aportados a cada viñeta son muy destacables. Además de ser soberbio, el mundo de Las Espadas de Cristal es coherente, fascinante y, al mismo tiempo, muestra mucha creatividad, especialmente en lo que respecta a su

compendio de criaturas (que recuerda a la originalidad del bestiario de Leo en Los Mundos de Aldebarán). Desafortunadamente, para los lectores con bastante experiencia en el fantástico, el guión le puede parecer típico; una historia extremadamente clásica, incluso convencional, ya que incorpora todos los clichés de la fantasía, sin agregar nada nuevo. Y es normal. A estas alturas muchos de nosotros, ya hemos visto quizás demasiado. Pero yo, pese a todo, considero Las Espadas de Cristal muy disfrutable. Una trama que no aburre y que realmente lucha por sorprender y emocionar al lector, especialmente, a través de sus personajes, que con cada página, molan un poquito más.

La sinopsis cuenta como un día, una espada dotada de un extraño poder cae del cielo y se clava en la roca sagrada de una aldea. Cuando uno de los soldados del malvado tirano Orland intenta arrancarla, el poder de la espada lo convierte en cristal y solo una niña, Yama, es capaz de tocar aquella arma sin morir. Pero Orland decide aplacar su furia matando al padre de Yama y secuestrando a su madre para llevarla a su harén, por lo que la pequeña no tiene más remedio que huir y esperar al momento en que tenga la suficiente fuerza para arrancar la espada clavada en la roca y vengar a sus padres…

Una fantasía bien volcada hacia lo onírico. Que recupera aquí y allá elementos específicos que se engloban dentro del género, con idea de partida clásica (búsqueda de objetos, venganza, etc…), pero muy lejos de la fantasía brutal poblada de grandes guerreros musculosos, monstruos quiméricos, fuerzas del mal y magos súper poderosos. Sin embargo, criaturas, hay algunas, extrañas bestias y pequeñas que se relacionan con el maravilloso mundo de los seres feéricos, y eso me encantó. Además que la búsqueda de las cuatro espadas se hace interesante y está llena de giros y vueltas que se juntan en un todo al final. Y aunque no sorprende, se disfruta. Como, por ejemplo, el interesante enfrentamiento entre Orland y Yama y Miklos; una tragedia a lo Shakespeare, que condimenta el final.

Las Espadas de Cristal es un cuento de fantasía heroica, una novela corta de aventuras y una leyenda sobre el fin de un mundo en forma de apocalípsis climático. También la búsqueda de cuatro espadas que tienen el poder de salvar de todo mal a sus dueños. Todo, navegando entre fantásticas ilustraciones a cual más inspiradora. Para mí, una joyita.

Reseña: Spirou y Fantasio Integral 1958-1959, de André Franquin y VVAA

¿Qué más podemos decir de una de las mejores series, puntal de lanza del cómic europeo, como es el Spirou y Fantasio, de Franquin? Cincuenta y cuatro álbumes avalan por el momento a esta musa viva de la Casa Dupuis. Seguir esta colección es casi pertener a un culto. En este cómic nacieron elementos que se han consolidado como auténticos mitos, ya sea a través de sus icónicos personajes (el propio Spirou y su eterno traje, Zorglub, Seccotine, Vito Cortizone, el Marsupilami, Champignac, Spip…) o por los trucos característicos que en ella salen (el «sable de madera» de Champignac, el «houba houba» del Marsu, Spip y sus avellanas, etc…). Son pocas las series franco-belgas que hasta ahora han conseguido convertir sus elementos constitutivos en iconos de la cultura del noveno arte. Riqueza en los personajes, las expresiones, da además lugar a un merchandising muy rentable: el Marsupilami se convirtió en héroe de su propia serie (¿leísteis la reseña de hace unos días?), Spirou fue adaptado en dibujos animados, existe o está en construcción un parque de atracciones centrado en el héroe y sus aventuras pronto en el país vecino… Todo son virtudes en esta serie. Y todo por que Spirou y Fantasio cuenta con bastantes aventuras de muy alta calidad. El que conozca la obra, sabe que los viajes de estos personajes suelen terminar invariablemente en aventuras memorables.

Este gran volumen que publica Dibbuks, Spirou y Fantasio Integral 1958-1959, vuelve a ser una genial y portentosa edición en tapa dura, para disfrutar. Un lugar ideal para comprobar de todas-todas que Franquin sabía elegir a sus asistentes. Encontramos a Greg al guion y a Jidéhem y Roba al dibujo. Todos futuros maestros del cómic. Álbumes, aventuras, casi perfectas, por su intensidad y gran concentración de humor, buena trama, grandes personajes y dibujo. Un sexto volumen que incluye El Prisionero de Buda, donde nos vamos a la mansión del Conde Champiñac donde Spirou y Fantasio encuentran recluido al inventor soviético Nicolas Nicolaievitch Inovskyev, el cual tras su fuga de su “hermoso” país, ha ideado un maravilloso invento por el que las grandes naciones están dispuestas a enfrentarse. No obstante, hay otro científico, el norteamericano Longplaying, que también conoce los secretos del Generador Atómico Gamma, y este ha sido secuestrado por los chinos y encerrado en el inexpugnable valle de los Siete Budas. ¿El camino de la izquierda o la derecha? Spirou y los Hombres Burbuja, no es la secuela de La Guarida de la Morena como muchos se piensan. Más bien es un raro spin-off que únicamente toma protagonistas y su excelente contexto para contar algo más. Recordemos que el objetivo inicial de las aventuras de estos años, era dar a conocer a Spirou en Francia en Le Parisien Libéré, periódico que tenía una gran difusión (¡La editorial Dupuis quería venderles las serie al público francés!). Y Spirou y los Hombres Burbuja se convierte en la mejor de las tres historias proporcionadas con ese objetivo. El ambiente policial es excelente y el guión está particularmente bien elaborado. Comienza con una explosión y la fuga de John Helena, luego regresamos al fondo del mar donde ocurren misteriosos sucesos. No cuento más, es maravillosa.

En 1958, Franquin estaba sobrecargado de trabajo: cada semana tenía que producir dos planchas de Spirou y Fantasio para el periódico, así como sus animaciones y gags de Modeste & Pompon para la Revista Tintín. Es por eso que contrata los servicios de talentosos colaboradores; Tembo Tabou fue creado por Roba y Greg. Es la primera historia escrita en colaboración con otros compañeros (al menos, de este tipo), lo que probablemente explica por qué no resulta del todo convincente. Pero también es la última aventura que publicará el diario parisino y Dupuis esperará hasta la década de 1970 para sacarlo como álbum entre sus aventuras de Fournier, autor oficial de la serie en ese momento. Tembo Tabou cuenta la inverosímil historia de traficantes de oro en África que explotan a la población local nativa y la aterrorizan con elefantes rojos. Una trama alegórica muy buscada entre coleccionistas de aquella época.

André Franquin, una vez más, demostrando su talento y cediendo ideas por acumulación de trabajos. Spirou es un aventurero nato. Con su amigo Fantasio y la ardilla Spip siempre a su lado, luchando contra malos-malutos del mundo. Una maravilla de cómic por siempre. Spirou y Fantasio en su mejor época. Un volumen genial que además aporta historias cortas e inéditas como Las Miniaturas o Spirou descubre Europa. Así como un numeroso material extra formado por bocetos, anuncios y portadas originales.

Reseña: Djinn Integral 1 (Ciclo Otomano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Nadie podrá negar nunca la belleza que existía en las féminas del harén en la Turquía de principios del siglo XX. Un cómic donde poder comprobarlo es esta maravilla llamada Djinn, la obra de Dufaux y Miralles que nos traslada de todas-todas a la Constantinopla de entonces, una ciudad magnífica, ambientada genialmente para esta historia. Rápidamente nos sumergimos en una intriga de atmósfera mágica y cautivadora pero no solo eso, también nos permite descubrir una Estambul fascinante en el corazón de una sensualidad oriental. Me gusta y sigo al guionista Jean Dufaux, a quien considero uno de los mejores por lo bien que se documenta para sus obras. Se percibe que existe preocupación por el realismo, sus personajes son intransigentes con ese buen toque de libertinaje típico de cada época. No obstante, aunque mola que Dufaux firme el Prefacio en cada álbum de Djinn, a veces, revela demasiado sobre la historia. Por lo que aconsejo desde aquí, y cuando tengáis esta maravilla entre manos, ser leído después. Es decir, como epílogo de cada álbum. Aunque lo que importa es que por fin llega la esperada edición integral de Djinn, el sensual relato de Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) que aúna fuerzas con la española Ana Miralles y que Norma Editorial recopila en un magnífico integral en tapa dura para deleite del aficionado. Donde Kim Nelson sigue los pasos de su abuela Jade, a quien no conocía, pero poco empieza a descubrir que el destino de dos mujeres excepcionales tenderán a reencontrarse. Y nos mantendrá en vilo, pues existe un vínculo muy, muy especial que las unirá.

Un cómic que sin duda engancha por sus portadas, pero bueno sí, vale, lo admito, unos buenos y sensuales lienzos no deben ser suficientes para comprar un cómic. ¿O sí? Tras leer los dos primeros álbumes (La Favorita, Las 30 Campanillas) de cuatro que alcanza este integral, os puedo decir que os vais a enganchar a esa “búsqueda” y vais a quedar atrapados con la trama tan erótica-sensual y agradable propuesta. Me gustó el lado ligeramente erótico de viñetas de fuerte tensión sexual no resuelta que aparecen. Más un dibujo original e influyente de forma espectacular. Y su mezcla con pasajes de la Historia no necesariamente abordados con mucha frecuencia es, en mi opinión, también muy acertado y preciso. Una narración también de calidad, diálogos ágiles y una trama a través de la cual damos saltos al pasado con una intriga permanente. Se crea una obra cautivadora y que puede ser de todo, menos lineal. Además, la incorporación de un toque de fantasía encaja con el marco y la narrativa, y se convierte en guinda para un pastel súper apetecible de degustar.

Me comentaron que Djinn es una serie de bastantes álbumes que se encuadra por ciclos. Del primer ciclo se dice que es ligero y con escenarios menos exigentes. El segundo, por lo visto, donde nos vamos a África y dicen que entonces la serie alcanza cotas maravillosas en cuanto a ambiente, volviéndose cautivadora, incluso asfixiante, de lo real que es. Pero en lo que concuerda todo el mundo  es que el escenario general de la serie, su credibilidad o la búsqueda de la joven, no es otra cosa que un potente film o serie de intriga de las buenas. Y aunque podamos sentir un poco distantes los personajes, si conoces a Dufaux de obras anteriores, sabes y esperas que lo fantástico aparezca de un momento a otro. La expectativa está ahí siempre. Y cuando apareció, debo decir que me encantó. Con ese preciosista dibujo de Ana Miralles que despierta admiración por todo lo alto ya que seres mágicos y cuerpos están perfectamente dominados. (Aviso: si eres sensible a los cuerpos femeninos bellamente dibujados, no deberías estar preguntándote por mucho tiempo, si comprar este titulo o no. Sabes que sí).

Después de oír, casi saber, que nos espera una África peligrosa y abrasadora, un universo completamente diferente que se explora para deleite de lectores con sus preocupantes hechiceros rodeados de magia negra y la belleza accidentada de un paisaje eterno; de un ciclo más que por lo visto transcurre en las Indias, otro edén cautivador y sensual donde nuestro Djinn tendrá que educar el sexo de la futura esposa de un Maharajá para controlarlo con fines puramente políticos en un contexto de colonización anglicana… Djinn se ha vuelto una de las obras de la BD que más deseo leer por completo. Sabiendo además que Djinn finalmente terminó n el volumen #13, casi quince años después del comienzo de la aventura, es una obra que quiero al completo sí o sí en mi estantería. A lo que dura la risa de un loco, un orgasmo extenuado o un chasquido de Djinn…

Un apasionado relato en el que los más oscuros deseos del ser humano son liberados. Mente, cuerpo y alma mostrados en una trama por desenmarañar que cautivará a todo aquel que se exponga libremente.

Reseña: La Mazmorra. Integral 1, de Joann Sfar, Lewis Trondheim y Boulet

Conocí a Joan Sfar en Vampir, y cuando me enteré que tenía una obra magna y que encima estaba en español, hice todo lo posible por conseguir/leerlo. De esto no hace mucho y para mi alegría, esta búsqueda coincidió con encontrar un tesoro a espuertas, luz al final del túnel, al descubrir que Norma Editorial recién acababa de publicar un integral de dicho tesoro como es La Mazmorra. Una gran serie originalmente imaginada por Joann Sfar y Lewis Trondheim, un enorme cúmulo de historias, un lugar de terror, tesoros, hechizos malignos, poder, gestión, monstruos de todo tipo, guerreros famosos; un sitio donde encontrar buenos momentos de “relajación” y aventura y carne fresca. El corazón de un universo expansionista que dentro de la BD llena hoy en día estanterías con sus más de treinta álbumes en los últimos años. De seguro, uno de los mayores éxitos del cómic europeo que, por supuesto, no nos íbamos a perder en Desde New York – Crónicas Literarias.

Sfar y Trondheim han cohesionado un universo propio de la mejor literatura fantástica. Una ambientación muy digna, rolera, un buen adjetivo que viene a la mente cuando se habla de esta serie y sus personajes. Un cómic donde el pato Herbert y el dragón Marvin están en el centro de divertidas aventuras, siempre rodeados de eternos pero no imprescindibles secundarios. Aquí es donde puedes ingresar al universo de La Mazmorra: si queréis, una caricatura del universo heroico-fantástico, que rápidamente se está convirtiendo en referente del género. Dichos autores -bajo el pretexto de distraer y hacer reír-, han construido en La Mazmorra una serie inteligente a partir de imágenes y estereotipos vinculados al género. ¡Y muy disfrutable a cualquier edad!

Fue en 1998 cuando ambos autores dieron vida a La Mazmorra, una saga, una serie de álbumes con los que vais a alucinar a poco que os guste la Fantasía en todas sus facetas. Norma Editorial reúne en esta colección de integrales la totalidad de esta serie, ya de culto, que supuso un antes y un después en el cómic franco-belga. Una edición definitiva y supervisada por sus propios autores que permitirá descubrir a los lectores de manera inmejorable una de las obras maestras del género. La famosa serie de fantasía humorística surgida de una poderosa imaginación común que vuelve ahora en este tenebroso 2020 con fuerza a nuestro país en un genial formato en tapa dura, indispensable se mire por donde se mire. Si no sabías nada o si te habías escapado de los treinta y siete álbumes anteriores, ya me diréis si no es una grandísima oportunidad ahora para poder haceros con este formato-compendio de un universo tan rico como hilarante.

Si es cierto, que esta serie, si entrabas tarde, te mareaba por su enorme material. Por ello, insisto, en que este integral con su índice por sagas o conjunto de aventuras es maravilloso. Una multitud de seres que gravitan y se cruzan alrededor de cuatro torres oscuras, la más alta de las cuales se puede ver a días de camino. Un lugar donde enfrentarte a tantos monstruos como puedas matar, es sin duda un paraíso para los aventureros, esos que buscan gloria y recompensas voluptuosas en objetos mágicos escondidos; siempre que cuesten encontrarlos en los dungeons maléficos y generosos en curvas y pasillos, claro. Un comienzo de fanfarria… ¡y al lío! Y entonces quedarás atrapado rápidamente en este universo adictivo, del que no pretendo revelar mucho, por culpa de sus maravillosas y variadas aventuras.

Una serie que en la primera década del nuevo siglo, su avalancha de álbumes rozó el delirio superando el millón de copias vendidas. Alcanzando el número récord de 34 álbumes lanzados, incluido un Bonus Dungeon que entregaba las claves del universo y un juego de rol ya para entusiastas totales. Lo dicho, la mejor serie “dungeonera” para mí. Historias increíbles, frescas y llenas de humor. El que me conoce sabe de mi gusto del humor mezclado con la Fantasía al más puro estilo Groo El Errante, del gran Sergio Aragonés. Pero en este caso, personajes excelentes como Marvin, el matón cuya fe le prohíbe golpear a quienes lo insultan… jajaj. De diseño muy acorde gracias a los lápices de Boulet, La Mazmorra encuentra equilibrio entre aventura y humor absurdo, sin que se convierta en parodia.

Realmente imprescindible.

Me he enamorado.

Un flechazo.

Mi cómic favorito del momento.

Reseña: Marsupilami. Volumen 2, de André Franquin y VVAA

Ojo a los nuevos títulos de cómic europeo a los que se apunta la reciente editorial Nuevo Nueve. Una editorial de cómic a la que seguir desde ya, que sigue apostando por álbumes de calidad como son las recopilaciones de historias cortas de Marsupilami con autores de renombre detrás. El Marsupilami, ese animal legendario que vive en el corazón de la selva de Palombia, y que nació en 1952 de la pluma de André Franquin en una clásica aventura de Spirou y Fantasio. Debo confesar que en principio era escéptico con esta antología, pero la calidad gráfica, junto con algunas viñetas que son lienzos en sí mismos de los autores contribuyentes, me impulsó a reseñaros esta nueva obra que todo amante del cómic europeo debería mirar más de cerca. Como cualquier colección de cuentos de autores diversos, hay historias buenas y otros superiormente bellas. Por supuesto, esto es subjetivo, depende de la sensibilidad visual y el gusto de cada uno, sí; mas, nadie puede decir que como mínimo disfrutable son estas tramas breves donde uno o más Marsupilamis aparecen. Un tributo colectivo al personaje característico y eterno secundario de los archifamosos Spirou y Fantasio.

Autores famosos y otros con menos nombre pero casi todos con ese don de hacernos ver tramas molonas a través de maravillosas ilustraciones. Todos y cada uno de ellos han querido reunirse para rendir homenaje a este ser en dos tomos de diez relatos cada uno con fabulosas escenas clásicas y otras un tanto más condicionadas a futuros posibles que quizás fueron, serán o nunca existirán. Y es que Marsupilami es un animal imaginario que fue creado en 1952 para las páginas de Spirou y Fantasio, con tan buena acogida que sus aventuras se convirtieron más tarde en series de dibujos animados e incluso un videojuego para la extinta Sega Mega Drive. El nombre «marsupilami» proviene de la yuxtaposición de palabras marsupial y –ami, amigo en francés. Las aventuras de Marsupilami, originalmente en francés, han sido traducidas a varios idiomas, y gracias a Nuevo Nueve volvemos a tener entre nosotros más de este bichejo-especie, donde esta vez sí, es protagonista.

A los que siguen el cómic europeo asiduamente les sonarán ciertos nombres de autores que han aportado su arte aquí. Pero también los hay que debutan y se les da una oportunidad por sus impetuosa llegada al mundo del noveno arte. Entre otros encontramos nombres conocidos como Munuera, Denis Lapière, Brice Cossu, Denis Bodart, pero muchos más. Todos aportando su visión, a través de estilos diferentes, de la increíble criatura creada por Frankin. Y es que aparte del personaje del título y un escenario selvático más o menos recurrente, las historias son muy diferentes y, por tanto, imposibles de comparar entre sí. Todos se encuentran, sin embargo, en la interpretación de un poderoso ser medio felino de naturaleza salvaje, la libertad y la felicidad simple y despreocupada.

Con un hermoso diseño generalizado e incluso con estilos algunos muy variados, los diseñadores son casi todos maestros de la técnica o diseñadores gráficos y coloristas muy competentes. Con escenarios algunos muy chulos en los que perderse en una tranquila tarde de lectura, y lo que me fascina es, que no encontré historia alguna que no pueda recomendar. A menudo, tramas que no son realmente sorprendentes pero eso sí, muy acordes con el personaje. Pues el Marsupilami es una criatura simpática, tanto más allá de las brillantes ideas que Franquin le había conferido en la época de Spirou, no hay tantas perspectivas originales e innovadoras en las que poner en escena a un personaje tan chulo. Un cómic que leerlo ha sido todo un placer. Más tramas que forman compendio con lo leído anteriormente y reseñado en el Volumen 1.

Me gustan las colaboraciones. De hecho, yo mismo soy autor que ha trabajado en diferentes antologías de género. Y a uno siempre le queda la sensación de cómo serían manejados por otros creativos sus personajes. Digo sin miramientos, que el maestro creador de Spirou y Fantasio no estaría para nada disgustado con estas antologías/spin-offs.