Reseña: El Buscón de las Indias, de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido

Siempre que llega la noticia a los medios que Juanjo Guarnido saca nuevo cómic, algo retumba en Twitter pero también dentro de mí. Me tenéis que perdonar, pero soy uno de esos súper fans de Blacksad que quiere más y más de algo que no llega. Puedo decir abiertamente que para mí, el granadino Juanjo Guarnido es el mejor ilustrador nacional actualmente. No obstante, este pedazo de artista, ilustrador de la multipremiada Blacksad, esta vez NO TRAE más del genial investigador gatuno, sino que se une a otro grande del cómic europeo como es el guionista Alain Ayroles (Garulfo, De Capa y Colmillos) para brindarnos una obra muy interesante. La idea es bella como la vida misma pero, ¿una continuación de El Buscón, de Quevedo? ¿Un homenaje a una de las cumbres de la literatura en lengua castellana? Así se anunciaba, pero ya os digo que han conseguido ir más allá.

El Buscón de las Indias es una obra que fue súper ventas nada más salir. Tanto que, en mi lugar, y hace años que no me pasaba, no pude adquirir un cómic por estar súper agotado en todos sitios a los que fui. No sé si el confinamiento hizo que se vendiera más para ser disfrutado con tranquilidad, o algo así, pero el caso es que hasta ahora no pude adquirirlo. ¿Valió la pena la espera? La canción dice que sí. Ya está fuera una nueva edición de esta maravilla, donde esperaba sorprenderme y me sorprendieron. Juanjo Guarnido es uno de los mejores, si no el mejor, y se nota. Los personajes son expresivos, los bosques frondosos, las cárceles oscuras y húmedas, los palacios majestuosos; Guarnido sabe hacer de todo y de forma magistral con su paleta de colores. Su línea es fluida, redonda y generosa. Por cierto, me alegró ver que se maneja de perlas en un universo tan alejado del thriller negro que propone Blacksad. El tío es un genio, sus decorados son variados y están llenos de detalles en un grado que rara vez se ve. Todos las viñetas tienen algo que deleita y provoca que te pares a disfrutarlas. A eso se suma una edición de gran formato que mejora la experiencia de visualización como es la elaborada por la siempre recomendable Norma Editorial.

La historia se divide en tres capítulos. La primera (Donde Pablos cuenta al aguacil el relato de su vida) es la más larga, cubre hasta la mitad del álbum y relata la llegada de Pablos a “las Indias” y su búsqueda de El Dorado. El segundo (Donde descubrimos lo que el alguacil dice al corregidor y lo que este dice a otros), tras un rebote muy bien traído, arroja nueva luz sobre los hechos de la primera parte. Finalmente, el tercer capítulo (Que trata sobre aquello que verá quien lea las palabras y mire las imágenes) proporciona algunas adiciones y se concluye el álbum con un Epílogo de una manera que ni siquiera los más exigentes verán venir. Pero (para los cándidos), ¿quién es don Pablos de Segovia? Pues Pablos es un pícaro, un villano tan inteligente como un simio con hambre, pero también  un tío tremendamente creativo. Un mendigo de cuya condición intenta librarse por todos los medios posibles, incluso cuando sus acciones sean abyectas, y eso que una cierta nobleza emerge de él. Un personaje que intenté por todos los medios que me gustara (me suelen gustar los malos-malutos) pero no sé si está hecho adrede, que no me cayó bien. Un personaje que por lo menos al principio miré con recelo, sin embargo, sirvió para que me fijara más en la genial aventura que tenía delante de mí. Me apegué a ella, a su colorido universo, como si de verdad estuviera allí. Alain Ayrolles consigue una narración, un viaje y una galería de personajes tan variada como interesante.

Y cuando llega el segundo capítulo estás inmerso en un ritmo de guión alucinante. Tras una introducción algo larga, la verdad, a mitad del tomo es cuando la historia se vuelve fascinante y se lee con avidez. Y eso que gracias a lo bien que lo estaba pasando, me encontré leyendo ciertos pasajes del segundo capítulo en paralelo con el primero, para verificar ciertos elementos y detalles. ¿Y la tercera parte? Después de haber conocido a un detestable y diablo don Pablos y haber tomado la medida de su valor, me topé con una genial ficción como cierre, muy cercana a la obra de Molière, la cual gozaba de sentido cómico y situaciones disparatadas para contarte una trama que fue o pudo ser bastante seria, en realidad.

Impaciencia, miedo, placer y luego entusiasmo encontraréis en El Buscón de las Indias. Una obra en tres partes con ilustraciones que son lienzos, un tríptico hecho para experimentar emociones fuertes. ¿Cómic del año? Para mí, uno de los candidatos, sin duda. Obviamente, un álbum esencial para cualquier amante del noveno arte que se precie. Un hito, un inmenso placer leerlo.

Reseña: Bermudillo. Volumen 6, de Thom Roep y Piet Wÿn

A poco que indaguéis, os daréis cuenta que el cómic europeo es maravilloso y ricos en todas sus facetas. Una vez que entras, vas encontrando obras a cual más fantástica, atractiva y poderosa en ambientación e imaginación. Lo bueno es, que en nuestro país, desde hace un tiempo ya, y gracias a tres o cuatro editoriales que apuestan por ello; nos van llegando los más geniales cómics de todos los tiempos. Por supuesto, una de ellas es Dolmen Editorial; bosque mágico de publicaciones dónde puedes encontrar toda una serie de álbumes, colecciones de obras sumamente bien consideradas a nivel mundial. Y hoy le toca el turno a Bermudillo. Un titulo muy chulo, del que se acaba de publicar su integral número #6; obra que aún no había reseñado, pero no penséis que se me estaba escapando, ni mucho menos.

Bermudillo es un cómic clásico holandés que trascendió fronteras gracias a su genial ambientación y desarrollo, pero también al descubrir a unos grandes creadores como son el guionista Thom Roep y el dibujante Piet Wÿn. Bermudillo es un pequeño anciano que se enfrenta a seres sobrenaturales recurriendo a un hatillo del que puede extraer los objetos precisos para cada situación. Aparte de Bermudillo, en la serie brotan otros personajes recurrentes y curiosos como Domoli, Pief y Kijfje o incluso un dodo (ese pájaro ya extinguido que brinda situaciones muy cómicas). O incluso enemigos, como la bruja Wredulia, o dos ladrones como Ludo Lafhart y Knudde, dos tíos torpes pero que aparecen cuando menos lo esperas para meter a todos en un lío.

Las aventuras de Bermudillo fueron serializadas en la revista semanal holandesa Donald Duck desde 1975. Todas fueron ilustradas por Piet Wÿn, excepto las del álbum #23, que fueron parcialmente dibujadas por Dick Matena. En los Países Bajos, los siete primeros álbumes fueron editados por Oberon B.V, siendo editados los restantes por Red Balloon. En España, allá por los 80s vieron la luz los siete primeros números, en las revistas Zipi y Zape y Pulgarcito. Luego, en la colección ¡Bravo!. La buena noticia es -como os decía antes-, que Dolmen Editorial está editando la serie en formato integral, a razón de tres álbumes por tomo.

En este nuevo volumen, en primer lugar, nos topamos con La Dama del Cuadro, donde Bermudillo en uno de sus vagabundeos, entra de mala gana en posesión de un cuadro antiguo. La dama dibujada en ese lienzo cobra vida y quiere que nuestro anciano mochilero la lleve a casa. Pero la casa en cuestión no es una tienda de arte, ni un museo; es nada más y nada menos, que el castillo mágico de Socratof. Un peligroso viaje para Bermudillo con algunas situaciones tan peligrosas como cómicas y donde nos reencontraremos con Pip, Cuquita y Domoli.

Bombasto, el Hipnotizador cuenta que el Circo Bombasto ha llegado a la ciudad. Y el homónimo del circo no es solo el dueño, sino también un ingenioso hipnotizador, que desafortunadamente no usa su talento para el bien. Como resultado, Bermudillo se meterá problemas e incluso terminará entre rejas. ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué todo se torna en desgracia de pronto? Bermudillo empieza a sospechar de ciertas ilusiones nada favorables por parte de un turbio feriante y el joven asistente de este, Walter.

En El Armario de las Mil Puertas, los revoltosos hijos de los magos Baltasof y Socratof son añorados por sus padres. Así que le piden a Bermudillo que los traiga de regreso… ¡Desde Siberia, Japón y América! Bueno, será una fácil misión a través del mágico armario de viaje, piensa. Pero nada de eso.

Con unos geniales y bien documentados extras cierra bien estos volúmenes como siempre Dolmen Editorial. Incluso esta vez con una nueva aventura navideña incluida. Como bien dice la sinopsis editorial, Bermudillo es una obra maestra del cómic fantástico que ningún amante de este género debería perderse. Yo no lo hubiera dicho mejor. Uno de esos títulos clásicos que con cada aventura sabes que tienes diversión garantizada. Historias fantásticas, enmarcadas por los hermosos y sólidos dibujos de Piet Wÿn. Es decir, calidad, se mire por donde se mire.

Reseña: Mercurio Loi. La Roma de los Locos, de Alessandro Bilota, Matteo Mosca y Giampiero Casertano

No sé ustedes, pero a mí me llama la atención saber el porqué del éxito de algunos títulos. Y más aún, particularmente, el poder de publicación y éxito de algunas editoriales. Es entonces cuando indago, intento leer más y más, para hacerme una mejor opinión. Y es que para cierto público que amamos y seguimos el cómic europeo publicado en nuestro país, la noticia de la publicación de un nuevo tomo de Mercurio Loi es maravilla. Cierto es, que este titulo puede pasar casi desapercibido para muchos, si obviamente nunca supieron quién es este gran personaje.

Para ellos, va esta reseña.

Mercurio Loi es un cómic de género histórico de la Casa de las Ideas italiana como es Sergio Bonelli Editore. Una serie que fue publicada en el país de la bota entre mayo de 2017 y marzo de 2019, con un total de dieciséis números. Ahora el primer álbum llega a España publicado por Panini Cómics en su acuerdo alcanzado para crear una Joint Venture entre los grupos Panini y Bonelli con el fin de editar las mejores novelas gráficas de la editorial milanesa en español. Y después de unas cuantas joyitas (Dragonero, Nathan Never, Chanbara…) algunas de los cuales siguen adelante y otros fueron tomos únicos; la cuestión es que ya sí que nos llegan todos esos éxitos, los primeros álbumes, de muchas de las series o novelas gráficas que siempre quisimos leer y coleccionar por estos lares, o al menos, echarles un vistazo. Pero, ¿y Mercurio Loi?

Mercurio Loi es un profesor universitario de Historia, culto, jovial e inteligente. Se presenta como un hombre maduro y elegante, con grandes patillas, nariz aguileña y orejas despegadas. Siempre llevando una capa y un bastón, junto a su asistente Ottone De Angelis, Mercurio investiga los misterios de la Roma pontificia de principios de siglo XIX. Misterios, personajes extravagantes, sociedades secretas y conspiradores contra la autoridad del Papa… Esa es la base. Pero os aseguro que hay mucho más tras cada historia y que Alessandro Bilotta sabe crea una expectación y ambientación maravillosa tras este personaje.

Tristemente, mucho hemos tenido que esperar (¡desde el verano pasado!) para volver a disfrutar de una nueva aventura recopilada de estos geniales personajes. Pero bueno, el tema es que con todo lo que hemos/y estamos pasando se perdona. Ya está entre nosotros un nuevo volumen. Mercurio Loi: La Roma me duró un día de piscina. Me cautivó de tal manera que…, tuve que terminarlo. Está genialmente creado este profesor de Historia, que parece mucho más interesado en los desafíos y misterios que en dar clases. Un tío muy culto e inteligente, quizás un poco holgazán, pero siempre sonriente, al que se le ve caminando con frecuencia por las calles intrincadas y concurridas a lo largo del Tíber. A menudo acompañado por su asistente Ottone, un jovenzuelo de rostro oscuro, sombrío, con olor a carbonería, pocos saben que el excéntrico profesor probablemente está siguiendo una pista. Metiendo la nariz en algún asunto extraño, cultivando sospechas y casi con certeza arrastrando a su discipulo con él. Sobre todo, por la noche, ignorando el toque de queda impuesto por el Papa. Mercurio viste su manto y recorre las calles dedicándose a lo que más le interesa, que son los desafíos de la inteligencia, ya sean lanzados por su archienemigo Tarcisio Spada, por algún otro misterioso individuo que salta por los tejados con máscara y manto o incluso por un cocinero que desafía su inteligencia para que busque los ingredientes indescifrables de una receta secreta.

En Mercurio Loi: La Roma de los Locos tratará de esclarecer unos extraños suicidios que gozan de cantidad de datos incongruentes. Suicidios o quizás crímenes tergiversados que no tienen pies ni cabeza. Y la pregunta es: ¿estará tras todo esto su némesis, al que creía fallecido?

Alessandro Bilota y al dibujo de Matteo Mosca, nos traen esta genial aventura del que obviamente es la mejor representación de un Sherlock Holmes italiano. Mas, ubicado en un lugar tan especial como es la Roma de 1826, donde el Papa gobernaba con la severidad de un monarca, prohibiendo y prohibiendo y donde las sectas y los conspiradores quieren apoderarse del lugar bajo sus máscaras. ¿Y sabéis qué? Mercury Loi camina por todo este escenario con una sonrisa en los labios, palo en mano, sin prisas, aparentemente indiferente a los desafíos.

Me ha encantado.

Reseña: Corto Maltés. Las Célticas, de Hugo Pratt

Hay obras que se recomiendan solas. Grandes títulos con un famoso nombre detrás, series incluso, donde sólo con que te suene el nombre del protagonista o el autor, ya sabes que un mínimo/alto de calidad posee. No obstante, dentro de estos, y si son largas colecciones, suele haber títulos y títulos. Y es normal. Tanto abusar del don, a Hugo Pratt algunas aventuras de Corto Maltés le salieron bien y otras… sublimes.

Las Célticas, es el ejemplo.

El taciturno y solitario maltés creado por Hugo Pratt en 1967 se ha convertido en una figura emblemática del noveno arte, pero nunca he podido apegarme del todo a su extensa colección. Sin embargo, siguiendo el ritmo de reedición/rescate/publicación que Norma Editorial hace con esta maravilla de cómic; uno si que puede ir degustando poco a poco (como se ha de consumir lo mejor de lo mejor) esta brillante serie, de brillante personaje. Su condición de indefinible marinero-aventurero hace que el personaje sea difícil de precisar, misterioso y ambiguo, y todos los personajes que se mueven a su alrededor también son turbios, con motivos inciertos y eso me encanta. Sus aventuras transcurren a principios del siglo XX en lugares llenos de exotismo con olores muy diversos, en una época en la que la geopolítica era cosmopolita, y donde el lector puede familiarizarse con la aventura en apenas tres viñetas. En Las Célticas encontramos una serie de historias donde Corto Maltés recorrerá la Europa de la Gran Guerra, desde la deslumbrante Venecia hasta Dublín, pasando por el norte de Francia, donde se cruzará con el mismísimo Barón Rojo. Pero la magia está en una de ellas, la que trata los mitos celtas y…, ¡pero qué historia! (El Sueño de una Mañana de Invierno), donde Oberon, el Rey de los Elfos, trata de convencer a Merlín, Morgana y Puick para evitar que los sajones invadan Inglaterra una vez más…

Hugo Pratt quiso hablar sobre la Primera Guerra Mundial, la cultura celta, y divertirse poniendo a su personaje favorito en medio de intrigas que lo dejan indiferente, donde lo único que le interesa, además de salvar su pellejo, son el buen oro y las chicas de buen ver. Y encuentra a una mujer que quiere lo mismo, salir adelante, con la sangre de Corto en sus manos si es necesario…

… y aquí es donde los Tintín, Astérix, Lucky Luke, Spirou y otras joyitas de la BD, se quedan bastante inferiores respecto a Corto Maltés: aquí las mujeres son reales, los temas abordados son mucho más profundos, la muerte, los viajes, el sentido de la vida (si tiene uno), la guerra y el destino. Los diálogos no tienen nada en común, suelen estar dispersos en los detalles como casi cualquier conversación que tenemos día a día con quién nos cruzamos. Se aporta una poesía rara, una finura extrema, reforzada por los rasgos hermosos y sencillos de los personajes, sus ojos almendrados y el elegante corte de la ropa de Corto. Tiene un pendiente, la ropa más chula, siempre tiene la última palabra, saca las mejores válvulas y le importan un carajo los honores militares o el orgullo de las naciones. ¿Se puede pedir más? No tiene necesidad de colores, la vida es suficiente.

No entré muy bien en la historia que habla de la batalla de Caporetto en octubre de 1917 (Bajo la Bandera de Oro), donde tratan de hacerse con el tesoro del rey de Montenegro, pero las otras historias me tocaron mucho el alma. La balada irlandesa en particular, donde cada personaje está lleno de matices, muy al estilo de Érase una vez la Revolución, de Sergio Leone; la denominada Concierto en O´menor para Arpa y Nitroglicerina. Ya sólo el titulo… La historia del Barón Rojo también es divertida, un pequeño aviador que solo hacía su trabajo para complacer a su país y a su madre. Una cosa que me encanta, es ver como Hugo Pratt se divierte poniendo a Corto Maltés en ciertos momentos puntuales de la historia. Lo suelta y lo deja ir de una página a otra, burlándose de los molestos, los orgullosos y los tontos, siempre dispuesto matar y morir por orden de sus superiores. Y eso, ¿por qué exactamente? ¿Por qué morir por los ideales de otros, de convenidas naciones? Toda la razón del mundo.

En definitiva, Las Célticas aporta seis espléndidas aventuras donde Corto revisita y revitaliza los mitos celtas. Les da una nueva sustancia sin distorsionar, y los ubica en el período de la Primera Guerra Mundial.

Un volumen que es un gustazo.

Reseña: Saint-Exupéry, de P.-R. Saint-Dizier y Cedric Fernandez

Una buena base para el cómic europeo es, que trate un tema curioso, con su dote de misterio y si de paso hay personajes ilustres de por medio y, para colmo, está bien resuelto; en fin, juntar los mejores ingredientes para que la tarta salga deliciosa, tenga la forma que tenga. En Norma Editorial, donde podemos encontrar desde hace décadas joyitas de la BD, ha visto la luz Saint-Exupéry. Un cómic que bien podría ser clasificado de documental pues en su mayor parte trata sobre L´Aéropostale desde su origen. Descubrimos así, a todos los pilotos que construyeron su leyenda, a riesgo de sus vidas en el desarrollo de ésta en el África occidental. Gente como Mermoz, Guillaumet, Négrin, Jalladieu… Pero, sobre todo, Saint-Exupéry, al que muchos de vosotros le ponéis cara (o al meno, nombre), por ser el creador de unos libros más universales de nuestra literatura.

Saint-Exupéry recoge los tres primeros álbumes (El Señor de las Dunas, El Compañero del Viento y El Reino de las Estrellas) de esta serie en curso en el país vecino, y cubre los años desde 1926 a 1929, donde se nos lleva junto a Saint-Exupéry a la época en que transportaba correo entre Toulouse y Senegal. Especialmente, sus dieciocho meses en Cap Juby, tiempo en el que se pretendía mejorar las relaciones de la compañía con las tribus disidentes y los españoles. Los autores Saint-Dizier y Cedric Fernandez recrean magníficamente esa atmósfera sahariana y ese largo aislamiento que forjará el carácter del futuro escritor; por que fue allí, en este remoto rincón del Sahara español, una zona árida delimitada por Marruecos, Argelia y Mauritania, que en contacto con las tribus moriscas, el joven piloto se inspira para empezar a escribir a conciencia. Es en este desierto, por ejemplo, donde las musas le incitan a escribir su novela llamada Courrier Sud (Correo del Sur), que se publicaría en 1928. Un lugar en la soledad peligrosa, donde toparse con una experiencia personal y el significado universal de las cosas, un paraje desértico y favorable para la meditación.

Quizás algunos hayáis pensado que tal vez Saint-Exupéry pueda ser un cómic demasiado zen, y sinceramente, en cierto momento, lo es. Y si no eres amante de la escritura o, mejor dicho, de todo lo que rodea al arte de escribir y cómo se dan los hechos para que esto suceda; tal vez dudes en hacerte con el volumen. Sin embargo, esto lo sabéis ahora por que os lo he contado yo, por que lo que se percibe en realidad cuando llegáis de nuevas, son todos esos sentimientos en la mirada del personaje o en sus pensamientos hacia la idea de querer escribir su libro. Un cómic donde las ilustraciones de Fernandez sí es cierto que son muy «medianitas». Malas para nada, pero es que a lo que nos encanta la BD, quizás estamos muy mal acostumbrados a ilustraciones que cada viñeta sean casi un lienzo. No obstante, hay que decir que aun así, en Saint-Exupéry podréis encontrar bellas imágenes y, en ocasiones, algunos paisajes bien recreados y de notable calidad.

Un cómic que nació y fue patrocinado gracias a la Fundación Saint-Exupéry, para que P.-R. Saint-Dizier y C. Fernandez convirtieran al mundo del noveno arte, la carrera del autor de El Principito como piloto postal, escritor y periodista. Y como le iban llegando la inspiración para escribir sus primeras novelas y la historia que lo haría mundialmente famoso.

Un cómic bien documentado histórica y técnicamente, que desprende un laborioso trabajo de documentación detrás. Para mí, una hermosa pieza, editado en papel de enorme calidad, en color, un poco de una biografía donde de lo bien diseñado que está confundirás fantasía y realidad y con un ritmo benévolo. Como se dice ahora, un buen té de menta para disfrutar en la madrugada imaginando ese desierto para personas que, como un humilde servidor, son sensibles al mundo de Saint-Exupéry, a su vida, a su escritos y a la extraordinaria aventura que fue vivir y trabajar cada día para L´Aéropostale.

Ahora queda un deseo: releer las novelas de este maestro escritor desaparecido en extrañas circunstancias.

Reseña: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi

Nueva joyita reeditada o rescatada es, sin duda, el integral de Los Aristócratas que acaba de publicar Ponent Mon. Quién nos iba a decir que volveríamos a ver esta maravillosa obra de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi nuevamente publicada y en una genial edición en tapa dura; la obra que los dos maestros italianos lanzaron en el Corriere dei Ragazzi en 1973. Y es que «il fumetto» italiano ya cuenta con más de un siglo de historia y Los Aristócratas es una de sus puntas de lanza. Sí es cierto que desde que alcanzamos el cambio de siglo casi cada año podríamos celebrar el centenario de un buen titulo inmortal, sin embargo, puede ser útil volver a series pasadas, aparentemente desconocidas o injustamente subestimadas por ciertas editoriales. O incluso por lectores que únicamente tienen buenos ojos para los superhéroes. Pero el que es lector de cómics de toda la vida, sabe que hay donde elegir. Que hay otros muchos héroes sin poderes que vivieron a mano de sus autores grandes y atractivas aventuras. El caso es que, por una cosa o por otra, los que tuvimos suerte de leer «fumetti» desde pequeños (al cómic italiano se le denomina así en referencia al nombre del globo de diálogo o bocadillo), seguimos muy cerca la obra de Alfredo Castelli. En especial, las reediciones de sus obras que últimamente se están haciendo con cuenta gotas. Ni que decir tiene que soy súper fan de su Martin Mystère que tristemente se quedó sin editorial en nuestro país tras la desaparición de Aleta…

Por lo tanto, era obvio que las buenas cosas llegaran y era súper obvio que si Ponent Mon lanza al mundo un genial tomo recopilatorio de Los Aristócratas, aquí lo reseñamos: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi (ilustrador de la serie), a quienes también ayudó el propio Sclavi. Y es que 1972 había sido un año importante para los cómics italianos populares: nació el Corriere dei Ragazzi, un periódico con una base editorial muy dirigida a las series de cómics donde se disfrutaba de mayor libertad para temas ligeramente más adultos, con prevalencia de nuevos cómics de aventuras sobre los típicamente humorísticos. Por eso, tan solo un año después, Los Aristócratas se convirtió en la serie más emblemática de dicha publicación. Creada en 1973, destaca por numerosas virtudes, en primer lugar, no sigue la tradición legalista típica de los cómics infantiles, sino que tiene un grupo de caballeros ladrones como protagonistas. Por supuesto, este grupo británico de caballeros que viste de forma impecable ponen rápidamente al lector del lado del bando malvado. ¡Ellos molan! El Conde inefable, la bella Jean, el fenomenal Álvaro, el poderoso Moose y el brillante Fritz, presentan un cómic coral, lo cual es bastante raro de ver en el cómic italiano. Una referencia podría haber sido quizás los espías internacionales de Alan Ford y el Grupo TNT, de 1969 (un cómic italiano o tira satírica creada por Max Bunker (Luciano Secchi) y Magnus (Roberto Raviola), que contaba con agentes secretos clásicos de humor surrealista y referencias irónicas a los aspectos de la sociedad italiana y occidental de la época); de los cuales Castelli podría haberse inspirado en la estructura narrativa, adaptándola a un formato diferente con malos-malutos. Tal vez, como critica a las tan de moda series de TV británicas de entonces, como Los Vengadores o incluso Los Persuasores, de Roger Moore y Tony Curtis.

El Conde es la mente y el líder de los aristócratas, y es el verdadero «aristócrata» por excelencia. Un señor que se expresa como un libro impreso y desprecia la modernidad y la vulgaridad en todas sus formas. Junto a él, su guapa y sobrina Jean, la única chica del grupo, con quien a menudo tiene peleas educadas, y que representa al personaje mejor caracterizado y sensual y es motor principal de la narrativa y de las situaciones cómicas más delicadas, pues Jean está enamorada del inspector Michael Allen, amigo-enemigo de Los Aristócratas. Una idea muy chula. Los otros aristócratas son personajes más funcionales: el alemán Fritz representa la tecnología, y sus dispositivos a lo James Bond, a menudo aparecen en las historias como un elemento maravilloso que permite, además, soluciones menos violentas. El gigante irlandés Moose recuerda al desaparecido Bud Spencer, y representa la fuerza bruta, usualmente restringida pero ocasionalmente necesaria. El ladrón y playboy italiano Álvaro es la habilidad del ladrón en persona. Pero lo que de verdad os va a molar es que esta serie mezcla personajes icónicos de la gran novela de aventuras y el cine. Así que no dudéis en toparos con Sherlock Holmes, James Bond, Fantômas, Agatha Christie, el inspector Clouseau o Arsenio Luppin, entre otros. Siempre mezclando hechos reales con ficción, Castelli usa todos los trucos del cómic clásico para animar, y aunque la serie es principalmente humorística-aventurera, la situación inicial es a menudo dramática, con algunos personajes en grave peligro, creídos muertos o desacreditados.

Y el estilo de Tacconi, moderno, irónico y dinámico, al mismo tiempo; convierte a Los Aristócratas en una de las mejores series que se pueden leer pese a sus años. Puntal de lanza, como dije, en los mejores cómics europeos de todos los tiempos e indispensable para cualquier cómicteca que se precie.

Maravillosa, maravillosa, maravillosa.

Reseña: U.C.C. Dolores. El Sendero de los Nuevos Pioneros, de Didier Tarquin y Lyse Tarquin

Lo digo sin miramientos, una de las mejores series de cómic europeo que ha salido recientemente en nuestro país (y no hay muchas) es U.C.C. Dolores que ha editado recientemente Yermo Ediciones. Ya su primer álbum –El Sendero de los Nuevos Pioneros– es un cómic súper chulo de leer, con un buen guión, buenos diálogos, una paleta de colores cálidos y unos dibujazos que presentan un enorme universo lleno de posibilidades. Y lo digo ya: muy efectivo al final. Una space-opera bastante llamativa de guión, al que todo buen lector de cómics debería dar una oportunidad. Y es que no lo puedo evitar, me encanta este tipo de universo intergaláctico, siempre rico en ideas, que a menudo inspira por sus paisajes, planetas y magnífica ambientación. Pues U.C.C. Dolores no se molesta en seguir las reglas, ofrece escenas nocturnas detalladas y hermosas, ya sea en el espacio o en tierra firme. Además, de personajes secundarios, que se siguen bien y que son fácilmente identificables; cosa difícil de encontrar en óperas espaciales con tanto alienígena. No obstante, este primer número de U.C.C. Dolores, que está orientado hacia una búsqueda de identidad y familia, deja preguntas abiertas y zonas grises. Hay ritmo, giros y muchas secuencias con las que nunca pierde fluidez. Pero mi primer viaje junto a Mony ha sido fascinante…

Sigo el trabajo de Didier Tarquin desde hace tiempo por ser uno de los autores de cómic europeo que nunca decepciona. Y aunque vuelve a usar aquí a un héroe ingenuo (que recuerda a su Lanfeust), la iniciativa de El Sendero de los Nuevos Pioneros me ha encantado. Aunque se le podría acusar de usar ideas bastante cercanas a Star Wars, o a cualquier aventura espacial de los X-Men, tiene un toque, un no-sé-qué, que mola. Con ideas muy notorias que dan para libro o spin-off como es esa chulesca “mafia” del Sol.

Alcanzar la mayoría de edad no es necesariamente una fuente de felicidad. Nunca es fácil. Esto es lo que la Hermana Mony aprenderá, porque el lema del convento que la acogió es el siguiente: cuando tengas dieciocho años explorarás el mundo por tu cuenta. Tendrás que hacerlo. Para ser claros, a los dieciocho, toma tus decisiones y que las bofetadas vayan hacia a ti en forma de flecha. O te aburrirás y te quedarás solo/a de por vida. Así que, una monja joven, que no ha visto más allá de las paredes del convento, emprende una aventura hacia un mundo caótico, oscuro y aterrador donde reina la ley de los más fuertes. Y bla-bla-blá, y bla-bla-blá. No será divertido la primera vez. Pero…, Mony hereda de su padre una nave espacial confederada, llamada U.C.C. Dolores; basura vieja de viejas guerras, pero que reserva algunas sorpresas. Además, piloto tendrás que encontrar para que tu vida despegue, ¿no? Es por eso que nuestra prota irá en busca de alguien que pueda cumplir las funciones de piloto principal. Y, naturalmente, encontrar ese socio con habilidades, no se hace en un lugar encantador, sino en los vertederos más peligrosos de Neo-Gaya. Camino por el que se cruzará con Kash, un duro veterano, que desea cambiar su vida, y quien aceptará el trabajo de piloto, no sin antes liarla parda en el tuburio donde hacía vida. Una pequeña sorpresa y  más para escapar poco después.

Pero bueno, dejaré que vosotros mismos descubráis el resto.

Monsieur Didier Tarquin, a quien siempre nombro por ser el creador de la brillante serie Lanfeust de Troya; ya lo he dicho, me acerco a todo lo que hace por que me parece un genial creativo. Descubrí en U.C.C. Dolores una nueva serie que realiza con su hija, Lyse Tarquin. Juntos crean un escenario molón, con ilustraciones ideales para lo que se cuenta, un verdadero gustazo de cómic.

La historia es como un buen episodio de Cowboy Bebop; caminos intergalácticos de este nuevo mundo, lleno de pruebas peligrosas para nuestros nuevos héroes… Está claro, que estoy deseando leer el volumen dos, ¿no?

Reseña: Los Niños Salvados (Ocho Historias de Supervivencia), de Philippe Thirault y VVAA

Los Niños Salvados es un cómic de alta sensibilidad moral con un tema grave como puede ser el testimonio de ocho niños judíos que pasaron penurias y casi murieron durante la Segunda Guerra Mundial intentando escapar de la política de exterminio nazi. Personalmente, pienso que no hay nada más vil en este mundo que hacer daño a un niño. Es la peor circunstancia agravante pues me conozco de sobras la ley y puedo decir y defender que aún hoy apenas están protegidos. Pero aquí estamos hablando de niños judíos separados de sus padres, deportados como ganado para agonizar en los campos de exterminio…, es decir, lo peor de lo peor que podáis imaginar. Simone Veil hace un pequeño prólogo al principio de este curioso álbum que edita Ponent Mon, indicando que es un tema difícil de expresar, escribir e incluso dibujar. ¡Pues claro! Siempre he dicho que los autores que tratan este tema tienen que gozar de un gran autocontrol moral. Sin embargo, cuenta Simone que estaba convencida del resultado.

Ocho historias de vida que muestran lo difícil que es escapar de la trampa nazi proporcionando una visión general de varias situaciones existentes: el destino de los judíos de Salónica, la vida en los guetos, el rescate de niños en Francia, Austria y Países Bajos. Historias reales, violentas, a veces crueles, auténticas e inscritas para siempre en una de las peores tragedias que la humanidad haya conocido. Como dice la sinopsis editorial, una obra primordial contra el olvido, un cómic para leer despacio. Testimonios conmovedores trabajados por un mismo guionista, pero con ilustradores diferentes. Y cada historia con una foto real del niño, lo que establece una relación cercana con el lector. Se llaman Alik, Alisa o Rachel, tenían diez años durante la Segunda Guerra Mundial y sobrevivieron al Holocausto. A través de su testificación, sabremos como pudieron escapar del horror, su partida al extranjero, pero también la angustia de dejar a familiares y amigos en manos del enemigo.

Una muy buena lectura para recordarnos que lo inimaginable sucedió hace poco más de setenta años. Ocho testimonios de niños que escaparon de los campos de exterminio, a menudo dejando a la familia, escondiéndose, cambiando su nombre y religión, viajando por países desconocidos. Una verdadera hazaña escapar de esta monstruosa organización creada solo para el Mal. Testimonios adaptados y escritos por Philippe Thirault y dibujados por ocho diseñadores diferentes. Todos los testimonios son tan impresionantes entre sí, se complementan y ofrecen una visión global de este triste momento enel que se lanzó el genocidio judío. Un trabajo colectivo, gráficamente exitoso cuyo objetivo principal es hacernos conscientes de los errores del pasado para nunca repetir semejante monstruosidad.

Los Niños Salvados es una recolecta de historias que son, por supuesto, dolorosas. El viejo continente estaba sucio hacia finales de los años 30. La humanidad inhumana avegaba en el contexto de guerra. En mi opinión, en cuanto a sentimientos, pudo ser la peor, la más odiosa frente al prójimo, por el remordimiento general de la mala vida que llevaba un alto porcentaje de la población. Se juntó todo. Debe recordarse que 1,5 millones de niños menores de 15 años perecieron en el Holocausto. Y es la primera vez que encuentro una obra particularmente interesada en este tema. Por eso creo que Los Niños Salvados logra su objetivo y que nunca podremos hacer demasiado por explicar a generaciones posteriores lo que realmente fue vivir aquello. ¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad de consumo materialista que desarrolla el egoísmo y la rapacidad de manera bastante simple. Todo lo opuesto.

Encontraremos al final del tomo un interesante archivo educativo sobre el destino de los niños judíos durante y después del Holocausto. Se salvaron, por supuesto, ¡pero a qué precio! Testimonios que es esencial conocer.

Muy recomendable lectura.

Reseña: Preferencias del Sistema, de Ugo Bienvenu

Preferencias del Sistema estuvo entre las historias nominadas en la selección de Angoumois y resultó ganadora del Gran Premio de la Crítica ACBD 2020 en Francia. Una trama con muchas virtudes, especialmente por sus temas elegidos: inteligencia artificial, memoria, transmisión y revisionismo cultural a través de la cuestión del almacenamiento de datos. Algo que ya casi nos gobierna a todos, al menos, una parte de nuestras vidas empieza a pensar constantemente en ello. Un thriller de anticipación o Ciencia Ficción en la forma, que nos lleva a preguntarnos sobre la abundancia de información en esta nuestra era de Internet, y su importancia. Información de todo tipo, desde la más inútil hasta la más consistente desde un punto de vista intelectual, que a través de ciertas “memorias” puede convertirse en datos poco digeribles, pues llegará el día en que miles de millones de páginas de datos abstractos e indiferenciados, ya no estarán al alcance de nuestro pobre cerebro humano. Y solo será accesible a las inteligencias artificiales de ese futuro cercano que empieza a asomar por el horizonte.

Una perspectiva un tanto aterradora para la curiosidad natural de cualquier ser que aspire a un conocimiento exhaustivo de cualquier tipo de tema cultural. Además, en Preferencias del Sistema, surge otro problema: el almacenamiento de datos puede no ser extensible indefinidamente y requerirá en algún momento solucionarlo eliminando lo «no deseado». Eso que ocupa espacio en las memorias de la computadora sin ser consultado. ¿Os suena? Qué debemos conservar, qué debemos eliminar y quién decidirá sobre ello. En este cómic traído desde la siempre recomendable BD por la editorial Ponent Mon, Ugo Bienvenu utiliza como enganche el film de culto 2001: Una Odisea en el Espacio; las autoridades han decidido eliminar la pelicula para siempre de la memoria colectiva. ¿La razón? Una totalmente hipócrita: según las directivas oficiales, las películas de vacaciones del Sr. Duchmoll tendrían una tasa de visualización mucho más alta y eso no se corresponde con las «cuotas requeridas». Por lo tanto, es un robot quien se encargará de preservar en secreto ese trabajo monumental, por iniciativa de un empleado del centro de almacenamiento. Éste, gran admirador de la película, pondrá en peligro su vida al cargar varios archivos (incluido la 2001), en la memoria interna de su androide doméstico. Acto que se considera un delito grave según la ley vigente. Y el robot, que lleva al hijo de la pareja en su seno, será responsable de proteger tanto a la descendencia como a los datos personales preciosos de su interior. Hasta que las cosas se pongan feas…

Una historia diferente, atractiva e inusual como a mi parecer debe presentar siempre una trama de Ciencia Ficción. Con un ritmo creciente pero también algunos momentos bonitos de poesía, y una cierta complicidad que se manifiesta entre el joven huérfano y su ciber-tutor; Preferencias del Sistema es un cómic que gustará a todo aquel que lo intente. Y no importa si no entiendes las referencias a la I.A. de 2001, o no has visto la película (aunque te aseguro que querrás verla), Ugo Bienvenu inserta referencias a otras muchas obras. Autores como Rimbaud, Alfred de Musset o incluso al cantante J.J. Goldman y su The Little Mermaid.

Preferencias del Sistema es de esas obras que se vuelven recomendables por su originalidad. De esos cómics que recuerdas cuando alguien te pide un titulo para leer, de los últimos que te hayan sorprendido. Una visión visionaria y verdadera que se volverá creíble con los años. Al contrario que lo que denunciaba Bradbury en su Fahrenheit 451, aquí no son los bomberos los que deben quemar libros, sino funcionarios administrativos haciendo lo propio con trabajos digitales para un mismo destino. Y con un dibujo tan realista y cercano a las novelas fotográficas que abruma.

Así es Preferencias del Sistema.

Reseña: Subterráneos, de Romain Baudy

Hace tiempo que supe que uno de los pocos lugares mágicos donde encontrar buenas historias, era en la BD, también llamada Cómic Europeo. Un magnífico sitio donde poder dar con mil y un cómics bastantes originales a poco que busques o te informes. Y no es como antes que tenías que leer en francés o inglés, o esperar a que las poquísimas editoriales de entonces decidieran lanzarse con algún titulo. Hoy es fácil. Tenemos algunas editoriales que de forma mensual traen BD. Específicamente, Ponent Mon, que sinceramente solo publican calidad, pues aún no he leído un cómic malo publicado por esta editorial. Más atractivos o menos, a mis gustos, pero siempre interesantes. Subterráneos es una de esas novedades que Ponent Mon tiene ya para reserva en librerías ahora que parece que todo está volviendo a la normalidad. Una muy buena lectura de un tomo que me ha dejado fascinado por contener una trama muy cambiante. Comenzando en aquella época en que los hombres comenzaban una dura lucha por sus libertades laborales, para no vivir sólo para trabajar. Dejar a un lado la pobreza que se convertía en tristeza sin posibilidades de futuro, allá por la década de los años 20 y 30.

Nos vamos entonces a una mina donde el capital burgués ve la mano de obra como un mal necesario y donde los accidentes son habituales. Henri y Lucien son familia. El primero, es representante sindical, es virulento y siempre está atento a las señales de advertencia de las batallas que se librarán. Lucien parece ser una fuerza de la naturaleza; tranquilo, fuerte, parece lo suficientemente confiable como para ser apreciado por todos. Para él, la familia tiene prioridad y acepta su condición para ofrecer lo mejor a su hija pequeña. Henri parece presentarse como el personaje central, pero desaparecerá y es Lucien quién se hará primordial en la trama…

Subterráneos comienza como una historia ordinaria de lucha social, un drama sobre las condiciones de vida del populacho, encargados rebeldes, tensiones entre trabajadores, la lucha milenaria de quienes confían y entran gradualmente en el sistema. Y por supuesto, de quienes luchan contra él. Siempre se ha dicho en el mundo de la minería (y creo que esto vale para todos) que los trabajos tienen dos categorías: «Los que están con el jefe, y los que cavan…». Pero a lo que vamos. La historia. Un minero desaparece de la mina, pero la gerencia no hace nada para encontrarlo. Sabotajes tuvieron lugar al mismo tiempo y continúan incluso después de la desaparición del cabeza de turco. Lucien no está preocupado, pero Henri el sindicalista, sí que lo está, sobre todo, por el estado de la mina, las máquinas y todo el material. Los transportistas se apresuran por las bifurcaciones a retirar su carga preciosa y misteriosa, hasta que Henri cree haber visto salir una mano enorme y metálica de la carga…

Realismo social, y de pronto, todo cambia. Primero con una máquina futurista, luego con criaturas de las profundidades, dominantes y dominadas en una especie de relación religiosa, algo que parece una similitud mágica al mundo de la superficie. El guión de Romain Baudy es atractivo, eficiente como el infierno y tiene un ritmo perfecto. Pues cuando crees que estás leyendo una historia, te sorprende con otra. Aunque viendo la portada del cómic, obviamente guardas expectativas de cuándo podrás ver a ese enorme bicho-robot en acción… Y las secuencias lo permiten en una buena variedad de tomas. Con una línea clara y efectiva, la coloración de Subterráneos puede ser de las más chulas vistas últimamente. Pero en su conjunto, Romain Baudy reunió una auténtica historia política, un maldito género si se le puede llamar así, que se vuelve inteligente y emocionante cuando se torna en fantástico. Especialmente, los fragmentos de steampunk introducidos, con la entronización de la máquina (¡Y qué máquina!) en las galerías mineras. Pero también con ese aire Heroic Fantasy subterráneo que provocó que pasara de una otra página rápidamente por lo fresca y dinámica que se volvió la historia de repente.

Subterráneos, una genial obra de orfebrería en formato cómic.