Reseña: Estela Plateada. Réquiem, de J. M. Straczynski y Esad Ribic

Imaginad poder llegar a tener en casa todos los Must-Have de la historiade Marvel. Pues esa oportunidad es la que está brindando Panini Cómics mes a mes. Tener obras de cómic chulísimas, indispensables, las mejores historias MArvel en formato corto. En este caso, un título genial, un one-shot de mi amado Estela Plateada que se marcó hace más de una década el maestro Straczynski (El Asombroso Spiderman) junto al ilustrador nuovo-renacentista (como yo lo llamo), el gran Esad Ribic (Thor). Una aventura que ocupará para siempre un lugar destacado en mi corazón y probablemente en el vuestro.

Por un tiempo Marvel tuvo tendencia a lanzar tramas «complicadas» en ciertos personajes sin cabecera. A cierto sector no le gustó pero a otros, a los que andábamos ansiosos de saber más de nuestros personajes favoritos fuera como fuera, de algún modo nos contentaban estas nuevas viñetas. Así no caían en el olvido. Una especie de pacto entre fan/lector y editorial. Además, estos one-shots o miniseries venían ideados de la mano de grandes autores y en algunos casos tándems de autores que era todo un bombazo verlos trabajar juntos. Un caso ejemplo de lo que os comento fue Estela Plateada: Réquiem, donde Straczynski (aquel que le dio un giro enorme al planteamiento de porqué Spiderman era Spiderman), junto a las acuarelas de Esad Ribic que llevó a Thor a lienzos evocadores de pinacoteca especializada en mitología nórdica. Dibujos que podrías trasladar a lienzos para disfrute de tus visitantes en casa.

Pero ¿qué pasa con la historia? En Réquiem, Straczynski escribe una historia fuera de cualquier continuidad conocida. Cuenta la muerte de Silver Surfer a través de una enfermedad terminal. Esa es prácticamente la trama. Ese disparo al corazón y sus consecuencias. Es una historia que te puede provocar alguna lagrimilla dependiendo de tú experiencia con gente o familia que ya no esté a tu lado. Realmente, es una meditación sobre la pérdida, el arrepentimiento y el proceso de duelo. Y admito que hay algunos pasajes bellamente escritos y un mensaje de afirmación sobre vivir la vida a tope desde ya, al máximo, un carpe diem en toda regla. Y da la sensación de que la inspiración de Straczynski viene de algún caso en particular; contar la muerte de un personaje tan icónico, tan de culto y con un sector del fandom tan concreto, nunca iba a resultar fácil. Y aquí Straczynski lo hace sin miramientos.

Insisto en que la obra de arte de Esad Ribic es lo que convierte un guión lleno de tristeza en algo indispensable de tener. Dicen muchísimo estos dibujos con solo una de las expresiones faciales de Norin Radd o cualquier componente de Los 4 Fantásticos. Eso sin contar que un nudo en la garganta es lo menos que te va a propinar esta historia. Pero por otro lado, me siento y pienso, y me quedo atónito en el tema de quién dio luz verde a este proyecto. No es muy normal ver que La Casa de las Ideas deja seguir adelante la idea de un cómic que toca (o tocaba) tanto la moral. Sí que tuvimos épocas sensibleras con ciertos temas en los 80 (drogas, muertes inesperadas, alcoholismo, machismo…), pero se me hace raro una historia publicada que deja tan abatido/a al lector. Un producto que por lo general es considerado para la juventud y que vio la luz por primera vez en 2007. Sin embargo, con la lectura, sabes muy bien que te están manipulando, pero maldita sea, lo hacen con estilo. Lo que nos dice directamente a la cara Réquiem es vive la vida y aprovecha a tope cada segundo.

Una joya a tener en cuenta entre el público adulto lector de cómics. Muy llevadera y chula edición de una historia inolvidable. No sé si se puede pedir más.

Reseña: Doctor Extraño. El Juramento, de Brian K. Vaughan y Marcos Martín

Otro must-have en toda regla y por eso Panini Cómics, obviamente, lo saca en esta colección. Porque El Juramento además de ser un titulazo, un cómic que siempre debe estar disponible en librerías, es la obra a la que, sin duda, debes acudir antes o después de que te mole muy-mucho la última peli del personaje en la UCM, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura.

El Juramento fue una miniserie de cinco numeritos que se publicaron entre 2006 y 2007 de la mano del famoso guionista Brian K. Vaughan. Por si no lo conocéis (que si estáis dentro del mundillo comiquero, lo dudo), Vaughan es un guionista de cómics y de televisión estadounidense, conocido, sobre todo, por sus pelotazos mundiales dentro del noveno arte como son Y: El Último Hombre, Ex Machina, Runaways y Paper Girls. Pero sobre-todo-sobre-todo-sobre-todo por la archifamosa y multipremiada Saga. Como detallito contar que Vaughan (¡Qué tiene mi edad!) fue también guionista y productor de la serie de televisión Perdidos (Lost) entre las temporadas tres y cinco. Ahora, ¿premios? Tiene a rabiar. Y todos dentro de los ámbitos antes mencionados, por supuesto. Ha sido denominado “El mayor visionario del cómic de los últimos años», y ha sido comparado con Frank Miller, Alan Moore, Paul Pope y Steve Niles, como mente brillante de ideas particularmente originales. ¿A la gente se le ha ido la pelota con él? Puede ser. Pero bueno, a este viejoven le avalan ya 14 premios Eisner, 14 premios Harvey y un Premio Hugo. Algo querrá decir esto.

El caso es que Marvel lo pilla en uno de sus mejores momentos y le dice “Eh tú, colega, hazme algo con el personaje o superhéroe que quieras”. Y el compi no lo duda un instante y se coge a Doctor Strange para el que dice que siempre tuvo una historia. Y hace El Juramento (The Oath) en cinco grapas. Y ahora Panini Cómics nos lo rescata de nuevo y lo pone a un precio maravilloso para que nadie-nadie se pierda esta joyita. Una locura, una pasada, un cómic en tomito que os aseguro que vais a devorar de una sentada, casi ciento treinta páginas que ni las hueles de lo chula que está la trama.

Los nuevos lectores obtendrán toda esta información en El Juramento; su inicio y su origen, por lo que no es necesario haber leído otras historias protagonizadas por el personaje, ni siquiera haber visto las pelis. El Hechicero Supremo se embarca en la más importante investigación paranormal de su carrera: debe resolver un intento de asesinato… ¡Contra él mismo! Doctor Strange se embarca en un viaje místico con Wong y Night Nurse (Enfermera de Noche) para encontrar un elixir robado que tiene el poder de borrar lo que la mente puede pensar antes de que la condición de Wong empeore. ¿Empeore? Tiene cáncer. Pero una noche lluviosa en la ciudad de Nueva York, dentro del hospicio perteneciente a Enfermera de Noche, Wong, sirviente del Hechicero Supremo, arrastra al inconsciente y sangrante Doctor Strange adentro mientras suplica ayuda. Regresó al Sanctum Sanctorum para descubrir que a Strange le habían disparado durante un robo. Entonces Strange aparece en su forma astral y le dice a Night Nurse que si no se da prisa, estará muerto antes de que Wong termine de hablar. El caso es que Wong tiene esa horrible enfermedad que tanto conocemos y Strange consiguió una pócima para revocarla. Pero alguien vino a por ella. Y ahora, en otra parte de la ciudad, dentro de la oficina del Dr. Nicodemus West, un ladrón llamado Brigand le entrega una botella que contiene el Elixir de Otkid y un amuleto. Afirma que mató a Strange durante el robo y le muestra un arma que dispara balas de plata. West le dice que debería haberse asegurado de que Strange estuviera muerto porque si no, ya está el lío montado. Así comienza este thriller de acción.

Insisto, lo que me encanta de este cómic es cómo puedes tomarlo instantáneamente sin saber nada de Doctor Strange. Lo que también me encanta es lo simple y única que es la historia. Y como atrapa. Desafía al personaje y lleva a Strange a sus límites sin usar villanos demasiado poderosos en escenarios a escala multiuniversal. Aun así, sí que hay un villano en la forma de Nicodemus West, el cual encaja perfectamente como villano de una sola aventura. Aportar además que estamos ante uno de los cómics del personaje que ayuda a ver cuán obvia era la elección de Benedict Cumberbatch como Doctor Extraño. Aparte de que el actor lo reconoce como su favorito.

Para colmo, el tomito que recién saca Panini Cómics aporta una cosa tremenda al final. Se dedican unas páginas en cuanto a cronología y lecturas complementarias que al interesado/a le vendrán de perlas si opta por seguir disfrutando aventuras del personaje. Siempre que quiera.

Y querrá.

Reseña: Marvel Must-Have. Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross

Para un día tan maravilloso como hoy que esplende ilusión por los cuatro costados, vengo a reseñaros Marvels, obra cumbre del cómic tanto de guión como de dibujo. Una obra que Panini Cómics recupera para la colección Must-Have, esos cómics que debes tener sí o sí, tanto por formato, edición y colección. Obra cumbre de mis amados Kurt Busiek y Alex Ross. Maestro de guion y dibujo respectivamente.

En el día que para muchos en nuestro país comienza la Navidad no quedaba otra que reseñar un título de renombre. Creo que es seguro decir que Marvels, la miniserie de cuatro números lanzada durante los 90, revolucionó la industria. Un intento de crear algo parecido a una historia social del Universo Marvel desde la perspectiva del reportero-hombre-común Phil Sheldon, y con una vuelta a los inicios dentro de la modernidad. Trama que traza el curso de la historia marvelita desde sus humildes comienzos con las aventuras de la Antorcha Humana, Namor (Submariner), los dos puntales de lanza que lanzaron a la industria en la Casa de las Ideas, llegando a mostrar incluso la muerte de Gwen Stacey, la llegada de Galactus a la Guerra Kree-Skrull, la irrupción de los mutantes en la boda de Reed Richards y Sue Storm… Grandes momentos de la Era Marvel.

Es difícil exagerar el impacto que ha tenido la serie desde su publicación inicial. El efecto más obvio fue que esta miniserie convirtió a Alex Ross en referente, lo lanzó al estrellato, hablando en plata. No se puede seleccionar ningún número de un cómic importante de hoy sin una aportación seguramente en portada de Alex Ross. A él recurren actualmente y literalmente para todo gran proyecto de cómic que se precie. Ha demostrado ser un artista de un gran talento creativo incluso al otro lado de la calle, en DC, con Kingdom Come. Otra obra cumbre. Y de manera muy similar, parece que Kurt Busiek también empezó a estar súper considerado desde la publicación de Marvels. Grandes guiones ha dado desde entonces mi guionista de cómics favorito.

Sin embargo, el impacto de la serie fue mucho mayor que eso. Como han señalado otros, Marvels dio forma a la forma -valga la redundancia- en que las dos principales compañías de cómics veían sus principales títulos y como sin quererlo envejecían. El envejecimiento es la muerte del superhéroe, que no se os olvide. Y en los años transcurridos desde Marvels, DC y Marvel se dieron cuenta de que podían contar historias sobre sus personajes pero también sobre gente aledaña a ellos con un mínimo de participación del pijameo. Y haciéndose bien, interesarían. Lo ideó de alguna forma Busiek y funcionó con Marvels. Contar historias sobre la vida más íntima de los personajes, en tono más psicológico, volviéndolos más reales, más cercanos al lector, pero también y, sobre todo, hablar de personajes de exterior. ¿Qué tal unos cómics que nos cuentan la vida de gente normal y su perspectiva, problemas y alegrías en relación a esos poderosos y únicos seres que se pasean por la ciudad salvando inocentes? Os advierto que Busiek hizo de este tema una maravilla y lo mostró en más series de su creación.

En los últimos años, hemos visto que la nostalgia domina la industria del cómic. Que cantidad de empresas y medios de entretenimiento se han dado cuenta que la nostalgia vende. Los grandes amantes del cómic que fuimos niños en los 80 y 90, ahora con treinta, cuarenta e incluso cincuenta años, seguimos comprando con gusto. Benditos los años que vivimos y bendita la época en la que estamos ahora en la que tenemos posibilidad de conseguir grandes obras y en formato integral, recopilado, en ediciones casi eternas. Y eso que a grandes personajes como Spiderman se les va renovando en años, una y otra ve,z para que los niños de ahora lo sigan queriendo. Pero las tendencias están ahí. Y aunque Spiderman se renueve como chaval «soltero y perdedor», los mutantes se reinician en sus series constantemente con nuevos personajes. Por eso, es interesante leer Marvels, ya que comienza con una deconstrucción. Se nos ofrece una perspectiva única de las batallas sobrehumanas entre la Antorcha Humana y Namor, que para los ciudadanos del Universo Marvel, son francamente aterradoras. ¿O no sería terrorífico que viéramos por la ventana o en la calle destrucción constante y dos seres arrojándose grandes peñascos, fuego y lo que pillen de por medio? Así mismo y de manera bastante brillante, Busiek se ancla en este tema.

Marvels es realidad por los cuatro costados.

Un Must-Have en toda regla.

Reseña: Marvel Must-Have. Daredevil. Born Again, de Frank Miller y David Mazzucchelli

Que mejor nombre para una colección de cómics indispensables que Must-Have. Es decir, los que DEBÉIS TENER, sí o sí. Tener, y por supuesto, leer más de una vez. Panini Cómics está sacando esta colección con grandes joyitas Marvel indispensables pero es que además a un precio y formato maravilloso. Por lo que pocas excusas quedan ya para hacerse con titulazos como Lobezno: El viejo Logan, Civil War, El Guantelete del Infinito (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3210), Dinastía de M (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6608), Planeta Hulk (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3703), La Saga de Fénix Oscura (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3457) y bueno…, un largo etcétera ya.

Insisto: joya tras joya.

A lo largo de los años, bastantes guionistas han tratado con el personaje de Daredevil, pero ninguno de ellos estuvo nunca a la altura, ni en la misma liga, que Frank Miller con su obra Born Again. En tan solo siete números y en 1986, creó una historia eterna, evocadora, tanto que se considera la última gran historia de Daredevil, donde Matt Murdock no pudo pasarlo peor. Donde baja hasta el infierno… y regresa. Con un capítulo inicial explosivo, con la ex-novia de Daredevil, Karen Page, revelando su identidad secreta a cambio de una dosis de drogas. Una intriga audaz que se marca Miller, una táctica, un suspense y drama que algunos guionistas hubieran usado y alargado durante mucho tiempo, pero que el maestro decide plantártelo en toda la cara y en tan solo una página. Para que veáis la terrible intensidad que aporta Born Again.

Después, aumenta la tensión a medida que esa información inevitablemente encuentra su camino hacia Kingpin, quien luego comienza a despojar a Murdock de su vida, capa por capa. Este es realmente Frank Miller en esencia. Dolor y cuando no queda otra, más dolor. Frank Miller había trabajado originalmente en Daredevil desde 1979 hasta 1983 y ahí ya se veía lo que pretendía con el personaje. Como quería cambiarlo y como en aquella época también se convirtió en una de las lecturas obligadas del Universo Marvel. Por eso, su regreso en 1986 fue muy esperado y su unión con el artista David Mazzucchelli no decepcionó. Y como no era de extrañar que volvieran a trabajar juntos un año después en la magnifica Batman: Año Uno (mi top-one del orejas picudas incluso por encima de El Regreso del Caballero Oscuro). Pero antes de que hicieran trizas a Bruce Wayne, también hicieron trabajitos de dolor con Daredevil en Born Again. Una historia de redención, un ida y regreso, un caer para levantarse mejor, un renacimiento para el protector de Hell’s Kitchen.

A diferencia de otras series de cómics, la redención de Murdock no es instantánea. No hay una solución rápida y a medida que se desarrolla la historia en siete números, las cosas rápidamente van de mal en peor. El implacable impulso de Kingpin por destruir a su antiguo enemigo se muestra en todo su esplendor, y su venganza no se limita a Murdock, sino a todos sus seres queridos. Cualquier tema asociado a «el hombre sin miedo» queda empañado. Sin embargo, en mi opinión, la aparición del Capitán América y Iron Man hacia el final de la historia le quita un poco de fuerza. Relaja bastante el tema que quema. Born Again es un cómic diferente, intenso, donde se aplica dolor máximo sobre un personaje/persona y por eso, todo tipo de ayudas gratuitas pueden devaluar la trama. En este caso concreto, no da para tanto. Solo una pequeña queja sobre esta obra de arte tan maravillosa. Una queja menor por ponerle un pero… Y solo es porque queda claro que en aquella época, estos detalles probablemente infundados por la editorial, ayudaban a vender más juguetes. Pero Born Again es una maravilla. No agregaré más.

No hay muchos cómics de Marvel de mediados de los 80, que puedan publicarse hoy y que aguanten tan bien la tensión propuesta hace cuarenta años. Born Again es de las poquitas excepciones.

 Sinceramente, me duele que aún quede gente que no haya leído esta obra.

Reseña: Marvel Must-Have. La Muerte del Capitán América, de Ed Brubaker y Steve Epting

La Muerte del Capitán América es también algo horrendo de leer. No es una historia de Terror en sí, pero impacta. Como bien se dice, el relato que nunca creíste que llegarías a leer, un magnicidio cuyas repercusiones alcanzarán a todo el Universo Marvel; y es que si quieres leer y te intriga esta historia es un momento ideal, ya que Panini Cómics la recupera en estos geniales tomos Must-Have que son eso en definitiva: cómics debes tener y leer. Se encarga de la tragedia Ed Brubaker. El tío, el guionista, el maestro, que todo lo hace bien y se supera a sí mismo cuando trata guiones que son thrillers de películas de acción. Steve Epting, uno de sus más fieles compañeros en grandes cómics que ya son leyenda, es el otro maestro del que brota The Death of the Dream (nombre original de este arco). Obra que tiene seis partes y que ahora se recoge en el formato que os comento: bueno, bonito y barato. Y llevadero, que me gusta decir de todo lo que puedes llevar en mano a cualquier lugar sin que sufran tus muñecas.

Un cómic donde Brubaker lo vuelve a hacer. Realmente me encanta cómo se conjuga todo en esta historia: Bucky se enfrenta a su pasado/presente, construye una amistad con Falcon (que ya sabemos que no durará mucho), reaviva un pasado con Natalia… Ver a Red Skull desquiciarse lentamente. Eso no tiene precio. Incluso conocer la historia de política de fondo que se cuenta sobre el país, aún leyéndolo en 2021 (esto vio la luz en el Vol. 5 del personaje en 2007), se siente demasiado real. Y la historia de Sharon Carter tiene su cosita. Aunque si conoces a Brubaker sabes que hay una mejor manera de escribir sobre mujeres, y él sabe hacerlo, y más sabiendo cómo terminará la historia de Natalia; pero bueno. No obstante, se nota que el maestro guionista aquí no está centrado en ese personaje sino en todo lo que concierne a la muerte de un sueño como es el tío de la bandera estadounidense en el pecho.

La Muerte del Capitán América nos lleva a las páginas finales de Civil War, la trama más grande jamás contada del Capi que partió de Ed Brubaker y Steve Epting; los cuales parece que aún tenían cosas que contar, para aturdir aún más a lectores con tanta tragedia de donde partieron ondas de choque hacia todo el Universo Marvel. Repercusiones de las que aún a día de hoy se sigue hablando. El Soldado del Invierno finalmente elige un bando, después de que la Guerra Civil ha terminado. El suyo propio. Y eso repercute en que Red Skull y sus secuaces salgan nuevamente a escena. Y es que a raíz de la Civil War, el Capitán América termina siendo acribillado en los escalones del juzgado minutos antes de ser procesado (¡Bendita portada!). Y Bucky apunta su poderoso brazo hacia Tony Stark. Y se convierte en su primer objetivo reclamar el escudo del Capitán América.

Esta sería la sinopsis-base pero hay mucho más. A bote pronto os diría que en este cómic se cuentan cosas que cierra magistralmente lo contado en el UCM (Universo Cinematográfico Marvel) cuando tratan este tema en el film Capitán América: Civil War. Más que nada porque allí no “baleaban” al Capi aunque si que lo pasa mal queriendo defender a Bucky de las acusaciones. Y las secuelas de su muerte o desaparición y la cuestión de quién será su relevo se lo llevaron a un final de otra saga con un «Y murieron felices y comieron perdices». Más una serie de TV que cuenta la lucha entre Falcon y Bucky por la sucesión, claro. Pero Brubaker continuó por el camino trágico que es realmente lo que pasó. Más que nada, porque se ha tenido en cuenta en la continuidad Marvel de los cómics hasta el día de hoy. Se puede decir que todo lo que toca Brubaker se convierte en canon. De ahí la importancia de este cómic que hoy os reseño.

La Muerte del Capitán América desencadena una dramática cadena de eventos que lleva a Bucky, Falcon, el Agente 13 y la Viuda Negra al centro de atención. Insisto, tengo que presentar nuevamente mis honores ante el tandem Brubaker/Epting por el gran trabajo de hacer que Bucky parezca un digno sucesor del escudo. Además de poner en la sartén a un Red Skull súper interesante, una amenaza viable a pesar de que ha sido derrotado cientos de veces a lo largo de los años. Un tomito donde se recopila por primera vez una edición de lujo completada con decenas de extras, la saga que sacudió a toda una generación de lectores y llegó hasta el último lugar del planeta.

¿Deseas saber más?

Reseña: Marvel Must-Have. Masacre. La Guerra de Wade Wilson, de Duane Swiercynski, Jason Pearson y VVAA

Cuando no te fallan con el criterio es obvio que la confianza sea máxima. Estos Must-Have de Panini Cómics son en definitiva eso: Tienes Que Tenerlos. Historias muchas, las mejores o de las más punteras de dicho personaje o grupo de superhéroes. O grandes arcos argumentales o geniales eventos. Así son y así lo he comprobado ya con Dinastía de M (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6608), Planeta Hulk (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3703) o la maravillosa El Guantelete del Infinito (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3210); por solo mencionar de las últimas joyitas reseñadas por aquí. Pero hay más. Muchas más y siguen publicándose otras. Y lo mejor de todo es que son tomitos en tapa dura y a un precio súper económico. Ese es su verdadero poder.

Llevo escuchando recomendaciones de lectura de La Guerra de Wade Wilson, pues años. Prácticamente, desde que se publicó por primera vez en 2010. Pero por una cosa o por otra nunca ha llegado a mis manos. Como habréis podido ver, no se ha reseñado mucho Deadpool (Masacre) por aquí. Y no es porque no me atraiga o guste el personaje, es de esas cosas extrañas del destino. No te has puesto con él y no te has puesto con él. No hay más. Nunca nos hemos tomado un té juntos (tampoco un whisky) pero si que nos hemos visto constantemente por el barrio…

He podido percibir rápidamente que Masacre: La Guerra de Wade Wilson brinda por la originalidad. Esta miniserie presenta a Deadpool contando su historia temprana como superhéroe de fuerza de ataque. Pero que no os suena a historia de origen porque no lo es. al menos, no como las entendemos hoy en día. Es más bien una mirada libre de continuidad al personaje desde una nueva perspectiva peliculera en un guión que Duane Swiercynski comprende en cuatro números. Una historia con la que los fans pudieron ver regresar al personaje después de una breve temporada sin sus historias. Pero como La Guerra de Wade Wilson fue un proyecto de Marvel Knights, la continuidad no es una preocupación. Eso hay que tenerlo en cuenta. Porque hay algunas violaciones claras al canon aquí. Pero si puedes aceptar que Masacre, Bullseye, Silver Sable y Domino fueron operativos militares activos hace más de veinticinco años, entonces la historia será bastante de fácil de digerir… jajaj.

Como un flashback transmitido por Deadpool a los miembros de una audiencia en el Senado, el guión rebota entre ambas líneas de tiempo con bastante rapidez. La mayor parte del humor en el guión proviene de esta interacción, ya que el guionista juega con la tendencia de un Deadpool rompiendo la cuarta pared. Algo que provoca que rías entre dientes constantemente, sobre todo, cuando la narración de Deadpool trata el disgusto constante de sus compañeros de equipo. Pero tengo que decir que el Deadpool de Swiercynski no es tan gracioso como esperaba. Y quizás lo agradezco. Por que un guión de constante humor en un contexto que en realidad debe ser más acción que otra cosa, puede morir de éxito. Es por eso que los problemas comienzan con Wade Wilson, nuestro mercenario favorito, siendo llevado a la corte y presentando un caso. Ha muerto gente y los tribunales quieren justicia. Desafortunadamente, su único testigo vivo es la sobreviviente a dicho infierno. Deadpool inexplicablemente complica, serpentea y cuenta una historia sobre cómo el programa Arma-X lo convirtió en un monstruo y luego lo involucró en un grupo encubierto de asesinos que fueron enviados en misiones secretas por parte del gobierno USA. Y es curioso, nos encantaría creerle… pero no podemos.

Una trama que se mueve de un lado a otro entre presente y pasado, tratando de sortear bromas enloquecidas y momentos de horror. Un cómic donde Duane Swierczynski intenta responder algunas preguntas persistentes sobre el pasado de Deadpool y arrojar algo de luz sobre una masacre que tuvo lugar en México, de la que hay pocos datos.

Creo que es un cómic adecuado pero no tan sorprendente como esperaba. Me lo habían puesto como indispensable y… No obstante, es entretenido y se lee en un periquete. Palomitero, como se suele decir. Swierczynski domina el sentido del humor de Deadpool, eso si, y quizás eso sea lo importante con este superhéroe, ¿no?

A todo eso sumadle una historia de fondo llena de misterios sin resolver.

Para fans.

Reseña: Marvel Must-Have. La Patrulla-X. El Don, de Joss Whedon y John Cassaday

¡Camarero! ¡Una de mutantes! Ya tocaba un poquito de salado con dulce, ¿no? Unas fresas con vinagre, un chocolate con queso o una buena aventura de esas que explotan en el paladar. Me decidí por El Don ahora que Panini Cómics sacaba este evento en sus tan indispensables Must-Have, tal como su nombre indica. El Don es un guión que rompe las reglas y se instala desde ya en mi cerebro como historia indispensable a recomendar de La Patrulla-X. Pero en este genial volumen no solo se recoge la miniserie Gifted (El Don) de seis numeritos, también el arco Dangerous (Peligroso) del que después os contaré más. Y eso que como siempre reivindico: ¡No soy de mutantes!

Y a los mandos Joss Whedon (Nueva York – 1964), el museo de las ilusiones en persona. Director, guionista y productor de cine, principalmente reconocido por su labor con los superhéroes, sobre todo por su trabajo en la productora Marvel Studios, donde trabajó como co-guionista de diversas producciones, joyitas como son las dos primeras adaptaciones Los Vengadores y Los Vengadores: La Era de Ultrón. Y es normal que se le diera tan bien. Es un amante de esto y además viene de guionizar cómics. De hecho, su trabajo más reconocido fue éste que hoy os traigo que en 2004 se marcó con los Astonishing X-Men. Emocionado me hallo con el género tras haber leído una de las mejores obras de mutantes que se pueden encontrar ahora mismo en librerías.

¿Sinopsis? Cíclope y Emma Frost vuelven al Instituto con el deseo de formar de nuevo a los X-Men. Quieren asombrar al mundo y que el mundo les devuelva la mirada… Con aceptación. Miniserie que se marcó Whedon, con el arte de John Cassaday (del que después me quejaré) y argumento en el que se basa directamente la tercera película de X-Men. Cuenta la historia de como un genetista acaba de encontrar la cura para la mutación. No obstante, cuando los X-Men se enteran, no ven esto como una bendición sino como un ataque a lo que ellos son. Al menos, la mayoría de ellos piensa así. Empieza entonces una carrera contra «la cura” y los X-Men descubren la verdad tras este propósito. ¿Os lo imagináis? Imaginaos algo muy nazi y acertaréis. Recordad que los mejores guiones de los X-Men, rara vez no están relacionados con el tema nazi. Mas, pese a su constante trajinar con el tema, tengo que decir que me ha enamorado de cómo está elaborada esta historia que, por supuesto, le da tres mil vueltas a la película. La escritura de Whedon esplende. Se ve a leguas lo dotado que está para ello. Pura brillantez. Diálogos inteligentes y dramáticos, al mismo tiempo. Tiene un enorme manejo de los personajes, y también me gustó que el nuevo grupo tuviera menos gente de lo normal. Solo hay seis miembros en estos nuevos X-Men. Y es que con menos personajes, los guiones funcionan mejor. Whedon tiene la oportunidad de que cada uno brille intensamente por su lado o desde su lado, mejor dicho. Tengo que decir también que El Don aumentó mi gusto por La Bestia. Personaje que siempre ha sido para mí ni fú-ni fa, sobre todo, desde que apareció en escena mi amado Rondador Nocturno. Pero aquí Whedon la hace brillar.

Ahora hablaré del arte de John Cassaday, del que habréis podido deducir que no me gusta. Es de los pocos ilustradores que no son de mi devoción. Sus personajes soy muy estáticos, casi maniquíes y no es capaz de hacer un fondo digno de un dibujante de calidad. La mayoría (al menos en este cómic) son fondos monocolor y con menos detalles que un Dacia. Eso está bien para una escena o dos, pero toda una miniserie así… Ufff, cansa. Y no alegaré más porque, sin embargo, la historia es magnífica. El Don me sirvió para descubrir el trabajo de Joss Whedon en cómic. Tenía curiosidad por saber quién era y cómo se defendía en el noveno arte. Y por qué hay tanta gente enamorada de su trabajo…

Peligroso es el otro arco que se incluye en este Must-Have. Del que no contaré demasiado y que es el segundo volumen del Astonishing X-Men, de Whedon. Donde ambos autores tejen una vez más una historia realmente interesante que es mucho más intensa que la primera -diría-, y está llena de sorpresas impactantes que dejarán a todos los fanáticos de los X-Men conmocionados por el resto de sus vidas. Así de claro. Como premisa: después de lo sucedido en El Don, un joven estudiante llamado Wing pierde sus poderes mutantes cuando Ord, el invasor alienígena de la anterior trama, se los quita. Debido a esto, Wing ha decidido suicidarse en la… ¡Sala de Peligro! Esto crea una serie de incongruencias espacio-temporales y el Instituto Xavier se ve atacado desde el interior por… ¿¿¿???

Tendréis que averiguarlo.

De la escritura de Whedon puedo decir que sorprende y que es capaz de crear historias que impactan. Con finales de película. Muy emocionado. No lo esperaba tan bueno, la verdad.

Reseña: Marvel Must-Have. Planeta Hulk, de Greg Pak, Carlo Pagulayan y Aaron Lopresti

«Los niños de hoy en día son muy listos». Una frase recurrente. La decímos ahora como padres o abuelos pero también la decían los padres y abuelos de hace medio siglo, y diría que mucho antes. Hace unos años fui con mi hija y mi mujer al estreno en cines de Capitán América: Civil War. No pasó mucho tiempo de metraje cuando mi niña me dijo: Papá, ¿dónde está Hulk? Acostumbrada desde muy pequeña a ver pelis de superhéroes, con una madre que ha leido desde siempre cómics y un padre polifriki; ya ella sabía que faltaba alguien y que si por alguna razón (que en el film comentan muy de pasada), una Civil War significaba que iban a pelearse todos contra todos… A ella lo que le importaba es que faltaba uno. Y Hulk no estaba. Entonces, le expliqué así por encima lo que se escondía tras ese tema. Aunque en realidad, me hubiera gustado que hubiese sido algo más mayor (¿Cinco años más?) y decirle como padre orgulloso: Rubita, es hora de que leas Planet Hulk.

Una historia genial y alternativa que Joe Quesada, director editorial de la Marvel de entonces, tuvo claro que Hulk no podía estar en la Tierra en el momento en que desencadenase aquella batalla. Era obvio que el bando que contase con el gigante verde, sería claro ganador de la contienda. Por supuesto, hablo de cómics. Ya sabemos lo chiste que es Hulk en comparación con otros superhéroes de la MCU. Así que fue Quesada quién comenzó a mover la maquinaria que sacaría a Hulk de nuestro planeta para a la postre iniciar con él un proceso de reconstrucción del héroe más que necesario para adaptar al personaje a la nueva edad de grandeza a la que Quesada estaba llevando a los principales héroes de la editorial. Y se parió así toda una saga que recupera Panini Cómics ahora nuevamente en una colección en la que sin duda debe estar un guionazo como es Planeta Hulk. Un Must-Have en toda regla, uno de los integrales mejor cuadrados que he leído de Marvel en mucho tiempo. Donde descubrí toda una serie de maldades, sobre uno de los personajes que más me han molado de La Casa de las Ideas, precisamente por eso mismo, por ser uno de los más denostados.

Los Illuminati (un grupo formado por Tony Stark, Reed Richards, Rayo Negro, Namor, y el Dr. Stephen Strange y Charles Xavier) se reúnen para engañar a Hulk y enviarlo lejos de la Tierra ante el enorme conflicto social que se avecina. Pero la decisión de depositar a Hulk en un planeta deshabitado y pacífico con vida no más inteligente que él, se ve truncada cuando la nave espacial es interrumpida por un agujero de gusano, colocando a la mole verde en un violento planeta llamado Sakaar, inmerso en guerra de sociedades. El guerrero de piel verde se une rápidamente a otros vilipendiados del Universo para sobrevir en una curiosa arena de gladiadores. Es entonces cuando empieza a despuntar como uno de los mayores enemigos del césar-manda-más de los reinos, el llamado Rey Rojo.

A través de toda una serie de conflictos y problemas, Hulk une todo un planeta matando al tirano regente, a la vez que encuentra un alma gemela y se enamora de la guerrera Caiera. Hulk es el salvador de las especies. Es coronado rey, con Caiera como reina. Pero la paz no dura eternamente, nunca lo hace, el goliat verde ve como los mundos (al igual que su amada Tierra) tarde o temprano, están abocados al desastre, a la aniquilación interna por los conflictos entre razas, generada por la falta de recursos. Su golpe de estado parece haber dado inicio a la destrucción del planeta Sakaar y a lo que en breve se llamará World War Hulk con su regreso a casa…

No existe paraíso para Hulk. Permitidme haber ahondado un poquito bastante en el inicio de esta saga, no lo suelo hacer, pero necesitaba que viérais que aquí (de momento) hay muy poco de lo que con los años metieron en Thor: Ragnarok. Un film que gusta por la genial mezcla de comedia y epicidad, pero donde se vuelve a denigrar la verdadera fuerza de La Masa, el Hulk que ha llegado a nuestros días, que en los cómics todos temen. En este Planeta Hulk sí que hay originalidad por los cuatro costados. Puede ser una de las historias de El Bicho, más recomendadas. Y con razón. Perderte en este integral como lo hice yo, no tiene precio. Como igual de alucinante es ver pelear a la mole verde contra Silver Surfer en una arena de gladiadores…

Como os decía, los eventos de Planeta Hulk continúan con la ira desatada de la mole verde en World War Hulk. Otra aventura que en mi opinición también tiene cabida en dicha colección. Obras que pueden vivir la una sin la otra, pero que se complementan bastante bien. Así que lo dicho: he gozado como un cosaco, como un poseso, pues eso: Alta recomendación.

Gloriosa aventura extraterrestre que no debe faltar en ninguna cómicteca.

Reseña: Marvel Must-Have. La Patrulla-X. La Saga de Fénix Oscura, de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin

Desde enero hasta septiembre de 1980, se publicó dentro de la serie regular de La Imposible Patrulla-X (X-Men), quizás uno de los mejores arcos argumentales que ha dado el mundo del cómic de superhéroes. Del tema mutante, uno de los más punteros, desde luego. Cualquiera que tenga uso de razón lo sabe, lo reconoce con tan solo oír el nombre. La Saga de Fénix Oscura es maravillosa la mires por donde la mires. Y os está hablando alguien que nunca fue muy de mutantes. Me atrajeron en su día, me atraen, pero siento cierto recelo por lo que la gente alaba tanto en cuanto a personajes. Aunque con esta historia, tengo que rendirme a la evidencia. Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin dándolo todo. Como dice el artículo que publicó Claremont en 2004: «Fueron los mejores tiempos, fueron los peores tiempos…», para ellos. Pero nueve numeritos finales (del #29 al #137) que todo el mundo estuvo de acuerdo en que comprendían en sí un todo, un arco argumental, una saga.

La Patrulla-X abandona la isla Muir en Escocia, pero Banshee decide quedarse con Moira. Havok y Polaris todavía creen que no pertenecen a los X-Men, y también se quedan con Madrox. Durante el vuelo, Jean vuelve a tener visiones sobre su pasado con Jason Wyngard, imágenes tan reales como la última vez. Cuando finalmente llegan a la Mansión X, los sensores advierten que hay una persona dentro, pero es el Profesor Xavier que ya ha regresado del Imperio Shiar… Después de unos días de descanso, Jean Grey sigue pensando que no puede controlar esa fuerza bruta, inmensa y dolorosa que brota en ella con la forma de Fénix.

Y tiene miedo.

En un mundo perfecto, podría decir que vaya pedazo de obra que acabo de leer, que se acaba de publicar, que es uno de lo grandes cómics del año, un Must-Have en toda regla. Y es así. La Saga de Fénix Oscura es la inmejorable prueba de lo que siempre predico. Benditos los años 80s y todo lo que se hizo en música, cine y cómics…. Más de cuarenta años después se puede seguir diciendo. Es muy fuerte pero es así. Cómics que a día de hoy se siguen disfrutando y que sigue siendo plausible lo que proponen. Indispensables. Estoy de acuerdo con el eslogan que propone Panini Cómics: ¡La Más Recordada Saga Mutante de Todos los Tiempos!

Sin duda, La Saga de Fénix Oscura será nombrada por siempre cuando las mejores historias mutantes salga al quite. La Saga de Fénix Oscura no es solo una historia de X-Men. Es la historia de La Patrulla-X. Y si a día de hoy en el mundo del cine, en mi opinión, no han sabido hacerle justicia; es su problema. Los que amamos tanto esta obra siempre nos quedará el formato comic, bien llevado brajo el brazo, en ediciones tan chulas como las que propone últimamente Panini Cómics en su colección de Indispensables (Must-Have).

Épica, una historia sobre el peligro del poder y su naturaleza seductora. Una historia de amor y pérdida, con dramas y aventuras de grandes proporciones. Sigue resonando entre los fans hasta el día de hoy, décadas después de su impresión, incluso después de que la mayoría de los eventos de la historia hayan sido desechados para arcos posteriores. Pero a diferencia de otras historias que tienen un alto rango (Watchmen, El Regreso del Caballero Oscuro, Maus), La Saga de Fénix Oscura no tuvo que reinventar los cómics para hacerlo. Aquí vamos a lo que vamos. Cómics de superhéroes, batallas interesantes y detalles que te hacen salivar. Presenta lo que creo que es el mejor grupo de X-Men de todos los tiempos (Cíclope, Lobezno, Tormenta, Coloso, Rondador Nocturno, Fénix, con Charles Xavier apoyándolos y Banshee de trasfondo), junto con apariciones especiales de clásicos como Bestia y Arcángel. Comprende además las primeras apariciones de Kitty Pride, Dazzler y mi amado Club del Fuego Infernal (incluida Emma Frost). El grupo viaja por diversas partes del mundo: Westchester (Inglaterra), Nueva York, Chicago, Denver e incluso llegan desde el más alejado lugar del Universo hasta el lado oscuro de la luna. Pero en especial, un escaparate para el personaje de Jean Grey, ya que sus poderes telepáticos alcanzan niveles similares al de los dioses, y su control sobre ellos se vuelve cada vez más tenue bajo las manipulaciones del misterioso Jason.

Una obra tan guapa que prefiero no contar mucho más.

Y por eso, aquí está de nuevo. Reeditada por fin, para aquellos insensatos que aún no han decidido leerla. Y en un formato brillante en lo que respecta a calidad y precio. Para lectores modernos, podría ser sorprendente saber que cuando se escribió esta historia, no se escribió como un gran evento. Chris Claremont y John Byrne creaban maravillas casi sin saberlo. Sin intentar crear crossovers, o eventos con el fin de destacar. Hacían lo que mejor sabían hacer, y disfrutaban. Y aquí eso esplende. Un diez de diez, un cinco de cinco, nada tan maravilloso debe faltar en cualquier cómicteca que se precie.

Reseña: Marvel Must-Have. El Guantelete del Infinito, de Jim Starlin, George Pérez y Ron Lim

Los amantes del tema cósmico en los cómics…, la verdad es que ya no nos podemos quejar. Grandes editoriales españolas poco a poco van trayendo de todo. De todo aquello que tanto añorábamos tener (volver a tener), ay, de aquellas madres que tuvieron afán por tirárnoslo todo a la basura… Ah. En mi caso conseguí salvar algunas grapas de mi amada saga El Guantelete del Infinito, pero que duda cabe que la carne friki es débil y fue ver estas nuevas ediciones (totalmente, unos Must-Have en toda regla) que está publicando Panini Cómics. Ediciones en tapa dura, tomitos a precio muy competitivo y ordenado de forma tan ideal, que ya la carne no es débil.

Es papel.

Además de contener todo lo que tiene que tener, alguien que siempre se interesó por el «cósmicqueo», de la mejor saga intergaláctica de Marvel -os juro, que no concedo nada, siempre prediqué esta saga a los cuatro vientos y bastante antes de que salieran las pelis-; mola ver además, las ediciones que Panini brindó a librerías en orden cronológico de lo que sucedió antes y después del tomo central de El Guantelete del Infinito, del maestro Jim Starlin e ilustrado por los eternos George Pérez y Ron Lim. Pues así a modo rápido, es sencillo de explicar. Un primer tomo con la presentación del villano y su vuelta a la vida (El Renacimiento de Thanos), la antesala de los acontecimientos donde el titán loco va perdiendo el norte por el amor hacia la Muerte y tiene la horrible/maravillosa idea de borrar a la mitad de la población del Universo mientras va consiguiendo cada gema (El Guantelete del Infinito: Prólogo), el desencadenante y la guerra contra todos los seres posibles que pueden hacerle frente (El Guantelete del Infinito, ¡el Must-Have!), pero es que la cosa sigue y a partir de esta reseña vais a querer más. ¿Y cómo puede seguir si lo peor ya pasó? Es fácil, aún no pasó. Está pasando…

Con la genial idea de los maestros del noveno arte mencionados, El Guantelete del Infinito contiene exactamente los números que se centran en lo ocurrido en la Tierra…, o zonas aledañas…jajaj. Es decir, el núcleo argumental de todo lo que comprende esta enorme saga, de la que os aconsejo, si no pillar, al menos, leer todo-todito-todo lo que podáis y así tendréis una visión superior a lo básico que hasta ahora puede conocer el que sólo ha visto los films de la MCU. Hombre, supongo que si estáis leyendo esta reseña es que ya habéis pasado por tomos anteriores, films, o sabéis a groso modo lo que ha sucedido. Pero si la idea es saber si El Guantelete del Infinito es interesante, no es una viejunada o cuenta algo diferente a lo que promueven los films. A ver: Sí. No. Y sí.

Tiene tramas-ramales diferentes a las pelis. De hecho, en los films, solo sacaron de aquí el trasfondo general: la idea malévola de dejar el Universo a la mitad de seres y la búsqueda y rescate de las Gemas del Infinito. Pero ni los protagonistas son los mismos (aquí hay muchos más), ni todo se centra en Iron Man, ni mucho menos. Le da veinte mil vueltas el gran Silver Surfer o Estela Plateada llevando el peso de la trama y las malas noticias de un lado para otro en el inmensidad del Universo.

Para mí es fácil. O mejor dicho, esta reseña ha sido muy fácil de escribir. Por que uno siempre puede hablar largo y tendido de lo que le gusta, de lo que ama, de una historia que marcó un antes y un después no solo dentro de la Casa de las Ideas, sino en el mundo del cómic, en general. Junto a Crisis en Tierras Infinitas, de DC, El Guantelete del Infinito es la saga cósmica por excelencia a recomendar a cualquier lector que tengo ansias de inmiscuirse en algo tan bueno como un buen Roscón de Reyes bien fresquito. Los dos mejores equipos de futbol de un país. Y yo que leí (creo que todos) los números hace unos veinticinco años prestados por un amigo, me daba patadas en el culo por volver a tenerlo todo. Sueño cumplido gracias al rescate de grandes obras que está haciendo la siempre recomendable Panini Cómics.

Gracias, gracias, gracias. Imprescindible. Imprescindible. Imprescindible.

Si eres un lector listo, esta reseña te sonará redundante. Que te voy a contar que no sepas ya. ¿Cosas que no se cuentan o se narran a medias en lo visual? Descubrid todo un universo nuevo aquí. Las respuestas son piedrecitas de colores distintos.