Reseña: Devorar la Tierra, de Osamu Tezuka

Devorar la Tierra no decepcionará a casi nadie que le de una oportunidad. Y, por supuesto, encantará a los amantes de Tezuka. Con el dibujo habitual del maestro, una historia con un marco diferente a lo que por entonces solía hacer. Una historia que trata sobre el poder que las mujeres pueden tener sobre los hombres… si quieren. Aunque también trata la venganza perpetrada por sus hijas de una mujer engañada por su esposo en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Planeta Cómic se encarga de que esta obraza no la pasemos por alto y la reedita en un formato genial para ser disfrutada este veranito.

Tuve el placer de leer Devorar la Tierra en dos sentadas. Manga del dios del manga, historia absorbente como pocas. Lo que más me interesó es ese tono básico que parece tan moderno cuando muestra lo honorable (o no) de una persona de 54 años. Re-situándonos, hay que decir que estamos ante un manga que se publicó por primera vez en 1968 y ya vemos que con el tema, es una historia muy adelantada a su tiempo: una mujer víctima de la sociedad de los hombres, una persona dispuesta a abolir los poderes del dinero, las leyes injustas, la moral y hacer que los hombres, sobre todo, paguen por ello. Huele a narrativa anticapitalista y feminista, ¿no? Y eso es lo que encontré en este manga. Aunque la historia parece un poco inconexa y en ocasiones, carece de vínculos directos. Mas, esta es una característica que se encuentra a menudo en Tezuka, debido en particular a los requisitos de producción. Pero a pesar de esa sensación de navegar entre diferentes episodios de series, encontré que el conjunto de la trama central se mantiene unida y termina por ser coherente. Es una proeza, frente a lo que nos detalla, pero muchas veces justa. Los episodios intercalados que simplemente presentan momentos de vacío en un mundo que cambia brutalmente, son desgarradores y perturbadores. Todavía me conmueve una de las escenas, tan hermosa como trágica, de la que obviamente no voy a spoilear nada…

A menudo soy muy positivo con los mangas de Tezuka. Me encantan. Soy uno de los que cae/cayó en sus redes fácilmente. Ya sólo un señor con un dibujo tan personal y característico para mí es muy de alabar. Pero esto no quiere decir que esté cerrado a los defectos muy reales que tiene: el dibujo puede verse infantil y casi que no cuadra mucho ver una ilustración tan jovial con una trama seria detrás. No sé si es un defecto o una particularidad pero Tezuka es el claro ejemplo de esta situación raruna que pocas veces se da. Personalmente, estoy acostumbrado y lo veo como una preocupación solo para mí a la hora de leer sus obras. Pero el tema está ahí. Fuera del perro… (porque dentro está demasiado oscuro para leer), esta historia va más allá de su simple tono y muestra una historia de venganza que os adelanto no acaba bien y es otro detalle que amo de Tezuka. Lo realista que es pese a ser o haber sido mangaka. ¿Es una denuncia del capitalismo salvaje y globalizado, de la atracción por el dinero, del racismo y del absurdo del género humano? Sí, y por tanto, una historia sobre eso tiene que acabar mal. Y punto.

La propensión humana a la delincuencia cuando desaparecen las consecuencias, hablar de racismo, como mostrar una soberbia y conmovedora historia familiar que desafía el modelo clásico; el autor muestra todo eso y más en esta maravillosa historia que es Devorar la Tierra. ¿Cómo los ideales se derrumban? Con un tremendo golpetazo físico o utilizando el soborno sobre el primer pilar. Mucha razón tenía el señor Tezuka.

Reseña: ADOLF, de Osamu Tezuka

Entre 1983 y 1985, el célebre artista Osamu Tezuka creó uno de sus mangas más subestimados, polémicos, eternos y que más han dado que hablar a nivel manga-friki-lector mundial. ADOLF, que también fue conocidocomo Message to Adolf (Adolf ni Tsugu) es una historia que abarca décadas, que es en gran parte épica e histórica, y en otra mayor parte, thriller de espías, romance y es considerada uno de los primeros «mangas para adultos» (gekiga). Aparte de ser el primer manga que recuerdo haber leído del maestro, es la historia de tres hombres llamados Adolf. Ese sería el mayor resumen que se puede hacer. Y la historia comienza en 1936 con el reportero japonés Sohei Toge, en Berlín, el cual se dirige a cubrir los Juegos Olímpicos, uno de los más políticos de la historia. Y aunque Sohei es relativamente apolítico, desconfía del régimen nazi como está empezando a hacer ya mucha gente. Lo que se amplifica aún más cuando recibe una llamada telefónica de su hermano menor, Isao Toge, estudiante universitario que estudia en Berlín y está involucrado en el proscrito Partido Comunista. Y este le dice que ha descubierto documentos sobre Hitler (uno de los tres Adolfs) que destruirían a todo el régimen nazi. Pero cuando Sohei va a visitar a su hermano, lo encuentra brutalmente asesinado, sin testigos y al examinar el cadáver de Isao, nota una sustancia calcárea bajo de sus uñas, que evoca recuerdos de un caso de asesinato que aterró a todo Japón. Uno en el que una geisha apareció asfixiada y con una misteriosa sustancia bajo de las uñas como ahora tiene su hermano.

Otra pista es un trozo de papel con las letras “R.W.

La narración divide el tiempo entre Sohei Toge y los otros dos Adolfs de la historia a los cuales vamos descubriendo y encontrándonos con el paso de las páginas. Uno es Adolf Kaufmann, hijo de un diplomático alemán y esposa japonesa que vive en Kobe (Japón). Un chico no muy conocido que se hace amigo del tercer Adolf del manga, Adolf Kamil, hijo de panaderos judíos que vive en Japón también. Por si no lo sabíais, Japón se convirtió en el hogar de una importante comunidad judía entre 1930 y 1940, a pesar de la Alianza del Eje.

Una trama enorme de intrigas. Un guion que es una trenza dentro de otra trenza, toda una serie de ramales que se unen y se separan de forma magistral. Todos tienen aquí que ver con todos. El padre de Kaufmann, la geisha asesinada, el hermano, el activismo político secreto, los documentos que estaba buscando Isao Toge, las pruebas concluyentes de que el abuelo de Adolf Hitler era judío…, lo que desacreditaría al Führer frente a sus propios seguidores; seguidores que ya son legión. Una obra con la que Tezuka tocó el cielo de los maestros y bordó el mundo del manga. Si llegáis a ADOLF tras leer obras anteriores, veréis como esplende aquí el señor Tezuka y como se siente totalmente liberado; sabiendo que podía hacer lo que quisiera que le iba a salir bien. Es capaz de crear muchos otros personajes y tramas secundarias y las entremezcla magistralmente. Todos los hilos se conectan para un clímax final en 1945 apoteósico.

Leí ADOLF por primera vez en los años 90 en inglés. En este país  he visto salir cantidad de ediciones en los últimos años pero hasta el momento no me había decidido por ninguna de ellas. Esta última que acaba de publicar este mes Planeta Cómic ha sido la elegida. La última obra del maestro del manga, Osamu Tezuka, en dos magníficos volúmenes de más de seiscientas páginas presentadas dentro de un atractivo cofre, con cubierta de geltex con acabado plastificado que asegura protección de larga duración. Una historia particularmente interesante que analiza muy bien la extraña alianza japonesa-alemana, que parecía destinada al fracaso debido tanto a la creencia en su propia superioridad racial como a una gran visión del frente interno japonés en las décadas antes mencionadas.

La serie se considera la última obra completa de Tezuka, el padre o dios del manga. Astro Boy (https://www.planetadelibros.com/serie-astro-boy/7011), Ambassador Magma (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7861), Prime Rose (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11644), y otras joyitas que está publicando Planeta Cómic mes a mes. Aquí su obra cumbre.

Reseña: Prime Rose, de Osamu Tezuka

Si estamos alabando lo que están haciendo otras editoriales con ciertos autores a la hora de ir recopilando y publicando su obra íntegra, no nos debemos olvidar de lo que está haciendo Planeta Cómic con el dios del manga y diría que del dibujo animado junto con Disney, el maestro-dios Osamu Tezuka. Una vez más, un mes más, va Planeta Cómic y pone en librerías un poderoso tomo recopilatorio de un nuevo título del maestro. La maravillosa serie Prime Rose empieza genialmente bien. Se lee y se disfruta rápido y esplende una trama que goza de cantidad de ingenios, demasiadas vueltas de tuerca y aunque sí que es cierto que en cuanto a guion en ocasiones puede no parecer ser el clásico Tezuka. Termina por dejarte con el culo torcido en un gran final.

Prime Rose nos lleva a conocer temas de intrigas palaciegas y políticas medievales que estuvieron muy a la orden del día en los días de antaño. El pacto en cuestión establece que dos familias intercambiarán sus respectivos terceros hijos para dar paso a un período de paz. Uno de los dos es la princesa Prime Rose, que se entrega a una familia de aristócratas kukurianos con el nombre de Emiya Tachi. Criada en la riqueza, Emiya se convierte en una niña obstinada y malcriada, casi insoportable, pero las cosas pronto cambiarán. Una noche, mientras asiste a un baile, el príncipe Pirar de Guroman se enamora de ella y le propone matrimonio. Emiya rechaza rotundamente la propuesta y a partir de ese momento se desencadenan una serie de acontecimientos que llevarán a nuestra heroína a situaciones peligrosas, gracias a las cuales descubrirá mucho sobre su pasado y el de los reinos de Kukurit y Guroman. En busca y captura por las autoridades de Guroman, Emiya se verá obligada a refugiarse en el desierto… ¡Dónde un misterioso señor le enseñará artes mágicas!

Como os decía, Tezuka no necesita presentación. Es simplemente el dios del manga. La importancia que ha tenido su persona, su obra, para todo el movimiento del cómic japonés, es enorme a escalas infinentesimales. Obras como: Astroboy, Kimba, el león blanco, Adolf (https://www.planetadelibros.com/libro-adolf-tezuka/361332), Alabaster (https://www.planetadelibros.com/libro-alabaster/340104), La Princesa Caballero o Ambassador Magma (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7861), por mencionar algunas, son mangas que han hecho historia. Y para nuestra satisfacción, todas o la mayoría están llegando poco a poco a nuestro país. Mangas que están provocando que muchos volvamos a disfrutar del maestro, así como algunos chavales jóvenes tengan la oportunidad de descubrirlo.

Prime Rose es un regalo tanto visual como argumental. Una historia de Tezuka un poco peculiar que fue lanzada en Japón en 1982, y fue uno de los últimos trabajos del maestro. Muestra a dos países limítrofes luchando entre sí, una lucha que se prolonga durante años, hasta el día en que la realeza decide pactar. Tiene mucho de lo que ocurría en ese momento en un lugar muy cercano al país del Sol Naciente. Un lugar que ahora brinda por las armas nucleares que da gusto…

Personalmente, nunca he leído nada escrito por Tezuka que no alcance, al menos, el notable. Como siempre, sus obras están actualizadas, a pesar de haber sido escritas años atrás. Y su estilo, que muchos caracterizan de simplista, divierte, es ameno, y a más de uno de esos bocazas los alento a que intenten dibujar como él, sobre todo, situaciones y escenas en los que se refleja el movimiento de una manera bestial. A eso sumad las sorpresas que Tezuka siempre reserva.

Reseña: Ambassador Magma, de Osamu Tezuka

No hace falta que yo reitere lo importante que es, que se publique/edite/reedite constantemente la obra del dios del manga Osamu Tezuka. Sobre todo, en nuestro país, donde se publicaba un titulo de vez en cuando pero no todo-todito-todo lo que existe. Bien, pues esa es la labor-magna que Planeta Cómic está haciendo. Y de la que pretendo hacerme con todo lo que pueda. Más que nada porque están saliendo títulos que apenas conocía y que hubiese jurado que jamás se publicarían en nuestro idioma, por supuesto, antes de que comenzara esta gran y nueva época del cómic que estamos viviendo en la que están llegando grandes joyitas ilustradas.

En Ambassador Magma, el periodista Atsushi Murakami y su familia se despiertan una mañana y se dan cuenta que han viajado doscientos millones de años al pasado. Todo es un plan, una obra de un extraterrestre llamado Goa, quien les muestra su plan. Goa les dice que viene con el objetivo de conquistar la Tierra y exige que Murakami informe su experiencia en una especie de diario narrador de los hechos que sucederán a partir de ahora…

Volviendo al presente, Mamoru, el hijo de Murakami, conoce a Magma, un robot gigante, creado por el científico para ser el protector de nuestro planeta junto a otras dos “personas cohete” como son su esposa Mol y su hijo Gam (hecho a imagen y semejanza del pequeño Mamoru). Pero, ¿funcionará este equipo para detener los malvados planes de Goa? Osamu Tezuka fue un artista que abogaba mucho por la Ciencia Ficción, campo del fantástico donde sacó a relucir todos sus gustos por el amor a obras indispensables de este magnífico género. Y si bien me gustaron algunas y no todas de las leidas hasta ahora, tengo que reconocer que cuando a alguien le llaman maestro-dios del manga, es por algo. No hay ningún manga suyo que no entretenga como poco para que quieras devorarlo hasta el final. Y otros, que dejen las ganas o ansias por saber que hubiese pasado en una continuación. Esto ocurre con Ambassador Magma, el genial volumen único que Planeta Cómic ha publicado este mes que cierra el año, donde se presenta una trama de escenario no muy complicado (a día de hoy) con un alienígena malvado dotado de poderes increíbles que pretende invadir la Tierra. Y como contrapunto, el personaje principal como simple niño que frustrará sus planes con la ayuda de su papá y unos cuantos robots curiosos (incluido el del título).

¿Es Ambassador Magma una obra de Tezuka muy recomendable para jóvenes o para padres que quieren disfrutar de un buen manga de robots (mechas) junto a sus hijos? Sin duda. Puedo imaginarme claramente a algunos niños japoneses de los años 60 o 70 encontrando esta miniserie absolutamente asombrosa. En cambio, como adulto del siglo XXI que lee bastante, puedo decir que Ambassador Magma no ha envejecido bien. Es la crítica fácil. Pero sería injusto porque mangas como éste tienes que ponerte a ello, verlo, con los ojos adecuados. No son otra cosa que una vuelta a la nostalgia de niños que crecimos con Mazinger Z, Tetsujin 28-go (el primer manga de mechas también conocido como Ironman 28), Gundam o el mismísimo Astro Boy, también de Tezuka que está publicando actualmente Planeta Cómic en nuestro país. Quizás algunos pensarán que Ambassador Magma solo interesará a unos pocos fans del maestro o como decía anteriormente a padres e hijos que quieran disfrutar juntos de una lectura. Pero no. Ya os digo que cualquiera que disfrute de una buena historia de CF con robots, le cogerá el gusto rápido a este volumen con el que poder disfrutar de toda la historia de una sola atacada.

Tiene algunas escenas realmente buenas y un tema que me hizo reflexionar sobre en lo idiotas que nos estamos convirtiendo poco a poco como sociedad. Al gran chico-malo de esta historia le gustan los niños. Y eso no significaba lo mismo hace sesenta años que ahora, ¿no?

Si andáis por Sevilla, ideal pillar esta obra en el MangaFest (X Festival de Cultura Asiática y Ocio Digital de Sevilla). Aunque hoy es el último día.

Osamu Tezuka, maestro de maestros, rey de reyes, siempre.