Reseña: Prime Rose, de Osamu Tezuka

Si estamos alabando lo que están haciendo otras editoriales con ciertos autores a la hora de ir recopilando y publicando su obra íntegra, no nos debemos olvidar de lo que está haciendo Planeta Cómic con el dios del manga y diría que del dibujo animado junto con Disney, el maestro-dios Osamu Tezuka. Una vez más, un mes más, va Planeta Cómic y pone en librerías un poderoso tomo recopilatorio de un nuevo título del maestro. La maravillosa serie Prime Rose empieza genialmente bien. Se lee y se disfruta rápido y esplende una trama que goza de cantidad de ingenios, demasiadas vueltas de tuerca y aunque sí que es cierto que en cuanto a guion en ocasiones puede no parecer ser el clásico Tezuka. Termina por dejarte con el culo torcido en un gran final.

Prime Rose nos lleva a conocer temas de intrigas palaciegas y políticas medievales que estuvieron muy a la orden del día en los días de antaño. El pacto en cuestión establece que dos familias intercambiarán sus respectivos terceros hijos para dar paso a un período de paz. Uno de los dos es la princesa Prime Rose, que se entrega a una familia de aristócratas kukurianos con el nombre de Emiya Tachi. Criada en la riqueza, Emiya se convierte en una niña obstinada y malcriada, casi insoportable, pero las cosas pronto cambiarán. Una noche, mientras asiste a un baile, el príncipe Pirar de Guroman se enamora de ella y le propone matrimonio. Emiya rechaza rotundamente la propuesta y a partir de ese momento se desencadenan una serie de acontecimientos que llevarán a nuestra heroína a situaciones peligrosas, gracias a las cuales descubrirá mucho sobre su pasado y el de los reinos de Kukurit y Guroman. En busca y captura por las autoridades de Guroman, Emiya se verá obligada a refugiarse en el desierto… ¡Dónde un misterioso señor le enseñará artes mágicas!

Como os decía, Tezuka no necesita presentación. Es simplemente el dios del manga. La importancia que ha tenido su persona, su obra, para todo el movimiento del cómic japonés, es enorme a escalas infinentesimales. Obras como: Astroboy, Kimba, el león blanco, Adolf (https://www.planetadelibros.com/libro-adolf-tezuka/361332), Alabaster (https://www.planetadelibros.com/libro-alabaster/340104), La Princesa Caballero o Ambassador Magma (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7861), por mencionar algunas, son mangas que han hecho historia. Y para nuestra satisfacción, todas o la mayoría están llegando poco a poco a nuestro país. Mangas que están provocando que muchos volvamos a disfrutar del maestro, así como algunos chavales jóvenes tengan la oportunidad de descubrirlo.

Prime Rose es un regalo tanto visual como argumental. Una historia de Tezuka un poco peculiar que fue lanzada en Japón en 1982, y fue uno de los últimos trabajos del maestro. Muestra a dos países limítrofes luchando entre sí, una lucha que se prolonga durante años, hasta el día en que la realeza decide pactar. Tiene mucho de lo que ocurría en ese momento en un lugar muy cercano al país del Sol Naciente. Un lugar que ahora brinda por las armas nucleares que da gusto…

Personalmente, nunca he leído nada escrito por Tezuka que no alcance, al menos, el notable. Como siempre, sus obras están actualizadas, a pesar de haber sido escritas años atrás. Y su estilo, que muchos caracterizan de simplista, divierte, es ameno, y a más de uno de esos bocazas los alento a que intenten dibujar como él, sobre todo, situaciones y escenas en los que se refleja el movimiento de una manera bestial. A eso sumad las sorpresas que Tezuka siempre reserva.