Sexo, odio racial y de clase, incesto, aborto y corrupción.
Un cruce entre Twin Peaks y Melrose Place.
In your face! Unforgettable book!
Menuda presentación pese a hablar de una obra que tiene casi setenta años. Cuando se publicó Peyton Place, de Grace Metalious, en 1956, todos los críticos de su país coincidían en que el libro era escandaloso aunque difícil de resistirse a una lectura así. Y esto es otro modo de describir una obra por la que me fustigo una y otra vez al pensar, cómo diablos me ha pasado desapercibida tantos años. Aunque su nombre creo recordarlo difuso en algunas menciones literarias en debates, si bien nadie afirmó nunca que este libro fuera una obra indispensable de la literatura, podría decir que le hizo más mal que bien al libro que la imaginación del público se viera rápidamente trasladada a la gran pantalla.
El término “Peyton Place” se ha convertido en sinónimo de lugares y situaciones plagadas de escándalo. De hecho, el libro fue vilipendiado en algunos sectores, pero eso no impidió que mis antepasados estadounidenses lo compraran en masa. Peyton Place está ambientado en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra donde todos conocen los asuntos de todos. Los habitantes de Peyton Place parecen tener mucho más sexo que la mayoría de pueblos reales así como de lo que podemos encontrar en otras novelas de los años 50 del siglo XX. Más, desde luego, que el que tenía los aburridos centros de la época y de lo que estaban dispuestos a tolerar. La novela, de hecho, estuvo prohibida en algunos estados norteamericanos durante algunos años. Pero los censores llegaron demasiado tarde. Peyton Place ya era un éxito de ventas en septiembre de 1956 y lo seguiría siendo hasta bien entrado 1957. Vendió más de 100.000 copias en su primer mes, en comparación con la primera novela promedio que vendió 3.000 copias, con suerte, y en toda su vida. Por lo que Peyton Place finalmente vendió más de doce millones de copias, pero incluso con este dato, es más recordada por sus adaptaciones cinematográficas y televisivas.
Constance McKenzie con su hija ilegítima Allison; Kenny que se bebe a su esposa Ginny, que también corre con otros hombres; Lucas, que abusa con violencia de su hijastra adolescente Selena; Rodney, cuyo padre compra a Betty; el hombre que hace que su chica se case con el médico rico y moribundo para que ella lo haga rico; el hombre que le da un puñetazo en los dientes a la mujer que ama antes de hacer el amor… estos son los personajes de esta curiosa primera novela de una autora que dio mucho de que hablar a mediados del pasado siglo. Grace Metalious (1924-1964) fue autora de una de las obras más vendidas de la historia editorial. Peyton Place es el libro que ha permanecido en la lista de libros más vendidos del New York Times durante más tiempo.
Como os decía, Hollywood no perdió tiempo en sacar provecho del éxito del libro: un año después de su publicación, la película Peyton Place fue un gran éxito de taquilla. Además, se estrenó una serie de televisión en horario de máxima audiencia que comenzó a transmitirse el otoño posterior a la muerte de Metalious. También fue un éxito de audiencia. Hubo más novelas. Pero las otras, aunque se vendieron bien, ninguna tuvo tanto éxito como la primera (A Return to Peyton Place (1959), The Tight White Collar (1961) y No Adam in Eden (1963)). Metalious murió con treinta y nueve años por la masiva ingesta de alcohol. Y horas antes de su muerte, fue convencida por su último amante, John Rees, de firmar un testamento dejándole todo su patrimonio, con el entendimiento de que cuidaría de sus hijos. Su familia años después pudo invalidar el testamento, pero fue de poca utilidad, ya que su patrimonio era insolvente por años de vida lujosa, generosidad con «los amigos» y malversación de fondos por parte de sus anteriores agentes. Al momento de su muerte, tenía cuentas bancarias por un total de cuarenta mil dólares y deudas por más de doscientos mil. Como podéis ver, ella misma fue víctima de su obra.
Suicidio, violación, aborto, asesinato, estafas, traición, lujuria; una avalancha de males del ser humano que se muestran subjetivamente en Peyton Place.
Obraza rescatada en una genial edición por Blackie Books.