Reseña: Patos. Dos Años en las Arenas Petrolíferas, de Kate Beaton

Patos es una historia autobiográfica en la que la autora comparte su experiencia como trabajadora en empresas que trabajan en las arenas petrolíferas de Canadá. Una historia muy personal y conmovedora en muchos sentidos. Una lectura que desafía. A partir de entonces, Kate Beaton se volvió autodidacta y eso se nota tanto en su dibujo como en su estilo de guion. Sus trazos a veces son rígidos, las proporciones no siempre se respetan, pero el cómic en sí, adopta bien el tono de novela gráfica que se disfruta. ahora, en tapa dura, y en una genial edición, Norma Editorial la publica a este lado del charco, un cómic que la autora presenta más como una yuxtaposición de escenas que como una historia construida. Una visión de conjunto, una declaración de intenciones, una denuncia, por encima de todo. Un guion que presenta además un ritmo bastante sincopado, a pesar del claro deseo de la autora de caricaturizar bien a cada personaje. Por eso no siempre es fácil saber quién es quién y esto es para decir a los lectores que no deben leer esta historia por sus cualidades técnicas sino más por lo que se pretende contar. Una denuncia.

Esperaba leer una historia vagamente feminista pero sobre todo ecológica. Al final tuve todo lo contrario ya que la mayor parte de la charla se centra en el comportamiento social de los compañeros/hombres de una empresa. Me gustó mucho el análisis de la situación (Cape Bretón (Nueva Escocia), una comunidad costera muy unida en la que abundan las langostas, las playas, los violines y las canciones tradicionales gaélicas), reflexionando sobre el tema del comportamiento masculino con criterios más sutiles que la simple frase de “Es un hombre, por lo tanto un primate”. Aquí, la estructura de los campamentos, el hecho de que las mujeres sean una fuerte minoría, el aislamiento o la falta de atención psicológica del personal son criterios que alimentan el pensamiento de la autora. Interesante las reflexiones de: “Y si mi padre, hombre protector, justo y recto, estuviera aquí, ¿su comportamiento sería diferente al de los demás? Análisis que invita a reflexionar sobre cada situación.

Con escenas, a veces, muy duras (Kate Beaton pasará por lo peor que puede pasar una mujer, dos veces) pero contado con cierta modestia, lo que es aún más conmovedor. La historia parte de un único objetivo: pagar el préstamo estudiantil que Katie tiene y por eso viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa, necesitados de empleos de buenos salarios que no pueden encontrar en su tierra natal. Katie encontrará la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario.

Patos: Dos años en las arenas petrolíferas es potente como historia. Sobre todo, cuando la protagonista (la autora) madura. De polluela que era a los veintipocos años cuando llegó a como se convierte en una mujer que se atreve a afirmarse en su posición. Tenemos el retrato de una mujer que crece, marcada por los traumas.

Una lectura que desafía.