Reseña: Soy Leyenda, de Hernández, Caballero y Matheson

A una buena historia de Terror, uno siempre quiere volver.

Y más aún si nunca tuviste la oportunidad de verla reflejada en un formato diferente a la que la leíste o viste por primera vez. Hablo de Soy Leyenda, el novelón que se marcó el siempre original Richard Matheson, allá por 1954. Nada más y nada menos. Una versión que nos traslada a una post-apocalíptica ciudad de Los Ángeles (no a Nueva York), en lo que serían unos supuestos años entre 1976 y 1979. Una historia que los quita-méritos del género de terror siempre han querido catalogarla de Ciencia Ficción antes que decir claramente que estamos ante una trama que alcanzó la cima de nuestro glorioso y amado género. Y todo, para llevársela a su terreno. Pero no, my friends, I am leyend es puro horror y para mí no es una trama que produce los clásicos síntomas del vampiro mítico y trata de re-evaluarlo, como he leído por ahí. Para mí es simplemente la versión de Matheson de lo que sería un mundo gobernado por zombies.

Y ahora Sergio Hernández y Toni Caballero (Backhome, Planeta Manga), han convertido esta historia en novela gráfica. Ya la convirtieron en cómic en su día Matheson, Brown y Elman en 2007, pero que duda cabe que era llamativa y atractiva la idea de leer esta versión de dos autores de este país, elaborada al estilo amerimanga.

Si no conocéis la historia, ya tardáis. Tenemos a Robert Neville, el único superviviente de un despiadado virus que ha asolado el planeta, convirtiendo al resto de la humanidad en “vampiros”. Su existencia, se ha reducido a combatir a estos seres sanguinarios, quienes tratan desesperadamente de darle caza, ya que, para ellos, él es el verdadero monstruo. Y con escenas espectaculares, de acción y bastante drama (de esta historia, recordaremos siempre el tema del perrito), van pasando los días, días que Neville intenta seguir a duras penas con el solo objetivo de encontrar a otros que hayan sobrevivido como él. Y salir, poder llegar lejos, alcanzar un mundo nuevo que debe haber tras la ciudad fortificación en la que se esconde…

Neville ha sobrevivido a una pandemia propinada por una bacteria. ¿Os suena? Solo que no fue lo mismo que vivimos hace unos años, ¿no? Gracias a Dios. Pero como veis, casi setenta años antes, Matheson adelantaba acontecimientos con una idea futurista entonces, de lo que podía pasar por culpa de una guerra bacteriológica. Aunque estoy de acuerdo que Soy leyenda, en realidad, trata otros temas como la soledad, la fuerza del ser humano por sobrevivir, ese mismo que flaquea en ocasiones y se piensa seguir viviendo.

Una luz en lo que parecía un largo e interminable túnel.

Lo he dicho. A una buena historia, uno siempre vuelve.

Reseña: Shibumi, de Pat Perna, Hostache y Trevanian

Cierto es que nunca pensé que la genial Shibumi fuera una historia que se se pudiera trasladar al cómic. O que alguien tuviera la idea de llevarlo a cabo. Que se atreviera. Y eso que es una novela trepidante maravillosamente ingeniada por el intrigante Trevanian. Pero no sé porqué nunca caí en ello. Ahora podéis ver que Pat Perna y Jean-Baptiste Hostache pensaron que sí era posible. Crearon un genial volumen en formato serie y la buena nueva es que una editorial como Tengu Ediciones la acaba de publicar en nuestro país en formato integral.

Shibumi es obra maestra de la literatura norteamericana, novela de espionaje filosófica y crítica mordaz a USA como pocas historias lo son. Un libro inclasificable del misterioso y legendario escritor estadounidense Trevanian, y ahora tenemos esta trama en un maravilloso cómic europeo de los que hacen época, tal y como dice la sinopsis editorial. Y aviso que esta historia tiene un comienzo complicado y puede que algunos tengan que aguantar un poco para continuar. Pero sabiendo que lo que viene va a molar…, debéis aguantar. Aunque tenga a veces un estilo recargado en algunas páginas, hay que dar bastante información para que la historia se sostenga al mismo nivel que el libro. Y entonces a disfrutar. Me gustaron los personajes y su destino, a veces doloroso. Me gustaron los diálogos, especialmente los del héroe, que se centran en una reflexión sobre el mundo occidental, sus absurdos, y todos estos temas tratados con humor e ironía. Me gustó la inserción de los momentos de escape del prota, su fuerza silenciosa y su flema (que aquí no tiene nada de británico). Me gustaron los personajes secundarios. Me gustó esperar la acción, sentirme decepcionado por no obtener ninguna y disfrutar mirando más de cerca el dibujo y releyendo el diálogo antes de pasar la página. Me gustaron los juegos políticos y de espías, las motivaciones de cada uno y cómo cada uno se organiza y cambia de posición según sus intereses… La pura novela llevada de manera gloriosa al noveno arte. Pero entiendo que Shibumi no será un cómic que pueda complacer a todos. Después de haber tenido la oportunidad de viajar (siempre es una oportunidad) y de abrirme a la cultura india y asiática en particular, siempre me sentí muy cerca de la forma de pensar del héroe de Trevanian y de su incomprensión ante la estupidez, injusticia y cinismo que propina el ser humano. Sobre todo, en el país que aún se considera el más poderoso del mundo.

En cuanto al dibujo, no conozco bien a Hostache (Clockwerx, Assasin’s Creed: Conspiraciones, Naissance du tigre, Les pionniers…), pero su dibujo es extraño a la vez que atractivo. Todo queda un poco geométrico, los primeros planos de los hombres son angulosos y no muy bonitos, pero los primeros planos de las chicas tienen más éxito. En definitiva, no sé porqué me recuerdan a los dibujantes de las pelis Disney clásicas. Por eso y por todo lo demás, Shibumi se ha vuelto un indispensable en mi cómicteca. A recomendar. Un novela gráfica maravillosa. Más de doscientas páginas que provienen de una obra maestra de la literatura americana, novela de culto y muy famosa, que no es otra cosa que una crítica irónica y mordaz a los Estados Unidos a través de ciertos diálogos y a través de la Organización Madre, esta especie de entidad enorme que lo controla todo y decide vida o muerte para un cierto número de individuos. Pat Perna (Kersten, Convictos, Valhalla Hotel, Kosmos…) hace una buenísima traslación.

Una última batalla en un entorno de conspiraciones y muerte como pocos héroes han vivido.

Reseña: Todas las Princesas mueren después de Medianoche, de Quentin Zuttion

Imagino que como para muchos de vosotros el Festival Internacional de Angoulême es un evento en el que poner el ojo cada año para descubrir nuevos cómics, nuevas historias, donde se pueden encontrar grandes joyas del cómic europeo actual. Y donde ver títulos a los que estar atentos por si llegan a nuestro país. Por eso, cuando se da el caso y como ocurre en esta ocasión con Planeta Cómic, que trae uno de los ganadores del pasado año 2023, decidme, ¿quién demonios se lo va a perder?

Toutes les princesses meurent après minuit (Todas las princesas mueren después de medianoche) fue la ganadora del Premio Especial Juvenil del Gran Jurado. Y la premisa principal, más suspense no puede tener: “La vida sentimental de una familia peculiar”. Una novela gráfica pura que llega en pocos días a librerías dentro de la genial colección Es Novela Gráfica que se está marcando Planeta Cómic. Una colección con la que disfrutar de  grandes títulos, el más reciente Al son de un fado, de Barral, que disfruté muy mucho (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14963). Historias que dejan regusto tras una buena sentada lectora.

En Todas las princesas mueren después de medianoche, durante un breve periodo de tiempo, seguimos a algunos personajes: una pareja en proceso de separación y sus hijos, una adolescente que descubre las alegrías y desilusiones del primer amor, y su hermano menor que toma conciencia de su homosexualidad y lucha por expresarse… con su mejor amigo en particular. Amores incipientes que sobreviven, otros que mueren: esperanzas y sueños chocando. Un guion que esplende muy profesional pese a la poca experiencia del autor, donde la narración está bastante bien labrada y no muestra demasiado patetismo. Bastante modesta y aireada, diría yo; la historia toma la forma de un día en la vida de una pareja y sus dos hijos. Un día que marca un punto de inflexión para cada integrante porque la pareja ha llegado a un punto de quiebre, la hija mayor está a punto de perder la virginidad, el niño está despertando su sexualidad y descubre que prefiere desempeñar el papel de princesa mejor que el de príncipe. Este último personaje es el más destacado y, sobre un tema difícil, Quentin Zuttion consigue pintar una imagen sensible y desprovista de cualquier voyeurismo. Los inmaduros, sus miedos y sus expectativas. El día termina en un punto de quiebre que invita a un nuevo comienzo, a una reconstrucción, muy bien traducida en el Epílogo.

El dibujo me pareció curioso. No sabría definirlo bien. Simple pero basados en colores pastel dando apoyo a los diseños algo amerimangas que le dan un toque curioso porque en ciertas viñetas cambian al punto clásico del cómic europeo. No sé definirlo bien. Pero esas son las sensaciones.

Quentin Zuttion progresa bastante bien.

Transmite agradablemente sus mensajes de tolerancia.

Hay algo en este título que complace por enteros a buen amante de la novela gráfica.

Reseña: Patos. Dos Años en las Arenas Petrolíferas, de Kate Beaton

Patos es una historia autobiográfica en la que la autora comparte su experiencia como trabajadora en empresas que trabajan en las arenas petrolíferas de Canadá. Una historia muy personal y conmovedora en muchos sentidos. Una lectura que desafía. A partir de entonces, Kate Beaton se volvió autodidacta y eso se nota tanto en su dibujo como en su estilo de guion. Sus trazos a veces son rígidos, las proporciones no siempre se respetan, pero el cómic en sí, adopta bien el tono de novela gráfica que se disfruta. ahora, en tapa dura, y en una genial edición, Norma Editorial la publica a este lado del charco, un cómic que la autora presenta más como una yuxtaposición de escenas que como una historia construida. Una visión de conjunto, una declaración de intenciones, una denuncia, por encima de todo. Un guion que presenta además un ritmo bastante sincopado, a pesar del claro deseo de la autora de caricaturizar bien a cada personaje. Por eso no siempre es fácil saber quién es quién y esto es para decir a los lectores que no deben leer esta historia por sus cualidades técnicas sino más por lo que se pretende contar. Una denuncia.

Esperaba leer una historia vagamente feminista pero sobre todo ecológica. Al final tuve todo lo contrario ya que la mayor parte de la charla se centra en el comportamiento social de los compañeros/hombres de una empresa. Me gustó mucho el análisis de la situación (Cape Bretón (Nueva Escocia), una comunidad costera muy unida en la que abundan las langostas, las playas, los violines y las canciones tradicionales gaélicas), reflexionando sobre el tema del comportamiento masculino con criterios más sutiles que la simple frase de “Es un hombre, por lo tanto un primate”. Aquí, la estructura de los campamentos, el hecho de que las mujeres sean una fuerte minoría, el aislamiento o la falta de atención psicológica del personal son criterios que alimentan el pensamiento de la autora. Interesante las reflexiones de: “Y si mi padre, hombre protector, justo y recto, estuviera aquí, ¿su comportamiento sería diferente al de los demás? Análisis que invita a reflexionar sobre cada situación.

Con escenas, a veces, muy duras (Kate Beaton pasará por lo peor que puede pasar una mujer, dos veces) pero contado con cierta modestia, lo que es aún más conmovedor. La historia parte de un único objetivo: pagar el préstamo estudiantil que Katie tiene y por eso viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa, necesitados de empleos de buenos salarios que no pueden encontrar en su tierra natal. Katie encontrará la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario.

Patos: Dos años en las arenas petrolíferas es potente como historia. Sobre todo, cuando la protagonista (la autora) madura. De polluela que era a los veintipocos años cuando llegó a como se convierte en una mujer que se atreve a afirmarse en su posición. Tenemos el retrato de una mujer que crece, marcada por los traumas.

Una lectura que desafía.

Reseña: Windhaven, de Lisa Tuttle, Elsa Charretier y George R. R. Martin

Divertimentos, historias, libros, films, series… Hoy en día tenemos mucho donde elegir y casi que en el formato que nos apetezca. En ti está hacerlo como te plazca y como mejor lo lleves. Las opciones están en el buffet. Por mi parte, le tengo cogido el gustillo a ver como se desarrolla una misma historia en diferentes formatos y uno de esos sándwiches mixtos que más me gustan son los que van de libro a cómic. Porque de libro o cómic a película está bien, pero normalmente sales disgustado. Y, en ocasiones, quedas pedante porque de ti sale como de un volcán la frasecita: «Eso en el libro no era así». Y la gente te odia por un segundo. Pero no puedes evitar decirlo. Sin embargo, de libro a cómic pocas (poquísimas) veces usarás «la frasecita». Primero, porque se suele respetar mucho las escenas importantes del libro y la que sale, suele ser igualita pero ilustrada. Y segundo, bueno, son muy pocos los que hablan consigo mismo y se dicen frases pedantes hacia dentro…

En este tejemaneje se mueve Windhaven, la novedad que publica Planeta Cómic este mes que no es otra cosa que el libro El Refugio del Viento trasladado a novela gráfica. Historia de los consagrados George R. R. Martin (ya sabéis, Canción de Hielo y Fuego, es decir, toda la saga de Juego de Tronos, aunque ha escrito otras muchas novelas y cuentos de Terror y Ciencia Ficción) y Lisa Tuttle (autora de CF, Fantasía y Terror también con bastantes novelas y relatos de dichos géneros publicados y ganadora también de los grandes premios estadounidenses del fantástico). Bien, pues Tuttle colaboró con el autor y guionista George R. R. Martin en una novela corta llamada The Storms of Windhaven que fue nominada al Premio Hugo -el más alto galardón que existe para la CF-, en 1976. Y Tuttle y Martin algo más tarde ampliaron la historia a una novela que se llamó Windhaven (El Refugio del Viento), que se publicó por primera vez en 1981. Era muy común en la época hacer esto con historias que lo petaban en formato corto, como por ejemplo, El Juego de Ender, de Orson Scott Card. Windhaven es una novela gráfica a todo color que ha sido adaptada por la propia Lisa Tuttle e ilustrada por la siempre genial Elsa Charretier (Star Wars: Capitana Phasma, Harley Quinn, Starfire…), una de las dibujantes del momento. La sinopsis cuenta:

«Entre las islas dispersas de un mundo oceánico llamado Windhaven, nadie tiene más prestigio que los alados. Estos mensajeros de alas plateadas cruzan mares traicioneros y desafían vientos cambiantes y tormentas repentinas para transportar noticias, rumores e historias a las comunidades más remotas de Windhaven. Maris de Amberly Menor tan solo es la hija de un pescador, pero es heredera de los navegantes de las estrellas que fundaron su mundo y de la familia de alados que la adoptó. Maris anhela volar por encima de todo. Sin embargo, el hermanastro de Maris es quien debe heredar las alas cuando alcance la mayoría de edad… aunque él sueña con otro camino. Así que Maris decide desafiar la tradición y la ley, exigiendo que los alados sean elegidos por sus méritos y no por herencia».

Y ahora os lo cuento con mis palabras y os resumo. La historia cuenta la vida de Maris, que en principio conocemos desde su vida de niña hasta que le llega el deseo de volar con los integrantes más importantes de su patria. Luego nos vamos a la lucha por cambiar la estructura de la sociedad en la que vivía. Y luego, a sus últimos años, donde vemos las consecuencias de toda esa lucha por la que tuvo que pasar. ¿Creéis que os hago todo este resumen rápido por que no me gustó? Todo lo contrario. La historia cubre un gran rango de tiempo y se disfruta con cada página. La historia fuera de la vida de Maris es bastante típica, eso si, pero la fantástica, la del mundo que engloba y como nos metemos en esa genial ambientación de una tierra donde todo es agua y hay la constante lucha de poder entre naciones…, Eso, my friends, mola cantidad. Por otro lado, me gusta avisar que en esta novela gráfica, hay bastante viñeta y texto y eso para el lector de cómic que apenas tiene tiempo para sentarse un rato a disfrutar y digerir lo que tiene entre manos; se puede asustar. Solo me queda pensar que o bien Lisa Tuttle no ha hecho mucho cómic o está tan enamorada de su historia que no quería dejar nada fuera.

Leí El Refugio del Viento hace años, el libro, mucho antes que Juego de Tronos. Y ya se veían en Windhaven cositas que se trasladaron a la enorme saga de Westeros (Poniente). Pero aquí nos centramos en un solo personaje y gusta ver toda su vida pasar. Y en formato novela gráfica. Es interesante ver también, como cambia Maris con el tiempo en ese mundo de egoístas. Concretamente, da un empujón fortísimo a la historia el dibujo de Charretier. Aporta una característica curiosa en ocasiones que es, muy poca expresión facial. Como si te enteraras de la historia como a vista de pájaro. Desde el aire, apenas apreciando detalles, dibujos que parecen sin terminar. A cierta gente puede no gustarle pero a mí eso me encantó.

Novelas gráficas que uno disfruta.

Reseña: Éramos el Enemigo, de George Takei, Justin Eisinger, Steven Scott y Harmony Becker

Puede parecer que voy de novela gráfica en novela gráfica, pero es que me parece de recibo que para alguien que lee tantísimo y tan rápido como yo (un devorador de historias del tamaño de un Azotamentes tengo dentro), ya que me pongo con una historia que empiece y acabe en el mismo tomo. Se agradece. Para más inri, leo tramas de todos los géneros pero tengo debilidad, cada vez más (será la edad) por las historias que tocan el alma. Historias reales que son traslaciones de novelas autobiográficas que han sido súper ventas en el New York Times y que hablan del dolor en primera persona y de sucesos de gran envergadura, que para bien o para más mal que bien, sufren inocentes sin comerlo ni beberlo.

Éramos el Enemigo es una de esas memorias gráficas que merecen ser leídas. Cuenta la historia, ahora en formato ilustrado, del actor/guionista/escritor/activista George Takei. Una historia de coraje, patriotismo, lealtad y amor. Planeta Cómic publica este mes además, la edición They Called Us Enemy: Expanded Edition. Un genial tomo en tapa dura, una edición de lujo con material y páginas extras que trae lo que me gusta a mí visualizar cuando me cuentan una historia basada en hechos reales: fotos verídicas de los protagonistas.

George Takei ha capturado corazones y mentes en todo el mundo con sus actuaciones magnéticas, su ingenio agudo y su compromiso franco con la igualdad de derechos. Pero mucho antes de desafiar esas nuevas fronteras que tanto promueve en Star Trek, se despertó una mañana como niño de cuatro años para encontrar a su país de nacimiento en guerra y a su padre y a toda su familia teniendo que huir de buenas a primeras para abandonar su hogar con un futuro incierto por delante. Una impresionante historia gráfica donde Takei repasa además la niñez que tuvo viviendo en los campos de concentración estadounidenses cuando formó parte de los ciento veinte mil japoneses americanos que el gobierno estadounidense mantuvo presos durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1942, por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, todas las personas de ascendencia japonesa en la costa oeste fueron detenidas y enviadas a uno de los diez «centros de reubicación», a cientos o miles de millas de su hogar, donde serían retenidas dichas familias durante años bajo guardia armada. Éramos el Enemigo es el relato de primera mano de Takei sobre esos años detrás del alambre de púas, los terrores y las pequeñas alegrías de la infancia a la sombra del racismo legalizado. Las decisiones difíciles de una madre, la fe probada de su padre en la democracia y la forma en que esas experiencias plantaron las semillas para su asombroso pero entonces incierto futuro.

¿Qué significa ser estadounidense? ¿Quién decide? George Takei se une a los guionistas Justin Eisinger y Steven Scott y a la artista Harmony Becker en el viaje de su vida para presentar una novela gráfica que pone los vellos de punta. Una trama que si no fuera porque sabes que tiene un bonito final (dio fuerza y forma a un ícono estadounidense), pondríamos nuevamente en entretela la forma dictatorial que ejecuta el país que tanto alardea de promover la libertad, el ser el lugar donde cumplir tus sueños.

No es oro todo lo que reluce.

En mi amada por otras muchas cosas USA, he visto las imágenes de televisión de niños emigrantes sufriendo que es muy fácil desarrollar la fatiga por compasión. Después de todo, podemos apagar el televisor sin vernos obligados a contemplar la difícil situación de ser encarcelados a una tierna edad en un lugar extraño y duro, a merced de fuerzas que realmente no comprendemos. Pero Takei ha encontrado una manera poderosa de transmitir su mensaje. Con un libro y ahora con una novela gráfica que presenta en mejor caso el tema, en mi opinión, se muestra una historia que entra hasta el fondo. Me explico: no es lo mismo leer esta historia en narrativa que en un medio que la mayoría de nosotros experimentamos por primera vez cuando fuimos niños; en cómic, en manga, dibujos con globos de diálogo y narraciones simples y escasas para ayudar a los lectores a verlo todo a través de los ojos del niño que alguna vez fue Takei. Todo muy Estudios Ghibli. Donde Takei relata cosas como que soportaron un calor sofocante y tormentas de lluvia que convirtieron el campamento en un mar de barro, comieron alimentos de mal sabor que no tenían ni idea qué eran e hicieron sus necesidades en hileras de inodoros que construyeron con trozos de madera…

Una locura.

Reseña: Bajo la Luna. Una historia de Catwoman, de Lauren Myracle e Isaac Goodhart

En estos días de incertidumbre que quizás pensábamos que nunca los íbamos a vivir en primera persona, muchos de nosotros disfrutamos de una historia sobre el empoderamiento, especialmente cuando son víctimas que terminan por convertirse en sus propios héroes. En el film, la Capitana Marvel tenía mucho de esto en mente. Esencialmente, Carol Danvers desafió explícitamente a quién le dice que haga frente a quién quiere ser e incluso le llega a decir en un momento dado a su ex-mentor: «No tengo nada que demostrarte». Estas son ideas geniales, diferentes, REALES. Por que el nivel de prepotencia en la gente de cierta edad, gente que no se deja enseñar por sus mayores o semejantes con más experiencia, a estas alturas, sobrepasa todos los limites. Por supuesto, elaborar una historia en torno a ese tema es arriesgado. En el caso de la Capitana, su personalidad permaneció prácticamente estática a pesar de la pérdida de memoria, el lavado de cerebro y el eventual triunfo. Habría que preguntarse entonces: ¿Se lleva esto en los genes? ¿Está dentro de nosotros en un lugar al que aún no le hemos puesto nombre? Probable. Muy probable. El contraste aquí es que la mayoría de esos personajes maduran frente a la tragedia y eso, sencillamente eso, es lo que nos deja una sonrisa en los labios después de leer una buena obra.

La versión de Selina Kyle que crea la guionista Lauren Myracle no es diferente. En Bajo la Luna: Una historia de Catwoman, con frecuencia se muestra de una manera que parece que deberías estar impresionado por lo que hace, antes y después de huir de casa. El cómic comienza con la frase: No es por quejarme pero mi vida es lo peor. Es dura pero una frase que todo joven y adulto ha pensado o dicho alguna vez. ¿O no? Y ya estás enganchado, por que estremece. Eché entonces un ojo a la autora y no fue sorprendente ver que el trabajo de Lauren Myracle es exclusivamente ficción para jóvenes, como The Internet Girls, The Fashion Disaster That Changed My Life… Pero no confundamos esta descripción con un ataque a la literatura juvenil o libros dirigidos a chicas jóvenes; tratar estos temas, sinceramente, me parece una de las cosas más difíciles del arte de escribir. Creo que se necesitan muy malas experiencias vividas, así como un don, para saber trasladarlo bien a una trama. Cosa que Myracle hace divinamente en Una historia de Catwoman. Tan fácil como en ciertos momentos la historia te pone los pelos de punta.

En Bajo la Luna: Una historia de Catwoman, Selina es rebelde a la forma común: pequeños robos, defendiendo al niño gay de la escuela, insultos con la servilleta mojada, finge ser una solitaria cuando tiene al menos dos amigos que parecen disfrutar de su presencia. Y las cosas se ponen raras y se vuelven escalofriantes de nuevo cuando tiene un encuentro imaginario con un gato gigante del cielo que le dice que ahora es Catgirl, que su nombre real es Catgirl y no Selina. Y luego está Bruce Wayne.

Me gusta como está hecho Bruce. Un chico decente que es amable con todos, y como sospecha que Selina está pasando un mal momento, le abre la puerta de su casa, a lo que, por supuesto, ella se niega porque es una Catgirl independiente. Si no fuera por que lo encontré demasiado perfecto para un tipo que vio cómo asesinaban a sus padres… Bueno, con el adulto que muestran normalmente los cómics me pasa lo mismo. Lo chulo es, que con un guiño a la continuidad, Selina está enamorada de él y ella intenta negarlo. Se cuenta aquí que son amigos desde preescolar o algo así. Pero hay algunos elementos más interesantes, como que Selina se une a una pequeña banda de inadaptados y poco a poco se convierte en un modelo a seguir. La joven traumatizada del grupo es toda una ladrona. Esta es probablemente la parte narrativa que más se disfruta del volumen. Está genial. Así como otros villanos conocidos que van apareciendo.

El diseño de personajes del ilustrador Isaac Goodhart es bueno, simple, pero lo suficientemente detallado para mostrar una amplia gama de expresiones sin mucha repetición. La paleta de colores limitada se utiliza maravillosamente y durante la lectura, a veces, me puse a repasar algunas viñetas de paisajes grandes donde Goodhart establece una perspectiva y una profundidad impresionante.

La pregunta es: ¿Alguien en Gotham tuvo una infancia feliz?

Feliz Día de los Enamorados.

Reseña: Myrddin, de Jorge García y Gustavo Rico

Jorge García y Gustavo Rico se han unido para crear una novela gráfica con una trama principal que ha sido contada en cantidad de ocasiones, aunque no desde la perspectiva de la Ciencia Ficción. Es decir, la revisión del mito artúrico como nunca antes se había visto. De hecho, si os dijera la pregunta-premisa que fue lo que me enganchó a leerlo, quizás os pase lo mismo: ¿Qué pasaría si Merlín no fuera humano? Vamos a ver, que no fuera…, ¿y si fuera un ente extraterrestre que llega a la Tierra con un extraño secreto y se inmiscuye entre los de nuestra raza con un curioso objetivo? En una época donde aún persisten los poderosos linajes, los guerreros, reyes y sabios… ¿Y si este ser que se hace llamar Myrddin conviviera, aconsejara y ayudara al Rey Arturo y a su hermana Morgana gracias a la tecnología que maneja? No me digáis que no es una sinopsis cuando menos atractiva. Tenemos aquí una revisión o una relectura a la enorme trama histórico-fantástica, a todo lo que rodea a la excelente historia pilar de Excalibur.

Bien, pues Jorge García y Gustavo Rico hacen lo propio en este cómic, o más bien, novela gráfica. Un interesante prólogo de Sagar Forniés (ilustrador, director artístico y escenógrafo español muy amante del mito), ya nos advierte de inicio que la obra que nos disponemos a leer, elude bastante bien los preceptos clásicos de la literatura clásica y la convierte en un filtro del glam-rock (???) con un dibujo y color impactante.

Muy de acuerdo, con este señor.

Y así conocemos a Myrddin, que es un ser diferente, pero no extraterrestre, ni alienígena… Espera, espera, ¿o sí? De Merlín viste pero es otra cosa, de eso no me cabe duda. Un ente, casi un espectro, que no solo interactúa con los protagonistas de la trama. También con el lector. Jorge García me ha parecido un genial guionista capaz de crear una interrelación extraña mientras vas leyendo el cómic. Arturo, Morgana, Mordred, Ginebra, Lancelot son de algún modo diferentes a los personajes clásicos que uno tiene en mente, pero tienen un no-sé-qué interesante que provoca que quieras saber más de ellos. Con lo que García provoca una lectura diferente creando diversas tramas que empiezan a entrecruzarse a ritmo vertiginoso, y cuando te quieres dar cuenta, has llegado al final. Y eso deja una sensación extraña…

Como he oído por ahí, si que es cierto que mezclar Ciencia Ficción y Fantasía no suele ser plato de buen gusto. Como decía mi abuela: «Azul con verde, muerde». De los tres grandes géneros del fantástico son quizás la mezcla más “dolorosa”. La más difícil de llevar a cabo sin llevarse algún tomatazo. Pero si se consiguen poner límites en ciertas grietas como hicieron aquí Jorge García y Gustavo Rico, la historia sale adelante sin problemas y se convierte en una novela gráfica a la que unos cuantos de ustedes debieran dar una oportunidad. Y más sabiendo (aún me fustigo por no haber estado al tanto) que Myrddin era considerado uno de los cómics más esperados del año y ya está aquí. Un tandem tan potente como el de García y Rico -tras la genial Los Dientes de la Eternidad-, no era para menos.

¿Y qué cuenta? Prefiero que lo descubráis por vosotros mismos. Aunque ya estáis al tanto del ochenta por ciento de la trama, seguramente. Pero a eso sumad algo tan eternamente atractivo para vosotros lectores del fantástico como historia, leyenda, tecnología y viajes en el tiempo en una trama oscura, afligida, casi melancólica…, de una realidad en la que se nos cuenta de algún modo el auge y caída de Camelot.

Una obra caprichosa, original, digna de aplauso por lo diferente. Norma Editorial como siempre apostando por los mejores autores patrios, poniendo a su disposición su potente gama editorial, cosa que provoca mis aplausos.

Una de las grandes apuestas, muy digna, que merece ser apoyada por todo lo que concierne. Páginas que destacan trama, dibujo y edición. ¿Cómic del año? Veremos. Pero buen ejemplo de perfecta sincronización.

Reseña: Mera contra la Marea, de Danielle Paige y Stephen Byrne

Tenéis que conocer a Mera. Ella es la última de una línea de mujeres sagaces que intentan luchar contra su destino. Su padre, el Rey de Xebel, ve algo fácil en el tema de su hija: un hombre guapo y un matrimonio arreglado para el futuro. Después de todo, la madre de Mera, la reina guerrera del territorio, murió hace tiempo y ya casi nada importa. Pero a Mera no le gustan en absoluto los mimos o esos tipos “involucrados”, de hecho, está tratando de sacar de Xebel el totalitarismo atlante, ya que la realeza de Xebel son simplemente títeres de maestros que hacen todo lo que diga su padre. Entonces, un día, escucha a su padre ordenar que su prometido vaya al mundo nuestro (donde los humanos que respiran aire), y mate al heredero de Atlantis. Que se apresure a conseguir esa misión y conseguirá el premio prometido.

Ella.

Las expectativas eran altas por mi parte para esta primera novela gráfica de las denominadas DC Novelas Gráficas de Joven Adulto que está publicando en nuestro país la cada vez más atractiva Editorial Hidra. Supuestas novelas gráficas originales para público adolescente. Pero ya sabéis como es esto de atraer a más público joven, los que verdaderamente las disfrutamos somos los lectores de cómics de toda la vida. ¿O no? Conocía de su existencia y de la buena aceptación que están teniendo en USA dichas novelas, en especial, las de Danielle Paige. Pero en mí, y supongo que bastantes de vosotros, quedaba la duda de cómo podía hacer que el mundo poderoso de Atlantis y bien reflejado en los cómics actuales fuera lo suficientemente fresco en este formato. Tenía esperanza. Se están haciendo cositas muy interesantes, fusiones de estilo, nuevos formatos para la experiencia en la narración de historias con ilustraciones, alguien dentro de DC, o quizás venga de fuera, parece haber encontrado un punto ideal, nuevo y lozano, para proporcionar entretenimiento. Y la que aporta azuquita a esto es Danielle Paige.

Mera contra la Marea, es buen ejemplo de que lo hace con creces. Mera, que nunca antes había estado en el mundo de los que respiran aire, es realmente agradable ver como se porta como un pez fuera del agua, abriendo muy mucho los ojos, luchando por comprender todo lo malévolo que se puede encontrar en las noticias de la televisión, no acostumbrada a las parejas homosexuales besándose en el paseo del puerto (aunque ciertamente, y leyendo entre líneas, puede que ella misma sea un poco homosexual); y, por supuesto, cuando se trata del objetivo que tiene en mente, lo atrapa y se puede decir que se comporta como pez fuera del agua. Por lo que Mera contra la Marea, se presenta de una manera maravillosa todo el tomo. No solo las escenas subacuáticas, está en este lavado verde suave, casi gótico, que realmente hace que el cabello rojo de Mera vibre a tus ojos. Hay algo de azul sutil aquí y allá, y eso es todo para la paleta de colores disponible por parte del ilustrador Stephen Byrne, que hace que toda la trama sea absolutamente distintiva y agradable en mar de colores templados. ¡Qué diablos, gracias a este detalle te sumerges mejor en la historia!

De Danielle Paige, la autora superventas del New York Times, y el artista Stephen Byrne, llega una mini historia de origen de Mera que explora sus primeros pasos en tierra firme, así como sus primeros pasos como heroína (o villana), según elija la condición de su corazón o su misión de matar. Mera representa la realeza adolescente, heredera al trono de Xebel, la otra colonia no tan perdida bajo el mar. Pero Mera está destinada a llevar otro tipo de corona, la de Atlantis. Cuando los habitantes de Xebel planean derrocar a su tierra natal de Atlantis, Mera es enviada a matar al heredero del trono, Arthur Curry. A medida que aumenta el malestar entre sus colonias, Mera y Arthur se enamoran de forma inesperada… ¿Arthur Curry será el Rey al lado de Mera en Atlantis, o morirá bajo su espada?

Una historia que explora el deber, el amor, el heroísmo y el don de poder y saber elegir a tiempo. Todo a través de los ojos de la realeza submarina favorita de los lectores que aman las sirenas, el mar, esos momentos en los que fuimos felices y no lo sabíamos. Un guión con un enfoque de intenso amor instantáneo muy conseguido. Que más decir, honestamente, de los que amamos a las pelirrojas tipo Mera…

Reseña: Wonder Woman. Warbringer, de Leigh Bardugo, Louise Simonson y Kit Seaton

Una entrada digna en el universo de Wonder Woman.

Así definiría lo que he sentido al leer la novela gráfica Wonder Woman: Warbringer. La famosa superhéroe de DC tiene muchos nombres y ha sido adaptada y reencarnada en cantidad de ocasiones. Lleva casi ochenta años en nuestras vidas entre cómics, películas, programas de televisión y libros. Y ahora, una vez más, vuelve a la página ilustrada en la adaptación de Louise Simonson de la novela Wonder Woman: Warbringer, de Leigh Bardugo; la famosa autora número 1 del New York Times. Un chulo volumen en formato novela gráfica, llevadero y que publica en nuestro país la cada vez más interesante para mí Editorial Hidra. Un tomito que he disfrutado un montón, donde Diana, Hija de inmortales, Princesa de Themyscira y Mujer Maravilla, aparece como Princesa Diana, mucho antes de su mandato como legendaria Wonder Woman. Mientras se arriesga al exilio de su tierra natal por haber quebrantado la ley al salvar a una mortal y verse inmersa así en un complot internacional en el únicamente intentaba detener una guerra mundial.

La premisa básica es interesante, pero se vuelve aún más cuando nos enteramos que el mundo no sólo está siendo amenazado por los habituales hombres blancos de chaqueta que van de reunión en reunión moviendo los hilos del planeta. La misma niña que Diana ha salvado (Alia Keralis) es una Warbringer; descendiente directa de Helena de Troya, una de las almas nacidas para provocar el caos. Ahora, unidas por el destino, deben superar sus propias inseguridades y liberar el potencial que tienen dentro para evitar que el mundo caiga de nuevo en una hecatombe. Por que, por lo visto, o se nos ha olvidado, o no hemos aprendido nada de la Historia reciente…

Wonder Woman regresa a sus raíces en la novela gráfica Warbringer. Me he topado con diálogos ingeniosos, objetivos de guión muy logrados y personajes que transmiten muy bien el ánimo y también el desánimo que sobrevuela ese poderoso don que llaman vulgarmente amistad. Por que Wonder Woman: Warbringer es una historia sobre la amistad que, a veces, nos llega sin avisar. La novela gráfica está basada en un libro (sí, de negro sobre blanco), de Leigh Bardugo. Una adaptación de Louise Simonson, de una trama que logra inyectar una nueva voz fresca al personaje en el abarrotado universo de historias de origen de superhéroes. Recuerdo que en la novela, Bardugo establecía su propia versión de los comienzos de Wonder Woman con su habitual estilo y garra. En la adaptación de Simonson, los personajes se colocan también al frente con las ilustraciones de Kit Seaton -quien ya ha prestado su destreza como artista en otras adaptaciones del Universo DC-, y van al grano. Creo recordar que, en general, la novela de Bardugo está casi al cien por cien representada aquí.

El único inconveniente para mí es el arte de Kit Seaton, que a veces no logra generar impacto debido a las opciones de los colores usados. El tomo es una ruleta de colores de azul y gris, y solo, y ocasionalmente las escenas de peligro, se acometen en naranjas y rojos. Eso es lo único que no me ha gustado incluido el trazo algo sencillo, trabajo que ya conocía. Pese a todo, no desistí: la Chica Maravilla nunca lo hace y yo tampoco cuando se trata de saber más sobre la Princesa Diana. Y me encontré así con una historia disfrutable a tope, y aunque la trama no es particularmente nada nuevo, os tengo que confesar que como autor sí que estuve un tiempo dándole vueltas a esa idea de “gente nacida para provocar guerras”; eso si, llevándomelo más a mi campo del género de Terror. Pero tras varios intentos, desistí de seguir dándoles vueltas pues nada especial brotaba.

Si quiere venir, ya vendrá.

En Wonder Woman: Warbringer la magia es el personaje principal. A Diana y Alia se unen el mejor amigo de esta última, Nim, un bullicioso emprendedor de actitud sensata, y Theo, el compañero y eterno enamorado. Para el que no conozca el trabajo de Leigh Bardugo, contaros que sabe crear muy bien todo lo que concierne al retrato familiar. Además, muestra de maravilla y de forma realista las amistades grupales. Esplende casi siempre la dinámica entre los personajes y los encuentros y desencuentros suelen ser divertidos y edificantes. La novela gráfica Wonder Woman: Warbringer es uno de los mejores aperitivos que vais a encontrar entre las novedades de este mes.