Reseña: HMS Beagle. Los Orígenes de Darwin, de Fabien Grolleau y Jérémie Royer

A los que andamos por aquí también nos va jugar a juegos de mesa. A los de ahora que están de moda, toda esa evolución que han sufrido y donde ya por fin se pueden encontrar gran cantidad de ellos muy buenos, en nuestro idioma y con temáticas la mar de chulas. Ello nos llevó a probar y disfrutar de uno reciente llamado Darwin´s Journey, que jugando nos trasladaba a lo que este señor se propuso hacer navegando con el HMS Beagle; lo que a su vez nos llevó a cavilar si había un buen cómic que narrará esto. Y mi mente, en particular, accionó el click: Si existe, debe ser dentro del maravilloso mundo del cómic europeo. Pero es que por circunstancias del destino resulta que Norma Editorial recién publicaba el mes pasado HMS Beagle: Los orígenes de Darwin, un genial tomo-álbum de Fabien Grolleau y Jérémie Royer que concretamente desarrollaba nuestro deseo lector. Y aquí estamos.

Mas, no uno ligerito. HMS Beagle: Los orígenes de Darwin es un álbum grueso (¡Más de 170 páginas!), pero eso si, se lee relativamente rápido dejando una sonrisa en la cara por ser agradable. En primer lugar, porque el dibujo sencillo, eficaz, hace que esta lectura sea fluida, al tiempo que nos premia con unas páginas «naturalistas» bellísimas. Además, los rasgos de ciertos personajes semirrealistas pueden atraer a bastantes lectores, ya sea que busquen una historia de aventura histórica o espere una presentación de un «momento» definitorio de la historia científica que ayudó bastante a salir adelante a la humanidad. Y con una narración dirigida a un público bastante numeroso. Tanto que lo disfrutamos en casa incluso leyéndolo junto a nuestro peque de cuatro añitos. Pues aparte de hacer un recorrido interesante por la vida de las animales descubiertos por este señor (a veces, mozuelo, a veces, viejete) en su viaje hace un recorrido científico interesante presentándonos al personaje de Darwin sin monolitismos (véase en documentos históricos sus prejuicios contra los «salvajes», en particular en la Patagonia, aunque las matanzas de los indios y la esclavitud que descubrió le repugnaron).

Un personaje que tomaba conciencia con cada paso que daba. Ideas que más tarde labrarían su reputación. Ideas fuera de sintonía con su tiempo (todo esto está bien introducido dentro de la propia historia, pero también bien explicado en el pequeño aporte de archivo que se incluye al final). A lo largo de este viaje descubrimos a un hombre curioso, abierto, atrevido. Un humanista también, ferozmente opuesto a la esclavitud. Un ser que creía en la civilización como vector de evolución. Cuanto más páginas pasas, más se simpatiza con el personaje.

El dibujo falsamente ingenuo y la narración ligera y vivaz utilizada por Fabien Grolleau y Jérémie Royer contaron mucho para mi apreciación final. Es para mí el tono perfecto para dar un verdadero placer de lectura mientras se instruye al lector. Y luego el viaje en sí mismo, con una duración de casi cinco años, hace viajar a sus participantes por toda la tierra, una tierra aún poco conocida donde todo está sujeto a descubrimiento. Así que todo queda en un bonito álbum que disfruté aún siendo consciente de lo que se me iba a contar. Porque a veces es el modo. El modo en el que se cuenta algo tantas veces contado, una historia que llevamos años oyendo desde que estuvimos escolarizados.

El viaje realizado por Charles Darwin a bordo del HMS Beagle es toda una aventura. Pero real. Descubrimientos geológicos, botánicos y zoológicos, que depararían en su tratado de la evolución de las especies, en la que estamos incluidos. No olvidaros. Nosotros también formamos parte de esto.