Reseña: PINO, de Takashi Murakami

Takashi Murakami ha dicho cosas como: “Queremos ver cosas nuevas. Esto se debe a que queremos ver el futuro, aunque sea momentáneamente.» Y sobre su gran obra: “Un perro que guarda las estrellas, término que describe a una persona que desea algo que está fuera de su alcance, no es otra cosa que un perro que mira las estrellas.” Takashi Murakami ya nos hizo disfrutar con el buen manga con ¡Kota ven! (https://ponentmon.es/producto/kota-ven), El pájaro azul (https://ponentmon.es/producto/el-pajaro-azul) o su eterna y maravillosa El perro enamorado de las estrellas (https://ponentmon.es/producto/el-perro-enamorado-de-las-estrellas). Todas y cada una de estas grandes obritas publicadas en nuestro país por la siempre genial Ponent Mon. Particularmente, Takashi Murakami me hizo reír con ¡Kota, ven!, El pájaro azul aún no la he leído y El perro enamorado de las estrellas es una manga que te saca una lagrimita, por no decir muchas. Ganadora de numerosos premios en Japón, una historia descorazonadora y tierna a la vez, centrada en la figura de un hombre de mediana edad abandonado por su familia y amigos que siente que su vida no ha seguido el cauce que había planeado. Fue dura para mí esa lectura.

Tenemos que tener en cuenta que el tema mascota es…, bueno, ya sabéis como es. Toca la fibra y Takashi Murakami lo sabe. Es de esos mangakas que sabe hacerte sentir una historia con estos temas. Por eso no tuve ninguna duda a la hora de querer leer PINO, la novedad que es nuestro país este manga que además es autoconclusivo, como me gustan a mí los mangas.

PINO es una historia donde se puede decir que la mascota es un robot. Es un robot humanoide equipado con la inteligencia artificial «PINO», la más avanzada del mundo, la primera en superar al ser humano y alcanzar la singularidad. O mejor dicho, la independencia así como ser capaz de razonar sobre el libre albedrío. Y un día ocurre lo inevitable. Aquello que tantas veces promovió en sus obras el gran creador de historias de Ciencia Ficción como fue Isaac Asimov. También creador de la palabra “robot”, por cierto. En PINO, un día, el robot o la inteligencia pensante, sufre un cambio y empieza a hacerse preguntas sobre su existencia, su mente, su corazón y su participación en este mundo. Y se lo hace saber a la anciana a la que cuida…

Pero no hay terror en esta historia. PINO es un relato escrito desde el amor y desde el pensamiento optimista de la vida, ese que tanto gusta al público en general. Simpática y cariñosa, la obra muestra simple y llanamente el amor y la lealtad así como el sentimiento de acompañamiento que tanto desean las personas mayores a las que ya no les queda nada en la vida más que esperar la muerte. Una lectura que empatizará con cualquier lector que se abra a lo que evoca.