Reseña: Batman. Yo Soy Bane, de Tom King y David Finch

Batman: Yo Soy Bane está ilustrado por David Finch. El trabajo de Finch es fascinante. Su obra de arte es fascinante, especialmente las escenas de lucha entre Batman y Bane. Y la historia nunca abarata la batalla. La lucha es larga pero nunca se prolonga, las ilustraciones de Finch son tan poderosas que los lectores pueden sentir cada golpe y cada mueca de sangre. En resumen, tras una historia con un clímax fantástico, ya merece la pena muy mucho comprarse este tomo.

Bane es un villano muy singular en la galería de malos-malutos del Caballero Oscuro. No solo le destrozó la espalda a Batman en La Caída del Caballero Oscuro a principios de los 90, también es uno de los raros villanos que lograron prominencia fuera de la Edad de Oro de los cómics donde el Joker, el Pingüino, el Acertijo, Catwoman y El Espantapájaros eran toda una serie de villanos que surgieron sobre 1940 y desde entonces han seguido atormentando al orejas picudas hasta el día de hoy. Pero es raro que aparezca un enemigo y se coloque en la categoría de dicha lista clásica (Ra’s al Ghul llegó en los 70s) y se quede, como Bane se quedó, para volver a grandes arcos donde se brinda por la venganza en sus más altas cotas.

Escrito nada más y nada menos que por el tan de moda Tom King, Batman: Yo Soy Bane (números de Batman #16-#20) es para muchos de nosotros el clímax al King’s Rebirth of the Batman. Eventos anteriores como Yo Soy Gotham y Yo Soy Suicida forman junto a Yo Soy Bane una trilogía con un clímax que muy pocas historias consiguen en conjunto. La espera ha valido la pena.

Batman: Yo Soy Bane comienza con el Cruzado de la Capa capturando al que capturó a su vez al Psico-Pirata y lo colocó en los cálidos confines del Arkham Asylum. No obstante, Batman necesita al Psico-Pirata. Es el único que puede salvar a Gotham Girl, aunque necesitará cinco días para hacerlo. Bane quiere recuperar su premio. Y no se detendrá ante nada para recuperar a su colega. Su primer ataque demoledor es contra los confidentes más cercanos a Batman; Nightwing, Capucha Roja y Catwoman, por nombrar algunos. Un terrible ataque que sacará a Batman de las sombras… Aunque también a un Caballero Oscuro que ya viene con su propio plan. Lo malo es, que ese plan propone enfrentarse cara a cara con Bane, una vez más. Y en su territorio. Dentro de la fría pesadilla conocida como Arkham Asylum…

Una excelente miniserie. Claro, que se complementa con los dos arcos de la historia anterior, pero Batman: Yo Soy Bane se entrega en cada página, dentro de cada viñeta y se puede disfrutar de forma independiente sin ningún problema. Tom King hace un gran trabajo elevando la tensión entre los dos combatientes antes de que ninguno de ellos haya lanzado un golpe. Y cuando los golpes comienzan a volar, es pura armonía ilustrada para cualquier fan del género de superhéroes. Además, en uno de los números se trata un tema muy interesante. En él, los pasados individuales de Batman y Bane se desarrollan a la vez pero a distintos lados de cada viñeta. Aquí, los lectores obtienen una visión comprensiva de ambos personajes cuando eran niños, después de haber perdido a sus madres, sin embargo, la vida de uno es nadando en la riqueza y la comodidad, mientras que el del otro rasga todos los aspectos de la pobreza. Quizás, Tom King sea capaz de conseguir que tengas cierto feeling por Bane durante este tramo.

Pero ambos les une el impulso del odio. A ambos, los alimenta. Solo sus entornos los distinguen y conducen a elecciones inevitables. Uno busca detener el crimen. El otro busca gobernar sobre aquellos que los cometen. Son dos caras de una moneda similar. Pero solo una cara de la moneda puede quedar sobre la mesa.

Muy disfrutable Batman: Yo Soy Bane, uno de los últimos tomos publicados dentro de Batman Saga. La colección de tomos de franja frontal amarilla de ECC Ediciones; que centran una idea, un todo, una colección de buen ver con la que El Caballero Oscuro celebraba el pasado 2019 sus ochenta años de existencia. Tomos hechos para coleccionar y recopilar sus mejores arcos argumentales.