Reseña: Capitana Marvel. La Saga de Monica Rambeau, de Roger Stern y John Romita Jr. y VVAA

Os traigo hoy el tomo que más recomiendo leer si queréis poneros al día con lo que es, representa y se está desarrollando sobre el personaje de Capitana Marvel. Además un cómic, una saga, que hace un sándwich mixto perfecto con el film The Marvels que se estrenó la semana pasada en nuestro país. Y además de además, un 100% Marvel HC que no es otra cosa que un completo volumen cronológico con la trayectoria de Monica Rambeau desde su debut como la nueva Capitana Marvel, poco después de la muerte de Mar-Vell, y todo, de la mano de dos grandes como son Roger Stern y John Romita Jr.

Anteriormente en Amazing Spider-Man, la muerte de Mar-Vell, la Capitana Marvel original de Tierra-616, en 1982, fue un tema impactante. Nunca se había visto entonces a un superhéroe que criara malvas por algo tan mundano…, y ahora tan corriente y fatal como es un cáncer. Mundano para alguien tan poderoso, claro. Sin embargo, lo que pasaba era que el Capitán Marvel fue una marca muy controvertida de llevar en el mundo de los cómics, por lo que estaba claro que la falta de una Capitana Marvel en Marvel Comics no era una situación que iba a durar. La historia de este número donde “regresa a su cargo” comienza con Peter Parker en la terminal de autobuses de la Autoridad Portuaria de Nueva York (el número con el que abre este tomo), cuando se cruza con una hermosa mujer y él la mira de reojo. Se vuelve contra ella de forma poco amigable y un poco… ¿acosador? En defensa de Spidey, tengo que decir que Mónica no está en su radar por su cuerpazo, más bien, su sentido arácnido le advierte de algo sobre esa chica. Pero es algo foráneo, ya que la chica la seguimos hasta un barrio chungo y cuando le quieren arrebatar el bolso, ella demuestra que es algo más que una cara bonita. Una inminente sensación de perdición para todo aquel que ose atacarla.

Acaba con los matones en poco tiempo pero cuando Spiderman aparece, lo lanza contra una pared con una especie de explosión de energía. Al quitarse el traje ahora destrozado, revela que ella lleva un uniforme plateado y negro, y se eleva hacia el cielo para revelarse en una página completa con la dramática leyenda: «¡Llámala Capitana Marvel!». Nada como un buen cómic clásico para llenarte de emoción con una sola viñeta. El caso es que para la policía del puerto de Nueva Orleans, Monica Rambeau, es alguien que se niega a seguir los protocolos, pero cuando un viejo amigo de la familia le pide que investigue a un posible señor del crimen que buscaba canalizar algún tipo de energía extradimensional, ella se involucra… y ya estás metido con el personaje de todas-todas. Ya empiezas a amarlo. Y más cuando ves que termina en la mansión de Los Vengadores y Mónica es capaz de hacer buenas migas con La Cosa, alguien que tiene cero en socializar. Por lo tanto, todos los héroes reunidos conocen y saludan a Mónica, ahora llamada Capitana Marvel (como la llamaron los hombres de una plataforma petrolera que acaba de salvar), quien incluso ayuda a negociar la paz entre La Cosa y Spiderman (los famosos Marvel Team-Up y Marvel Two-In-One parten de aquí). Es decir, todos los guionistas de Marvel yendo a una con un universo, como ha ocurrido en el UCM, de ahí todos los éxitos.

Hay muchas personas jovenzuelas, lectores de cómics, a los que no les importa la grandilocuencia de los cómics ochenteros o de finales de la Edad del Bronce. Pero ir a ello es ir a la fuente, al germen de lo que son los cómics que hoy en día se venden. La Saga de Mónica Rambeau es un compendio de historias que proporciona un buen equilibrio entre el melodrama exagerado y la narración anticuada del universo compartido. Capitana Marvel es una gran adición al Universo Marvel. Pasando por su ingreso en Los Vengadores y sus aventuras en solitario, en dos especiales inéditos en España, junto a otras apariciones nunca antes publicadas, tenéis aquí un volumen que merece la pena pillar a poco que os llame la atención saber más de esta chica. Desde lo clásico a lo nuevo de un personaje que siempre mereció más.