Reseña: Predator. La Última Cacería, de Brisson y Manna

Quizás el mayor reto de la franquicia Depredador (Predator), con todos sus spin-offs, vínculos y diversas propuestas en casi todos los medios, incluyendo la nueva película Asesino de asesinos que se acaba de estrenar; el reto, sin duda es, encontrar la manera de mantener la frescura. En cuanto a cómics, al menos, Ed Brisson lo ha conseguido, sin duda, con su trayectoria, creando una amenaza legítima para los Yautja en la forma de una «Cazadora de Depredadores» (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14066) dedicada y decidida, permitiéndole crecer y desarrollarse a lo largo de varias décadas. Un arco argumental que ahora se cierra con La Última Cacería y que parece estar destinado a marcar el final de su historia, y con la propia Theta considerando su inevitable desaparición, con una poderosa clara sensación de electricidad en el ambiente.

Y es que durante años, Theta Berwick ha estado matando depredadores, en la constante búsqueda del que realmente mató a sus padres. Ahora está en una misión para liberar a los humanos cautivos de la reserva de caza de los depredadores, pero incluso una cazadora experimentada como Theta puede convertirse en presa. Y por pura casualidad, los protas de esta historia se topan con una nave de suministro de Predators accidentada, diseñada para transportar a posibles presas antes de «descongelarlas» periódicamente para una nueva cacería. No solo eso, sino que también podrían haber descubierto una pista sobre la ubicación de la granja principal, ¡y posiblemente la ubicación del planeta natal de los Yautja!

A lo largo de la etapa de Ed Brisson en Depredador de Marvel Comics, hemos visto a Theta evolucionar de una joven luchadora que intentaba vengar la pérdida de sus padres, a una señora mayor de cuarenta y algo de años cuyo cuerpo comienza a deteriorarse como resultado de su cruzada de casi tres décadas contra los Yautja. En este tercer (y, si el título no es falso, último) volumen de su historia, nuestra protagonista se une a Paolo, a quien vimos por última vez en la serie Predator: La reserva, en su búsqueda por erradicar por completo a los Yautja de la galaxia.

Francesco Manna se encarga del arte, adentrándose en una historia repleta de acción, con un enfoque dinámico y enérgico. Con la misma similitud en el trabajo de artistas anteriores como Netho Diaz y Kev Walker para aportar consistencia, pero con la distinción suficiente para dejar su huella indeleble en la serie. Manna, junto con el colorista Erick Arciniega, ofrece una estética vibrante, llena de expresión, emoción y violencia cinematográfica.

La Theta de Brisson ya está firmemente arraigada en la élite de los protagonistas más vengativos del mundo del cómic, y esta nueva serie parece estar lista para ser llevada al cine o televisión. Insisto, la saga al completo cuenta con uno de los mejores guiones de venganza vistos en mucho tiempo.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.