Reseña: Batman. Criatura de la Noche, de Kurt Busiek y John Paul Leon

Unas decenas de veces habré dicho lo que me gusta Kurt Busiek escribiendo, ¿no? Descubierto por mí en su súper recomendable e inmortal serie superheróica Astro City (¡Esta sí que merece una serie de TV!); y desde ahí siguiéndole los pasos con casi cada cómic que puedo conseguir doquiera que aparezca su nombre. ¿Qué pasa? Fácil. Si has leído algún número de Astro City, sabes de sobra, que Busiek lo hará mínimamente bien con Batman u otro superhéroe que se le ofrezca.

Batman: Criatura de la Noche tuvo bastante expectación cuando se anunció por primera vez. Su guionista la describía como una obra espiritual sucesora de Superman: Identidad Secreta; una serie en la que él y Stuart Immonen colaboraron, y una de las historias independientes más aclamadas de DC de los últimos veinte años. Pero pasaron años entre el anuncio del título de Batman y la publicación de su primer número. Y todo se enfrió. Además, por medio estuvo la batalla del ilustrador John Paul Leon con un cáncer, que deparó que la obra se retrasara dos años más hasta que se lanzó el cuarto y último número. Y sí, por mal del demonio, esos retrasos llevaron a que Criatura de la Noche se pasara por alto en gran medida. En fin. Afortunadamente, ahora ECC Ediciones nos la trae en tomo recopilatorio pudiendo degustar así la trama al estilo novela gráfica. Una oportunidad perfecta para revisarla.

Criatura de la Noche se centra en las ramificaciones psicológicas de Bruce al ver a sus padres asesinados, y el arte da vida a sus emociones y su visión distorsionada del mundo. En Identidad Secreta, Clark Kent desarrollaba los mismos poderes que el Superman que conocemos y amamos. Ese no es el caso de Bruce Wainwright. Aquí, el trauma de un niño al ver a sus padres asesinados a tiros frente a él se manifiesta como un terrible demonio. Y así, toma la forma de Batman, cuyos cómics eran una fuente de consuelo para Bruce, por los que terminará atacando a criminales en Boston, Massachusetts; donde Bruce creció. El demonio cumple su deseo de venganza, pero Wainwright lo disfraza de justicia. Ojo-Cuidado que estamos ante una miniserie que es más una obra de Terror que una historia de superhéroes. A diferencia de Identidad Secreta, el nombre del protagonista no coincide exactamente con el del héroe que emula.

El concepto subyacente tras Batman: Criatura de la Noche no debería funcionar, pero funciona. La trama tiene lugar en una realidad muy parecida a la nuestra, donde los héroes de DC son solo personajes de cómics. Sin embargo, admite la posibilidad de que un maltratado por la vida y niño llamado Bruce Wainwright llegue a convertirse en una variante de Batman de forma real. Podría parecer una idea absurda si la pensaste alguna vez, pero aquí es donde Busiek muestra su don y te la escribe de tal forma que las posibilidades de cumplirse aumentan mucho. Siempre será un autor capaz de dar tanto a lectores como a protagonistas una perspectiva única sobre personajes icónicos.

Encima, John Paul Leon captura el miedo y la angustia siempre presentes a través de sutiles gestos faciales. Incluso en momentos ocasionales de frivolidad, Bruce sigue sintiendo tristeza. El uso intensivo de sombras por parte de Leon encapsula la oscuridad de la que Bruce no sabe cómo escapar. Y los colores apagados sugieren una ausencia de alegría. Las pocas páginas que muestran la vida de Bruce antes de su tragedia presentan más espacios en blanco y colores notablemente más claros, pero todo lo que sigue a la muerte de sus padres se ve más pálido y envuelto en sombras…

Criatura de la Noche es muy diferente a Identidad Secreta, pero es igualmente digna de elogio. Hay más de diez años de diferencia entre las dos. Los fans pasaron tanto tiempo esperando el título de Batman que cuando llegó, no se sintió como el evento trascendental que podría haber sido. Bajó el hype, que se dice. No obstante, después de experimentar lo que proponen Busiek y Leon sobre el Cruzado de la Capa, para mí valió la pena y de seguro este titulo tiene hueco en la balda de la colección. Batman: Criatura de la Noche ilustra lo peligroso que es dejar que un trauma defina el resto de tu vida.