Reseña: Flash. La Unión hace el Fracaso, de Gail Simone y Clayton Henry

Tras su ochenta cumpleaños, uno siempre quiere seguir disfrutando del que siempre fue su superhéroe favorito de DC. Leer todo lo que puedo dentro de lo que puedo, y si son historias que tienen una buena crítica detrás pues mejor que mejor. «La vida es corta y los libros son muchos», que me gusta decir. Por ello, hay que ir a lo que estás casi seguro que no te decepcionará.

Mi amado Velocista Escarlata.

Uno de los mejores superhéroes de todos los tiempos.

Como bien cuenta el pequeño sumario de este genial tomito que nos trae ECC Ediciones, Flash: La Unión hace el Fracaso es una emocionante recopilación de relatos escrito por la siempre maravillosa Gail Simone (Wonder Woman, Aves de Presa) que ahora comprenden un solo volumen estas dos miniseries de siete y cinco números que se llamaron originalmente en USA, The Flash Giant. Ya os adelanto que estamos ante un cómic a la vieja usanza. Lo que debería ser un cómic de superhéroes. De esos a los que nos enganchábamos de niños. Historias que no son otra cosa que puro divertimento entre un poderoso protagonista y sus enfrentamientos para proteger a los débiles de unos malos-malutos como son el Amo de los Espejos, Ola de Calor, el Capitán Frío y muchos más adversarios. Pues dicen que Flash junto a Spiderman, son los superhéroes con más cantidad de villanos en cartera.

Al comenzar una nueva historia de Flash uno siempre está algo nervioso por lo que se va a encontrar. Para mí, leer a este superhéroe es lo más parecido a ver una serie de TV hoy en día. Te sientas, empiezas, te sumerges y al poco, acción más acción más una pequeña trama donde corren peligro la vida de inocentes. Además, Adam Strange hace una aparición en forma de reimpresión en esta miniserie. Esos detalles molan. La historia principal comienza con Barry levantándose y preparándose para el trabajo, sabiendo que llegará tarde. Se vuelve filosófico sobre las razones por las que llega tarde, así como la ironía del hecho de que él, Flash, ¡es el hombre más rápido del mundo! Mientras, corre hacia la escena del crimen (es el CSI de Central City), y Sam Scudder (también conocido como el Amo de los Espejos), recibe una oferta de un personaje invisible y bastante desagradable… Y una amenaza. Ahora, todo lo que desea es distraer a Flash a cambio de no matar a la madre de Scudder…

… y en la escena del crimen, Barry conoce a Iris West, reportera de Picture News, que busca una historia que publicar. Y él queda prendado por su belleza. Ella le da su tarjeta justo antes de apresurarse a detener al Amo de los Espejos. Flash hace un trabajo rápido por la cuenta que le trae y lo envía a la cárcel. Pero, ¿no se ha desarrollado todo muy fácilmente? El Amo de los Espejos parece casi aliviado de que lo hayan pillado. Mmmmmm…

Acabo de contaros solo el primer número y ya veis la trabajadera en cuanto a guion que tiene. Pero no por complicado, sino por la cantidad de cositas que te cuentan en poco tiempo. Explorar las minucias del retraso crónico de Barry en el monólogo de apertura no solo es efectivo, es el ejemplo de como hacer que Barry te caiga en gracia. Para el nuevo, decirle que una parte de los conceptos básicos del personaje que nos tiene enamorados a los fans es su simpleza, pese a ser un tío que trabaja donde trabaja. Otro hecho que le hace muy bien a este tomo es el arte de Clayton Henry (Batman/Superman), el cual captura el dinamismo del personaje y proporciona un ritmo eficaz y una puesta en escena realmente emocionante. Con detalles como que incluso el Amo de los Espejos tiene cierto toque que recuerda al primer número del propio cómic de Barry, The Flash #105, donde tiene una aparición memorable.

Si bien no es necesariamente decir algo negativo, es un poco sorprendente ver a Iris representada de manera diferente a la serie de cabecera en continuidad. Volver de algún modo al inicio… Uff, ¿otra vez? Ayy, esos constantes reinicios…. Mostrar el primer encuentro de Barry con Iris…, no sé si se vuelve a estas alturas redundante.

¿Pero sabéis qué pasa? Que no podemos parar. Indispensable para ti y para mí como fans que somos.