Reseña: Morbius. El Vampiro Viviente, de Richard Elson, Joseph Keatinge y VVAA

Leí que Morbius no tenía exactamente un número de seguidores dentro del mundo del cómic. Sobre todo, en solitario. No es el tipo de personaje que esperarías como para ser protagonista de una cabecera. Pero de un tiempo a esta parte se podría haber dicho lo mismo sobre Ojo de Halcón, por ejemplo, y mirad lo que resultó. Pero ni Morbius es tan buen personaje como Ojo de Halcón, ni es tan conocido. Está claro. Pero creedme que en cuanto a características chulas tampoco se queda atrás. Si analizas al vampiro cuenta con una serie de guiones cuanto menos curiosos, una estructura divertida y una caracterización interesante. No es compra obligada, pero si estás buscando una nueva serie donde profundizar, o mejor dicho, un personaje del que conoces poco y quieres saber a dónde lleva; una muy buena opción es Morbius: El Vampiro Viviente, este Marvel Omnibus que Panini Cómics acaba de publicar, uno, de varias aventuras famosas y en ediciones geniales, que la editorial va sacando cada poco ahora que la peli se viene.

Joe Keatinge escribe estos nueve números que comprenden la miniserie El hombre llamado Morbius. Serie que vio la luz en USA en 2012, un argumento que se podría describir con una sola frase: «Un tipo con una horrible enfermedad que intenta encontrar su lugar en el mundo». No es un cuento de vampiros quejumbroso y emotivo. No. Es DOLOR, bien representado en un ser que quién sabe si un día pudieras ser tú o yo. Con un diálogo lleno de fragmentos evocadores, agudo y una narración (¡En un cómic!) aún mejor. Con una escena en particular que me impactó: una escena en la que un hombre le da consejos a Morbius sobre dónde alojarse en Nueva York y… No obstante, en algún lugar dentro del doctor Michael Morbius hay un buen hombre que solo necesita una segunda oportunidad. Mas, ahora, después de escapar de todo, pasa desesperadamente los días, huyendo y desesperado por sofocar sus tendencias vampíricas. Pero, ¿será capaz de resistir el canto de sirena de la dulce y roja sangre o Spider-Man lo meterá directamente a la cárcel? ¿Su redención resultará peor que su pecado? Mientras Morbius intenta mantenerse fuera del radar, surge una nueva amenaza y quieren a Morbius muerto. La cuestión es, si después de incitar a una guerra de pandillas, Morbius podrá proteger a sus nuevos colegas de sus antiguos amigos.

Un tema que me llamó mucho la atención -y perdonadme, de Morbius soy algo más que un novato lector-, fue el primer número que abre la serie, donde Morbius, en sus propias palabras, dice que murió dos veces aunque solo se le ve herido. Hasta el punto que una persona normal estaría muerta, sí, pero herido. Y entonces menciona otra vez que es un hombre muerto y un vampiro muerto a la vez, así que seguramente no existe o… O algo así. No lo entendí muy bien. Por si alguien quiere aclararmelo. En fin, quizás os estoy estropeando el buen concepto del personaje que se deja el leer bastante bien en este tomo. La clave es que tenemos a Michael Morbius, que sufre de una rara enfermedad en la sangre y, ¿qué hace un ser vivo constantemente? Sobrevive. Y mientras intenta curarse a sí mismo, este pobre más vampiro es. Tiene algunas de las desventajas además de la sensibilidad a la luz solar (aunque no se quema) pero la sed de sangre es infernal en su interior.

Lo bueno de esta miniserie es que, a pesar del universo de superhéroes, Morbius no es un héroe y cuando intenta hacer el bien, tiende a empeorar las cosas. Ya os digo que cada vez me gusta más el personaje y que una parte de mí le tenía ganas después de devorar sus aventuras en Vampire Tales, el magnífico Marvel Limited Edition que publicó Panini junto a SD; donde Morbius se enfrentó a un culto demoníaco y había un elemento y ambiente sobrenatural que molaba tela. Sin embargo, al trasladar la historia a lo mundano, a lo actual, esta historia que se marca Keatinge (¿con la ayuda de Dan Slott?) nos lleva a una trama de “fin del mundo” pero centrada en una ciudad pequeña y más entrañable, si cabe. Este enfoque me encantó.

Spiderman, más de una vez, al igual que algunos de los supervillanos más famosos del trepamuros, aparecen dando por saco al prota junto con su sufrimiento. Incluso hay una especie de cameo con el clásico grupo Legión de Monstruos al final. El grupo que le vimos unirse por primera vez para investigar la aparición de un extraño ser llamado Semilla Estelar.

Un cómic que se completa con un arte de mi gusto.