Soon fue una de las grandes sorpresas de finales del año pasado dentro del cómic europeo. Y ahora Nuevo Nueve Ediciones lo publica en nuestro país. Además, nos permite familiarizarnos con dos autores como son Benjamin Adam, autor reconocido desde el Festival de Angoulême de 2017 con su thriller Lartigues et Prévert (La Pastèque) que lo petó. Y Thomas Cadène, muy activo en el mundo del cómic desde hace diez años. En Soon estaremos en presencia de mucha anticipación desde el principio, lo que, digámoslo, probablemente enfriará a los fans de las aventuras y giros peculiares de la Ciencia Ficción más convencional. Pero Soon es un cómic profundo y contemplativo. Centrado en una reflexión fuertemente política, cuyo tema central es una extrapolación de nuestro mundo actual lidiando con sus crisis sociales y ecológicas. Un cómic escrito en dos narrativas paralelas: una centrada en la relación conflictiva entre Simone Jones, una astronauta a cargo de una misión de exploración espacial, y su hijo Yuri, quien no admite su partida. Por otro lado tenemos la situación del contexto político y económico general, con una historia que explica exactamente dónde y cuándo se sitúa la historia. En 2151 la población mundial se dividió por diez debido al cambio climático. La humanidad vive en un precario equilibrio. Agrupada en siete áreas urbanas, ha inventado nuevos modelos de vida social. En otros lugares, la naturaleza se expande libremente…
Esta elección de alternar la pequeña y la gran historia da un respiro saludable al cómic que te mantiene enganchado una vez que entras en esa trama exigente en su forma de exponer todos los puntos de vista, frente a una situación en la que lo que está en juego es la propia humanidad. Esa que parece que se perdió hace tiempo. Por que la pregunta eterna siempre va a ser: ¿Deberíamos dedicar nuestra energía a colonizar el espacio o a reparar un planeta dañado por sucesivos desastres que vienen desencadenándose desde los dos últimos siglos? Todo esto hace de Soon una obra que no pasa desapercibida y justifica el interés que tenemos por el noveno arte en su capacidad para conjugar creación y reflexión. Por que Soon es exactamente ese exponente, el trabajo de dos autores creativos, ambos capaces de sostener tanto guion como pincel. Lo que da origen a este relato extremadamente lúcido de nuestro futuro odiosamente cercano, nada optimista, pero tampoco deprimente al cien por cien. El caos está cerca y es inevitable, pero veamos más allá… Eso propone Soon.
Un magnífico cómic europeo de ese tipo al que nos enganchamos con facilidad los que amamos las historias gráficas de calidad que se elaboran en nuestro continente. Es de admirar el trabajo documental y analítico sumamente detallado que ahí detrás para atrapar al lector inquieto brindándole una reflexión que hace tiempo que flota en el aire. Aquí tenéis un obra que tarda en configurarse pero que termina creando un universo complejo, rico, un futuro posible entre cientos de escenarios. Búsqueda de iniciación, vínculos familiares, aspiraciones personales y convenciones sociales, descubrimiento de uno mismo y todo lo demás. El guionista finalmente pone en la palestra varias civilizaciones que han tomado varias decisiones para su futuro y el del planeta. Y, ¿la supervivencia de la especie lo justifica todo? ¿Cómo abordar el concepto de vida y supervivencia de forma inteligente?
Varios de los temas desarrollados en este álbum me desafiaron. Me conmovió la relación madre-hijo que se desarrolló a lo largo de las páginas. También me gustó mucho la división que alterna capítulos y que nos permite descubrir esta visión del futuro, especialmente, los eventos y decisiones que instigaron esta transformación de la humanidad. Y, por supuesto, capítulos centrados en Yuri y su descubrimiento de las diferentes ciudades. Este adolescente que se rebela contra su madre (a quien ama pero no comprende), contra la sociedad (como todos los adolescentes, quiere desafiar las prohibiciones) y que poco a poco descubre quién es, qué quiere y dónde coloca sus prioridades. Historia muy creíble para nuestra desgracia.