Reseña: Capitán América. La Verdad. Rojo, Blanco y Negro, de Roberto Morales y Kyle Baker

Cierto. Este es el cómic del que tanto se habló en su día. Bah, ¿ahora el Capitán América es negro, Thor es una chica, pero qué demonios está pasando? Como si estas noticias denigrantes por fuerza literal tuvieran que ser novedad….

En Capitán América: La Verdad – Rojo, Blanco y Negro los autores nos sumergen en una trama ficticia pero no muy lejos de la realidad. Roberto Morales y Kyle Baker elaboran su historia a partir de esa verdades históricas que los estadounidenses tienden a pasar por alto. Las creencias eugenésicas estadounidenses pre-nazis que juegan un papel importante en su apariencia para con el resto del mundo y ellos ni siquiera lo saben o les importa un pepino. Aunque creo que es más de lo primero. Todo se resume en el ostracismo al que se enfrentan los personajes de este cómic y en la forma en que sus superiores justifican sus acciones. Pues dicen que en cada guerra, el pueblo exige un campeón, un héroe, un líder y en la Segunda Guerra Mundial, ese héroe fue el Capitán América. No obstante, La Verdad es la controvertida y desclasificada historia de aquellos hombres afroamericanos que fueron sometidos involuntariamente al proyecto «Súper Soldado» del Departamento de Guerra de E.E.U.U. Una carrera para desarrollar un suero que podría cambiar el rumbo de la historia contra los poderes del Eje. ¡Si los nazis no lo logran primero!

Capitán América: La Verdad – Rojo, Blanco y Negro es una epopeya que abarca desde el momento anterior al ataque a Pearl Harbor, hasta la actualidad. Finalmente revela el trágico sacrificio que una unidad de infantería de gente negra hizo por su país, y lo que esos sacrificios llegaron a significar para que un hombre blanco llamado Steve Rogers llegara a ser lo que fue. Morales también trabaja en el concepto del infame Experimento Tuskegee, donde se reclutaron hombres negros con sífilis latente tardía para un experimento, y luego no se les ofreció tratamiento una vez que estuvo disponible. Todo “en honor a la ciencia”. Además, se inspira en estadounidenses negros como los Tuskegee Airmen, un grupo de pilotos de combate que lucharon en la guerra solo para volver al mismo nivel de acoso y racismo absoluto que cuando se fueron. Y friends, mis queridos friends, esto es un cómic pero sí, efectivamente este es el pensamiento USA en un cuarenta por ciento de su población. Un cuarenta por ciento de trescientos veintiocho millones de personas que son ciento treinta y dos millones de almas racistas. Tres veces nuestro país. Ahí lo dejo. También ocurre que para una historia aparentemente sobre un Capitán América negro, uno podría cuestionar la elección de Morales en el ritmo: los personajes se presentan y mueren unas pocas páginas más tarde, los conceptos, las situaciones y los períodos de tiempo aparecen y desaparecen, y nadie se pone el traje del Capitán América hasta pasada casi media historia. Me pareció un cómic de ritmo extraño. Hasta que percibí que no se trata de una historia sobre superhéroes. Esta es una historia sobre el maltrato a los negros en nombre del patriotismo. Y cada tema se centra en una forma diferente en la que fueron maltratados por aquella temible sociedad de antes de la guerra. Por los militares, por experimentadores de carta blanca y, en última instancia, por la historia.

Con todas estas influencias trabajando juntas, Morales y Baker utilizan los experimentos del Súper Soldado como el núcleo de la historia e inyectan algo de realismo al mito. La esencia de la historia es que estos hombres, reclutados en el ejército pero no deseados debido a su raza, fueron utilizados como cuerpos desechables para probar el suero que finalmente le daría al Capitán América su poder. ¿Y ahora qué? ¿El Capi ya no era simplemente un héroe noble que tomó la admirable decisión de servir a su país? No. Esperad. Si vemos que es la culminación de cientos de experimentos fallidos que mataron a hombres negros en nombre de la creación de un ícono blanco para el excepcionalismo estadounidense, entonces sí. Pero está bien aclarar que es una verdad que se le ocultó incluso al Capitán América.

Baker utiliza su estilo característico altamente caricaturizado a lo largo de toda la historia, lo que algunos podrían pensar que devalúa la seriedad de lo que se cuenta. Pero tampoco es así. Es algo parecido a lo que ocurre con MAUS; ratones caricaturescos pese a lo que hay detrás. Además, en Capitán América: La Verdad – Rojo, Blanco y Negro, la expresividad del arte agrega una capa humana a nuestros personajes cuando somos testigos de sus vidas ya tristes antes de la guerra. Y continúa humanizándolos y sacando a la superficie sus ricas vidas emocionales mientras se dirigen al infierno. Aunque tengo que decir que todo terminará dando un giro y un giro importante al final.

Aun asi, sinceramente, es de esos cómics que no puedes creer que Marvel los publicara en su día. Sabes que va a formar revuelo, que se va a hablar incluso en los telediarios, que va a haber reacciones violentas (en USA) con su anuncio; pero también que Marvel y lo más importante el mundo del cómic, vuelve a estar en boca de los muggles no lectores. No sé… Pero si sé que hubo que calamar las aguas (en USA) con conversaciones reflexivas sobre este trabajo que es el noveno arte y sus implicaciones.

Echadle un ojo porque es un cómic único.