Reseña: Los Hermanos Dracul, de Cullen Bunn y Mirko Colak

¿Seguimos hablando de las series tan chulas de Terror que salen de la cabecita de Cullen Bunn? Venga, que el ritmo no pare; novelista y guionista de cómics de origen norteamericano que ha colaborado para editoriales tan importantes como Dark Horse, Marvel. DC Comics, Dynamite o IDW. A destacar también sus participaciones en las series de Deadpool, Conan El Asesino, Capitán América, Spiderman, Lobezno, Las Tortugas Ninja, Batman, Superman o Creepy. ¿Última joyita leída de él? El Sexto Revólver (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8661), por ejemplo. Y es que editoriales como Planeta Cómic hacen bien en fijarse en este hombre y todo lo que de su mano sale. Es un guionista que rebosa originalidad y esta virtud hace años que en mi querida USA escasea. Así de claro. Por lo que estáis tardando en considerar Los Hermanos Dracul como una de vuestras próximas series a seguir.

Un primer tomo que recopila el volumen inicio denominado La Sangre del Dragón. Donde seguimos a Vlad y Radu cuando eran niños tomados como rehenes por el Imperio Otomano. Y ahí es donde empiezan a recibir terribles lecciones de cómo es la vida que tendrán que vivir donde el sufrimiento y el dolor se respira. Estamos ante una historia brutal y sangrienta… con un final para un primer volumen que nos hace ver el terrible dolor que rodeará sus vidas. El que aconteció al personaje más famoso de la historia del género de Terror. Y aunque no puedo contar más sobre esta parte sí que os diré que la serie empieza llevándonos a las colinas nevadas de Targoviste en 1462. El adulto Radu está siendo escoltado por cuatro hombres al castillo de su hermano Vlad y cuando se acercan a los muros de piedra, uno de los hombres se queja del mal olor que trae el viento. Mirando por encima de una colina, Radu proclama: “¡Oh! ¡Oh, querido hermano! ¿Qué has hecho?». Y hay cadáveres por todas partes, algunos en el suelo y otros sostenidos por púas gigantes que una vez fueron lanzas. La nieve y la sangre se mezclan con las aves carroñeras festejando y volando y Radu llega al castillo y se le informa que mucho ha cambiado desde que se fue. Uno de sus escoltas dice: “Tu hermano se ha vuelto loco. Nunca debimos haber venido aquí. Será mejor que oremos para no terminar en uno de esos picos también”. Esto hace que el hombre que los conduce al castillo diga siniestramente: “Sí. Haz eso. Rezar.» Y Bunn nos lleva entonces a 1442 en Gallipoli, donde dos jovenzuelos hermanos y su padre están a punto de morir…

Una lectura extremadamente fascinante no solo por el horror que aparece en las páginas finales, sino por cómo los hermanos y su padre están en peligro y escapan parcialmente de él. Y con un guionista que introduce “presagios” antes de que ocurran. Esto se ve claramente con una segunda lectura, al menos, en mi caso, que suelo leer bastante rápido. Por eso insistiré en que tiene que quedar claro que Cullen Bunn es un verdadero maestro de lo macabro. Sus historias de terror son simplemente las mejores en el negocio a día de hoy. Y Los Hermanos Dracul de la editorial Aftershock y ofrecida al publico español por Planeta Cómic es un ejemplo claro. Aquellos a los que realmente les gustan las historias de vampiros (al menos del tipo donde la piel no es de color fosforito) y aman la leyenda de Vlad el Empalador, la inspiración para Drácula, les encantará que de algún modo se ahonde en ello. Y yo que he leído algunas obras sobre el personaje histórico os puedo asegurar que Bunn profundiza bastante bien.

En el monstruo entre los hombres en el que se convirtió.

El dibujo de Mirko Colak y los colores de Maria Santaolalla son impresionantes: sangrientos, brutales y absolutamente excepcionales. Con esta parte, me quito el sombrero.

Ganas tremendas de devorar el segundo volumen.