Reseña: Gentlemind, de Juan Díaz Canales, Teresa Valero y Antonio Lapone

En Gentlemind tenemos una historia viva, rítmica, ligera pero no hueca, el largo pasaje de la lluvia de ideas, durante el cual una mujer escogida para un puesto de renombre casi al azar viene a contar (de forma desenfadada y ayudándose de algunos “alicientes”) su forma de ver a los hombres y los deseos de ellas reales en lo que fueron las famosas redacciones de revistas de moda de mitades del siglo pasado. Es 1939, y Gentlemind es una de las tantas revistas de ínfima calidad que empapelan los quioscos en USA. Sin embargo, la muerte del dueño dejará la publicación en manos de su joven viuda, Gina Majolie, que acometerá una ambiciosa remodelación destinada a convertir la cabecera en espejo de las turbulencias americanas llenas de censuras que, en realidad, nadie quiso. Volviéndose asi la redacción de la revista, un escenario de dramas íntimos con mil y una anécdotas. Pues Gentlemind es una columna de ideas para atraer nuevos lectores, es divertida y está muy bien recreada. Donde como hilillo rojo también seguimos las relaciones amorosas frustradas entre la heroína y un ex-novio, a quien la guerra y diversas opciones de vida habían separado. Y como es dibujante, muy bien podría unirse al nuevo equipo de Gentlemind… o no.

¿Por qué veis a alguien como yo disfrutando de un cómic así? Dos sencillas razones. Gentlemind es para mí cómic de autor al que sigo sí o sí. Y a su vez es una magnífica representación de un cómic europeo de buenísima calidad se mire por donde se mire. ¿Qué no es el tipo de trama, el tipo de argumento que yo pueda preferir por gustos? Probablemente no, pero hay cosas que uno también disfruta fuera de lo que siempre goza. Quizás por eso me gusta todo tipo de música y con el paso de los años uno ya piensa que hay que probarlo todo en la vida antes de irse para Los Pinos…

En Gentlemind está claro que vamos a seguir la vida de una joven (que se parece a Audrey Hepburn), que lucha en un mundo de hombres, en los Estados Unidos de la década de 1940. Que habiendo sido depositada en ella un legado, busca desarrollar la revista que le cae de pronto sobre sus débiles hombros (o fuertes, como va a demostrar). Resulta que solo con la ayuda de un abogado dinámico, se va a convertir en una verdadera líder de hombres (¡ella que antes era más bien líder de reseñas!), líder de una compañía con ideas modernas que buscará transformar la revista, quitar ese tono machista publicitario para convertirla en una publicación de referencia.

El dibujo que vais a encontrar en Gentlemind es bastante original en el sentido que homenajea los trazos típicos, o mejor dicho, clásicos de un diseñador de moda asi como la línea fina acometida de coloridos que recuerdan y tienen ese aire retro, el estilo gráfico de los dibujos animados o anuncios publicitarios de los años 50. En cualquier caso, estáis ante una historia, ante un álbum, ante un cómic muy fresco, dinámico e impulsivo, que adapta bien una trama que recuerda a ciertos escenarios de Frank Capra, Billy Wilder (por el lado lúdico y revoltoso, sin olvidar una crítica de fondo a la sociedad estadounidense) o al siempre eterno Orson Welles, y ese lado poco femenino que se muestra en su Ciudadano Kane.

Los guionistas Juan Díaz Canales (Blacksad – Joya del Noveno Arte) y Teresa Valero (Contrapaso), y el dibujante italiano Antonio Lapone firman una obra redonda, excepcional, que sigue los pasos de un amplio elenco de personajes durante un período de más de tres décadas. Os aseguro que Gina Majolie será un personaje que recordaréis durante mucho tiempo.

Cuando consigues inmiscuirte en los entresijos de la historia y te das cuenta de lo que realmente te está contando (el renacimiento de un proyecto pero por encima, el resurgir de una persona con un don por despertar), desde este punto, disfrutarás más aún de la lectura de Gentlemind. Aparte de que la atmósfera de los Estados Unidos y más particularmente de Nueva York en la década de 1940 está súper bien lograda.

Norma Editorial recién publica esta chulada de cómic en un volumen que recoge los dos álbumes que comprendieron la serie.

Bonito, bonito, bonito.

Recomendable, recomendable, recomendable.