Reseña: Harleen. Edición Deluxe, de Stjepan Šejić

Ya solo los dibujos de Stjepan Šejić merecen ediciones deluxe. Leí esta novela gráfica de una sola vez, anoche mismo para ser exacto. Empecé poco a poco diciéndome, tranquilo, esto hay que disfrutarlo, saborearlo, pararse en los detalles… y terminé quedándome despierto un buen rato al terminar los tres libros que trae esta magnífica edición que propone ECC Ediciones. Porque hay que procesar toda la historia en una edición que cuenta como digo los tres books que vieron la luz para este título; contundente y efectivo devorarlo todo de un tirón. Harleen fue realmente una lectura cautivadora. Soy un gran admirador de Batman, Harley Quinn y el Sr. J (tengo un colega que hizo una boda temática Harley/Joker y no paraba de pensar en ellos mientras leía). Esto debería dar una perspectiva de mi nivel de fan para con esta lectura. Y puedo decir honestamente que si no es la mejor, es una de las mejores historias de Harley que he leído en toda mi vida. Harley se ha convertido en una especie de personaje «convencional», y lo que una vez comenzó como una relación divertida y bufonesca con el Joker y su determinación resistente de hacer de Gotham «una gran broma» ahora se ha transformado y ha adoptado un enfoque más retorcido dentro de la sociedad moderna. Esto incluye una relación abusiva con el Sr. J, con más matanzas que el truco del agua en una solapa de flores. Lo que significa también que no hay reglas particulares sobre hasta dónde un escritor puede llegar con esta pareja. Por eso no estaba seguro de adonde Šejić se dirigiría.

¿La idea? La doctora Harleen Quinzel tiene una misión: curar la locura que campa a sus anchas por las calles de Gotham City. Y entonces cuando su misión está casi perdida, aparece un hombre muy especial. Parece perfecto para ella, siempre le dice lo que quiere escuchar, y encima, es el candidato perfecto para probar el remedio que ha inventado. Lo que desearía toda mujer… loca. ¿Y quién es ese muchacho? Sí, quién imagináis. Se hace llamar Sr. J pero que duda cabe que se le conoce como el Joker, una de esas personas en cuyas redes más te vale no caer. Pero Harleen, la bella, preciosa y majareta, cae de todas-todas.

Tres historias que se unen en un todo con un ritmo constante. No hay prisa por contar todo lo que se quiere contar pero tampoco se prolonga sin sentido. Como lector, vas siguiendo poco a poco el descenso a las sombras de Harleen, rampa de bajada hacia la locura, como si estuvieras allí con ella. Esto me encantó: las noches de insomnio, los pensamientos intrusivos, las pesadillas cuando lograba dormir y la dependencia constante del alcohol… El gran texto combinado con el increíble arte realmente te cautiva mientras te subes a la montaña rusa que es la psique de Harley. ¿Qué pasa? Que todos sabemos que el Joker es la definición de locura por excelencia. Y al leer estas historias casi que tendrás que luchar por no encontrarte sonriendo junto con Harley. Sientes que a esta rubia el Joker sí le importa todo lo que dice y sientes como ella lo ama, como una cabra podría amar un trozo de papel encontrado en el desierto. Y cuando Batman le pregunta si de verdad ama al tontolaba del pelo verde, si es amor verdadero o no, puede que tú también te lo cuestiones. El interrogatorio en sí fue otra razón por la que disfruté tanto de este cómic. Provocó que mi cerebro se activara como si hubiera ingerido dos cafés de un sorbo. Me dejó completamente absorto.

Como siempre, es genial leer un volumen centrado en villanos DC. Ya no os digo una Edición Deluxe con sobrecubierta como estas que propone ECC cada poco tiempo. Obras que merece tenerlas, sin duda, en ediciones así. Insisto, sobre todo, de villanos de Gotham. Mola de verdad. Es lo mejor de DC, sin duda. Para colmo, un volumen donde se pueden encontrar incluso momentos sensuales o de camaradería entre Ivy y Harley que… Uff. ¿Recomendaría encarecidamente a cualquier verdadero fan de DC o de Harley que se sumerja en este tomo como hice yo? Lo que sí recomiendo es disfrutar de la obra de arte absolutamente increíble que sacó aquí este genial guionista e ilustrador croata.

Reseña: El Batman que Ríe. Metal, de Scott Snyder, Jock y VVAA

Con el orejas picudas también opto siempre por leer cositas diferentes. Y a poco que aparezca una novedad llamativa en este sentido, que menos que ponerse rápidamente a devorar dicha opción. ¿O no es tremendamente atractivo a los ojos -sin saber nada de nada- el genial tomo en tapa dura que recopila la miniserie de El Batman que ríe? Detrás, Scott Snyder, Jock, James Tynion IV y Eduardo Risso, ¿eh? Un equipo creativo poderoso para una obra que ya os adelanto que es indispensable para ti si estás leyendo esta reseña. Curiosa y muy digna para un Caballero Oscuro que ya se echaba de menos en postura… oscura. Parafraseando a un amigo, uno de los títulos más emocionantes que se pueden leer actualmente en DC, desde la primera ola de Rebirth (Renacimiento). Totalmente, de acuerdo. Una obra que engancha desde la primera viñeta gracias al impactante arte de Jock, diseños fuertes que son casi inmediatamente identificables como suyos.

También se presenta una amenaza espeluznante tanto para el personaje principal como para el Joker, quien de algún modo juega un papel importante en esta trama y es por que…, con tan solo dos frases nos tiene ganados. ¿Quién no desea saber más de un ser mitad Batman-mitad Joker? Veréis. Scott Snyder sacudió todo alrededor del murciélago al crear el Multiverso Oscuro. Lo hizo en la épica colección Noches Oscuras: Metal. Dejó suelto en Gotham City al más letal morador de esa realidad alternativa y ahora Bruce Wayne debe enfrentarse cara a cara con las pesadillas generadas en esa tormenta de acontecimientos. El Mal devoró al Mal en esa línea temporal y el Caballero Oscuro sigue sin estar tranquilo desde que ha descubierto a El Batman que ríe. Este ser que no solo sobrevivió a la pelea con el Joker, sino que ahora está implementando un plan siniestro en todo el Multiverso. Así que Bruce Wayne percibe que, la única forma de detener a este espectro loco, es matarlo.

Violar la regla que Batman nunca debe romper.

Con un impactante inicio, el tic-tac del reloj pone a Batman en camino a través de las diferentes realidades del Multiverso. Comienza a ver todas las interacciones de su vida, lo que podría haber sido y lo que no. Pero lo más importante es, que comienza a deducir que su vida actual es de alguna manera incorrecta y que todos los errores que ha cometido están conectados de alguna forma por una curiosa fuerza extraña. Mientras tanto, El Batman que ríe levanta el telón en su segundo acto, sacando sus mejores armas para irrumpir en Arkham Asylum… Anexa a su equipo a uno de los Batmen más poderosos del Multiverso Oscuro: ¡el Grim Kinight! Con el que el Cruzado de la Capa tendrá una lucha a muerte.

Se llega a un enfrentamiento final de película. ¿Y cómo derrotar a un enemigo que conoce todos tus instintos y todos tus movimientos? La idea de explorar los demonios internos de Batman, sus rincones más oscuros y sus peores miedos sin perder la esperanza o el momento ocasional para la introspección tranquila del personaje, es un tema mil veces tratado. Pero no deja de ser interesante saber hasta donde puede llegar un tipo que está sobrepasado, al que muchos amamos por la cantidad de historias chulas que tiene detrás. Historias ya eternas en las que para mí acaba de entrar El Batman que ríe.

¿Hasta qué el cuerpo aguante? El villano de aquí es una fuerza inconmensurable tras la escena. Cuando hace acto de presencia, es discordante y aterrador. Y eso mola. O a mí me mola mucho, mejor dicho. Yo que soy muy partidario de los arcos de Batman donde el terror está muy presente. Una trama con varios protagonistas, con la maravilla visual de los mundos hermosos/horribles que a Jock le gusta crear, este magnífico tomo y completo como pocos, recopila no solo la miniserie realizada por Scott Snyder y Jock, también apariciones posteriores a cargo de autores imprescindibles del cómic contemporáneo como Steve Epting, David Márquez o James Tynion IV (The Batman Who Laughs #1-#7, The Batman Who Laughs: The Grim Knight #1, The Infected – The Commissioner, Hell Arisen #1-#4, Batman/Superman Vol. 2 #1-#5). Dos villanos y un plan terrorífico que nuestro Batman no está dispuesto a asumir. Indispensable. Momentos realmente impactantes contiene.

Reseña: Punchline. El Juego de Gotham, de Tini y Blake Howard y Gleb Meinikov

Alexis Kaye (también conocida como Punchline) ha sido absuelta y está de regreso en las calles de Gotham City. Esta es la principal máxima del arco El juego de Gotham, más que nada porque esta piva no tiene la menor intención de reformarse, y tarda nada en reunir una nueva Royal Flush Gang, y no los reunirá para formar un grupo de costura, precisamente. Los más peligrosos tipos y tipas a los que juntar con un propósito sin que la maten a ella primero, que esa es otra. ¿Y cuál es la nueva droga mortal que circula por Gotham y con la que Punchline está tan obsesionada?

Hoy os reseño el último tomito que he devorado con el orejas picudas de por medio. Una de las últimas novedades de ECC Ediciones en nuestro país. Un volumen protagonizado por la archienemiga de Harley Quinn que traen a la vida nuevamente Tini Howard y Blake M. Howard y dibuja Gleb Melnikov. Una miniserie que comienza con una gran sátira sobre los influencers de hoy en día, con uno llamado Khavy transmitiendo en vivo desde un concierto y eventualmente topándose con Punchline. Todo, mientras los seguidores de Khavy hacen comentarios divertidos y crueles en su feed (como «¡Usó spray de pimienta como una niña! Jajaja»). A la vez que intenta matarlo. Me pareció muy diferente, comenzar con un cómic de temas tan actuales, cosa que enganchará a la peña más joven. Un buen ataque a todos esos que se llaman influencers a sí mismos solo por subir sus mierdas a internet.

En cuanto a Punchline, ella vuelve a la acción, pateando traseros y yendo a por los rivales más directos de los bajos fondos de la ciudad para hacerse con ella. Y cómo no, enfrentándose al mismísimo Batman… en el mismo lugar donde nació el amor de su vida. Si no la conocéis, Punchline es la antítesis de Harley Quinn. Mientras que Harley basa su «modus operandi» en las bromas y la anarquía, Punchline es tremendamente seria, cerebral y planea que todo se mueva como si el mundo fuera su partida de ajedrez. No tiene tiempo para las tontas desviaciones que Harley suele tomar. Concentrada en sus objetivos, es certera. Y su primer objetivo es dominar el mercado de drogas de la ciudad de las sombras porque en Gotham reina la droga denominada XO.

Para mí, Punchline es un personaje interesante. Me hizo tilín desde que la leí/conocí por primera vez. Es un personaje que no se esconde. En cada historia se puede ver cuán fría es ella, y nunca deja de usar la tortura y el asesinato para conseguir lo que quiere. No pierde el tiempo. Es mala como un demonio… y lo que le hace a Khavy, el influencer antes mencionado, es francamente escalofriante. Aparte en esta miniserie de seis numeritos conoceremos a dos miembros de la Royal Flush Gang que parecen sorprendentemente con los pies en la tierra. No son villanos que se retuercen el bigote, son solo tíos que desean vivir una vida “bien”, disfrutar, de lo poco o mucho que le queda en el terreno complicado en el que se mueven. Sumando a eso que que constantemente desconfían de Punchline, pero la siguen porque les conviene. Hasta que…

La trama establece de manera tentadora una posible confrontación con Catwoman y la jefa yakuza Eiko Hasigawa. Por lo que todo llegará a una guerra territorial a tres bandas que se convierte en un despiporre épico. Y Batman de por medio, de jugador, de árbitro y a veces incluso en el VAR.

En este cómic, Gotham es una ciudad sucia llena de gente desagradable. La propia Punchline, a pesar de su mallaje… está dibujada de forma realista y con un físico imponente. Me encantaron especialmente las escenas de lucha, donde Punchline da leña en buenas peleas callejeras a la antigua usanza. El estilo artístico es bastante único. El arte de Gleb Melkinov es de los buenos. Buena historia. Buen tomo.

Reseña: Sociedad de la Justicia de América, de Geoff Johns y VVAA

A mí que siempre me gustó lo diferente, que me enamoré en su día de series como Astro City (que merece integrales YA) por esto mismo. El dar paso a ese lado original y personal de un superhéroe… como dijo esa señora, como no me va a gustaaaarrr… La Sociedad de la Justicia de América explora una nueva línea de tiempo en DC Comics. Sí, publicada aquí por ECC Ediciones, con la salva inicial y nostálgica de aquellos cómics que dejaron a muchos clasicistas con el culo torcido. Pues fue Geoff Johns quien escribió un primer número junto al ilustrador Mikel Janin, aunque fue una serie que gozaba de grandes artistas invitados y de renombre.

Y para meternos en vereda este TPB que recopila los primeros cinco números de la serie y que añade además aquel número clásico de Johns, el The New Golden Age #1. Donde de manera muy similar a su versión de Doomsday Clock, Johns salta al pasado, al presente y al futuro. Pero aquí, limita la línea de tiempo principalmente a la Sociedad de la Justicia, el primer grupo de superhéroes del mundo (y de los cómics). Y a diferencia de la trama de Stargirl: The Lost Children #1 que también se añade aquí (la heroína se une a Red Arrow para descubrir la verdad sobre una misteriosa desaparición), la historia de Johns nos lleva casi treinta años al futuro. A la heroica carrera de La Cazadora, la cual debe viajar a través del tiempo para salvar al legendario grupo.

Os contaré lo que es casi un secreto para muchos: Helena Wayne es la hija de los asesinados Batman y Catwoman. Tomó el manto de superhéroe y formó una nueva Sociedad de la Justicia con algunos miembros algo sorprendentes, todos interesados en descubrir quién mató a la última encarnación del Dr. Destino. Mis partes favoritas de este cómic es, sin duda, su poderoso principio. La Cazadora es complicada. Un personaje muy orientado a Batman pero sin su expresión sombría. Exteriormente retrata a una persona ruda pero tiene un corazón delicado y tierno. El uso de Solomon Grundy fue inesperado, al igual que la elección de los futuros miembros de la JSA. Me sorprendí al verlos. Pero tengo que decir que funcionó. No hay nada nuevo aquí, cierto, es solo una excelente narración de cómics que busca respetar el material antiguo y al mismo tiempo darle algunas tramas nuevas. Y el villano de turno (imagino que el primero de muchos) se hace evidente pronto. Que es lo que yo siempre pido en un cómic de pijameo.

Aunque para mí, lo que convierte en excelente a esta nueva serie es la caracterización de Huntress (La Cazadora), sus riesgos, la inutilidad de su misión y el respeto (¡por fin!) que DC muestra a su grupo, el primero de la historia. Incluso las historias de Tierra-2 JSA/JSI, de 1976, son canónicas ahora. Hay algunos detalles finos que resolver, pero todo llegará.

En mi opinión, uno de los errores más significativos de DC fue eliminar a la JSA. Se necesitaban nuevas ideas. Eso es todo. No siempre se le puede hacer la vista gorda al pasado. Y menos con algo tan bueno que entretuvo a muchos. Johns aborda esta cuestión con sencillez. La Cazadora se ve increíble. El resto de Sociedad de la Justicia de América, por encima del bien. Entiendo que los fans quedaron desconcertados por las grandes promesas y el final sin incidentes de Doomsday Clock. Pero siento de verdad que lo que querían era que la Sociedad de la Justicia de América volviera. Esa historia debía desarrollarse. Los héroes clásicos se revitalizan cada dos por tres. Esta es tu nueva serie a seguir.

Y la mía.

¿Podrá llegar al fondo de lo que le pasó al primer equipo de superhéroes del mundo? ¿Tiene el Casco del Destino las respuestas que busca La Cazadora? Nos vamos a 1940 a resolverlo, donde esta chica de moda trabajará junto a la clásica JSA. A una época conflictiva de guerras internas y huelgas por doquier. Flash, Deadman, Madame Xanadu y el Detective Chimp. Lee esto. Difunde la palabra. El primer equipo de superhéroes del mundo nunca murió.

Reseña: Batman. Chamán /Veneno, de Dennis O’Neil, Hannigan, Von Eeden y José Luis García-López

No lo esperaba porque en realidad resulta que empecé a leer y a leer, me enganché, y resultó que me sonaba bastante lo que me estaban contando. Y me dije: ¿Yo he leído esto? Diría que sí. Y sí, lo había leído hacia muchísimo tiempo y no recordaba lo bueno que eran estos dos arcos argumentales del maestro Dennis O´Neil. Un retroceso a algo que no sabía que me estaba perdiendo, los cómics donde una historia comienza y terminan con un apoteósico final. Y simplemente estás con Batman y lo ves “trabajar”. Pero estas historias merecen más que las estrellas que algunos “críticos” les han dado. Quizás es mi sensación ahora que estoy reseñando los dos arcos al completo, ahora, que se pueden disfrutar en un solo tomo, en tapa dura, gracias a esta nueva edición de ECC Ediciones. Tenemos en este tomo Chamán y Veneno, dos sagas escritas por el siempre maravilloso Dennis O’Neil y dibujadas por Ed Hannigan y Trevor von Eeden con la colaboración del maestro José Luis García-López. Y además, un relato protagonizado por el mítico guionista que firman su hijo Larry O’Neil y el dibujante Jorge Fornés.

Chamán es una historia extraña que muestra todo lo fantástico de las pelis de aventuras de los 80 con trasfondo sobrenatural. Esas genialidades de algunos directores hoy consagrados que a muchos nos hizo enamorarnos del cine ochentero para el resto de nuestro días. El primer capítulo de cinco partes tiene lugar incluso antes del Año Uno, de Frank Miller, y el resto ocurre poco después del primer año. Antes de que Batman pateara traseros a súper alienígenas y villanos inmortales, antes de que tuviera un batmóvil y un cinturón de herramientas lleno de artilugios, y antes de convertirse en el hombre más peligroso de la Tierra. Cuando únicamente era un tipo con una máscara, deambulando por el mundo pero, sobre todo, su ciudad, su mayordomo, un busca pistas. Un lado del personaje de Batman que nunca debe perderse, que no se le olvide a ningún guionista. En este arco, Batman aborda misteriosos asesinatos rituales en las calles de Gotham. No es educado, no siempre es capaz de salvar a las personas que lo rodean y los criminales no hablan con él a menos que él realmente los persuada. Pero… ¡Eso es mucha charla para el Murciélagos! Disfruté (volví a disfrutar) la combinación de sobrenaturalidad y espiritualidad de esta trama, así como el viaje que emprende Bruce Wayne para convertirse verdaderamente en la máscara que se pone.

Veneno no es una historia de ¿Y si Batman se volviera adicto a las pastillas?, como dice mucha gente. Eso es un tema bastante superficial. Puro simbolismo. En primer lugar, no es Vicodin, es veneno, el veneno/esteroide/súper droga que crea a Bane, probablemente el mayor y más subestimado enemigo de Batman. En segundo, es fácil interpretar el veneno como un símbolo de corrupción, maldad, obsesión total, psicopatía, todo lo que Batman no es. Batman es y siempre ha sido equilibrio. Tiene sed de venganza, pero protege a la gente de Gotham y a su familia. Destruye a sus enemigos pero no los mata. O normalmente no mata, depende del guionista. Sissy Porter se ahoga y Batman le falla y recuerda cómo les falló a sus padres. Se da cuenta de que no es suficiente, que su equilibrio no funciona. Entonces se vuelve completamente Batman. Nunca te vuelves completamente Batman. Con eso quiero decir que se entrega al 100%, todo venganza, todo cuerpo, sin cerebro, sin segundas conjeturas. Pero sí que se vuelve adicto a las pastillas, pero sólo por el poder que le dan. La supuesta infalibilidad. Porque todo ese jugo confunde su cerebro y comete errores, casi lo matan, casi se convierte en un asesino, lo que se prometió a sí mismo que nunca sería, o de lo contrario no es mejor que Joe Chill, quien mató a sus padres. El fracaso de Batman ilustra cuán humano es en realidad, o tal vez cómo Batman nunca está sin Bruce Wayne, siempre humano, nunca completamente corruptible.

Dos historias indispensables.

Reseña: Kingdom Come, de Mark Waid y Alex Ross

Una de las obras indispensables de tener en cualquier cómicteca que se precie es, sin duda, Kingdom Come. La potente obra que se marcaron Mark Waid y Alex Ross, un cómic inolvidable que todo el mundo debería leer, al menos, una vez en la vida. Porque Kingdom Come fue una miniserie de cómics de cuatro números publicada en 1996 por DC Comics bajo su sello Elseworlds. Y que quede claro que la idea partió de una idea original que venía gestando en su mente Alex Ross. ¿La historia? Está ambientada en un futuro alternativo del Universo DC. La nueva generación de héroes ha perdido su brújula moral y se ha vuelto tan imprudente y violenta como los villanos contra los que luchan. El régimen anterior de héroes (La Liga de la Justicia), regresa en circunstancias terribles, lo que establece una batalla de la vieja guardia contra estos protectores intransigentes en un conflicto que definirá lo que realmente es el heroísmo y determinará el futuro del planeta.

Superman y La Liga de la Justicia abandonan sus papeles como superhéroes después del ascenso y el fuerte apoyo público de un superhéroe llamado Magog, que no tiene reparos en matar, en particular al Joker antes de su juicio por el asesinato en masa del personal del Daily Planet. What? Lo que estáis oyendo. Pero incluida Lois Lane. En años siguientes, surge una nueva generación de metahumanos con superpoderes. Se involucran en batallas destructivas con poca distinción entre héroes y villanos. El narrador, el ministro Norman McCay, sufre visiones de un futuro apocalíptico. Inevitable. El Espectro se le aparece a McCay y lo recluta para que lo ayude a juzgar el apocalipsis sobrehumano que se avecina… Y no os puedo desvelar más de esta obraza. La intención es, que el que no sepa nada, la disfrute a tope. Y el que sepa, y aún no lo haya hecho, pille una buena edición de este título. Para elegir tiene. En mi opinión, una historia donde se reclutan héroes nuevos y viejos, bien contada y maravillosamente dibujada, difícil que no guste. Kingdom Come me encanta, y mi misma opinión la vais a encontrar doquiera que busquéis información.

La excepción más destacada es Batman, que está resentido con Superman por haber abandonado hace unos diez años. Batman le advierte que sus nociones idealistas están obsoletas y que su violenta interferencia sólo exacerbará los problemas del mundo. En respuesta a La Liga de la Justicia de Superman, Batman activa su propia red de agentes, compuesta en gran parte por héroes más jóvenes de segunda y tercera generación. Se pudo ver un flashback de esto en formato cine como una visión futurista que tiene Bruce Wayne en la peli mientras lo tienen prisionero. Pero aquí los veteranos como Green Arrow, Canario Negro y Blue Beetle, son elegidos como tenientes. Lex Luthor organiza el «Frente de Liberación de la Humanidad» y el MLF es secretamente un grupo de villanos de la Edad de Oro y villanos de tercera generación como el sucesor de Ra’s al Ghul e Ibn al Xu’ffasch (el hijo de Bruce Wayne y Talia al Ghul).

Cuando el dibujante de cómics Alex Ross estaba trabajando en Marvels (1994), decidió crear una «gran obra» similar pero con personajes DC. Ross escribió un manuscrito de unas cuarenta páginas…, lo que se convirtió en Kingdom Come. Le propuso la idea a James Robinson como proyecto similar en alcance a Watchmen (1986-1987). Pero este no lo vio tan claro. Al final, Ross se asoció con el escritor Mark Waid, quien fue recomendado por los editores de DC para completar esta obra que terminó siendo oro puro.

Reseña: La Liga Jurásica, de Juan Gedeon, Daniel Warren Johnson y Mike Spicer

A estas alturas deberíais saber que donde haya algo diferente y original, allí vamos a estar los de Desde New York – Crónicas Literarias. Pusimos el ojo en La Liga Jurásica desde que nos percatamos que ECC Ediciones la traía a nuestro país y aquí está; leída, disfrutada y reseñada a continuación. Daniel Warren Johnson haciéndonos pasar un buen rato acompañado de los dibujos de Juan Gedeon. Supersaurio, Wonderdon y Batsaurio junto a los demás miembros de la Liga Jurásica, el único grupo capaz de hacer frente a peligros como el del Embrión Negro, uno de los villanos más temibles del universo.

¿Qué pasaría si la Liga de la Justicia estuviera formada por un grupo de dinosaurios antropomorfizados en lugar de humanos (y extraterrestres con apariencia humana, dioses con apariencia humana y humanos con apariencia de murciélago)? Suena genial, ¿verdad? O al menos, sabes que una sonrisa te va a sacar. Sin duda, el cómic de The Jurassic League es algo que nunca esperamos.

La Liga Jurásica comienza con la clásica historia de Superman pero algo modificada. Un cohete enviado desde otro mundo, que transportaba a un bebé solitario, se estrella contra la Tierra. Sólo que esta vez, el bebé que está dentro es un huevo de dinosaurio. Luego, el tema pasa por un carnívoro antropomorfizado, vestido como un murciélago, merodeando por las afueras de Growltham City. Este es Batsaurio, cuya historia se alarga más que la anterior por lo que sabemos más de él, para llegar a una batalla con su archienemigo Jokerzard. Pero también tendremos conocimiento de los demás miembros de La Liga. Este sería el resumen del primer número.

El volumen que publica ECC recopila los seis numeritos de los que constó esta miniserie. Es decir, lo tenemos todo. Dinosaurios. Liga de la Justicia. Eso es lo que es concretamente este cómic y una historia que empieza de lo clásico (de lo que ya todo sabemos) pero que se va dirigiendo a una trama mucho mayor. Con el sin sentido que lo empuja, culpable de esa sonrisita que alego que os va a sacar.

Supersario y Batsaurio son los personajes más impresionantes. Por los que merece la pena leer el cómic. Tienen un aspecto clavado, muy perruno irritado, donde se nota el poderío de arte que Gedeon y Spicer son capaces de elaborar. La batalla entre Batsaurio y Jokerzard es destacada, llena de color y sangre (del tipo que los niños definitivamente imaginaron cuando aplastaron dos juguetes de dinosaurio, no del tipo gore), y algunas sorpresas que se suceden molan. Eso sin contar que el Jokerzard está diseñado como una tremenda alimaña escurridiza que, sin duda, le viene al pelo. Despreciable a más no poder. ¿El público objetivo son niños? Pues mirad, no miento sí os digo que un chaval que esté empezando a leer, sobre todo, lo va a disfrutar un montón. La idea tiene esa originalidad que un cómic necesita para que el colega vaya a comentarlo con sus amigos: ¡Hey, tengo un cómic donde Superman, Batman, Wonder Woman… todos los superhéroes son dinosaurios! El niño/joven que ame los dinosaurios… lo gozará. Tiene ese regustillo y conseguimiento que muy pocos tebeos consiguen, de un cómic que gusta tanto a jóvenes como a mayores. Las viñetas son apretadas, la historia tiene poco texto, el cómic se disfruta de una sentada pese a sus seis números. Las líneas detalladas y las poses dinámicas convierten a La Liga Jurásica en un cómic de acción a tope. Y cuando veáis la aparición de Mantanegrasaurio o Darkyloseid…, fliparéis.

Reseña: País de Pesadillas, de James Tynion IV, Estherren, Llovet y Patricio Delpeche

País de Pesadillas posee un lenguaje bellamente prosaico e imágenes igualmente inquietantes donde James Tynion IV captura el tono y la cadencia apropiada del amado rincón oscuro creado por Neil Gaiman. Un comienzo prometedor, y todos sus encantos mortales. Un cómic con el que una vez más se puede volver al espeluznante y surrealista mundo de The Sandman. James Tynion IV, Lisandro Estherren, Yanick Paquette, Patricio Delpeche, Nathan Fairbarn y Simon Bowland, dan fe de ello. Y como podéis imaginar, tanto por el título como por la aparición de El Corintio en la portada, este es un título que busca explorar el lado más oscuro de dicho universo con un círculo de personajes espeluznantes, antiguos y nuevos, una trama que se inclina muy mucho por el Terror.

El Corintio era y es una pesadilla viviente. Destinado a servir como un espejo oscuro para la humanidad, mientras el Señor de los Sueños estaba cautivo, El Corintio salió al mundo de la vigilia y se convirtió en uno de los peores asesinos de todos los tiempos. Fue deshecho por su transgresión cuando el Rey de los Sueños regresó al poder, pero luego fue rehecho, esta vez con un mayor control sobre su propósito: atormentar a la humanidad pero sin destruirla. Por desgracia, una pesadilla acecha ahora al mundo despierto. Uno que no fue obra del Rey de los Sueños. Y ahora este nuevo Corintio acecha también al mundo de la vigilia. Buscando esta nueva amenaza, sí, pero también buscando el significado de los extraños recuerdos que tiene de una vida suya pero que no es suya en absoluto.

La idea principal de este primer tomo me ha encantado. Empezamos con una estudiante de arte, Flynn, y una aventura de una noche en una fiesta universitaria. Una fiesta en la que fugazmente ve una visión impía que garantiza perseguir sus sueños, y más, a medida que avanza la historia. La inquietud se vuelve aún más desconcertante al conocer a dos asesinos terroríficos e indudablemente sobrenaturales llamado el señor Éxtasis y el señor Agonía (que por alguna razón, me recuerdan en su cadencia a los señores Kidd y Wint de Diamonds Are Forever). Un inicio que, en realidad, es una pieza de humor negro con una narrativa sencilla, pero que funciona bien. Madison Flynn ve a ese “Hombre Sonriente” mientras está despierta… y no es la única. Además, este monstruo es, una pesadilla que no creó Sueño de los Eternos. Y cuando es consciente de ello, El Corintio vuelve a colarse de nuevo en nuestro plano de realidad para dar caza a ese farsante. El terror contra el terror. Y en medio, nosotros.

Una nueva pesadilla causa estragos y El Corintio tiene la tarea de localizarla y detenerla. En País de Pesadillas aprendemos más sobre quién o qué es El Corintio. Vislumbramos qué es esta nueva amenaza y su capacidad. Pero el punto focal es Flynn. A medida que avanza la historia, los pequeños horrores que se muestran ayudan a establecer quiénes son los personajes. Al hacer esto, los nuevos lectores podrán comprender quién es El Corintio (si no lo conocían ya) y por qué es una mala noticia que haya vuelto y que esté a la caza de todo.

En la mayoría de las historias de Sandman, el arte es expresivo y vibrante, y esta no es una excepción. En País de Pesadillas hay más viñetas con visiones infernales que en otro arco que podáis conocer. Estherren muestra su lado más oscuro y siniestro. Los dibujos destacan, sobre todo, por el diseño de los personajes y los trasfondos oníricos que realmente parecen sacados de una pesadilla febril. Por lo que se puede alegar, sin miedo a equivocarse, que País de Pesdillas es una sólida entrada al terror dentro del Universo Sandman. Insisto, el origen de El Corintio recibe una nueva capa de pintura en este cómic. Si buscabas un monólogo sobre el personaje, este es tu tomo. Y la introducción de Flynn es más de lo que parece. Un personaje fascinante, aunque por el momento deja más preguntas que respuestas. Y la aparición de los espantosos señor Éxtasis y el señor Agonía, un par de asesinos trastornados creados por Tynion IV para esta serie que creo que van a dar mucho que hablar. Tynion IV es uno de los mejores guionistas de cómic de terror de la industria, sino el mejor. Sin duda, al que más sigo.

Reseña: Batman. Tres Jokers (Edición Deluxe), de Geoff Johns, Jason Fabok y VVAA

El que lleva tiempo buscando algo original dentro de DC puede llevar sus manos a Tres Jokers, una trama escrita por el gran Geoff Johns y dibujada por Jason Fabok, uno de los títulos más aplaudidos de la línea Black Label y que, sin duda, merecía un puesto dentro las magníficas Ediciones Deluxe que ECC Ediciones está publicando.

Más de cuatro años después de que DC anunciara Batman: Three Jokers, su primera entrega llegó a tiendas. Fue un título muy esperado. Una miniserie de tres números pero una trama de larga gestación en la mente del arquitecto perenne del Universo DC como es Geoff Johns. Innumerables escritores han intentado poner su sello en el Joker, el villano de cómics más infame que existe, y Johns finalmente en Tres Jokers da un paso al frente. La única pregunta que queda es: ¿Por qué tres? ¿Tenemos aquí una reorganización catastrófica del Príncipe Payaso del Crimen? ¿Es diferente siquiera la sensación tras leerla en un mundo saturado de tantas versiones del Joker? Johns es ese raro guionista que llegó a la industria a través de Hollywood, comenzando su carrera como asistente del director del Superman, de Richard Donner, y desde allí forjó conexiones con DC. Por supuesto, regresó a Hollywood en la última década, como director creativo de DC a cargo de la expansión cinematográfica. La lista de películas de DC de Warner Bros: Aquaman, Shazam, La Liga de la Justicia, Black Adam… Se puede decir que nadie tiene tanto poder para meter mano en los personajes como él. Pero en el noveno arte, sus proyectos más exitosos en DC Comics tienden a la naturaleza “clásica”, revitalizando personajes tan antiguos como puros redefiniendo las mejores historias de Green Lantern y The Flash que se pueden leer hoy en día. Incluso él mismo los reivindica como sus personajes favoritos. Y se nota. Por eso era mi curiosidad ver que tenía que decir sobre Joker. Para mí Johns es un escritor de superhéroes no de supervillanos.

Johns alegó en entrevistas que Tres Jokers era una historia sobre curación y cicatrices, sobre Batman, Barbara Gordon (Batgirl) y Jason Todd (Red Hood), y las diferentes formas en que estos mismos han vuelto a seguir adelante después de ser gravemente heridos, física y mentalmente, a manos del Joker. Y eso es concretamente esta obra. Pero añado yo: la historia tiene un gancho para atrapar al lector que ya ha vivido todo eso. Batman, Batgirl y Red Hood se unen para investigar una ola de crímenes de una noche que parece haber sido orquestada por individuos que se hacen pasar por el Joker, o al menos, se le parecen. Una noche. Se ha perpetrado un importante robo de productos químicos y todo apunta a una mini banda de esos terribles seres con pelos verdes, verdaderos demonios de este mundo. Y tres antiguas víctimas del Príncipe Payaso del Crimen que no han olvidado los sufrimientos que el villano les provocó se unen para resolver la investigación.

La línea Black Label se lanzó en DC para lectores más maduros a los que les gustara leer historias fuera del canon. En esta línea, el Joker tiene un puesto en el podio, obviamente. Cerca de la mitad de los cómics publicados bajo el sello Black Label han tenido al Joker como protagonista, codirector, antagonista principal o como antagonista. elemento argumental significativo. ¿Por qué? Fácil. El Joker es el villano más cabrón que tiene DC en cartera. Y cómo el ser humano, en general, adora o le atrae leer sobre el Mal, donde está este tío se recauda. Pero después está el tema de tratarlo y hacerlo bien con el personaje. Y eso lo consiguen muy pocos.

Para Three Jokers, Johns se asoció con el artista Jason Fabok, quien también trabajó casi exclusivamente para DC a lo largo de su carrera. Los dos trabajaron juntos anteriormente en Justice League. Johns y Fabok no son sutiles en este libro. Van al grano y no tienen miramientos de si sale mucha sangre o no. Porque para Batman, Batgirl y Red Hood, los crímenes que tenemos son un misterio, pero para el público es algo más metafísico. Se nos pide que veamos al Joker como alguien que es consciente de que existe en todas las épocas y que debe evolucionar hacia una nueva, de manera que coquetea con la cuarta Pared. Y eso sí da miedo.

Reseña: Lobo. Retrato de un Bastardo, de Simon Bisley y VVAA

Lobo: Retrato de un bastardo puede ser uno de los mejores tomos que se pueden recomendar de los que engloban a un personaje para conocerlo por primera vez y donde se recogen un compendio de aventuras que giran en torno a una misma trama. Retrato de un bastardo se centra en esa sinopsis inicial y siempre tan chula del tema cazarrecompensas espacial, donde Lobo recibe el encargo de rescatar a una presa para llevarla al planeta Cairn pero todo cambia cuando da por primera vez con la secuestrada, la conoce y sabe que lo que hace. Encuentra algo muy diferente a lo que esperaba. La mujer en cuestión no solo es czarniana sino que también se trata de una profesora de Lobo y está escribiendo una biografía sobre él.

Aquí es donde empiezas a partirte la caja.

Con el beneplácito de ECC Ediciones los aficionados al cómic más macarra hemos podido ir recuperando cositas muy difíciles de encontrar. La serie de Lobo es un buen ejemplo de lo que os digo. Y entonces… ¿qué demonios estáis haciendo algunos todavía sin saber de Lobo? Lobo es el macarra al que me refería: desdichado, desenfrenado, miedito de estar en su contra; un personaje con el que te ríes, disfrutas viéndolo dar palos y patadas a todo aquel que no le invita a una cerveza cuando entra en el bar… Un antihéroe que para nada goza del simbolismo de Superman o la profundidad de Batman pero es uno de los más recomendables de leer de toda la historia DC. Lobo es un personaje que aparece en los cómics publicados por DC Comics, creados por Roger Slifer y Keith Giffen en junio de 1983, pero del que Alan Grant supo sacar el máximo jugo. Lobo es un alien que trabaja como mercenario interestelar y cazador de recompensas, haciendo honor a su estereotipo macarra. Ese tipo odioso, todo lleno de músculos, que podías encontrarte en una carretera de los 80s (aún hay pero difícil verlos ya), montado en una Harley. ¿Por qué brindo yo? De vez en cuando, si se puede, hay que meterse en vena, uno de estos tomos recopilatorios de Lobo que ECC Ediciones publica. Disfrutar de un buen volumen que traen a tu mente una odisea de buenas historias en formato cómic con los que si tienes una edad, asientes mientras lees y en tu cabeza seguramente comience a sonar AC/DC.

Como buen tomo de aventuras, Retrato de un bastardo contiene varias miniseries o arcos argumentales en su interior. Concretamente, El último czarniano, El regreso y luego one-shots que son aventuras indispensables de leer como La sanción navideña de Lobo, el tan famoso Batman/Lobo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1092), Beligerante y con el culo al aire, Un mundo en blanco y negro y ¿Quién es quién en el Universo DC?; del que recuerdo fue el primer número que leí del personaje y con el que me enganché. Comenzando por locuras de amor, encontraremos hilarantes situaciones con tangos como bailes y violencia fluyendo y ver a Lobo y la profundidad que tiene un personaje que, en principio, es todo músculo y apariencia, pero un tipo que tiene más profundidad de la que parece. Un tomo además donde tenemos aventurita compartiendo cartel con la mismísima Harley Quinn.

Otro tema importante son los guiones que aporta este tomo que vienen de la mano de maestros como Neil Gaiman, Keith Giffen, Alan Grant, Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. Retrato de un bastardo inaugura una nueva línea de ECC llamada Grandes Novelas Gráficas DC. Un espacio en el que se publicarán las obras más destacadas del Universo DC y al que yo ya estoy suscrito.

Lobo, personaje cañero como pocos.