Reseña: Kull El Destructor, de Roy Thomas, Gerry Conway, Englehart, Moench y VVAA

Kull fue concebido por el escritor pulp que nos ha dado tanto y que se fue demasiado joven, el maestro Robert E. Howard, quién también creó Conan y toda una serie de personajes icónicos de la fantasía medieval aunque los dos más famosos son estos dos comentados. De hecho, para muchos, Kull the Conqueror no es otra cosa que otro hilo de acción rutinario de espada, taparrabos, sandalias y brujería con un tipo que no alcanzó la fama de Conan ni de lejos. ¿Y por qué? Pues por la misma razón que yo he jugado al fútbol en mis inicios con colegas que le daban mil vueltas a Cristiano Ronaldo o Messi y nunca llegaron a ser profesionales; bien porque no quisieron, porque no estaban en el sitio exacto a la hora adecuada, resumiendo, porque la vida no sólo va de tener virtudes sino también de tener (mucha) suerte cuando toca. Conan El Cimmerio la tuvo y Kull El Conquistador casi que no. No se le hizo una peli en condiciones para darlo a conocer ante el mundo, esa gente que no lee, y mucho menos cómics. Aunque sí que hubo traslación literaria a buenos cómics Marvel y eso friends es lo que Panini Cómics y SD trae con estos maravillosos Marvel Limited Edition que no son oro, sino puro mithril del noveno arte.

Tras dos tomazos geniales de Kull El Salvaje (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7841), súper agotados ya en todos sitios, llega este maravilloso tercer tomo denominado Kull El Destructor, que comprende toda una serie cómics joyitas en si mismo (Kull the Conqueror #1-#10, Kull the Destroyer #11-#29, Creatures on the Loose #10, Monsters on the Prowl #16 y material de Kull and the Barbarians #1-#3, The Savage Sword of Conan #9, Conan the Barbarian #10, Conan the Barbarian Annual #3 y FOOM #14 Conan), incluyendo la primera aparición del personaje, dibujada por mi amado Bernie Wrightson. Es decir, todo y cada uno de los cómics de la época donde aparecía este curioso personaje del que os adelanto ya, que al que no conozca, le va a flipar. Y al contrario de lo que piensan muchos, muy diferente en personalidad en comparación con el famoso cimmerio.

Por tanto, un buen lote de cómics Marvel extraídos de la bóveda. Y como ejemplo el Kull The Destroyer #11, portada con fecha de noviembre de 1973, un cómic de Kull que existía desde 1971 cuando salió el primer número pero que tras un par de números de prueba dejó de publicarse. Pero luego, en la portada de abril de 1972, Kull apareció en el Monsters On The Prowl #16 y la cabecera Kull The Conqueror volvió con el número #3, con la portada fechada en julio de 1972 y por haz del destino a la gente le empezó a gustar. ¿La portada quizás? Un número con una gran portada del artista Mike Ploog, quien proporciona tanto los lápices como las tintas. Lo cierto es que quizás fuera por eso porque tuvo la serie cambio de nombre y de dibujante y se empezó a vender bien. Los artistas, el equipo hermano-hermana de John y Marie Severin, hicieron un gran trabajo. Y la curiosa anécdota de que en la portada se colocó el título ¡Por este hacha gobierno! y cuando empiezas la historia te encuentras con el potente título ¡El rey Kull debe morir! ¿Y esto por qué? No tengo la respuesta. Marvel Comics dice que la historia está libremente adaptada del cuento de Robert E. Howard (Por esta hacha yo gobierno) pero sólo Roy Thomas debe saber el porqué de este cambio interno. Curiosidades aparte, una historia que comienza con Kull hablando con su amigo, Brule, diciendo que ahora que es Rey, el hecho de que haya nacido en el extranjero está causando que el Reino cuestione su liderazgo. La escena cambia rápidamente a una reunión secreta donde la gente trama la muerte y el derrocamiento de Kull, con la intención de colocar a otro en el trono…

La escena vuelve a cambiar a Kull, en su salón del trono, donde piensa en sus años de juventud y Roy Thomas nos da una mirada retrospectiva de tres años y medio atrás en los comienzos del personaje como luchador intrépido. Más tarde, en sus aposentos privados, mientras Kull reflexiona, los conspiradores, con la ayuda de varios soldados, irrumpen en los aposentos de Kull y atacan. Se enfrenta con valentía a las horribles adversidades con una espada y su fiel hacha e incluso después de recibir una herida grave, continúa luchando e incluso parece estar ganando. Un hombre contra veinte, pero Kull sigue luchando y se mantiene firme hasta que uno de los conspiradores se revela como el archienemigo de Kull, el Hechicero, ¡Thulsa Doom! y usando su hechicería, Doom hace que el hacha de Kull sea demasiado pesada para levantarla, y ahora sin armas, Kull es vencido. ¿Muerto? Por suerte no. Es arrastrado a las mazmorras del castillo. Y ahí termina la historia.

Y ya estás súper enganchado. A un personaje que apenas conocías y del que quieres saber qué pasará con su futuro y…, cualquiera que leyera este número en 1973 (o 1986 cuando aproximadamente pude leerlo yo por primera vez) provocó que todos buscáramos el siguiente número con un ansia inusitada. Me contaron que fueron tres meses muuuy laaaargos en USA hasta que salió el siguiente, y bien por estrategia editorial, bien porque no sabían como seguir, el empujón a la serie y al personaje fue ENORME con dicha espera. Finalmente apareció y se pudo ver qué sucedió después. Y lo dicho. Ya estás o estabas enganchado. Así que la recomendación está clara. Necesitas regalarte o que te regalen este volumen que, por supuesto, es independiente de los dos difíciles de encontrar anteriores, aunque eso no quita que tras leerlo te ansíes por conseguirlos los demás.

Lo siento, por vosotros.