Reseña: Marvel Omnibus. X-Statix, de Peter Milligan y Mike Allred

Uno de los nuevos cómics que se me hizo indispensable de tener en formato integral u omnibus a pocas grapas de leerlo fue X-Statix. Peter Milligan haciendo lo que mejor sabe hacer. Una serie donde los superhéroes son lo que de verdad serían si fuesen reales. Influencers, buscadores de fama, dinero, sexo, lucrarse con cada aparición que hacen. La puta realidad de los superhéroes hecho cómic. Un tochal que recoge los primeros números donde apareció o formó este grupo (X-Force #116-#129) más su miniserie o cabecera inicial (X-Statix #1-#5) de la que cientos y cientos de fans esperamos una continuación. Los mutantes subversivos amantes de los medios de Peter Milligan y Mike Allred, el mundialmente famoso grupo ya denominado X-Statix, protagonizan una serie de aventuras extrañas, hilarantes con un portentoso final. De ahí que no se nos queda la miel en los labios a los que disfrutamos tanto de esta serie.

Aquí podréis encontrar a un equipo de mutantes del Universo Marvel, cuyo nombre deciden cambiarlo. La serie iba a ser un «restyling» de X-Force, pero la cabecera no alcanzó los picos de venta esperados en los 90. Y se decidió que era por no tener «punch» en la denominación. Joe Quesada, entonces Editor en Jefe de Marvel, queriendo un cambio decisivo, encomendó la operación de renovación a Peter Milligan, uno de los grandes guionistas de éxito en las últimas publicaciones de Vértigo. Y a Mike Allred, célebre ilustrador muy amado por los fans. Al cambiar de nombre, X-Statix se presentó casi como una sátira del mundo del espectáculo. Por lo que se desmarcó definitivamente de la clásica X-Force. Aquí podréis encontrar a mutantes como Anarquista, cuyo poder consiste en emitir un sudor ácido que le permite crear energía prácticamente de la nada. Junto a él, U-Go Girl, sobrevive a la masacre del equipo original y se convierte en parte del segundo equipo. También Bloke, es un enorme mutante de San Francisco con la capacidad de cambiar el color de su piel como un camaleón y obtener súper fuerza. Su color original era rosa, homosexual declarado, y estaba comprometido con otro chico mutante. Pues nada, en la época, a cortar con tijera.

Tenemos también a Chica Muerta (Rayo de Luna). Doop, un extraño ser verde con forma esférica que se expresa en un lenguaje misterioso que todos los miembros del equipo conocen y que hace de camarógrafo para las misiones. Un bicharraco cuyos orígenes son misteriosos pero que el Capitán América llega a contar que, en realidad, es una súper arma biológica creada por el ejército de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, y que hay que tener ojo porque tiene poder como para destruir nuestro planeta. Y El Guapo (Robbie Rodriguez), un tío sin poderes pero con una relación simbiótica con su patinete, el cual, sí que tiene súper poderes.

Y más. Fan Boy (Arnie Lundberg), un mutante con enormes poderes de manipulación molecular. Y Henrietta Hunter, una mujer que inexplicablemente regresó de entre los muertos con habilidades físicas avanzadas, empatía y la capacidad de comunicarse con fantasmas. Huérfano/Sr. Sensible (Guy Smith) es el líder del equipo y a pesar de su inexperiencia, todos sus sentidos parecen estar extremadamente desarrollados. Me recordó a los jefecillos jovenzuelos que suelen colocar algunas empresa, recién salidos de la Facultad, con cero experiencia laboral y que por tener un título superior, viene cobrando lo mismo o más que tú. Y eso que suelen estar empanados y que para colmo tienes que enseñarles como se hace casi todo el trabajo…

Pero bastantes más. Porque X-Statix es un cómic, sobre todo, de superhéroes, de cantidad de ellos, de muchos personajes para disfrutar de la variedad y la originalidad de los autores. La oportunidad, con este tomo que publica Panini Cómics, de llevarse un volumen de pijameo uro -y lo digo sinceramente- único en su estilo de compendio rolero de monstruos/superhéroes. La obra mutante completamente loca de Peter Milligan y Mike Allred. Porque los mutantes son los supervivientes de los cómics. Claro, hay trampas para ser un mutante: los robots asesinos quieren destruirte y, en ocasiones, te ves horrible o lastimas a los que amas por culpa de tus complejos. Sin embargo, al igual que las estrellas de los «reality shows», los mutantes tienen un poder que no se merecen en absoluto. Son chiripas fantásticas, dotadas de asombrosas capacidades más allá del conocimiento de los mortales solo porque eso es lo que su ADN decidió cambiar un día. Y es que siempre queda el poderoso que no quiere serlo porque siempre se anhela lo que no se tiene. Y esa máxima en X-Statix se explica bastante bien. Un desagradable grupo de mega-estrellas mutantes, cuya gloria superheróica se forma «in media res».

¿Veredicto final? Cómic de sobresaliente. El mejor pijameo moderno a recomendar. Probad sino este pastelito.