Reseña: El Roadie, de Tim Seeley, Fran Galán y El Torres

En esa búsqueda constante que tenemos por aquí de buenos libros y cómics de Terror, nos hemos topado con una historia muy chula dentro de las novedades de Norma Editorial. El Roadie, para colmo, viene de la mano de un guionista potente del noveno arte norteamericano como es Tim Seeley (Hack/Slash, Revival).

Es 1983 y Mass Acre está listo para actuar en un famoso local nocturno de Los Ángeles. El respaldo de la banda es Joe D, que es el mejor Roadie que puedes encontrar en el negocio. No solo se ocupa de la banda y el equipo de montaje, también usa sus poderes especiales para capturar y contener a los demonios invocados que nace por la propia música creada por el grupo cuando llegan al éxtasis de cada actuación… Hasta ahí bien, ¿no? Años más tarde, Joe está reviviendo los días de gloria cuando decide llevarse a casa a una mujer del bar local. Después de no cumplir esa noche…, se queda dormido solo para ser despertado por un demonio con el que tenía una relación amigable que le dice que un poder más oscuro viene de camino. Un poder malvado que utiliza nuevas formas de influir en la humanidad. Un poder oscuro cuyo próximo objetivo es la hija de Joe.

La historia de Seeley es potente y tan peliculera como suena. Crea un juego divertido, oscuro y atractivo ya en el primer número de esta miniserie que gracias a Norma se ha publicado por estos lares en formato íntegro en un tomito la mar de gustoso de leer. La historia hace un trabajo increíble al presentar los personajes, los conflictos y las personalidades que te hacen querer seguir a Joe en su viaje. Y goza de un estupendo humor negro desde el principio, y trata temas importantes a lo largo de la historia como pueden ser el odio, la envidia y las promesas sin cumplir. Una historia de la que Sam Raimi podría hacer una buena película.

El espectáculo tiene un buen comienzo. El Roadie comienza con una sensación de tornado recién creado del cual sabes que irá in crescendo. Una groupie intenta acceder a las estrellas de rock, lo que le da al Sr. Mass la oportunidad de revelar una verdad que rara vez se dice. Un poco de información para el lector y de lo que está por venir. Pero El Roadie prepara el escenario y dirige el espectáculo… y sigue a lo suyo mientras llega la tormenta. Los lápices de Fran Galán (Lucky Devil) ofrecen unos dibujos ideales y detallados a lo largo de toda la edición. Las viñetas son divertidas, sexys y visualmente atractivas en esta historia que en ciertos momentos también recuerda a Jennifer´s Body. Galán nos muestra actuaciones oscuras de la banda de rock imitando un escenario mal iluminado y una invocación al ritual al mismo tiempo. Captura las fascinantes melodías de la música a medida que se produce una manifestación. Y, por supuesto, la multitud confunde esa imagen sombría del demonio invocado, con un truco de luces de escenario. Os aseguro que en ciertos momentos de El Rodie la ambientación está tan conseguida que incluso puede que oigas la música que se propone en viñetas. Pero no olvidéis que esta miniserie se centra en la batalla establecida entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno, y cómo el rock es un arma declarada oficial para esa guerra. Josef Deseptum deja claro que la única música para él es el Rock. Y aunque a Joe D. le encanta la música, la historia muestra que las canciones de esta banda son más que palabras.

Pero ahora las palabras son otras, han cambiado, y suenan a podredumbre. Mención especial a nuestro compatriota El Torres (El Velo, Nancy in Hell) que se encargó de rotular este magnífico cómic.

De Terror.