Reseña: D.M. Después de la Muerte, de Scott Snyder y Jeff LeMire

No hace mucho dije que en Image Comics volvían a salir cositas muy interesantes. La mítica editorial mítica vuelve a despuntar y era, sobre todo, porque autores de renombre han vuelto a recaer en ella. Planeta Cómic algo debe saber porque tiene puesto sus ojitos en ese lado de la acera norteamericana comiquera y publica a este lado del charco títulos que yo al menos no voy a dejar pasar. Uno de ellos ha sido este D.M. Después de la Muerte, lo último que podemos leer en este país del maestro Scott Snyder (American Vampire, The Wake, The Swamp Thing, Dark Knights: Metal, Nocterra, Undiscovered Country, etc.) y Jeff LeMire (Laberintos, Essex County Trilogy, Sweet Tooth, Old Man Llogan, Black Hammer, Gideon Falls, etc.). Un cómic que se basa en una máxima muy potente: ¿Y si encontráramos una cura para la muerte?

D.M. Después de la Muerte es un híbrido de cómic y novela ilustrada sobre un mundo donde se descubrió la cura para la muerte, sobre las consecuencias de tal descubrimiento y sobre un hombre cuya historia personal lo hizo posible. Diré esto por adelantado: esta es la mejor escritura de Scott Snyder en años. No encontré las partes en prosa mal escritas, ni tampoco me disgustó la mitad del volumen cuando todo pasa a viñetas y las palabras son escasas. Por otro lado, también voy a advertir que este cómic es sombrío, tanto que puede desmoralizar o deprimir. No sé qué esperaba de esta obra con un título así pero resultó ser un cómic que trata enteramente sobre la muerte. Y eso hace que le des vueltas a la cabeza, que pienses en lo que nadie piensa, en el no existir, que se sentirá y demás mierdas. Que si no tienes la cabeza bien amueblada puede, pues eso, deprimir.

La muerte de la madre del personaje principal, un evento que recuerda durante la mayor parte de la prosa del libro, mordisqueando cada pequeño detalle, reproduciendo la experiencia en su cabeza una y otra vez… Muerte o enfermedad mortal de niños en un hospital infantil que el personaje visita durante la historia, la muerte de amigos, la muerte de animales y otras formas de vida en la tierra. Y en última instancia, el miedo a su propia muerte. Ese es el enfoque central de D.M. y esto puede sonar atractivo para algunos colgados como yo pero imagino que no para todo tipo de personas. ¿Frikis del género de terror o mentes inquietas? Sí. ¿Gente lectora de cómics normales y corrientes? Pues imagino que no. Y ni siquiera estoy tratando de decir que el guionista lo hizo para manipular emocionalmente con la intención de desanimar a sus lectores. Más bien: «Voy a hablar abiertamente sobre lo que nadie habla o tiende a evitar en cualquier conversación».

Con ilustraciones de Lemire absolutamente fantásticas. Si amas su obra de arte, esta es una de sus mejores hasta ahora: hermosas acuarelas, rostros expresivos, un trabajo increíble con la paleta. Podría continuar un poco más y decir algo sobre la molesta ambigüedad de varios puntos de la trama que desearía que se explicaran mejor, o cómo esto realmente no se une como una historia al final, o el hecho de que el concepto de inmortalidad fue rebuscado y enrevesado, pero para ser honesto, en el momento en que estas preguntas surgieron en mi cabeza ya ni siquiera me importaba. Únicamente estaba revolcándome en la miseria. Y ahora disculpad, tengo que ir a tomar una copa o diez…

En ti está deprimirte o ser fuerte ante la muerte. Menuda experiencia de cómic.