Reseña: Daredevil/Elektra. Amor y Guerra, de Frank Miller y Sienkiewicz

Uno de los mejores regalos que se me ocurren que podéis hacer por esta época a un lector de cómics, incluidos vosotros mismos, es el genial volumen que acaba de recuperar Panini Cómics en su portentosa colección Marvel Gallery Edition. Y es que Amor y Guerra es una de las obras cumbre del cómic marvelita donde Frank Miller se juntó con el gran Bill Sienkiewicz para crear una obra que se convirtió en clásico indispensable casi al momento de publicarse. Love and War fue, por encima de todo, una historia de Kingpin. E indispensable para aquellos que disfrutaron de la actuación de D’Onofrio en su papel de Wilson Fisk en la famosa serie de Netflix. Obviamente, su papel, su todo, salió de aquí. Vais a encontrar una inmersión comiquera clásica de los 80 muy satisfactoria e interesante en la psique del gordo mafioso más famoso del mundo del noveno arte.

Y es que la lectura de Amor y Guerra es un poco alucinante, diferente e inquietante, a veces. Se siente muy similar a otros cómics salvajes y estéticamente cercanos de la genial época ochentera donde se brindaba mucho por la acción. Sin embargo, esta trama no es solo eso. También se acerca bastante a tratar el tema de contar los sentimientos de un villano en la línea de lo que se hizo en el Joker interpretado por Joaquin Phoenix. No una historia tan típica, donde se llega al choque definitivo de Daredevil y Kingpin junto al relato que se sumerge en la mente de Elektra, la más mortífera asesina del Universo Marvel, cuya vida está llena de amor, muerte y pasión. Como bien se dice en la sinopsis: un cómic experimental y de acción sin límites; donde Wilson Fisk toma medidas extremas para tratar de ayudar a Vanessa a liberarse de su estado catatónico y destrozado, desplegando a un operador desquiciado pero enfocado con láser llamado Víctor y así secuestrar a la esposa de un médico-palanca para salvar a la suya.

Pero Daredevil interviene y muestra algo de su propio “carácter” en el proceso.

Frank Miller ya estaba metido en su genial saga Sin City cuando escribió esta historia. Y se nota. La vulnerabilidad sorprendentemente complicada de los hombres duros y endurecidos es explorada hábilmente por una narrativa sinuosa y a veces triste. A través de su escritura de nuestros personajes masculinos, vemos la naturaleza posesiva de los hombres hacia las mujeres y qué tipos de «amor» se muestran porque es lo único que les sale de dentro.

Fisk ama a su esposa, y mueve montañas para intentar salvarla. ¿Y por ser un villano el proceso es peor? ¿Quién no lo haría?

Y un arte definitivamente estilístico.

Preciosista, digno de los mejores lienzos de museo.

Un regalo.